En el infierno. Capítulo 26.

El resplandor del ángel

Kaled se dio la vuelta y camino hacia la puerta, justo cuando la iba a abrir, la luz de la Luna ilumino el pequeño paraíso y una corriente de aire sacudió las plantas del lugar, Kaled sintió el viento golpearle la mejilla así que se giro para cubrirse, al hacerlo su mirada se fijo en la maceta de la esquina, la cual era bastante grande, que contenía una planta frondosa, que ahora se movía violentamente permitiéndole vislumbrar la sombra de un bulto a su lado.

Kaled sintió que sus latidos sé aceleraban, no lo podía creer. Sin pensarlo más el alfa camino hacía esa esquina y se detuvo frente al pequeño bulto tembloroso, cubriéndolo por completo con su sombra, sumergiéndolo en la oscuridad total.

— ¡Julien! —al pronunciar su nombre un suspiro de tranquilidad escapo de su boca.

La perra escucho la débil voz de su amo, ¿cuándo había llegado a su lado? ¿Por qué no lo escucho antes?

Kaled miro a su pequeño ángel y sintió un fuerte dolor en su pecho. Juli estaba empapado, temblaba de frío y aún con la escaza luz noto sus ojos llorosos.

La lluvia imparable seguía azotando el Pandemónium.

Julien levanto su rostro y miro fijamente al alfa. La lluvia atacaba a Kaled, quién sin percatarse de ello, seguía de pie frente a su perra, su cabello mojado escurría por su cuerpo y algunas gotas intrépidas se deslizaban por su rostro para terminar cayendo al vacio.

— ¿Por qué estás aquí? —Kaled le pregunto al tiempo que le tendía la mano para ayudarlo a levantarse.

Julien no respondió, sus ojos fueron los únicos que fueron capaces de moverse, pues parpadearon un par de veces para terminar dando paso a sus lágrimas.

—Julien, enfermaras, vámonos —Al ver que su hembra no se movía, se agacho lo suficiente como para tomarlo de la muñeca e intentar levantarlo, Julien al sentir el contacto de Kaled sacudió su mano para quitárselo de encima.

El alfa se sorprendió cuando fue alejado, sin embargo no permitiría que su hembra siguiera en ese lugar, bajo tales condiciones; así que se agacho y paso sus manos por debajo de sus piernas y por su espalda, de esta manera se levanto con su ángel en brazos.

Julien no deseaba ser cuidado, él solo quería quedarse allí, esperando a que la lluvia le ayudara a resolver su problema. Al estar en brazos de su amo comenzó a patalear y a golpearlo en el pecho, éste se veía irritado.

— ¡Mierda! Julien quédate quieto o nos tiraras a ambos.

— ¡Déjame en paz! —Julien grito llorando.

—Cómo podría dejarte aquí… solo —sonó un poco desesperado.

Sin embargo Julien parecía no escucharlo, el seguía removiéndose en los brazos de su amo.

— ¡Julien basta! —Kaled desesperado por la actitud de su hembra termino por dejar que se pusiera de pie.

En cuanto el alfa bajo a Julien intento alejarse de él, pero Kaled no se lo permitiría, la mano de éste se aferro a su hembra y lo jaló hacía la puerta. En cuanto la puerta se abrió Julien intento con todas sus fuerzas alejarse de su amo, al ver que sus esfuerzos no estaban dando resultados optó por golpear con su mano libre la espalda de su amo; en cuanto Kaled sintió los golpes de su hembra, optó por ignorarlos.

Julien no sabía que más hacer, no deseaba regresar a su jaula, él solo quería regresar el tiempo, a cuando vivía con sus abuelos, lejos de esté horrible lugar y de este aterrador carcelero.

Aun cuando la joven hembra uso todas sus fuerzas, no pudo evitar el resultado final, y termino siendo arrastrado hasta el departamento del alfa.

Kaled estaba realmente preocupado y, ahora, también enojado por el comportamiento de Julien.

Al entrar al departamento, lo primero que hizo fue intentar desnudar a su hembra, el cual no se lo estaba poniendo fácil, pataleaba y manoteaba sin cesar.

— ¡Julien, carajo! —Kaled estaba harto de esto, no sabía qué hacer o cómo hablarle.

— ¡Déjame en paz! No te quiero cerca, ni que me toques, ¡déjame solo! —Julien se dejo caer en el piso de la sala, junto sus rodillas a su pecho y comenzó a llorar—solo quiero estar solo —volvió a decir entre sollozos.

—Julien enfermaras si no te quitas esa ropa —Kaled le dijo con voz nerviosa —Por favor déjame quitártela —le suplico.

Julien no dijo nada, así que el macho lo intento de nuevo. Comenzó lentamente a subir sus prendas por el pecho, todas juntas, y pasarlas por la cabeza de Juli, después trataría con los pantalones pero una vez más la hembra se negó.

—Julien por favor —mientras Kaled le hablaba, controlo su voz para que no se notara sus nervios.

— ¿Qué no entiendes que quiero estar solo? —Julien le dijo mientras se ponía de pie e intentaba irse a su habitación —Solo déjame solo.

—Te vas a enfermar —Kaled le dijo y lo tomo de la mano, evitando que se alejara de él.

— ¡No me importa enfermar o morir!—Grito desesperado  

Kaled llegó al límite de su paciencia y dejo que el miedo y la desesperación tomaran el control de la situación.

La mano libre del macho se poso en el suave, frió y delgado cuello de Julien y sin pensarlo más, sintió como la cerraba, poco a poco su mano apretaba la sujeción, su otra mano ya había soltado su brazo y ahora se cerraba alrededor del cuello de su perra. Julien sintió como el aire se agotaba lentamente, al principio intento golpear a su amo en los brazos pero éste parecía no sentirlo, después intento abrir su mano pero tampoco lo logró. Julien no sabía que más hacer, su cuerpo ya no tenía fuerzas, su cabeza estaba embotada, tal vez su deseo se haría realidad y moriría allí, junto al hombre que le había cambiado la vida.

Kaled no parecía percatarse de lo que ocurría, en su mente solo escuchaba la voz de Juli: ¡No me importa enfermar o morir! ¡No… importa… morir! ¡… morir!

Era tan fácil pensar en morir, era tan fácil despreocuparse de todo y dejarlo atrás, él lo había pensado pero los rostros de aquellos que le importaban no se lo permitieron, aún cuando lo anhelaba, él creía merecerse ese premió pero ellos no se lo permitieron y en cambio lo obligaron a quedarse allí, en medio del infierno, solo… completamente solo.

Si Juli quería morir, tal vez lo mejor sería permitírselo; Kaled pensó que si era él quién lo ayudaba a descansar, estaría bien, Dios no podría negarle la entrada al cielo, al fin y al cabo era el retorno de uno de sus ángeles, sus congéneres lo escoltarían y lo llevarían con Dios quién lo recibiría con los brazos abiertos, al fin uno de sus hijos regresaba a casa; por fin Kaled lograría hacer feliz a Juli, aun cuando a él se le destrozara el corazón.

El alfa ya no podía ver a su amado ángel, pues su vista estaba empañada por las lágrimas que brotaban de sus ojos.

Julien estaba cada vez más aturdido y lo último que pensó antes de perder la conciencia fue “que no deseaba irse cuando él se veía tan mal”.

Kaled no pudo más, simplemente no pudo continuar apretando, no cuando sintió que su hembra ya no oponía resistencia, Julien era un guiñapo en las manos del alfa.

El asustado alfa soltó a Julien quién cayó pesadamente al piso. El cuerpo de la hembra yacía inmóvil en el centro de la sala, su rostro estaba boca arriba y su pecho desnudo, no parecía intentar moverse. El alfa aturdido se acerco a su perra.

— ¡Julien! —Kaled grito asustado.

Se agacho y tomo a su hembra en brazos.

—Por favor Julien, despierta —Al decirlo Kaled sacudió a su hembra — ¡Por favor, no me hagas esto! —Gritó y sus ojos comenzaron a nublarse, mientras las lágrimas continuaban desbordandose por sus mejillas —No me dejes, Julien, no por favor —Kaled volvió a decirle y cada vez su llanto era más descontrolado, Kaled pegó a su pecho, el cuerpo de su hembra, y lo apretó con fuerza.

Justo cuando Kaled lloraba desconsoladamente, Julien empezó a toser y a jalar aire desesperadamente.

El alfa sorprendido separo el cuerpo de su perra, de su pecho, y lo observo detenidamente mientras éste seguía respirando apresuradamente. Paso su mano por sus ojos para limpiar el exceso de líquido en ellos, sorbió sus mocos y le sonrió tontamente a su hembra.

— ¿Julien? —le hablo temblorosamente.

Julien no dijo nada, pero en cuanto el mareo empezó a calmarse, vio fijamente a su amo.

— ¿Por qué? —Juli hablo, pero su voz salió en un murmullo y su garganta le dolió en cuanto pronuncio la pregunta.

Kaled, no supo que contestar y sin pensarlo sus ojos empezaron de nuevo a rezumar.

Julien se consterno al ver a su macho llorando, ¿por qué estaba llorando? Que había ocurrido para que ese hermoso rostro, luciera desencajado. Ese no era su alfa, ese hombre que lo sostenía debía de ser otro, su alfa jamás lloraría, no frente a él.

La mano de Juli acaricio suavemente la mejilla de aquel desconocido alfa, al tocar la piel de aquel desconocido hombre, sintió la humedad de las lágrimas presentes.

—Ya no llores —Juli le dijo mientras secaba con su mano la mejilla de Kaled.

El alfa al escuchar la débil voz de su hembra no pudo detener otra oleada de lágrimas.

Kaled estaba tan sorprendido de que su bello ángel no lo estuviera recriminando, cómo es que un ser celestial como él había llegado al infierno, un hombre como él no merecía todo lo que le estaba ocurriendo y Kaled lo sabía.

—Lo siento mucho Julien, por favor perdóname —. Kaled lloro amargamente y Juli al verlo tan triste lo atrajo a su pecho. —Por favor perdóname, por todo lo que te hecho —hablo entre sollozos —perdóname por no dejarte morir, simplemente no pude, el solo pensar en no volver a ver ese par de estrellas que me guían en este inmenso mar, sin ellas estoy perdido.

El alfa se despego de su hembra al sentir la frialdad de su cuerpo y al ver que éste temblaba ligeramente, lo levanto en brazos y lo llevo directamente al baño, allí abrió la regadera y puso a Juli bajo el chorro de agua caliente.

— ¿Por qué? —Juli volvió a preguntar mientras se agarraba de su alfa, pues sentía que sus piernas temblaban.

Kaled lo termino de desnudar, y sostuvo a su hembra por la cintura, no le importaba mojarse, se mantuvo pegado a él.

— ¿Por qué lo hice? —Kaled pregunto —Tu dijiste que deseabas morir —el macho contesto su pregunta sin esperar la respuesta de su hembra —te he hecho sufrir mucho, desde que llegaste aquí solo te hago llorar, y ahora con lo del embarazo… pensé que tal vez eso si te lo podría dar.

Sin querer las lágrimas en ambos fueron derramadas una vez más sin embargo el agua caliente no permitió que permanecieran mucho tiempo, pues rápidamente las lavo y las desapareció.

 —Pensé en dejarte descansar, si tu intentabas suicidarte, Dios te repudiaría, en cambio si era yo quién te… —Kaled no pudo pronunciar aquella palabra pues solo pensar en lo que había hecho, lo hacía llorar —Ese sería mi último regalo para ti… mi ángel —Kaled no pudo decir más pues el nudo en la garganta no se lo permitió, sus lágrimas continuaron saliendo.

Julien levanto la mirada y vio a su alfa, y entendió lo que decía, cada palabra que pronunció estaba llena de dolor, ese Kaled era nuevo para la hembra, ¿acaso ese temible alfa que lo había recibido también era éste pequeño y frágil hombre?

Julien sintió como su corazón se estaba rompiendo, el llanto desmedido de Kaled lo estaba lastimando más que todo lo que había sufrido hasta ese momento.

Las pequeñas manos de la hembra se posaron en las mejillas de su amo y lo atrajeron hacía él, sin embargo Kaled no se permitió tocar la dulce boca de su ángel, no después de lo que había hecho.

—Lo siento tanto —Kaled pronuncio cada palabra con verdadero arrepentimiento y como si de repente sus piernas perdieran toda fuerza, se dejo caer a los pies de Julien y así hincado abrazo a su hembra e imploro su perdón.

Julien sintió el rostro de su amo pegado a su abdomen y acarició su cabello.

—Kaled, te perdono —Julien susurro, su garganta aún le dolía.

El macho solo sollozo más al escuchar a su bello ángel hablar.

—Cuando pregunte “¿por qué?” me refería a ¿por qué llorabas de una manera tan desolada?— Juli le explicó a Kaled por qué su pregunta, pues al parecer no la había entendido. —No quiero que sigas llorando, por favor para —Juli separo a su amo y se agacho para así estar igual que él —detente que me lastimas —Juli acaricio las mejillas de Kaled y éste se sorprendió al ver tan cerca a su ángel, que no pudo contenerse y se abalanzó sobre la boca de Juli.

La hembra abrió sus brazos para recibir a su alfa. Ambos se permitieron saborear la boca del otro, Julien paso sus brazos por la nuca de Kaled, entrelazándolos allí, no dejaría que alfa lo alejara de él, Kaled por su parte acariciaba la espalda de Julien.

—Irme… si eso implica destrozarte… entonces no lo quiero… Kaled no me alejes de ti…nunca —entre cada frase los besos continuaban y las caricias no cesaban. Julien se entristecía solo de recordar el rostro ensombrecido y lloroso de su alfa.

Kaled escucho a su hembra y su declaración lo conmociono, Julien era realmente un ángel, ¿sino cómo es que le pedía algo así?

— ¿No te importa estar en el infierno? —Kaled preguntó.

—No

— ¿Qué mis celos te mantengan encerrado en este pequeño lugar? Kaled continuó interrogándolo.

—No importa

— ¿Estar embarazado de un bebé que no deseabas?

Julien calló y aunque la idea del bebé aún lo asustaba, le aterraba más el recordar el rostro de tristeza de Kaled.

—No importa… si tu vas a estar conmigo… nada de eso importa —Julien contesto.

Julien entendió cuanto lo amaba su alfa, pues había preferido condenarse a una eternidad en el infierno, que permitir que él se condenara.

—Kaled, tengo frío —Julien le susurro —Caliéntame.

La hembra lo miro y sonrió tímidamente.

Kaled entendió a lo que su hembra se refería e inmediatamente se dispuso a desabrochar su cinturón. Julien subió la playera de su amo y desnudo su pecho, la hembra no controlaba su excitación así que la dejo fluir así como el agua caliente continuaba haciéndolo.

Julien beso el cuello de su alfa, quién ya se había quitado los pantalones y los bóxers, ahora ambos eran cubiertos solo por la frazada tibia y transparente que el agua les proporcionaba, los besos continuaron, y las caricias no se detuvieron. Kaled ayudo a que su hembra se pusiera en horcajadas sobre de él, quién estaba sentado en el piso. Julien besaba a Kaled mientras este acariciaba y jugaba con sus pezones, que gracias a éstas atenciones se pusieron duros rápidamente.

— ¡Agh! —Julien gimió suavemente sobre los labios de su amo, el cual sonrió al escucharlo.

Una de las manos del alfa continuo jugando y pellizcando los pezones de su hembra mientras la otra recorría la tersa piel, de la espalda de su perra, poco a poco bajaba hasta que llego a aquella estrecha brecha que dividía a ese par de hermosos montículos que tanto le gustaba acariciar. Su mano se abrió paso entre las nalgas de Julien quién al sentirlo se irguió, poniendo enfrente del rostro de su amo su pecho. Kaled acepto la improvisada invitación de su hembra y comenzó mamar de aquellos pequeños pezones, Julien estaba volviéndose loco con tantas caricias.

La excitación en su cuerpo era cada vez más insoportable, los labios de Kaled no se detenían de succionar su pecho y los dedos juguetones de Kaled no dejaban de jugar con su esfínter. El miembro de Julien, ya estaba a punto de explotar, así que lo restregó contra el pecho de Kaled, buscando un poco de atención también.

Kaled bajo su mano por el pecho de Julien hasta tocar el miembro de éste, rodeo con su mano el miembro y empezó restregarlo en toda su envergadura, primero fue lentamente y después aumento la velocidad.

—Ahhh, Ahhh, ahh —Julien respiro entrecortadamente y mientras su abdomen se movía apresuradamente, Kaled detuvo el movimiento — ¡No! —Julien grito.

Kaled rió y restregó la cabeza del miembro, de su hembra, continuo jugando con ella, y Julien parecía cada vez más agitado, los dedos de Kaled se introdujeron bruscamente en su trasero.

— ¡Ahhhh! —Julien soltó un solo grito desesperado.

Kaled siguió jugando con su hembra, por unos minutos, hasta que simplemente lo dejo correrse, su mano y su pecho fueron salpicados del semen de Julien, sin embargo no duro mucho pues el agua tibia se llevo todo rastro de ello.

Julien se dejo caer sobre el pecho de su amo. Su respiración agitada poco a poco se relajaba.

—No es suficiente —Julien parecía aún excitado — lo quiero adentro —Julien le dijo a Kaled mientras agarraba su miembro erecto.

El alfa no pensaba hacerse del rogar así que complació a su hembra, quién ya estaba acomodado para permitir el acceso de aquel delicioso falo.

—Julien, hazlo cómo gustes —Kaled invitó a que su hembra se dejará llevar por su deseo.

La perra, se penetró lentamente, y en cuanto sintió que estaba todo adentro, empezó a mover sus caderas, y sus labios atraparon a Kaled.

Julien no dejaba de moverse, la fricción de sus paredes le estaba dificultando el autocontrol, de seguir así pronto se correría.

Kaled sentía el pene erecto, de su hembra, al restregarse en su pecho, así que decidió ayudarlo, de esta manera ambos se correrían juntos. El jugueteo no se detuvo hasta que ambos estuvieron satisfechos.

—Creó que es mejor que vayamos a la cama, o dejaremos a todo el edificio sin agua —Kaled le susurro a su hembra, tras terminar uno de sus juegos.

—Sí, ya me siento agotado —Julien ahora tirado en el piso le dijo a su alfa.

Kaled alcanzo un par de toallas para los dos. Después de secarse, pasaron a su habitación, la cual estaba a oscuras, sin encender las luces, Kaled llevo a su hembra hasta la cama, lo vistió con un suave y calientito pijama, lo acostó y lo cobijo.

— ¿No te acostaras conmigo? —Julien pregunto tristemente.

Kaled envuelto en el albornoz, se desnudo y se puso rápidamente una pijama, busco una bata en su ropero, al encontrarla se la puso y se acerco a su querido ángel, que ahora hacía un mohín.

—Si lo haré, pero primero tengo que ir a dar algunas órdenes a Giovanni y a Raúl, además deben de seguir buscándote —al decirlo Kaled noto como el rostro de su hembra cambiaba y ahora lucía compungido —no te preocupes ellos entenderán —le dijo para calmarlo —Además las hembras estarán felices al saber que te encuentras bien.

Kaled trato de reconfortar a su hembra, quien parecía cada vez más preocupada.

—No me tardo Juli, mientras tu descansa, y duerme —le dijo antes de darle un beso en la frente y salir de la habitación.

Julien miro hacía la ventana y noto como la oscuridad era interrumpida por la luz rebelde de los rayos y relámpagos que esa noche estaban azotando el cielo del infierno. El sonido de la lluvia constante, golpeando la ventana arrullaba a Julien, quién no deseaba dormirse hasta que su amo llegará, sin embargo estaba cada vez más inconsciente.

—Kaled —murmuro, suavemente.

—Ya estoy aquí, así que duerme —Julien escucho la dulce voz de su alfa —descansa, mi dulce ángel.

Julien escuchó a su amo, pero parecía que la voz le llegaba desde muy lejos. ¿Lo había llamado ángel? Esa pregunta se quedo flotando en su mente inconsciente y sin tener algo que la mantuviera fija, simplemente naufrago hasta perderse en el mar de sueños de Julien.

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Ok, ha sido un largo tiempo desde mi última actualización, así que estoy nerviosa casi como si esta fuera mi primera vez publicando. Está historia  es mi favorita, lo he dicho y lo seguiré diciendo, en ella he vertido tanto de mi que es desgastante escribirla, aunque también es satisfactorio hacerlo, y todo vale la pena cuando ustedes lo leen y aún más cuando me regalan un comentario.

Ahora a la historia, sufrí este capítulo, no porque no pudiera escribirlo como en otras ocasiones, o porque no me quedará, nada de eso, en está ocasión fue porque yo deseaba escribirlo de una manera pero Julien y Kaled decidieron hacerlo de otra, y obviamente no me pude negar, así que sufrí con ellos y también me regocije cuando se reconciliaron, no sé si esté capítulo es lo que ustedes esperaban o si tal vez ya perdí mi toque, como sea lo escribí con todo mi corazón y espero que si les gusto me regalen un comentario y si no… pues también díganme porque no les gusto, me encanta saber  lo que piensan.

No sé cuando actualizare de nuevo, pero intentaré que sea pronto. Sé que desean actualizaciones de otras historias y me encanta que me pidan las actus pero por favor háganlo en las historias correspondientes o en la entrada anterior dónde pregunté que actu desean, en esta entrada deseo leer solo sus comentarios sobre la historia, por favor.

Por cierto termine de escribirla tarde y estaba tan emocionada por compartirla que simplemente la publique sin revisarla unas veinte veces más XD (estoy exagerando) puede que haya todavía varios errores, que en cuanto me despierte mañana y cuente con algo de tiempo libre revisaré y editare, solo serán errores ortográficos, de tipeo o algunos detallitos por allí, sin embargo nada que influya en la trama, pues esa ya no sufrirá modificación.

Una pregunta, podrían decirme por medio de que red se enteraron de la actu y si de casualidad nos siguen en Instagram, les gustaría que también allí compartiera cada vez que hay actualizaciones? 

Ahora sí, me despido, los quiero mis queridos distraídos.

Cuídense mucho y lávense sus manitas, see you later :)

PD.: olvide comentarles que estamos haciendo podcast las distractoras, en realidad son lives en el grupo de facebook, pero los pasamos a podcast y ya nos pueden escuchar en diferentes plataformas, si desean escucharnos hablar de nada y de todo, pueden pusharle en la pestaña de podcast  y allí aparece toda la información así como los links de las plataformas donde pueden escucharnos, ya estan publicados dos episodios y espero que si nada extraordinario ocurre este sábado se grabe el tercero.

Ahora si me despido, bye.