Baila para mi. Capítulo 4

La muñeca de Mimi 





Jimin dejo caer las flores por el coraje.

El guardia de seguridad se apresuro levantarlas y dárselas. 

— ¿Ocurre algo joven? Si desea puedo hacer que detengan al repartidor —el guardia le ofreció ayuda al joven que seguía echando humo.

—No gracias Minho, creo que me encargare de asesinarlo yo mismo —Jimin contesto enojado.

Acepto las flores que el guardia le ofrecía, y con la otra mano sostenía la hoja que Jungkook le había dado. 

—Muchas gracias por todo —Jimin le dijo al guardia antes de cerrar la puerta del departamento.

El hombre de traje solo hizo una reverencia como respuesta.

Jimin dejo las flores en la mesa, y corrió a ponerse los lentes de contacto, al hacerlo leyó la hoja detenidamente y descubrió, muy a su pesar a que se refería con: “te espero mañana temprano.”

El joven bailarín no sabía cómo calmar su enojo. A su mente vino el rostro de una hermosa mujer, que en cuanto le contara lo ocurrido se enojaría tanto que le daba miedo solo de imaginarlo, sin embargo era la única que lo podía ayudar en estas circunstancias.

Busco en su teléfono el número y en cuanto lo encontró, llamo.

—Hola guapo, ¿qué milagro que me llamas?

Jimin sonrío al escucharla, definitivamente era la mujer que más amaba en este mundo.

—Hola muñeca, ¿cómo estás?

—Bien ahora que escucho tu voz —ella contesto y una risita acompaño su comentario.

Jimin rió al escucharla.

—Naeum, deja de coquetear conmigo —Jimin se quejo.

—Mi amor, me llamas cada tres mil años, debo aprovechar —le dijo en tono de broma.

—Que graciosa, si no mal recuerdo yo soy quién te llama más seguido, porque la señorita no tiene tiempo de llamar a su gemelo, su vida de abogada famosa no le permite hacer una llamada para saber si sigo vivo —Jimin la regaño.

—Amor, si estuvieras mal, sería la primera en saberlo, te lo aseguro, además de que correría a tu lado sin importar nada —la chica hablo seriamente —Sabes que no puedo vivir sin ti, amor.

—Lo sé muñeca —Jimin le contesto y emocionado por sus palabras — ¿Oye, podemos vernos esta noche?

— ¿Qué ocurre? —Naeum le pregunto preocupada.

—Nada muñeca, solo deseo verte —Jimin contesto nervioso.

—Jimin ¿dime que te ocurrió? Si alguien se atrevió a lastimarte lo mato —Naeum subió el tono de su voz molesta.

— ¡Hey cálmate! —Jimin trato de tranquilizarla —No es nada grave… o eso creo —Naeum hizo un sonido de molestia.

—Voy para tu departamento —le dijo y su voz molesta asusto a Jimin — ¿Tienes algo para cenar?

— ¿Eh? —Escuchó la puerta del auto cerrarse, Naeum realmente iba para su casa —No, pero ahora pido algo —le dijo a su hermana.

—Quiero pizza, ya sabes de cual, yo llevo las cervezas —Naeum dijo antes de colgar.

Jimin se apresuro a pedir las pizzas y arreglar la casa, antes de que su hermana llegara.

Efectivamente las pizzas llegaron antes que su hermana, la cual solo diez minutos después toco la puerta del departamento. Ella no era anunciada por los guardias de seguridad pues con que se identificara era suficiente para dejarla pasar pues estaba en la lista de personas con acceso a su departamento. 

Jimin corrió a abrirle y la hermosa muñeca, como Jimin solía llamarla entro. Su cabello teñido de rubio, largo y ligeramente enroscado caía por toda su espalda, cubriendo gran parte de su ceñido saco negro, el cual iba desabotonado, dejando al descubierto su camisa blanca, la cual llevaba los dos botones superiores desabrochados permitiendo ver una pequeña parte de sus senos, su pantalón negro se ajustaba a sus torneadas piernas, sus altos tacones resonaron en el departamento y en cuanto entro le tendió su bolsa y una de plástico donde llevaba las cervezas, su hermano de inmediato la acepto y dejo que ella se quitara sus zapatos en la entrada.






Naeum fue directo al comedor para cenar. 

— ¿Sigo esperando que me digas que ocurrió Jimin? —Naeum lo interrogo mientras tomaba una rebanada de pizza.

—Cenemos primero —Jimin le dijo y su hermana puso mala cara pero sabía que él no diría nada hasta que lo creyera conveniente así que le hizo caso.

Jimin interrogo a su hermana sobre su trabajo y después ella le pregunto sobre el suyo, de esta manera cenaron tranquilamente.

En cuanto recogieron la mesa, Naeum llevo a su hermano a la sala, lo sentó y ella se puso a su lado.

—Jimin, estoy preocupada, dime ¿qué ocurre? —Para cualquiera podría parecer exagerada la actitud de Naeum, sin embargo para ella su hermano era lo más importante.

Después de que sus padres corrieran a Jimin a los 18 años, de la casa, al descubrir que era gay, éste tuvo que pasar por muchas cosas difíciles, además de lidiar con compañeros idiotas que lo molestaban por sus preferencias, él odiaba pelear así que los ignoraba pero Naeum no lo hacía ella los enfrentaba sin importarle nada, lo defendía. Jimin no era un joven débil, solo odiaba los enfrentamientos, pero Naeum no y justo por eso se había vuelto abogada, porque de esa manera podría defender a su hermanito, no dejaría que nadie lo lastimara de nuevo, ya había sido suficiente con el trato que sus padres le habían dado y con los novios idiotas que Jimin había tenido.

—Naeum, firme algo sin leerlo —Jimin le confesó avergonzado y fue por la hoja que Jungkook le había dado.

La chica estaba sorprendida por lo que había escuchado, era cierto que su hermano solía ser demasiado confiado pero después de muchas reprimendas, él había prometido no firmar ningún contrato sin antes dejar que ella lo revisará. De hecho una de las razones por las que no tenía una empresa que lo representara era que su hermana era quién se encargaba de eso, ella recibía las propuestas de trabajo del chico y se encargaba de todo lo legal.

— ¡¿Qué hiciste qué?! —Naeum grito.

Jimin ya estaba de regreso y le tendió la hoja.

La chica lo miro furiosa y le arrebato la hoja. Leyó en silencio y muy detenidamente.

— ¿Esto es una especie de broma? —Naeum se despeino el cabello para después arreglarlo de nuevo, se puso de pie y fue a buscar a su bolsa que había dejado en el comedor una liga para recoger su frondosa cabellera.

Después tomo una cerveza y empezó a beber lentamente mientras releía la hoja de nuevo.

Jimin no había dicho nada, solo la observaba caminar de un lado a otro.

—Jimin esto tiene que ser una broma —Naeum aseguro — ¿Este contrato fue hecho por un niño o algo así?

Miro la hoja de arriba abajo, volteo la hoja y vio que estaba en blanco. 

Jimin la miro nervioso.

—Pues espero que me digas que lo es y que no tengo que cumplir con lo que dice —le contesto esperanzado.

La chica se sentó frente a Jimin dejo su cerveza sobre la mesita.

—Este contrato está mal hecho, sin embargo está firmado por los interesados, en una demanda por incumplimiento podríamos alegar eso, sin embargo cuenta con las especificaciones básicas, si tomamos en cuenta que no es un contrato de trabajo con una compañía sino… —miro la hoja de arriba abajo —entre particulares, eso lo validaría —Jimin la miro preocupado.

La chica dejo la hoja en la mesa y en su lugar tomo la cerveza. Jimin se paro para ir por otra cerveza más. Sentía que su coraje volvía aparecer.

— ¿Quién te hizo firmar? y ¿Por qué lo hiciste? 

La chica le preguntó curiosa, su hermano no parecía estar muy contento con el contrato sin embargo ¿cómo es que lo había firmado?

Jimin molesto le contó todo lo ocurrido con Jeon Jungkook y ella lo escuchó pacientemente.

— ¿Entonces firmaste engañado? —la chica se puso de pie y camino hacía su bolsa para sacar sus cigarrillos y su encendedor —y hay un testigo de lo ocurrido… además estabas ciego —ella encendió su cigarrillo ignorando el mohín de molestia que Jimin estaba haciendo al escuchar su último comentario.

— ¿Entonces puedo no cumplir con el contrato? —Jimin se puso de pie y le arrebato el cigarro a su hermana, quien de inmediato hizo un puchero.

Jimin empezó a fumar, no solía hacerlo, pero ver a su hermana se le había antojado.

—Podrías, aunque probablemente te demanden y entonces allí entro yo, sería un juicio interesante… creo que lo ganaría.

La joven saco otro cigarro y lo encendió. Mientras ambos hermanos se miraban fumar, cada uno pensaba en las posibilidades del juicio. Ella parecía interesada en el juicio contra un cantante famoso como Jeon, si ganaba su prestigio como abogada aumentaría, además dejaría claro que nadie se mete con su hermanito, sin embargo si perdía podría meter en un gran problema a Jimin.

Por su parte el joven de pelo rosado pensaba en no presentarse y ver la cara de enojo de Jeon, definitivamente sería fabuloso, pero si lo demandaban y perdía, podría quedar en la ruina y su carrera se vería afectada.

La chica tomo la hoja una vez más.

— ¿No quieres cumplir con el contrato solo por berrinche? —La chica lo miro.

— ¡¿Qué?! —El chico molesto apago el cigarro en el plato donde habían estado tirando las cenizas —ese idiota insinuó que conseguí el trabajo por acostarme con Hoseok, demeritando mis años de esfuerzo y arduo trabajo para conseguir mi lugar en esta industria —Jimin estaba gritando, lo cual era raro en él, solía controlar su carácter aunque cuando explotaba era tan aterrador como su hermana.

Naeum se acerco a su hermano y lo abrazo.

—Cálmate cariño —Jimin se dejo abrazar y al recargar su cabeza en su hombro, empezó a llorar.

— ¿Sabes lo que me costó estudiar? —Jimin le preguntó y su hermana solo asintió —Cada maldita noche de ensayo, cada noche desvelarme estudiando —Jimin hablo entre lagrimas —estudiaba en las mañanas, en las tardes trabajaba hasta entrada la noche, llegaba a hacer tareas o ensayar, casi no dormía...

—Jimin no sigas, lo sé todo, a mi no tienes que darme explicaciones… ni a nadie. Ese niño es un idiota no sabe lo que dijo y con gusto le daría una lección por meterse contigo cariño.

Naeum conocía la historia de su hermano, después de que sus padres lo corrieran, él había pasado unos días vagando en la calle, durmiendo en casa de diferentes amigos, hasta que Taehyung se había enterado de lo ocurrido y lo había llevado a vivir a su casa, los padres del chico lo querían y casi lo habían adoptado. 

El padre de Tae era dueño de una constructora, ganaba bastante bien, nunca considero a Jimin una carga, aunque este se esmeraba para no serlo, por eso había trabajado para cubrir sus gastos en la medida de lo posible, los Kim le daban vivienda y comida gratis, incluso le ofrecieron una mesada que no acepto, Jimin considero que eso sería abusivo.

El chico se había esmerado mucho y trabajado día y noche como para que Jeon le viniera hacer ese tipo de insinuaciones.

La chica apretó a su hermano que seguía sollozando, Jimin solía llorar por el coraje, por eso lo había abrazado.

—Lo odio… idiota —Jimin dijo mientras limpiaba su rostro. 

Su hermana conocía al chico que hacía pucheros ahora y sabía que su odio duraba en lo que le pedían disculpas, simplemente odiar no era parte de su forma de ser.

—Mira cariño, creo que él chico no quiere aprovecharse de ti… —Jimin aparto a la chica y la vio molesto —espera, déjame explicarme —el chico estaba por irse pero su hermana fue más rápida y lo detuvo —Mira si leíste el contrato, te va a pagar más de lo que cobras, los ensayos son de pocas horas comparadas con tus otros trabajos, además la hora de ingreso y salida es según tus necesidades, Jimin ni yo te conseguiría un contrato mejor —Naeum le dijo y el chico se quedo pensando —Creo que él realmente está arrepentido de lo que te dijo y ya que no quisiste escuchar su disculpa pues te obligo aceptarla…

La chica lo miro expectante.

— ¿Tú crees? —Jimin contesto aún incrédulo.

—Pues no veo otra explicación a un contrato en que el más beneficiado eres tú.

Jimin la miro y ahora la duda estaba en su rostro.

—Tengo una sugerencia —Naeum dijo y obligo a Jimin a que se sentara a su lado —mañana en el ensayo, ve por ti mismo su actitud… —Jimin estaba por objetar pero la chica le puso la mano en la boca —déjame terminar. Te presentaras a trabajar como el bailarín profesional que eres y si su actitud sigue siendo la de un idiota pues te sales y si quiere demandarte yo te representare y haré que te pida disculpas públicas.

Naeum imprimió en sus últimas palabras toda la seguridad que pudo.  

El chico se quedo pensando en lo que había dicho su hermana por varios minutos.

—Está bien, lo haré —Jimin hablo sin estar completamente feliz con la idea.

La chica lo abrazo.

—Pero si se porta como un idiota te advierto que tendrás que ir a sacarme de la cárcel porque seguro lo mato…

Naeum lo vio sorprendida por la determinación en su declaración.

—No crees que exageras —le sugirió.

—Tal vez… un poco… es más grande que yo —pensó en voz alta —bueno pero mínimo si lo obligo a visitar al otorrinolaringólogo y hasta le haría un favor con la rinoplastia que le van a tener que hacer, seguro gana más fans.

Jimin afirmo antes de que Naeum se botara de la risa, el chico sin poder contenerse rio con ella.

Esa noche la chica se quedo a dormir con su hermano, platicaron toda la noche sobre diferentes temas.

Por la mañana se fue temprano a su casa para cambiarse antes de irse a trabajar.

—Si pasa algo me llamas —le dijo antes de irse —y aunque no pase nada me llamas y me cuentas qué tal te fue —la chica hablo con el tono implícito de una amenaza.

—Ok —Jimin le dijo adormilado.

—Park Jimin es enserio —le advirtió.

—Que si, te llamo para contarte lo que pase y si me lleva detenido, te aseguro que serás a la persona que llamare —Jimin le dijo bostezando.

—Tonto —Naeum le golpeo el pecho.

Jimin rió a su reacción.

—Te amo —le dijo.

—Y yo a ti —contesto ella, se acerco a su hermano y le dio un beso en la mejilla y el se lo regreso.

—Cuídate —le contesto él.

— ¿Cómo te irás? —le preguntó pues sabía que su hermano no tenía auto, de hecho no le gustaba manejar.

—En bicicleta —le contesto seriamente.

— ¡Jimin! — este rio.

—En la moto —le contesto y ella asintió.

—No me agrada que uses la moto pero bueno está bien, conduce con cuidado.

—Siempre —le contesto.

—Estaré esperando tu llamada —le dice antes de salir del departamento.

Jimin la vio salir y se tiro en el sofá a pensar en si de verdad iría al ensayo. Mientras estaba acostado vio el ramo de flores que había dejado olvidado, no las había puesto en agua y ya estaban empezando a marchitarse. 

Se puso de pie y busco un florero, ellas no tenían la culpa de que hubieran fungido como caballo de Troya, así que no merecían morir, además estaban hermosas. 

Al sacarlas del plástico que las rodeaba, Jimin vio un papelito caer del ramo, al levantarlo vio una tarjeta morada y en medio tenía escrito un mensaje corto:

“Discúlpame, por favor”

En la parte de atrás de la tarjeta tenía la firma de Jeon Jungkook.

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