Baila para mi. Capítulo 3

¿Me disculpas? 



Tae y Jimin habían llegado a su departamento, gracias a que el joven actor no estaba tan ebrio, así que había manejado, después había llevado casi cargando a su amigo que se encontraba entre dormido y despierto, Jimin por momentos balbuceaba algunas frases para después reírse, a Tae le parecía sumamente gracioso y también reía. 
Taehyung logró llegar hasta su habitación, en la cual recostó a Jimin, lo cambio y después se acerco para retirarle los lentes de contacto, sin embargo Jimin se movió al sentir las manos de Tae en sus mejillas.

—Mimi quédate quieto —le dijo pacientemente.

—mm… —Jimin se quejo.

Tae intento de nuevo 

Pero el joven bailarín movía su cabeza de un lado a otro.

—Jimin, si te sigues moviendo voy a terminar sacándote un ojo —Tae le advirtió.

Por alguna razón esto le pareció gracioso a Jimin y empezó a reír, por lo que ya no le pudo quitar los lentes, pues el chico cuando se reía se movía para todos lados y sus ojitos se cerraban.

—Esto es imposible —Tae suspiro y se alejo de su amigo.

El joven se cambio y fue a cepillarse los dientes, al regresar a la habitación vio a su compañero de cama durmiendo tranquilamente, así que aprovecho para quitarle los lentes y guardarlos. Después se acomodo a su lado y se durmió plácidamente.

Por la mañana Jimin fue forzado a despertar pues su teléfono no paraba de sonar. 

—Jimin, si no lo apagas, te juro que lo aviento por la ventana —Tae hablo muy enojado.

El aludido pensó que su pobre teléfono no sobreviviría a una caída de 25 pisos, así que lo busco para callarlo, sin embargo al no traer lentes esto lo complicaba todo. Cuando consiguió encontrar su celular, éste había dejado de sonar. Intento ver quién había llamado, así que entrecerró sus ojos para descifrar los números.

— ¡Diablos! —Jimin suspiro y tallo sus ojos — Mejor busco mis lentes —susurro.

—Están sobre la cómoda.

Tae adormilado le dijo donde había dejado sus lentes de contacto, sin embargo Jimin no deseaba ponerse esos, así que fue a su habitación y sobre la mesita de noche estaban sus lentes de armazón. Justo se los estaba poniendo cuando su celular comenzó a sonar de nuevo

— ¿Bueno?— no reconoció el número que apareció en la pantalla.

— ¿Park Jimin? —Alguien de voz seria le hablaba.

— ¿Si? —Jimin seguía sin reconocer la voz. 

—Hola… mm… —la voz parecía haberse quedado sin palabras —yo… mm…

—Si no me dices quién eres y explicas qué quieres, colgare —Jimin sentía que su cabeza explotaría, además de que tenía mucha sed.

—No cuelgues, por favor, déjame explicarte —La voz del otro lado de repente recobro el habla —Soy Jeon Jungkook, ¿me recuerdas? 

Jimin salió de su habitación para ir a la cocina a buscar agua.

—Claro que te recuerdo, no es como que diario conozca un idiota diferente —Jimin se había molestado solo de recordar lo que Jeon le había insinuado un día antes.

Al abrir el refrigerador, por fin encontró lo que tanto buscaba, así que de inmediato abrió la botella de agua y empezó a beber.

—Ok, puede ser que me merezca eso —Jungkook dijo al escuchar el cometario del bailarín.

—Obvio que te lo mereces, a diferencia de ti, yo suelo ser muy acertado en mis cometarios —dijo y comenzó a beber más agua.

—Está bien —Jungkook acepto, aunque su voz dejaba ver que no aguantaría más comentarios parecidos —De hecho por eso te llamo, deseo disculparme, por mi comportamiento de ayer, creó que fui innecesariamente grosero…

Jimin lo escucho mientras seguía bebiendo agua.

Jungkook al darse cuenta de que no decía nada se preocupo, pensó que lo había dejado hablando solo.

—Jimin ¿sigues allí?—Preguntó y su voz sonaba molesta —Shit! ¡Me estoy disculpando y tú me dejas hablando solo! —al parecer el joven cantante no estaba acostumbrado a ser tratado de esa manera, por lo que comenzaba a molestarse… de nuevo.

—Pensé que hablabas para disculparte pero veo que solo quieres seguir peleando —Jimin dijo enojado —Y sabes, la verdad no tengo ganas, ni tiempo para jugar contigo, así que, adiós.

Jimin colgó rápidamente, así que no le dio tiempo a Jungkook de contestarle.

En cuanto colgó, el teléfono volvió a sonar, sin embargo se dio cuenta de que era el mismo número así que lo ignoro, dejo su teléfono en la cocina y se fue a bañar.

Al terminar de bañarse y cambiarse, Jimin fue en busca de su teléfono y de más agua. Al revisar su celular vio que tenía llamadas perdidas de Hoseok y del número desconocido que supuso era el de Jungkook, además de mensajes de texto. 

Los mensajes de Hoseok, decían lo mismo solo que con palabras diferentes:

“Me disculpas” 

“Por favor Mini, JK se equivoco, ya hable con él y le explique, por favor perdónalo” 

“Jimin por favor respóndeme”

“Park Jimin, por favor…”

El celular informo la baja batería y Jimin lo fue a conectar a su habitación, se quito las gafas y se tiro en la cama, se hizo ovillo e intentaba ignorar su fuerte dolor de cabeza.

—Te ves fatal —Tae se acerco a su amigo.

—Y me siento fatal —Jimin complemento el comentario —Me duele mucho la cabeza, en serio siento que me va explotar.

Tae regreso a su habitación y después de varios minutos regreso cambiado y con las llaves de su auto en la mano.

—Vamos, necesitas comer —Tae tomo a su amigo de la mano y lo insto a caminar.

—Prefiero quedarme a vegetar —le dice reticente a salir.

—No, necesitas comer —Tae lo empuja hacia afuera del departamento.

Ya en el auto, Jimin mira a su amigo molesto.

—Mínimo debiste dejarme coger mis lentes —El joven se quejo y se cubrió los ojos, pues la luz del sol le daba directo en la cara.

— ¿Traes los de contacto? —Tae pregunto curioso, mientras señalaba su bolso de atrás.

—No, pensaba ponerme los de armazón —Jimin no veía bien de cerca, aunque distinguía las cosas y las personas, no podía definirlas bien, veía borroso y era propenso a los accidentes, razón por la que siempre usaba lentes.

Gracias a que su amigo lo había sacado a la fuerza del departamento, pues no le dio ni oportunidad de jalar sus lentes, lo hacía sentirse incomodo pues todo frente a él era una mancha de colores.

—No te preocupes seré tu lazarillo —Tae le dijo a su amigo.

—Más te vale —el chico confiaba mucho en él, si no fuera así, jamás se atrevería a salir sin lentes el departamento.

—Mira en mi bolso —le dijo a Jimin que parecía no haber notado que se lo había señalado.

El bailarín tomo el bolso de su amigo y mientras buscaba encontró sus lentes para el sol. 

— ¿Los quieres? — Jimin le dijo mientras los sacaba.

—No Mimi, son para ti —le contesto amablemente.

Jimin le sonrió y le agradeció de esta manera.

Tae condujo hasta su restaurante favorito de comida coreana. Y efectivamente el chico cuidaba de Jimin entrelazando su brazo con el suyo.

—Tae, las personas nos miran… seguramente —no distinguía si su afirmación era cierta pero él lo sentía así.

— ¿Y qué? —el joven pregunto, ignorando la incomodidad de su amigo —Me importa muy poco lo que los demás piensen de mí, solo estoy tratando de que mi mejor amigo no caiga y se lastime por estar medio ciego.

—Pero eres un actor famoso, ¿qué vas hacer si se genera un escándalo? —Jimin se preocupaba por su amigo.

—Si eso pasará saldría a dar una conferencia para decir que mi mejor amigo está ciego y yo fungía de su lazarillo —dijo seriamente mientras se detenían frente a un restaurante. 

Jimin le dio un codazo a su amigo — ¡Deja de bromear!

— ¡Oye! Eso dolió—Tae se quejo —Mira Mimi, la única reacción que realmente me importa…

—Es la de Suga —Jimin interrumpió a su amigo, quien ya no dijo nada pues habían llegado al restaurante. 

Al entrar al restaurante un mesero se acerco y al reconocerlos, les sonrío y los guío por las mesas hasta que llegaron a un privado.

Se sentaron, ambos pidieron sin siquiera mirar el menú pues lo conocían muy bien, eran clientes frecuentes del lugar.

Retomaron su charla sin embargo no el tema del que hablaban antes de entrar.

—Los fines de semana me dejan muerto —Jimin expreso mientras comía.

—No tiene nada que ver que hayas bebido hasta que tu cuerpo no pudo más —Tae comento sarcásticamente.

—Qué gracioso —Jimin le contesto —y sabes bien que dar función doble dos días seguidos es muy pesado… y bueno, tal vez, solo tal vez el beber de más haya influido un poco en mi mal estado —Jimin hablo aunque casi en un susurro.

—Claro —Tae bebió de su cerveza —solo contribuyo un “poquito” —volvió a burlarse de su amigo.

—Lo bueno es que ya es Lunes —mientras lo decía Jimin pareció percatarse de algo— Tae ¿no iras a trabajar hoy? 

—Tengo llamado hasta la noche —le contesto tranquilamente.

—Con razón sigues aquí… 

Su comentario quedo interrumpido al escuchar el teléfono de Tae, quien se apresuro a contestar.

—Hola

—Sí, él está conmigo

Al escucharlo Jimin de inmediato miro a su amigo.

—Jimin ¿y tu teléfono? —al escuchar la pregunta el chico busco en sus bolsos solo para verificar que no lo traía.

—Lo deje en el departamento —contesto mientras mostraba su sonrisa como disculpa.

—Dejo su teléfono en casa, por eso no te contesta.

—Hoseok desea hablar contigo —Tae le dijo a su amigo y le tendió su teléfono.

Pero Jimin se negó a aceptarlo y solo negó con la cabeza.

—Ok, dice que no está y que no desea hablar contigo —Tae le dijo al chico en el teléfono y una sonrisa enorme apareció en su rostro.

Jimin se río del tonto comentario de Tae.

—No te preocupes yo le digo —tras decir eso colgó.

—Jimin no puedes esconderte de él por siempre.

—Lo sé y no me estoy escondiendo, pero aún sigo molesto —le dice y le cuenta la llamada de la mañana con Jungkook.

—Pues Hoseok desea que te diga que lo disculpes, qué está muy apenado por lo ocurrido y que por favor lo llames —Tae transmite el mensaje que le han dado.

Jimin hace un puchero al escucharlo y bebe de su refresco.

— ¿En serio no lo perdonaras? —Tae pregunto incrédulo de que su amigo no perdonara a Hoseok.

Tae conocía a su amigo y él era la persona menos rencorosa en el mundo, en ocasiones duraba molesto algunos días pero siempre terminaba perdonando a las personas, sin importar cuanto lo habían hecho enojar o lastimado.

Jimin lo miro pensativo.

—Hoseok no tuvo la culpa de nada, simplemente no deseo hablar con él porque si me pide regresar, se que aceptaré, así que prefiero no contestarle. Lo de Jungkook es diferente, él no es mi amigo, él solo es un niño mimado que cree que todos debemos rendirle pleitesía, y no es así.

Tae noto que su amigo realmente estaba molesto con el cantante pues mientras hablaba había ido subiendo su voz, y estaba un poco rojo por el coraje.

—Calma Mimi, que todos nos están mirando —Tae le dijo mientras le pasaba la mano por el hombro, como tratando de tranquilizarlo, lo cual era una mentira pues su mesa estaba escondida de las miradas del resto de los comensales.

—Es que ese niño me pone de muy mal humor, si lo hubieras visto me darías la razón, es tan…

—Mimi, calma —Tae repitió y su amigo lo miro, chasqueo y bebió de su refresco.

Habían terminado de comer y ambos habían salido del restaurante, después habían ido de compras y por último por un café frío.







— ¿Sabe bien, Mimi? —Tae le pregunto a su amigo.

Jimin sonrió porque lo que su amigo había querido decir es: ¿Me das?, Así que le ofreció su vaso para que lo probara.

—Oh, Mimi solo tenías que decir: sí o no, pero bueno ya que insistes —Tae y Jimin sonrieron a su comentario.

Tae sin tomar el vaso de su amigo bebió, lo probo y después hizo que el probara del suyo.

De esta manera se dirigieron al estacionamiento para regresar a casa pues Tae tenía el tiempo contado para irse a trabajar.

Cuando estaban saliendo del elevador, Jimin tropezó, y gracias a Tae no había caído, su amigo lo había sostenido de la cintura.

—Lo siento no vi esa saliente —le dijo como disculpa.

—Jimin no vuelvas a salir sin lentes — su amigo se lo dijo seriamente.

Tae había estado vigilando a su amigo para que no chocara con las personas, pues a veces cuando las notaba ya estaban demasiado cerca, así que se la pasó prensado de su brazo para cuidarlo.

—Para empezar esto fue tu culpa, por sacarme a la fuerza —Jimin se quejo y su amigo ignoro su comentario —Pero te prometo que no volverá a pasar —le aseguro.

Ambos chicos regresaron a su casa.

Al llegar al departamento Tae se apresuro a juntar sus cosas para irse.

—Jimin no me esperes para cenar, hoy llegaré muy tarde —Cuando lo escucho hizo un puchero pues odiaba cenar solo.

—Bueno. ¿Te llevaras tu auto?—Jimin preguntó curioso.

 —No, Haneul viene a recogerme y a dejarme —contesto, justo cuando el timbre sonó.

Jimin miro hacía la puerta, Tae fue abrir.

Al hacerlo un chico un poco más bajo que Taehyung, apareció ante ellos. 

—Hola Jimin —saludo al chico.

—Hola Haneul, ¿cómo has estado? —Jimin le pregunto al asistente de su amigo. 

—Bien, gracias por preguntar. Déjame ayudarte —el chico le dijo a Tae y le quito de las manos una de las dos bolsas que llevaba.

Tae se volvió para despedirse de su amigo.

—Nos vemos mañana —le dijo antes de salir.

—Hasta luego Jimin —el acompañante de su amigo se despidió.

—Adiós —Jimin contesto a los dos chicos antes de que cerraran la puerta.

Jimin pensó en pararse a lavar su ropa y recoger la casa, pero todo quedo solo como un pensamiento, pues se quedo dormido en el sofá de la sala.

¿Cuánto tiempo había dormido? Se pregunto mientras tallaba sus ojos con las manos para espabilarse ¿Qué hora era? Y lo más importante ¿quién diablos llamaba por teléfono? Jimin pensó y se paro muy disgustado a responder su última pregunta.

Jimin contesto.

—Hola 

—Soy el guardia en turno, del edificio, Yoon Minho y lamento molestarlo, señor Park, pero hay un repartidor aquí que dice que no puede dejarnos su entrega ya que debe de firmar usted personalmente de recibido.

— ¿En serio?

—Así es señor, si desea lo puedo escoltar hasta su departamento y…

—No es necesario, ya bajo

—En serio señor, no tiene que molestarse en bajar, lo escoltaremos y así nos aseguramos de que solo haga la entrega, a menos de que me pida que lo deje pasar, pero no lo recomendamos a menos de que este seguro de ello.

—Lo entiendo, está bien, pueden escoltarlo, por favor —Jimin pidió.

—Claro que sí señor, vamos para allá. 

Después de eso colgaron.

La seguridad del edificio era fuerte, no permitían el paso a extraños, eso incluía repartidores. En este lugar vivían políticos, artistas, miembros de familias importantes de Corea, o sea personas muy importantes por eso es que la seguridad era tan exagerada. 

Gracias a que Jimin se había parado deprisa no se percato de que sus gafas habían caído así que cuando regreso para buscarlas, las piso y estas crujieron ruidosamente.

—Nooooo —Jimin grito desesperado.

Se agacho para averiguar qué tan grave había sido el daño de sus lentes.

—No, otra vez —dijo con pesar.

El joven tenía la habilidad nata de romper y perder lentes.

—Son los segundos de este mes —Jimin se regaño, pues estos lentes eran los de repuesto, ahora solo le quedaban los de contacto.

El chico estaba enojado y triste.

— ¿Por qué soy tan torpe?

Justo cuando se quejaba en voz alta, el timbre sonó.

Jimin recogió lo que quedaba de sus gafas y dejándolo en la mesa. 

¡Diablos! No me da tiempo ir por mis lentes de contacto—el chico pensó.

Suspiro y fue hacía el intercomunicador casi se pego a la pantalla para lograr ver que afuera estaba un guardia de seguridad y un hombre vestido de negro que supuso era el repartidor. 

Abrió la puerta y un enorme ramo de flores le fue entregado. En cuanto las recibió su dulce aroma invadió su nariz, Jimin amaba las flores. 

—Señor, necesito que firme de recibido —el repartidor le tendió una tabla con un papel y una pluma.

Jimin cargo el ramo de flores en un brazo y con la mano libre tomo la tabla y miro la hoja, sin embargo no alcanzo a distinguir lo que decía, solo veía líneas negras.

—Firme en la raya de abajo… la de la izquierda —El chico le indico con el dedo donde.

Cuando Jimin escucho que el repartidor le hablaba con un tono de urgencia, sintió algo extraño, así que pensó en ir por sus lentes pero recordó que los había roto.

—Señor por favor se podría apurar, ya he perdido mucho tiempo.

Jimin escucho el tono molesto del repartidor y le pareció familiar. 

—No debería de hablarle así a sus clientes, lo pueden reportar —el guardia le sugirió al repartidor.

—Pues si no me reporta él, lo harán los demás pues he perdido mucho tiempo aquí —el chico refuto molesto.

Jimin se sintió mal por el chico así que se apresuró a firmar donde le había indicado.

—Ok, ya esta —Jimin le regreso la tabla al repartidor quién la tomo rápidamente, la revisó y saco un papel de debajo del primero.

—Perfecto —su voz se lleno de felicidad —aquí tienes, le dio el papel que había separado —esta es tu copia y te espero mañana temprano.

En cuanto Jimin tomo el papel que el repartidor le tendió, éste corrió al ascensor y solo tardo unos segundos en abrirse.

—Fue un placer verte Park Jimin —Su voz sarcástica de inmediato fue reconocida por Jimin.

El rostro del bailarín cambio de sorpresa a ira en un santiamén. El elevador se cerró justo cuando Jimin gritó.

— ¡Jeon Jungkook!





No se si les gusta o no, lo que si me queda claro es que yo lo estoy disfrutando y mucho. 
Espero que comenten si lo desean, sigo pensando en si debo subirlo a wattpad. En fin los leo luego bye :) 





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