Entrenando a tu dragón.
Noche antes de la operación
“Jaque mate”.
El plan fue trazado de
manera que todo sea ejecutado rápidamente y sin percances. Por mi parte estoy
más que listo para actuar; sin embargo sigo odiando la idea de trabajar con
Feilong…
—¡¡Yoh no me estas escuchando!!
—Al parecer está molesto— Siempre es lo mismo contigo, nunca escuchas lo que te
digo, siempre me ignoras—sus reclamos continúan.
—Si te estoy escuchando…
— ¿Ah sí? ¿Dime que te
estaba diciendo? —me reta.
Veo un brillo siniestro en
su mirada al verme callado y dudoso.
—Dijiste… —¡Diablos no tengo
idea de que dijo! —Qué Asami es un maldito desgraciado por no dejarte
acompañarlo —. Conteste con convicción, aunque la verdad solo lo estoy
inventando.
—No me retractare, es tu
trabajo escucharme —contesta molesto.
¡¿Qué hice mal para que el
jefe me enviara a trabajar con él?!
Ayer cuando llego al hotel,
pensé que me armaría una escenita frente a todos, sin embargo se controlo y
opto por ignorarme.
Cuando escucho el plan y la
parte que le tocaba llevar a cabo, se puso como loco, le grito al jefe e ignoro
la mirada iracunda de Kirishima y la de incredulidad de Haruki, y aún con todo
su escándalo no logró hacer que el jefe cambiara de decisión.
Salió furioso del hotel y
conmigo siguiéndolo todo el camino; el jefe me dio la orden de repasar el plan
con él, básicamente tengo que asegurarme de que haga lo que le corresponde.
Al llegar a su departamento,
entre casi a la fuerza para ultimar detalles.
Sus hombres se esparcieron
por el piso, dejándonos solos… tal vez sería mejor decir que huyeron de su
berrinchudo jefe.
¡Claro huyan y déjenme solo
con él!
Maldije su cobardía.
— ¿Tú qué haces allí parado?
¿Quién te invito a pasar?
—Tenemos que hablar
—contesto serio.
—Eso fue lo que te dije
antes de que te fueras de Hong Kong —contesta encabronado.
Y sin decir más se larga a
su habitación.
Grandioso no me salve de la
escenita. Quiero irme y dejarlo con su mal humor, pero el jefe cuenta con
nuestra ayuda.
—Abre — le pido desde afuera
de su habitación.
— ¡Lárgate!
— ¡O abres o tiro la maldita
puerta! —le contesto enojado. Espero unos segundos —Bien, no digas que no te lo
advertí.
Me preparo para patear la
puerta. Antes de que logre levantar el pie, la puerta se abre.
—Deja de gritar, los chicos
vendrán a ver qué ocurre, o molestaras a los vecinos —se queja con voz sosegada.
¡Sí él fue quién inicio!
Pienso.
Al entrar veo la habitación
parcialmente iluminada, pues solo las luces de la cómoda están encendidas.
Feilong está de pie, de frente a la cama y de espaladas a mí. Su saco y su
corbata descansan sobre el sofá que está en la esquina de la habitación. Sus
manos no están a la vista, su camisa esta desfajada y ondeando, por el
movimiento de su portador.
—Feilong lamento haberme…
— ¡Cállate! —me interrumpe.
Su camisa cae al suelo,
Puedo ver su espalda y el ligero movimiento de su cabello negro, aún sujeto,
que contrasta con la palidez de su piel está imagen me mantiene cautivado.
—No quiero escuchar tus
tontas disculpas —veo su cinturón recorrer su esbelta cintura, hasta ser retirado
por completo. De repente su pantalón cae en un silencioso movimiento.
Su cuerpo casi desnudo,
sigue dándome la espalda, mientras tanto yo estoy paralizado observando el
extraño striptease.
Feilong se gira sobre sus
pies, lentamente, y camina hacia mí.
—Lo único que me interesa
escuchar, son tus gemidos —me susurra al oído.
Hace tanto que no lo tengo
tan cerca, que con solo esto, mi pene ya ha despertado de su letargo.
Con la mano empuja la
puerta, cerrándola ruidosamente. Ahora sus manos se posan en mi cuello, él se
ha puesto detrás de mí, puedo sentir su pecho pegado a mi cuerpo, mientras sus
manos desanudan mi corbata, para después atarla en mis ojos.
— ¡No! —intento retirarla.
—Ni lo intentes, si la
quitas sales de mi habitación —me habla seriamente— sales y no regresas jamás.
Creo que está hablando
enserio.
Bajo mi mano derrotado y
dejo que siga haciendo lo que tiene pensado hacer.
El aire que expira acaricia
mi mejilla, en respuesta mi piel se eriza por la calidez de su contacto.
Feilong se da cuenta de mi reacción pues escuchó, una casi imperceptible,
risita de su parte.
Sus delicadas manos ahora
desabotonan mi saco y camisa, siento la suavidad de su piel en mi pecho
recorriéndolo. Me siento como un adolescente en su primera vez, estoy ansioso
por obtener más que solo sus caricias, mi sudor humedece mi cuerpo y todo
gracias a las míseras caricias, de repente besa mi cuello violentamente, estoy
seguro que dejara huellas en mi piel.
Intento girarme para tocar a
mi acompañante pero él lo impide. Sus manos ahora se entremeten en mi pantalón
y aprietan el doloroso miembro que rezuma líquido, y que pugna por ser
liberado.
— mn… — un gemido se me
escapa y mi respiración se apresura.
La risa de Feilong se vuelve
ruidosa, alguien se está divirtiendo.
—Justo eso es lo que deseo
escuchar —aprieta de nuevo.
— ¡Ahhh! — y sin poder
evitarlo lo complazco de nuevo.
Su mano deja en paz mis
genitales y ahora se ocupa de mi pantalón.
— ¡Más Yoh! Quiero seguir
escuchándote —Mi pantalón cae al suelo. Sus manos tocan mi abdomen y se
detienen cerca de mi ombligo. Siento su respiración cerca de mi cintura, él
esta, indudablemente, hincado frente a mí. — ¿Me extrañaste?
Su voz no puede esconder la
excitación que siente.
Sus manos acarician mis
muslos y poco a poco se acercan a mi entrepierna, una acaricia mis testículos
por debajo, la otra acaricia mi nalga.
— ¡Mierda! —grito al sentir
su lengua acariciando la punta de mi pene, que aún está cubierto por mis
bóxers.
Su boca no se detiene, al
igual que sus manos, y mete en ella la punta, que está cada vez más húmeda.
Feilong quiere volverme
loco.
—mm… haa…
Sus manos siguen jugueteando
con mis testículos y ahora su boca se aleja pero su mano ha tomado su lugar y
acaricia una y otra vez mi miembro atrapado por la tela.
No puedo seguir aguantando,
debo hacer algo…
—Tshhhh —escucho el
chasquido de Feilong al alejarme de él.
—No te di permiso de
quitarte —Feilong me reclama con voz excitada —. No quieres que te toque, bien
no me importa, al fin que ni quería —escucho su voz ahora molesta. —Pero si
quieres hablar conmigo esperaras allí y con los ojos cerrados, si se te ocurre
destaparlos te largas, oigo sus pasos moverse a lado mío para después alejarse.
¿Y ahora qué hago?
Con el duro problema de mi
entrepierna dudo poder planear algo.
—Ah, ah, ah —escucho su voz
agitada y los extraños movimientos de la cama. Feilong está jugando conmigo
—ha, ha, ha —sus jadeos suenan más alto.
Doy un paso lento en
dirección al sonido y después otro, ¡y claro, ¿por qué no?! Tropiezo, mis pies
se han enredado con mi pantalón, que no fue retirado adecuadamente.
¡Qué estupidez! ¿Por qué le
sigo el juego? Me quito la corbata de los ojos y retiro mi pantalón, me pongo
de pie y ¡Madre mía! En el centro de la cama está Feilong con las piernas
abiertas, con una mano frota su pene y con los dedos de la otra afloja su ano.
Me mira excitado y
sorprendido.
— ¡Te dije…! —me intenta
reprender.
— ¡Cállate! —le interrumpo
la retahíla de tontos reclamos y al acercarme el intenta alejarse.
Lo tomo del brazo y pongo mi
corbata justo donde debe estar… en su boca. Después de amordazarlo, no sin
antes conseguir algunos golpes y rasguños, sujeto sus manos para calmarlo.
—No más gritos cariño —le
digo y el parece querer contestarme —. Luces hermoso, como siempre —Su cabello
se ha soltado y ahora es un halo negro alrededor de su rostro.
Acaricio su mejilla y él la
quita, obviamente está enojado.
Doy besos a su cuello y
deseo bajar más, pero no puedo, si tengo que sujetar sus manos. Lo pienso unos
segundos y encuentro una solución.
—Si quitas la mordaza me
largo y no haré lo que tanto deseas —parece ofendido por mi restricción —, lo
digo en serio Feilong y aunque lo niegues se que mueres porque lo meta —se lo
digo viéndolo a los ojos.
El deseo y el odio se
entremezclan en su rostro.
Libere sus manos y comencé a
bajar por su cuerpo, si se quitaba la mordaza en cualquier momento, me alejaría
y seguramente me gritaría… golpearía hasta calmar su encono. Sin embrago esto
no ocurrió. Mi boca empezó a jugar con su miembro, su mano se posa en mi
cabeza, al subir mis ojos hacía su rostro pude ver su otra mano cubriendo sus
ojos. Estaba intentando esconder su excitación.
Mis dedos se entremeten en
su entrada, suave y húmeda, la cual no opone resistencia y me recibe
felizmente. Meto su miembro en mi boca y mis dedos comienzan a buscar el lugar
correcto para acariciar, sigo la búsqueda mientras su miembro me folla al ritmo
que su mano me indica.
No hubo gritos, jadeos o
gemidos, solo sudor y su semen derramándose en mi boca.
Por mi parte seguía duro y
excitado.
Me hinque en la cama, las
piernas de Feilong descansaban a mi alrededor, su pecho bajaba y subía apresuradamente.
Su cabello esta húmedo por su sudor haciendo que éste se le pegara en las
mejillas y la frente.
Al ver su ojos lo note
excitado, al parecer su deseo estaba lejos de ser extinguido, su anterior
desahogo solo sirvió para encenderlo más.
Sus manos me llamaron.
Quería acercarme y besarlo,
sentir la calidez de su boca, robarle el aliento… pero no lo haré.
—Quieres que te bese, y que
te lo meta —le digo mientras bajo mis bóxers, dejando al descubierto mi
erección.
Feilong me mira urgido y
deseoso de que continúe, su pene parece haberse recuperado rápidamente de su
primer embate y comienza a levantarse lentamente.
Sus manos se acercaron a mi
cuerpo, se había sentado y ahora intentaba atraerme hacía si, nuestros miembros
se rosaron y su rostro se acerco al mío, vi el anhelo de sus labios por los
míos.
Mis dedos tocaron sus labios
—Aún no —le dije, deseaba verlo desesperado.
Lo estaba logrando, sus
manos se movieron hacía la corbata.
—No, no, no —lo detuve —.
Cariño vas hacer lo que te diga.
Su mirada de odio me hizo
sonreír.
—Mi chico mimado se va a
portar bien y se acomodara solo ¿cierto cariño? —Feilong abrió los ojos sorprendido.
Era la primera vez que yo
era el jefe, esta situación era placentera.
Sin intentar quitarse la
mordaza, Feilong hizo lo que le pedí. Estaba sentado en la cama y Feilong paso
su pierna sobre las mías, para quedar a ahorcajadas. Después lentamente busco
mi pene y acomodo la punta justo en su entrada y sin pensarlo más lo introdujo.
Vi unas lagrimitas escaparse
de sus ojitos y sin pensarlo, sorbí aquella agua, como si con ella pudiera
lavar mis pecados.
Sujeto su cintura y lo instó
a moverse.
—Vamos cariño, se que deseas
correrte tanto como yo.
Feilong recarga sus rodillas
en la cama e intenta moverse, sin embargo un toquecito en su interior lo
detiene, aquel toque erizo su cuerpo y lo paralizo, podía ver su deseo por
continuar pero sus temblorosas piernas se lo impedían.
Yo también había sentido
aquella descarga eléctrica, y quería que se reanudara. Tomo de las nalgas a mi
soberbio dragón.
—Agárrate bien cariño —Sus
brazos me rodearon justo cuando empezaba a ponerme de pie.
Sus piernas se aferraron a
mi cuerpo.
Muevo a Feilong para
alejarlo de mi cuerpo y él con sus piernas se acerca lo más posible, los
movimientos continuaron, sentía como entraba y salía del cuerpo de mi lindo
dragón, ambos estábamos sudando y el deseo por corrernos nos embargaba, cada vez
los movimientos eran más frenéticos.
Al mirar a Feilong, vi la
fuerza que imprimían sus labios en mi corbata, supongo que ésta ya no servirá.
Quiero y necesito correrme,
así que bajo a Feilong, recargo su espalda en la cama, sostengo sus caderas y
sigo penetrándolo.
Escucho los débiles gemidos,
atenuados por la corbata, de mi dragón, acompañados de los sonidos de nuestra
unión y claro mis jadeos se unen a esta música nocturna.
Mis manos no se mueven ni un
centímetro de sus caderas, sus piernas descansan sobre mis hombros y los
movimientos continúan.
Sus manos inquietas se unen
a la fiesta y comienzan a ocuparse de su erección, cada movimiento denota su
desesperación, y aunque deseo verlo arder de placer, lo detengo.
—No cariño, está noche te
correrás solo por el placer de tu trasero, y de eso me encargo yo —en cuanto me
escucha, sus ojos llenos de odio me castigan y sus piernas se mueven intentando
alejarme, sin embargo no se lo permito— Esta noche eres mi chica y te correrás solo
por el placer que yo te brinde.
Salgo de su cuerpo, lo
volteo y sin darle tiempo a nada, sujeto sus manos en su espalda y lo penetro
una vez más.
Sus manos se mueven
inquietas, quiere liberarse y para que se quede quieto, le doy un par de
nalgadas — ¡mnn! —Escucho su respuesta a mis golpes y le doy un par más — ¡mnn!
— me vuelve a contestar y sin más vuelvo a golpear su suave trasero.
Su blanca piel comienza a
colorearse de un ligero tono rojizo, además en cada nalgada siento como me
aprieta y la sensación es deliciosa, sigo golpeando su trasero. La presión en
mi miembro y la fricción constante me están volviendo loco, de seguir así no
aguantare mucho más. Con un par de movimientos más y de unas nalgadas extras,
termino por correrme dentro de mi dragón.
Estoy agotado así que detengo
mis movimientos. Feilong deja que pasen unos segundo antes de removerse,
recordándome que no lo he dejado correrse.
Lo giro y toco su miembro
erecto, juego con él un poco, me detengo y sigo el jugueteo con sus testículos,
su deseo por correrse no lo deja estarse quieto y sus manos se mueven a su
miembro pero lo detengo, supongo que hacerlo sufrir un poco más no lo matara.
Al verlo bañado en sudor,
con sus ojos vidriosos y ardiendo en deseo, no puedo evitar ponerme duro de
nuevo.
Continuo con el juego y
mientras lo hago me corro unas dos veces más antes de permitir que él lo haga.
Cada vez que Feilong parece estar a punto de explotar lo interrumpo, observo
con placer el odio que me tiene en ese instante, para después mostrarme su cara
de placer y deseo cuando reanudo el juego.
Al parecer el no haberme
tocado desde que vine a EU me está haciendo aguantar y querer más.
Veo mi erección lista para
otra batalla y la inicio. Feilong está hecho ovillo en la cama y sus manos
traviesas parecen haber entendido y ahora no tocan su pene, si no su entrada,
con dos de sus dedos se está penetrando, sin embargo no logra su tan anhelado
deseo. Así que me mira suplicante y no puedo negarme a esos bellos ojos y me
rindo a ellos.
Me subo a la cama y pongo
sus piernas juntas y de lado, me coloco junto a su trasero y acomodo mi miembro
en su entrada, sin pensarlo más lo hundo hasta el fondo y su cuerpo se tensa,
mis movimientos empiezan a ser más rápidos, sus manos cubren su boca ahogando
un grito, sigo moviéndome y puedo notar como su cuerpo se prepara para el gran
momento que llega súbitamente. Feilong explota de placer y su semen se esparce
por toda la cama, yo me sigo moviendo rápida y precisamente y no le doy tiempo
a tomar aire, sin poder evitarlo Feilong termina por correrse una vez más y de
una manera mucho más abundante, tal vez no soy el único que no se toco en este
tiempo. Al continuar mis movimientos, termino por correrme también sin embargo
en esta ocasión no lo permito que salga en su interior si no que desparramo mi
semen por todo su pecho. Es estúpido pero deseo marcarlo con mi olor, este
dragón es mío y no pienso dejárselo a nadie más.
Feilong me mira extasiado.
Termino por rendirme y caigo
pesadamente a su lado.
Nuestras agitadas
respiraciones, van tranquilizándose poco a poco.
Retiro mi corbata que ha
sido reducido a un triste trapo, y libero la boca de mi dragón.
Supongo que debería
prepararme para irme, no creo que Feilong esté muy feliz de tenerme aquí por
más tiempo.
Así que me pongo de pie y
comienza a levantar mi ropa del piso.
Feilong me mira molesto.
— ¿Te vas? —Su voz incrédula
y molesta me cuestiona —Está noche has hecho lo que has querido conmigo, y
ahora te largas ¿Qué soy tu maldita puta? —me reclama.
Al verlo su rostro iracundo
me observa, sin embargo tras esa mascara de furia noto sus ojos llorosos y
tristes.
—Siempre haces lo mismo,
solo me tocas cuando te lo pido —Más que molesto parece herido —Estoy harto de
esta situación, de una vez por todas vamos aclararla. ¿Qué soy para ti?
— ¡¿Qué?! —contesto.
—Dilo, ¿solo somos un jefe y
empleado que cogen por conveniencia? O ¿realmente estamos en una relación
sentimental?
Feilong está sentado y
desnudo, su cuerpo expuesto esta temblando.
— ¿Acaso no la tenemos ya? —
Soy un imbécil, todo este tiempo he pensado que estamos en una relación
amorosa.
—No lo somos… No como Asami
y Takaba —Feilong contesta nervioso.
El temible dragón ahora
reducido a solo una cría recién nacida, deja escapar un estornudo.
Nuestros cuerpos se han
apagado y ahora somos presa de la fría noche que nos rodea.
Dejo mi ropa recolectada en
el sofá, camino hasta Feilong quién me mira dolido. Levanto el edredón, y lo
envuelvo en el. Me siento a su lado y él abre sus brazos para invitarme a su
regazo, lo cual acepto y como agradecimiento lo beso, lenta y suavemente.
Al terminar de besarnos, él
me aleja de su boca.
—Un buen beso no responde mi
pregunta. Necesito escucharte decirlo —tal parece que está decidido a aclara
nuestra situación.
—Supongo… que tienes razón
—Lo miro y trato de buscar las palabras correctas.
Me pongo de pie y camino por
la habitación, no sé cómo expresar correctamente lo que siento.
—Feilong… —él me mira
expectante —Yo soy esto —y me señalo —Solo un hombre que no tiene nada que
ofrecerte —agache la mirada —se que debes de tener mejores opciones que yo, y aun
así me atrevo a decirte que “te amo”.
La habitación se quedo en
silencio y fijo la mirada en el piso.
Creo que lo mejor es
retractarme, tal vez fue una locura declararme después de lo ocurrido.
De repente siento la suavidad
y calidez que una frazada te proporcionan y es que Feilong está envolviéndome
con sus brazos que aun están cubiertos con su edredón.
—Por fin lo dijiste ¡idiota!
—Feilong tiene los ojos rojos y húmedos — ¿Cuánto tiempo más pensabas hacerme
esperar?
Feilong se abrazo a mi
cuerpo con más fuerza, al hacerlo sentí como sus piernas parecían perder la
fuerza, así que lo cargue y lo pegue a mi pecho.
—También te amo, y no
necesito que me des nada, solo te quiero a ti en cuerpo y alma.
Lo llevo a la cama y le doy un
beso más.
—Creo que por ha sido
suficiente —Feilong me detiene.
Se a lo que se refiere y
sonrío tímidamente.
Me acomodo a su lado y él se
pega a mi cuerpo y lo achucho.
—No te preocupes, solo
dormiremos —le digo y el parece reír al escucharme.
—Te amo Yoh y no quiero que
me vuelvas a dejar de lado, por ninguna razón.
—No volverá a pasar.
No sé lo que ocurrirá mañana
pero por hoy solo me abrazare a esta felicidad y disfrutare de ella.
.................................................
Hola mis lindos distraídos:
¿cómo han estado?
Espero que muy bien.
Antes de que empiecen los reclamos y los gritos permitanme explicar, este extra estaba planeado desde hace mucho y simplemente tenía que escribirlo, disfrute mucho imaginarme a Feilong como un niño mimado y a Yoh como si fuera su nana, aun que ésta nos resulto regañona XD
Se que muren por saber que paso con Asami y Takaba y trabajo en ello, solo que aún no me gusta como queda, sigo dándole vueltas a una de las escenas, así que solo pido paciencia.
Seguiré actualizando, no les digo que historia sigue porque trabajo en varias, así que no se cual terminare primero.
Solo espero que no pase mucho tiempo antes de que pueda publicarles algo ricolino de nuevo.
Ya saben chicos, quejas, felicitaciones, mentadas de progenitora y demás cosillas en los comentarios, con gusto leere y respondere.
Los amo, see you later :)
Gracias por un capítulo más , y si aunque no era de que pasa en el jaque mate y que pasa con Akihito y Asami ha estado muy bien , entiendo qur te cueste pues solo queda dos capítulos (lo que sería el final) y entiendo y agradezco que con lo que te gusta quieras darle un buen final y no cualquiera y tranquila tomate tu tiempo porqué se que merecerá la pena la espera , animo y mucha suerte
ResponderEliminarGracias , admito que quería saber de Aki y Asami pero también me gusta esta pareja. Creí que Yho se merece una alegría jajJ. Ansio leer como "El rey blanco" es castigado por todos , y abvio el reencuentro. Habrá extra luego del final ,digamos como ...algunos años después jaja . pido mucho no? Gracias por actualizar, y como regalo ni te avisaré en lo que queda del mes , pero después ...
ResponderEliminarGracias por el capítulo, jamás me olvide de ti y tus bellas y super geniales historias. Me alegro que hayas vuelto, enserio ya extraña muchos tus historias. ❤ Me encanta esta pareja la amo❤❤❤
ResponderEliminarhola me facina hoja de otoño deseo un lindo final por fa sigue subiendo mas capitulo de este lindo proyecto, esta emocionante , cuando su recuentro y estar junto nuevamente
ResponderEliminarporfa keyla actualiza , esta maravilloso su trabajo de esta historia de asimi y akihito
ResponderEliminarmaravillosa historia y lindo su trabajo de esta emocionate porfa actualiza ya deseo saber sobre su reencuetro
ResponderEliminarhola keyla porfa actualiza hooja de otono porfa porfa
ResponderEliminarHola keyla_ sama podría por favor terminar el cap. Darle prioridad a una de las mejores historia del mundo fiker por favor ...
ResponderEliminarPd: soy kazz