Hojas de Otoño. Capítulo 12.

¿Tú quién eres?

Acerco una de las dos sillas que están pegadas a la pared y me siento cerca de la cama, Yoh hace lo mismo, Haruki se queda de pie, observándonos.

— ¿Qué fue lo que sucedió? —es lo único que soy capaz de decir.

Miro el pálido rostro de Asami, su cuerpo es cubierto por una manta blanca, que lo cubre hasta la altura de su pecho, dejando al descubierto sus brazos, uno de sus hombros está vendado. Su imperturbable rostro sigue en una total y desesperante quietud.

—Haruki podrías conseguirnos algo de beber, por favor —Yoh le ordena al joven y este asiente.

Haruki sale de la habitación y yo sigo con la mirada fija en Asami, por fin mi cerebro comienza a trabajar, dejo de lado la conmoción de verlo así y dejo de pensar en las explicaciones que me han dado, al hacer esto noto los detalles que había pasado por alto.

—Él no…

—Lo sé —Yoh me interrumpe —permita que le cuenta un poco de lo sucedido…

Escucho todo el relato con cierta impaciencia. Conforme avanza la historia, veo mis manos que descansan sobre mis rodillas, que ahora son dos puños blancos por la fuerza con la que los aprieto, estoy conteniéndome, siento un terrible deseo de encontrar a ese tipo que acoso a Takaba y no precisamente para que seamos amigos.

—Después del encuentro, nada casual, que tuvo el Sr. Asami con el Sr. Henry en el estacionamiento, todos tomamos precauciones pues sabíamos que intentaría hacer algo en contra del jefe.

»Por ordenes del Sr. Asami, le pedí a mi amigo Roger que siguiera en todo momento a Justin, el guardaespaldas de Henry. Gracias a eso pudimos averiguar que estaban preparando un ataque sorpresa.

— ¿Cómo es qué supieron eso? —No creo que ese hombre sea alguien fácil de seguir.

—Mi amigo trabaja para el FBI y es uno de los mejores agentes encubiertos que he conocido. Sabe manejar muy bien la tecnología, se acerco a él y fingió tropezar cayendo sobre Justin, de esta manera pudo ponerle un micrófono en su saco.

—Eso suena un poco irreal.

—Lo es, pensamos que no duraría y así fue, de hecho solo pudimos escuchar algunas horas de transmisión y después dejo de funcionar, ya sea que el micrófono se cayó o lo descubrieron.

—Y ¿qué fue lo que escucharon?

—Oímos cuando Henry le ordeno a Justin, que llamara a los francotiradores —justo cuando decía esto Haruki entro con dos botellas de agua, nos dio a cada uno una y después volvió a tomar su posición junto a la ventana, solo que ahora su mirada estaba fija en lo que ocurría afuera —. Después escuchamos otras cosas que no tenían importancia.

— ¿Sin importancia?

—Así es, escuchamos que le preguntaba cosas sobre su perro.

— ¿Perro? ¿Cosas sobre su mascota? —acaso tipos como este les gustan las mascotas, Asami jamás ha tenido una, de hecho creo que ni siquiera le gustan.

—Sí, eso creemos. Justin dijo algo de que “Lucky” no quería comer, que al parecer extrañaba a Henry —. Yoh se quedo callado por unos segundos, como si pensara en algo —. Su perro debe de sufrir por su ausencia.

—Bueno, eso no importa. ¿Qué más escucharon? —le dije para que continuara explicándome.

Abrí mi botella de agua y di un gran sorbo, al parecer realmente estoy muy sediento.

—Henry le pregunto si ya habían arreglado el auto, a lo que Justin contesto que sí. Al momento pensamos que se refería a su propio auto.

»Después se perdió la comunicación. Durante el resto del día, seguí al Sr. Asami de lejos, y todo parecía estar tranquilo, nosotros estábamos listos para actuar en cualquier momento. Con el Sr. Asami solo viajaba Kirishima pero conmigo estaban otros 8 de nuestros hombres. Haruki acompañaba al joven Takaba.

»Por la noche, cuando el jefe y Takaba se acercaban a su auto para regresar al hotel, Henry apareció y comenzaron a discutir, de repente las luces de las armas apuntaban al jefe y a los demás exceptuando a Takaba, poco después el jefe hizo la señal para que le apuntáramos a Henry y Justin. Cuatro de nuestros hombres apuntaron a Henry, yo hice lo mismo. Los otros hombres que no apuntaron se dispusieron a buscar a los francotiradores de Henry, gracias a su excelente visión consiguieron matar a cinco de ellos en lo que Henry y el jefe discutían. Roger se unió a nosotros, ayudando a los que estaban buscando a los hombres de Henry, de esta manera ellos lograron deshacerse de otros tres. Sin embargo en solo unos minutos las armas que apuntaban al jefe se volcaron sobre Takaba, aun cuando fue un movimiento inesperado, seguimos con el plan de acabar con los francotiradores.

»Henry y Justin estaban muy metidos en la discusión y no se dieron cuenta de que las luces que apuntaban a Takaba disminuían.

»Roger se peleo con uno de los hombres de Henry y durante el encuentro éste le dijo que aun cuando lograran deshacerse de los francotiradores no podrían salvar al japonés, se refería al Sr. Asami, que la bomba estaba instalada y que en cuanto Henry lo decidiera él explotaría junto con sus acompañantes; Roger, intento hacer que el hombre le dijera dónde estaba la bomba pero este se negó y al darse cuenta de que no diría nada más lo mato. Roger me llamo para informarme y al explicarme, rápidamente pensé en lo que habíamos escuchado sobre lo del auto y sin pensarlo mucho llame al celular de Kirishima y Haruki pero ninguno de los dos contestó, después vi como Takaba hablaba con el jefe. Le mande un mensaje a Haruki y a Kirishima con solo tres palabras: bomba, auto, aléjense. 

»Yo me encontraba a una cuadra de distancia, en la azotea de un edificio. Vi cuando Haruki bajo su cabeza discretamente y cuando Takaba pasaba cerca de él, para después alejarse de ellos. El chico se estaba entregando a Henry, éste se veía tan feliz de tener a Takaba a su lado, de inmediato Justin le entrego un celular y por alguna razón que aun no entiendo empecé a caminar hacía ellos, solo que fue demasiado tarde. Había dado solo algunos pasos cuando la explosión del auto del jefe me sorprendió, Henry y Justin miraron triunfantes mientras Takaba lloraba y gritaba histérico. Justin lo golpeo para poder tranquilizarlo, lo cargo y lo subió al auto, Henry hizo lo mismo. En solo un par de minutos el auto de Henry se puso en marcha.

»Baje corriendo y fui directo al auto, vi que en el pasto estaban tirados tres hombres. ¿Haruki puedes contarle el resto al fiscal? Por favor, creo que esa parte la puedes relatar mejor que yo.

El chico se volteo para verme de frente y asintió.

—Mientras escuchaba al joven Takaba despedirse del jefe, me percate de que mi celular sonaba imparablemente, además ya había escuchado el celular de Kirishima, así que supuse que algo estaba ocurriendo. Después de sonar note que un mensaje había llegado, así que saque de manera discreta mi celular para revisarlo y vi el mensaje de Yoh, en ese momento el joven Takaba caminaba hacía Henry, así que no pude hacer más. Cuando vi que Henry contaba, supuse que era el conteo de la bomba, así que en cuanto termino, abrace al jefe y me puse de frente a él antes de aventarnos lejos del auto. Kirishima creo que supuso lo mismo o solo reacciono, no lo sé, pero hizo lo mismo que nosotros, solo que a él si lo alcanzaron las llamas.

—Así que el héroe del momento fue Haruki —Yoh bebió de su bebida y continuó —Kirishima se estaba rodando sobre el suelo para apagar las llamas que incendiaban su saco, aun así sufrió quemaduras en los brazos. Haruki se fracturo el brazo pues el Sr. Asami cayó sobre él, y bueno el jefe como podrás ver…

—No está muerto, ¿cierto? —Sé que es una tontería mi pregunta pero más vale estar seguro.

—Así es —una sonrisa apareció en su rostro —soy un poco desconfiado de las comunicaciones, por eso le dije que estaba muerto, solo en caso de que alguien estuviera interviniendo nuestra llamada, además de que así podría apresurar su llegada —lo dijo con un dejo de cinismo —. Siento haberlo preocupado de más —, su disculpa carecía de verdadera sinceridad.

—Entonces ¿qué le sucede? —porque, de estar dormido, ya hubiera despertado con nuestras voces.

—Los doctores dicen que tuvo un traumatismo cráneo-encefálico y debido a esto una fisura, lo cual hizo que los doctores decidieran mantenerlo dormido hasta que el cerebro se desinflamara correctamente, cuando esto sucediera podrían permitir que despertara y de esta manera saber si hubo algún daño.

— ¿Daño?

—Sí, la inflamación no permitió una correcta oxigenación del cerebro y aunque fueron solo algunos minutos, eso podría dejar secuelas a corto o largo plazo. Justamente hoy dejaron de sedarlo y estamos esperando que despierte.

—Entonces ha estado dormido todo este tiempo —les digo un poco incrédulo.

—Así es el jefe ha dormido durante estos cinco días.      

—Entonces no tiene ni idea de que está pasando —solo digo algo que pensé en voz alta —. Y ¿qué más hicieron esa noche? —necesito saber todo lo ocurrido.

—Henry se largo creyendo que el Sr. Asami está muerto y lo sigue creyendo —Yoh lo dice con una seguridad que es impensable poner a duda.

— ¿Cómo puedes afirmarlo?

—De momento se supone que los restos encontrados en la explosión están siendo analizados, Henry debe de creer lo que la policía ha declarado, no creo que piense que les dio tiempo para escapar —mira al hombre sobre la cama antes de hablar de nuevo —. Esa noche logramos asesinar a diez de los hombres de Henry, y tres fueron usados como sustitutos, los demás fueron enterrados lejos de aquí y nadie los encontrara.  

»Hemos pensado que si, la pelea verbal hubiera tardado más habríamos podido aniquilar a todos los hombres de Henry y evitar este desastre. Creemos que Henry debe pensar que sus hombres fueron asesinados por nosotros pero ya que tiene a Takaba y Asami está supuestamente muerto eso no le interesa, o es una perdida aceptable.

—Sigo sin entender ¿cómo es que estás tan seguro? —le vuelvo a preguntar y lo haré hasta que esté satisfecho con su respuesta.

—Pusimos los cadáveres de tres francotiradores en la explosión en lugar del Sr.  Asami, Haruki y Kirishima, como ya le dije. Por ahora los cuerpos están en la morgue de la policía en espera de ser analizados por especialistas, en cuanto lo hagan Roger nos ayudara para que sigan pensando que esos cuerpos son del jefe y sus hombres.

Aun tengo más dudas y tengo ganas de aclararlas pero el movimiento lento de la mano de Asami me hace guardar silencio y esperar a ver cómo reacciona.

— ¿Kirishima? —Asami pregunta. Con su mano derecha, que es la sana, se talla los ojos, parece estarse espabilando —. Kirishima ¿dónde está Takaba? —Yoh me mira preocupado.

Haruki se voltea para ver a su jefe, me pongo de pie.

— ¿Takaba? —pregunta Asami, su voz suena somnolienta.

—Jefe, Kirishima no se encuentra —Yoh le explica.

Asami cierra los ojos y su mano los cubre por completo. Su rostro tranquilo empieza a cambiar, poco a poco su respiración se acelera y el aparato que monitoriza su pulso empieza a pitar más seguido. Creo que ha recordado lo acontecido.

Retira su mano que le cubre parte del rostro y sin darnos tiempo a reaccionar, Asami se pone de pie, tambaleándose y estirando su venoclisis al punto que parece que se desconectara. La bata que lo cubre es corta y delgada. Ahora que esta de espaldas a mi veo que en su cabeza por la parte de atrás hay una pequeña área rasurada y cubierta con una gasa.

Yoh está justo del lado del que Asami se ha puesto de pie, así que pone sus manos sobre su pecho y lo insta a sentarse.

— ¡Tengo que ir por él! —Asami habla ansioso y con voz desesperada.

Yoh sigue intentando sentarlo, pero no consigue moverlo. Haruki se acerca a los dos hombres que están forcejeando.

— ¿Qué te sucede? ¡Quítate de mi camino! —Asami le grita a Yoh —, estorbas. Necesito ir por él —Asami habla apresuradamente.

—Jefe por favor, no puede salir así —Yoh intenta persuadirlo.

—Él me necesita —Asami dice sin ceder ni un poco en su intento de alejarse de la cama.

—Ni siquiera sabe, dónde está —Yoh insiste en acostarlo, Haruki está de pie cerca de ellos y parece no saber si debe intervenir.

— ¡No me importa ir casa por casa! —Grita exaltado —se lo debo —habla un poco más bajo —se lo debo —vuelve a repetir.

Haruki por fin se decide a intervenir y entre Yoh y él logran sentarlo.

— ¡Ustedes no entienden! —Grita molesto —No comprenden… lo que yo le hice… a él —Su voz deja de gritar a ahora suena una voz triste y lastimosa.

Camino lentamente hacia ese hombre que desconozco. Takaba ¿qué le hiciste a mi amigo?

—Lo lastime y él… —su voz se rompió.

Lo que nunca creí ver lo estaba presenciando: un Asami completamente destruido, su postura siempre altiva justo la de un hombre frío y sin sentimientos como debe de ser un yakuza; ahora se mostraba derrotado y cabizbajo, como si su corazón hubiera sido pisoteado y destruido. Ese niño había logrado conmover el corazón de este hombre, y sin él, Asami parecía estar al borde de la muerte.

Deje escapar un suspiro y con paso firme me acerque a él.

— ¡Eres un imbécil! — grite exasperado y le di un puñetazo al ver que éste no parecía reaccionar, Haruki y Yoh me miraron sorprendidos —. ¡Estúpido! —Continúe gritándole y parece que hasta ahora cae en cuenta de mi presencia — ¡¿Tú crees qué Takaba quiere en este momento a un estúpido enamorado?! —al verlo parece no entenderme — ¡¿Crees que quiere a alguien que llore su ausencia!? No seas idiota —tomo un poco de aire para continuar mi explicación —Takaba necesita al yakuza frío y calculador, al temible hombre capaz de mover cielo y tierra por recuperarlo pero de manera inteligente y no con sus tontos lloriqueos. Takaba no necesita tus lagrimas, esas se las darás cuando lo hayas recuperado —Por fin termino mi discurso y después de eso todos nos quedamos en silencio.

Haruki y Yoh miran a uno y otro, que seguimos de pie viéndonos, Asami con odio y yo con sorpresa por ver a un hombre desconocido para mí.

Recobró la compostura y creo que me pase, es solo que su estúpida reacción me enfureció.

Le doy la espalda a ese hombre y camino hacia la ventana, veo como el cielo se tiñe de un suave color durazno. Ah, extraño las tardes de otoño de Japón, las copas de los arboles vestidas de café y naranja y claro coloreando el piso a sus pies del mismo color.

Escucho como la respiración y el constante pitido del monitor se empieza a calmar.

— ¡Qué sea la última vez que me empujan! —Asami les grita a sus hombres —para la próxima son hombres muertos —. La fría y fuerte voz del yakuza se hace escuchar —. Y ¿quién trajo al altanero de Shinji?

Al escucharlo esbozo una sonrisa. Su voz puede parecer la misma de siempre pero lo conozco demasiado bien como para saber que no es así, aun hay pesar en ella.

—Shinji, no habrá regalo de navidad para ti este año —Asami me lo dice en su habitual tono serio.

Supongo que esta es la mejor versión del jefe yakuza que podremos conseguir por el momento.

—Lo tendré en mente —le contesto más relajado.

—Por favor, Jefe recuéstese de nuevo —Yoh le pide de manera amable y al escuchar el movimiento de la cama supongo que accedió.

—Haruki llama a su doctor, por favor —le pido Haruki y este asiente.

Supongo que Asami desea empezar a ponerse a trabajar pero creo que su salud también es importante.

—Quiero un whiskies —Asami lo dice como una orden.

—Voy a preguntar si le pueden dar agua —Yoh dice antes de salir.

—No pedí agua —Asami contesta enojado —Ves lo que causas Shinji, que mis hombres ignoren mis órdenes —las quejas de Asami me dan risa.

Antes de voltearme escucho la voz queda de Asami —Gracias Shinji, muchas gracias.

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