Game over. Capítulo 2.


Reencuentro.

 

Kuroko escucha la voz del hombre que desde hace mucho tiempo ha intentado olvidar, esa voz le suena tan familiar aun cuando quisiera que no fuera así. Algo que siempre había odiado de ese hombre es que lo hiciera sentir de manera tan incómoda, aun cuando solo escuchara su voz, un escalofrío recorrió su cuerpo.


— ¡Eres Tetsu! —el hombre se acerco hasta estar en el campo visual de Kuroko, quien hacía lo posible por no mirarlo —. ¡Por dios, sigues igualito! —el hombre estaba tan emocionado, su sonrisa de incredulidad se transformo en una de inmensa felicidad. 
Kise miraba a uno y otro, sin entender lo que estaba pasando.

— ¿Kurokocchi? —Kise le pregunto a su acompañante, quien miraba la mesa con gran concentración, Kise sabía que su amigo estaba muy nervioso, pues su mano se aferraba al vaso frente a él.

—Kise, creo que mejor me voy —Kuroko se puso de pie, dio algunos pasos alejándose de su amigo y saco su cartera, después de dejar algunos billetes sobre la mesa, intento salir.

—Espera —el hombre moreno detuvo a Kuroko, tomándolo de la muñeca —tenemos que hablar —Kuroko se vio forzado a verlo y en ese instante sintió una chispa que pasaba de los intensos ojos azules del moreno a él, ésta recorría su cabeza e iba bajando lentamente por todo su cuerpo causando estragos en cada parte.

—Aomine, suéltame —le dijo sin convicción en su petición —no tenemos nada de qué hablar.

Kuroko estaba temblando, su rostro lucia claramente sonrojado y sus ojos parecían estar a punto de llorar.

—Ah no, esta vez no te dejaré escapar —Aomine lo jalo hacía la puerta de salida.

— ¡Alto! —Kise se interpuso entre Aomine y la puerta —Tetsuya está conmigo.

—No eres el tipo de Tetsu, además eso de momento no me importa, ahora haz el favor de quitarte —Aomine miro amenazadoramente a Kise —no deseo dar un espectáculo —.

—Aomine basta —Kuroko no deseaba que su amigo se peleara por él, no valía la pena meterlo en problemas —Ryōta todo está bien, él es de quien tanto te he hablado y creo que debo finiquitar ese asunto, por favor déjame ir —. El pequeño saco su celular y escribió rápidamente algo en él y después mando un mensaje, el celular de Kise comenzó a sonar y el rubio vio el mensaje —mañana en esa dirección por favor, él llegará allí temprano —fue todo lo que le dijo antes de darle un beso en la mejilla a su amigo.

El rubio se quedo mirando como su primer amor, y el hombre del que estaría por siempre enamorado, salía acompañado de ese hombre que parecía conocerlo mejor que él, sin embargo lo que Aomine no sabía es que Kise había desempeñado el papel que le correspondía a él y que gracias a eso, Kise siempre estaría ligado a Kuroko de una forma que Aomine jamás podría lograr.

Kuroko salió del bar aun llevado de la mano por Aomine. El pequeño solo miraba la ancha espalda de su captor, éste vestía extrañamente un traje negro, no del tipo de los de Kise que eran siempre el último grito de la moda, el de Aomine era más del tipo común, mientras lo veía pensó que se veía muy bien. Kuroko nunca lo había visto vestido de forma tan formal, la imagen que venía a la mente del joven cada que pensaba en el moreno, era una en la que él vestía su uniforme de básquetbol azul cielo, dejando al descubierto sus largas y delgadas piernas y claro sus fuertes brazos.

Kuroko iba tan concentrado en sus pensamientos que no se fijo al lugar que Aomine lo había llevado.

—Creo que aquí hablaremos tranquilamente y sin interrupciones —Aomine saco de sus cavilaciones a Kuroko.

— ¡No! —Kuroko vio la puerta de la habitación del hotel al que lo había traído —. Mejor vamos a un restaurante —sugirió nervioso.

—No —Aomine le contesto y abrió apresuradamente la puerta y metió de un empujón a Kuroko, cerró la puerta después de entrar y antes de que Kuroko dijera algo más, éste lo beso con tal pasión que la mente del pequeño quedo obnubilada.

Al principio Kuroko intento rechazar el acercamiento de Aomine pero su necesidad de saborear esa boca que hacía tanto había probado, se lo impidió. Los dos se unieron en un interminable beso que solo era detenido por unos segundos para tomar aire e inmediatamente era continuado.

—Si hubiéramos ido a un restaurante no habría podido besarte—Aomine dijo después de varios minutos de besarse —o hacer esto.

Las manos de Aomine tomaron el suéter y la playera de Kuroko, la subieron por su torso hasta sacarla por su cabeza, dejando al descubierto el pecho blanco de su poseedor.

Kuroko tembló al sentir los labios de Aomine en su cuello, el joven estaba tan ansioso por este encuentro, que sus piernas no dejaban de temblar e incluso pudo sentir como un espeso líquido mojaba sus bóxers.

—mnn… Aomi… —Kuroko gemía cada que sus pezones eran succionados, cada que las manos de Aomine acariciaban su espalda y aun más cuando éstas se entremetieron por debajo de su pantalón.

—He extrañado tanto —Aomine lo dijo mientras pegaba sus caderas al cuerpo de Kuroko quien pudo sentir de inmediato la dureza de su miembro, logrando hacer que este se excitara más —, la suavidad de tu piel, la dulzura de tu boca, el sabor de tu cuerpo…

Con cada palabra Kuroko parecía caer en un profundo abismo del que no podía encontrar la salida.

Aomine bajo los pantalones y el bóxer del joven que gemía con sus caricias. Kuroko saco las piernas de sus zapatos y ropa para poder permitir que las manos de Aomine lo acariciaran por completo. Ahora Kuroko estaba completamente expuesto ante aquel que había sido el amor de su adolescencia y que le había dado tantos buenos recuerdos al mismo tiempo que le rompía el corazón.

El moreno beso el abdomen del joven y bajo hasta la erección que esperaba ser atendida. Las pequeñas manos de Kuroko acariciaron el cabello azul de su acompañante mientras éste le lamia el pene, los jadeos del pequeño eran más seguidos, aunque no más fuertes ya que se estaba conteniendo.

La cálida boca de Aomine acogía el miembro de Kuroko y jugaba con él excitándolo y llevándolo lentamente al clímax y deteniéndose antes de que este pudiera terminar.

—Por favor, continua —Kuroko pidió aun con la respiración acelerada. 

Aomine subió lentamente su mirada por el delgado cuerpo de Kuroko y se detuvo en esos hermosos ojos que siempre le recordaban el azul del cielo en primavera.

—Obviamente continuare —al decirlo se puso de pie sin separar su mirada de la de Kuroko.

Aomine pasó sus manos por la espalda y piernas de Kuroko, lo levanto y lo llevo hasta la cama, en donde lo recostó suavemente. El moreno se quito la ropa que impedía que su esencia se mezclara con la de su acompañante. Al estar completamente desnudo se posiciono en medio de las piernas de Kuroko, levanto un poco las piernas de éste, bajo su cabeza hasta que su nariz toco el abdomen del chico, su lengua se paseaba por su ombligo y sus manos acariciaban las nalgas perfectamente redonditas de éste. La lengua de Aomine se paseaba tranquilamente por el cuerpo de Kuroko y este no podía controlar sus jadeos, el moreno descendió hasta encontrar la pequeña entrada que rezumaba por la ansiedad de ser llenada, su lengua la acaricio y esta se contrajo en cuanto la sintió, sin embargo no cedió y siguió empujando y mojando el rosado esfínter. Su lengua se introdujo con dificultad y pudo sentir la calidez del cuerpo de Kuroko, quien se retorcía por la excitación.

Las manos del pequeño hombre se sujetaban con fuerza del edredón bajo su cuerpo, espasmos lo recorrían desde sus genitales y su piernas temblaban mientras Aomine se divertía jugando metiendo y sacando su lengua. El moreno noto la desesperación que recorría el cuerpo de su acompañante y decidió ponerle fin.

Dos dedos de Aomine se introdujeron suavemente por la suave entrada de Kuroko haciendo que este jadeara más fuerte —Grita Tetsu, no te calles, no ahora que nos hemos reencontrado, deja de esconderte y déjame escuchar tu voz fuerte y clara, así como me estas dejando tocar y saborear tu cuerpo —Aomine le dijo a Kuroko mientras lo acomodaba para que éste pudiera penetrarlo.

Kuroko sentía su cuerpo tan caliente desde que entro a la habitación y al escuchar las palabras de Aomine ese calor se había hecho tan insoportable.

— ¡Ahhhhh! —un grito fuerte y lleno de placer fue liberado por Kuroko al sentir el pene de Aomine entrar con fuerza y empujar dentro de sus entrañas.

Los movimientos lentos duraron solo unos segundos pues casi de inmediato de haber iniciado se hicieron más rápidos y profundos. Los dos cuerpos que estaban unidos en un imparable vals de movimientos apasionados, eran cubiertos por gotitas de rocío, sus cabellos aventaban estas gotitas a su alrededor debido al baile tan intenso que mantenían.

—Muéstrame que aun lo recuerdas —Aomine le dijo al pequeño que arañaba su espalda.

— ¡Daiki! — el nombrado sonrió al escuchar lo que quería.

Esa única palabra era lo que más lo había excitado esa noche, y la que por casi 15 años había esperado escuchar de nuevo.

—Ahh, ahh, ahh —Kuroko jadeaba — ¡Daiki!

El baile había terminado, y Kuroko estaba tan lleno de Aomine, que no podía soportar el calor que le quemaba las entrañas.   

Todo lo que Kuroko había logrado olvidar en los últimos años le fue recordado en una sola noche por Aomine.

Los dos hombres se quedaron dormidos, exhaustos de haber bailado más de una pieza. Aomine abrazaba dulcemente a Kuroko quien se permitió acurrucar por aquel malvado hombre. 

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Comentarios

  1. 7u7 lemon tan pronto en una novela nueva
    continuala es genial!!!!!!!!
    Quiero saber que hizo Aomine con Kuroko e-e

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    1. Muchas gracias por leer y creo que no te agradara lo que Aomine le hizo a Kuroko, pero bueno pronto sabras un poco más de este lio.

      Gracias por comentar y espero leerte de nuevo, cuídate see you :)

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  2. Ay Kuroko!! Por andar de distraído mira a dónde te llevaron... Y aunque estuvo muuuuy bueno el reencuentro quiero saber exactamente qué le fue lo que le hizo Aomine a mi lindo Tetsu.

    Molto Delizioso il capitolo!!

    GISE n_n

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    1. Muchas gracias por comentar.
      Aomine metió la pata y la sigue metiendo. Pobre kuroko todo por lo que ha pasado y éste morenazo viene de nuevo a joderlo XD
      Espero leerte otra vez.
      Cuídate, see you :)

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  3. Oh por diosh
    Pues que le hiciste a kuroko, aomine??
    Por favor continuala por lo que he leído esta muy buena:)

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    1. Graacias por leerla y por el bello comentario.
      Aomine es un tarado sin cerebro que no sabe lo que hace y que lastima a mi lindo Kuroko, ero bueno sabras un poco más en el siguiente capítulo, espero leeerte allí.
      Cuídate mucho, see you :)

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  4. Ahh callo en las garras del morenazo y que le habra hecho en el pasado,kuroko si que lo disfruta pero pobre me parece volvera a sufrir.. interesante sperare el sgt grcias :)

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    1. Muchas gracias. por seguir leyendo la historia y mi morenazo fue un hombre muy indeciso, razón que ha hecho sufrir a muchas personas.
      Cuídate, see you :)

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