Te amo

Día 1: Anillos de pareja.




La habitación blanca estaba en silencio, mientras la pareja se miraba a los ojos, ambos hombres parecían haber perdido la noción del tiempo, sus miradas no se separaron incluso cuando uno de ellos comenzó a llorar. 

—Te amo —el hombre de pie le dijo entre sollozos al chico en la cama. 

—No lo creó —contestó serio— no dudo que alguna vez lo hayas hecho, pero ahora tu ya no me amas, estoy seguro. 

—Claro que te amo, todo lo que hago es porque te amo, se que…

— ¡Mientes Greg! —el chico lo interrumpió con grito triste—. Todo esto ha sido un error, debí haberte dejado… 

— ¡Cállate! No lo digas —gritó furioso, sus lágrimas ahora habían desaparecido y sus ojos sólo mostraban ira y coraje — no te atrevas a decirlo Taylor. 

El chico en la cama se movió nervioso y despegó su mirada de Greg, miró su mano y el brillo de su anillo de pareja llamó su atención. 

—Éramos jóvenes, con sueños y proyectos. Yo estaba huyendo de un padre golpeador, una madre sumisa, los odiaba tanto, excepto a mi hermanita, ella es la única cosa buena que salió de esa casa — su mirada busco a la mujer que estaba parada frente a la cama y que lo veía nerviosa —y tú eras el príncipe azul que llegó montado en su auto negro a rescatarme, eras perfecto y te amaba tanto, que ahora me preguntó ¿dónde o cuándo ese amor se volvió indiferencia, miedo u odio? ¿Cuándo mi príncipe azul se convirtió en el violento dragón? Y ¿cuándo me convertí en la princesa encerrada en la torre? No lo sé o tal vez no quise darme cuenta —Taylor giro su anillo y una lágrima se deslizó lentamente por su mejilla derecha marcando el camino para sus congéneres, y no se detuvo hasta que se estrelló suavemente en el pecho del chico. 

Greg parecía triste aunque éste sentimiento no se reflejaba en sus ojos, en ellos seguía aquella furia que solía poseerlo y que no se calmaba hasta que era liberada. 

— Yo aún te amo y te lo demostraré cuando regreses a casa— Greg le dijo en tono amenazador. 

El hombre a lado de Taylor miró furioso a Greg pero este parecía no darse cuenta de esto.
 
—Todo a mi alrededor me recuerda a ti, mi vida sin ti no vale nada—el hombre que miraba a la pareja soltó un chasquido de burla, que Greg ignoró — y se que tu sin mi tampoco puedes vivir.

Taylor sintió como se formaba un nudo en su garganta, por un momento pensó en callarse y ya no decir nada más pero su querida hermana lo miró, se acercó a él y tomó su mano temblorosa —tu puedes Taylor —su hermanita le estaba dando ánimos. 
Trago saliva y habló. 

—Cada vez que veo mi reflejo en el espejo, me acuerdo de ti, todo mi cuerpo me recuerda a ti, mi vida de los últimos años me recuerda a ti, ¡estos pinches anillos de pareja me recuerdan a ti! Y todo eso es algo que deseo olvidar. No quiero volver a verte, y voy hacer algo que debí haber hecho desde hace mucho —Taylor tomó aire, sus lágrimas habían seguido cayendo silenciosamente, sus manos se habían movido violentamente y por ello la mano que estaba conectada a la venoclisis se había quejado con un ligero dolor en donde se insertaba el catéter —te denunciare, no volverás a lastimar a nadie más. 

Greg se volvió loco, de furia, intentó acercarse a Taylor pero el hombre entre ellos lo detuvo. 

— ¡Maldita perra malagradecida! —Greg gritó furioso— ¡te di todo y así es como me pagas, debí haberte matado a golpes desgraciada! 

Taylor intentó alejarse pero su pierna rota y su brazo inmovilizado no se lo permitieron, estaba muy asustado, su hermana había salido corriendo a buscar ayuda, mientras su marido seguía sujetando a Greg. 

—No quiero volverte a ver —Taylor hablo temblando de miedo. 

—Y no lo harás —el hombre que sujetaba a Greg, había hablado. 

Greg lo miró con odio e intentó golpearlo pero éste no se dejó. 

—No soy Taylor, no me das miedo —al decirlo respondió la agresión de Greg con fuerte puñetazo en el rostro, de éste, que lo tiró y le rompió la nariz —fue en defensa propia, cuñado, tu lo viste —Taylor asintió. 

Su hermana entró corriendo con la seguridad del hospital y con un policía. 

—Arréstelo, por favor, mi cliente, aquí presente lo acaba de reconocer como su agresor y debido a que es un hombre sumamente violento exijo que se le detenga hasta que se hagan las investigaciones pertinentes o por lo menos que no se le permita acercarsele —el cuñado de Taylor era abogado. 

El policía y los de seguridad sacaron a Greg entre jalones y gritos. 

Taylor estaba temblando y su hermana lo abrazo y su cuñado se acercó a él. 

—No te va a volver a lastimar —palmeo su espalda suavemente pues no deseaba lastimarlo, el pobre cuerpo del chico estaba todo golpeado, al parecer Greg había estado usando como saco de boxeo por mucho tiempo. 

Taylor vio su anillo de pareja brillar cómodamente en su dedo, ya lo había decidido y no había vuelta atrás, se quitó el anillo y se lo dio a su hermana. 

—No lo quiero, avientalo lejos. 

La chica lo tomó y lo guardó en su suéter. 

—Hiciste lo correcto hermanito —ella lo volvió a abrazar y le dio un beso en la cabeza—todo estará bien, ya verás que todo saldrá bien. 

Y ambos sonrieron. 




Comentarios

  1. Cuánta intensidad, no soy la única que comienza fuerte y destruye corazones 😂😂😂, una situación cotidiana en esta época perfectamente descrita y con un buen final.


    Nos leemos en el próximo 😉

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  2. Me recargo en la pared!!! Que buena historia con un desenlace triste pero esperanzador... muchas gracias por la historia y espero leer las próximas historias que escribas para el #fictoberdistraido

    Saludos 3:)

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