By Gise
La
explanada de la Universidad “K”, estaba rodeada de numerosos puestos de comida
y atracciones. Banderines de colores y divertidas figuras hechas con globos
adornaban las jardineras y postes de iluminación. Jóvenes estudiantes así como
gente de los alrededores tomaban parte de la divertida jornada de actividades
por el End of Summer Carnival, evento destinado para que la toda la población
estudiantil regresara con buen espíritu a clases.
Eran
a penas las 12:00 del medio día y el calor del verano se extendía por cada
rincón del complejo universitario, pero había un punto de la feria que estaba a
punto de ebullición.
- ¡Míralo! Pero si está encantado con su
trabajo – dijo el enfurecido chico que fijaba la mirada hacia el
otro lado de la explanada.
- Creo que estas exagerando Nemu-chin –
contestó su compañero, mientras entregaba un par de algodones de azúcar.
- ¡Claro que no! Esta mañana pasó 20
minutos en la ducha y se cambió de ropa seis veces – replicó
Nemugasa con evidente molestia – Hasta
se puso de esa loción que tanto me gusta –
- ¿Cómo lo sabes?, pensé que seguías
molesto con él – Okino volteó a ver a su amigo con un poco de
suspicacia.
- Pues si, pero… ayer me pidió ayuda con
un trabajo y al terminar… nosotros… dormimos juntos –
confesó Nemu avergonzado.
- ¡Ha, ha, ha! Nemu-chin siempre cae en
los juegos de Maya-kun – el pequeño castaño soltó una gran
carcajada.
- Es que… pensé que cambiaria de opinión
–
la tristeza era más que evidente en el lindo megane.
- ¡Oh Nemu-chin lo siento tanto!, no era
mi intención reírme – Okino abrazó rápidamente a su amigo.
Pero
del otro lado la explanada, el ambiente era totalmente diferente. El rumor de
que el encargado del Kissing Booth sería nada más y nada menos que el
reconocido modelo Maya Hideyuki se expandió rápidamente por todos lados,
logrando así que una estampida de mujeres conocedoras de su trabajo se dieran
cita en el veraniego evento.
El
pequeño puesto de madera que estaba adornado con frescos ramilletes de mini
rosas blancas y globos metálicos rojos en forma de corazón, además de un gran
letrero en forma de labios que lanzaba papelitos multicolor cada 15 minutos,
estaba lleno de las agudas y sonoras risas de un gran número de chicas que se
amontonaban y empujaban por llegar al frente del stand y ser la primera en
probar los labios del modelo.
- ¡Maya-kun eres tan apuesto! –
- ¡Y tú cuerpo es perfecto! –
- ¡Tengo tu nueva fragancia! –
- ¡Yo vi tú nuevo anuncio! –
- Chicas por favor, no hace falta tanta
adulación, todas recibirán su beso – dijo el apuesto chico que
estaba de pie tras el mostrador del stand con una enorme, perfecta y
deslumbrante sonrisa.
Definitivamente
el chico era un sueño; de rostro varonil y finas facciones, alto, bronceado y
dueño de un increíble torso, bien conocido por todas las presentes, pero que
hoy estaba cubierto por una playera negra de cuello en “V” que permitía
apreciar un poco de sus definidos pectorales. Y sus torneadas piernas estaban
envueltas en unos vaqueros de color oscuro que se ajustaban de manera especial
en su delicioso trasero.
- ¡Aaah! – un
ensordecedor grito fue la respuesta que recibió.
- Hideyuki, no tienes vergüenza ni
consideración – fue el comentario de otro lindo chico que se
acercaba al repleto stand.
- Deja de molestar Akira –
Maya ignoró por completo la severa mirada que le daba el recién llegado.
- ¡Dejaste a tu novio abandonado en casa
de Naoya-san! – continuaba Akira con su reclamo.
- Tenia que estar aquí a primera hora –
contestó el chico con indiferencia.
- ¡Él también! Está en el puesto de
enfrente por si lo olvidaste – dijo Akira apuntando al
lugar donde estaba Nemu.
- ¿En serio? –
Maya lanzó una furtiva mirada a través de la multitud y posándola en el pequeño
megane que también lo observaba desde lejos.
Suficiente
tenia Maya con la culpa que sentía cada vez que volteaba a dar un vistazo a
aquel stand de dulces bocadillos y ver el triste semblante que su pequeño y
lindo novio tenia, como para que Akira viniera a recordárselo.
- Eres totalmente inmaduro y un completo
idiota – bufó molesto el atractivo platinado antes de darse media
vuelta y marcharse.
- ¿Y eso a que viene? –
comento el chico que estaba sentado justo al lado de Maya y que había observado
en silencio la pequeña disputa.
- No es nada, Akira tomando partido en
un asunto que no le corresponde – el de cabello negro le
restaba importancia a lo sucedido.
- ¿Y cual es ese “asunto”? –
Ruka de verdad parecía interesado en conocer la historia completa.
- Ugh, por Dios… es demasiado estúpido,
así que solo olvídalo – Maya estaba decido a dejarlo de lado,
pero su amigo no.
- Vamos déjame escucharlo y yo decido si
es estúpido o no – continuó Ruka presionándolo.
- De acuerdo, escucha: – el
pelinegro se sentó junto a su amigo y comenzó a hablar.
“El profesor Samada era el encargado de
la asignación de labores y puestos para el festival, por lo que me pidió que me
encargara del Kissing Booth.
Yo la verdad no estaba para nada
interesado en hacerlo, así que me dijo que lo pensara y luego le diera mi
respuesta.
Era obvio que le iba a decir que no,
pero entonces Nemugasa se enteró y vino todo molesto a ordenarme que no tomara
el puesto,
que como era posible que aceptara besar
a miles de mujeres.
Yo por supuesto le expliqué la situación,
pero aun así continuó con su arranque de ira y dijo que no me daría permiso de
hacerlo, así que yo también me molesté y terminé por decirle que era un tonto
por sentir celos de un montón de chicas que tenían que pagar por recibir un
insignificante beso, que me importaba un carajo si le gustaba o no y que tomaría
el trabajo”
- Me dejó de hablar toda la semana,
claro hasta ayer que logré llevarlo conmigo a casa de Naoya-san –
terminó Maya su relato con una ladina sonrisa.
- ¡Ha, ha, ha! –
Ruka estalló en risas – Pues si tienes
razón, es bastante estúpido –
- Te lo dije – dijo
Maya alzando lo hombros.
- Después de todo, ¿Por qué le molestaría
a Nemugasa ver a su novio besar a toda la población femenil del campus y sus
alrededores? – respondió Ruka con ironía.
- ¡Oh vamos Ruka-san! ¿No me digas que
tú también te vas a poner del lado de Nemugasa? –
replicó Maya.
- ¿A ti no te molestaría ver a Nemugasa
besando a un montón de chicas? – preguntó el mayor.
- ¿Nemugasa? ¿Besando chicas? ¡Si claro!
–
Maya comenzó a reír ante la idea que su amigo planteaba.
- Tienes razón –
dijo Ruka escondiendo una sonrisa – voy
por algo de comida, ahora vuelvo – se levantó de su silla para luego caminar
directamente al puesto de enfrente, dejando a Maya para que siguiera con su
labor.
(…)
- Buenas tardes Okino-kun, Nemugasa –
saludó el mayor al par de chicos.
- ¡Bienvenido Ruka-san! –
saludó efusivamente Okino al recién llegado.
- Buenas tardes Ruka-san – no
así el lindo megane.
- ¿Qué sucede Nemugasa?, no te ves muy
bien – el mayor notó que el pequeño chico estaba bastante
afectado por lo que sucedía justo frente a sus narices.
- ¿Que no es obvio? – intervino
Akira que también iba llegando.
- Lo siento mucho Nemugasa, después de
todo fue sugerencia mía que Maya tomara ese puesto – se
disculpó Ruka.
- ¡¿Qué?! –
exclamaron Akira y Okino al mismo tiempo.
- Veras, hace un par de semanas me
encontré con Samada-san en el café donde trabaja Maya. Me dijo que buscaba a
alguien que se hiciera cargo del Kissing Booth, pero que la mayoría de los
chicos que pedían el puesto eran… “inadecuados” y que si sabia de alguien que
estuviera interesado se lo hiciera saber. En ese momento un grupo de ruidosas
chicas de colegio estaban hablando con Hideyuki y como Samada-san se veía
bastante desesperado simplemente se me salió decirle que Maya podría hacerlo –
explicaba el esbelto chico – si tienes
que culpar a alguien, creo que debería ser a mi Nemugasa, después de todo fue
mi idea – concluyó el pelirrojo.
- Pues que “ideota” –
dijo Akira con evidente sarcasmo.
- No es su culpa Ruka-san, fueron mis
celos los que orillaron a Maya a hacer lo que hizo – respondió
el megane con una forzada sonrisa.
- Deja de justificarlo Nemugasa, cualquier
persona normal habría reaccionado de la misma forma que tú –
bufó Akira molesto.
- ¡Oh si Nemu-chin! Si yo viera a
Kutani-kun besando a una chica me pondría muy celoso –
dijo Okino, moviendo su cabeza de manera afirmativa.
- En eso tienes razón mí querido Okino,
en este mundo no hay sentimiento más humano como lo son los celos –
afirmó Ruka – y si me lo permites
Nemugasa, voy a limpiar mi falta – sacó el móvil de su chaqueta y se
dispuso a hacer una llamada.
- ¿A que se refiere Ruka-san? –
preguntó Nemu confundido.
- Espera y verás – dijo
sonriente.
(…)
Entre
beso y beso, Maya lanzaba furtivas miradas a la extraña reunión que se llevaba
a cabo a escasos metros de él; demasiado apartado para escuchar lo que decían,
pero no lo suficiente como para no notar sus reacciones. Okino sonreía
emocionado, Akira lucía por demás satisfecho con lo que Ruka hablaba y Nemugasa
estaba… ¿asustado o confundido?
Decidió
ignorar lo que pasaba, después de todo, el grupo de mujeres reunido a su
alrededor clamaban por su total atención a lo cual no pudo negarse.
Cerca
de una hora después, un enorme grupo de chicos comenzó a hacer fila justo al
lado de la línea que estaba frente a Maya, esto alertó al chico que pensó que
se trataba de los novios de algunas de las chicas que venían a hacer algún tipo
de reclamo, pero al ver al profesor Samada acercarse a él, se tranquilizó.
- Vaya, vaya Hideyuki, has logrado
atraer a un gran número de participantes – comentó el hombre.
- No es gran cosa profesor, solo se corrió
la voz y las chicas hicieron el resto – respondió satisfecho – aunque si tengo una duda, ¿Qué hacen todos
estos tipos aquí? – Maya apuntaba a la ya numerosa fila de jóvenes varones.
- ¿Ellos? Bueno, también vienen por el
servicio – el mayor habló con una sonrisa en los labios.
- ¡¿Qué?! –
dijo Maya en un grito.
- Tranquilízate Hideyuki, tú no serás el
encargado de esa labor – el mayor soltó una sonora carcajada – tú amigo Ruka consiguió a alguien mas que
está bastante dispuesto para el trabajo –
- Permiso… permiso… – Okino
empujaba a una que otra chica en su camino al frente del stand.
- ¡¡Ha, ha, ha!! ¿Eres tú Okino? – preguntó
Maya tratando de ocultar su risa.
- ¡Claro que no! – Respondió
molesto el castaño luego de mostrarle su lengua al chico que seguía riéndose – yo solo quería un buen lugar para ver los
fuegos artificiales –
- ¿Cuáles fuegos artificiales? – preguntó
Maya confundido y su respuesta llegó pronto.
- ¡¿Pero que…?! –
apenas si logró articular palabra luego de ver llegar a Nemugasa.
A
pesar de la timidez que su rostro mostraba, Nemugasa definitivamente lucía
sexy. Usaba un ajustado pantalón caqui de corte recto que le llegaba a los
tobillos dejándolos al descubierto, unas zapatillas deportivas blancas que
contrastaban perfecto con la fina camisa lila a botones que se ceñía suavemente
sobre el cuerpo del castaño. Su cabello lucía diferente, parecía tener algo de
volumen y lo que mas le sorprendió al pelinegro fue que su megane no llevara
lentes.
- Hideyuki, te presento al otro
encargado, Nemugasa Takashi –
Maya
palideció por completo, no podía creer lo que acababa de escuchar, ¡¡SU NOVIO
estaba a apunto de besuquearse con un montón de sucios y lascivos
universitarios!!
La
presencia del ahora “exmegane”, despertó el interés no solo de los chicos, sino
de algunas de la chicas que murmuraban entre ellas si podrían cambiar a Maya
por el misterioso recién llegado, situación que empezaba a molestar al modelo.
- ¡¡No, no, no, Samada Sensei, no puede
permitir eso!! – el chico sujetaba al profesor por el brazo
con fuerza.
- Vamos Hideyuki, no seas envidioso,
mejor enséñale a Takashi-kun como complacer a los clientes – el
profesor le guiño el ojo y luego de liberarse del agarre del chico, se fue
rápidamente.
- Tenias razón Okino, los fuegos
artificiales se ven mejor de cerca – Akira ya se había apostado
al frente de la fila, esbozando una burlona sonrisa.
- Todo esto fue idea tuya ¿verdad Akira?
–
Maya estaba que echaba chispas, la vena en su frente parecía que estallaría en
cualquier momento.
- Por supuesto que no, además ¿que
ganaría yo con hacerte enojar? – respondió Akira con
sarcasmo.
- ¡¡Ah como sea!! Hagan lo que quieran –
Maya lanzó una mirada asesina a Nemugasa y este a su vez una suplicante al
orquestador de todo este embrollo y que venia caminado directo a ellos.
- Muy bien Nemugasa-kun, aquí tengo
pagados tus primeros diez besos – dijo Ruka con la tira de
boletos en su mano.
- ¡¿Ruka-san que crees que haces?! –
Maya no daba crédito a lo que su dizque “amigo” acababa de decir.
- Bueno, Maya siempre presume lo suaves
y deliciosos que son los labios de Nemugasa-kun y la verdad es que siempre me
sentí tentado a probarlos… diez veces – dijo el mayor retando a
Maya con la mirada y haciendo énfasis en sus últimas palabras.
En
ese momento, para Maya todo se movía en cámara lenta, Ruka entregándole a Nemugasa
la tira de boletos y éste cerrando los ojos accediendo a ser besado fácilmente,
pero antes de que Ruka pudiera siquiera rozar los labios de su lindo novio, lo
apartó de su camino.
- ¡Suficiente! El kissing booth se
cierra – Maya empujó a Ruka lejos de Nemugasa, lo tomó de la mano
y salio como alma que lleva el diablo en dirección de los edificios del
plantel.
Ambos
chicos corrían rápidamente por pasillos y escaleras hasta que se detuvieron en
uno de los laboratorios del edificio de medicina.
Nemugasa
entró primero, seguido de Maya que deslizó la puerta con fuerza hasta azotarla.
- ¡Estas loco, estabas a punto de besar
a otro tipo! – las palabras de Maya salían atropelladas y
algo entrecortadas, un poco por la agitación de la carrera y otro poco por el enorme
enojo que estaba experimentando.
- ¡Ha, ha, ha! – la
falta de aire también impedía que Nemugasa riera libremente.
- ¿Crees que es gracioso? –
preguntó Maya molesto. La sola idea de que, no solo los chicos sino también las
chicas, llegaran a tocar a su lindo novio le martillaba la cabeza. Sentía una
furia inmensa y que Nemugasa riera en vez de darle una explicación lo exaltaba más.
- No, creo que es lindo que Maya también
sienta celos – respondió Nemu mostrando una tímida sonrisa
y un gran sonrojo.
Maya
se babeaba por la tierna imagen que su chico le mostraba, así que simplemente
se lanzó al ataque.
- Vas a pagar por esto –
Maya tomó a Nemugasa en brazos y lo sentó sobre una de las mesas.
Se
metió entre sus piernas y comenzó a besarlo apasionadamente, rozando con fuerza
su lengua contra la del megane hasta que éste se alejó en busca de aire.
- Maya… aquí no… – el
pequeño castaño respiraba agitado y trató en vano de bajarse de la mesa.
- A donde crees que vas, esto no ha terminado
–
Maya relamió sus labios y nuevamente se fue sobre Nemu.
Lo
recostó sobre la mesa y comenzó a desvestirlo; uno a uno fue soltando cada botón
de la camisa que el megane usaba hasta dejar su pecho al descubierto, pasó su
lengua por sus rosados pezones, succionando y lamiendo sobre ellos hasta
dejarlos erectos y completamente rojos.
- Basta… –
Nemu se negaba a ceder a las sensaciones que su chico despertaba en su cuerpo.
El
de cabello negro continuaba con sus caricias y mientras besaba el abdomen del
megane, sus manos se ocupaban de desabrochar el pantalón de Nemugasa, al
lograrlo de un fuerte tirón lo sacó de su sitio.
El
brusco movimiento hizo que el sonrojado chico cerrara sus piernas con fuerza,
atrapando la cabeza de Maya entre ellas.
- ¡Oh! Así que Nemugasa quiere que ponga
atención en esta área – una pícara sonrisa se formó en sus
labios y con sus dientes, Maya mordisqueaba el semi-erecto pene de su chico por
encima de sus blancos interiores.
La
atención recibida hizo que Nemugasa se relajara y abriera sus piernas,
permitiendo a su novio tener un mejor acceso a su entrepierna.
- Ah… Maya… –
Nemu flexionó sus piernas colocándolas sobre el borde de la mesa y acercando
más su sexo a los labios del mayor.
Éste
metió sus dedos en la ropa interior de Nemu buscando su entrada y al
encontrarla, con el dedo anular y medio comenzó a hacer círculos alrededor de
ésta, pulsando de manera firme hasta sentirla palpitar, para luego
introducirlos lentamente y comenzar a penetrarlo, acción que sacaba profundos
gemidos del castaño.
- Maya… –
Nemugasa lo llamaba mientras agitaba rítmicamente su cadera tratando de auto
complacerse con los largos dedos de su novio, que jugaban lento… muy lento
dentro de su húmeda cavidad.
- ¿Si?
– fue su respuesta, Maya se divertía con la evidente necesidad que iba
creciendo en el megane.
- Quiero mas… – el
megane comenzó a jugar con sus pezones mientras su respiración se volvía
errante, estaba llegando a su límite.
- ¿Mas que? –
preguntó el mayor mientras seguía con su tortuoso y lento jugueteo en el
interior del castaño, cuya entrada se contraía con cada toque, parecía pedir
ser llenada por completo.
- De ti… – Nemugasa
lo miró fijamente a los ojos mientras mordía su labio inferior.
Maya
sintió un escalofrío recorrer su espina, rápidamente sacó sus dedos del
interior del castaño, causándole un leve espasmo.
- Ahh… –
Nemu dejó escapar un suave gemido, cosa que volvió loco a Maya.
Con
desesperación le sacó la ropa interior al megane, para luego desabrochar su
pantalón y bajar su bóxer liberando así la poderosa erección que éste mantenía
prisionera.
- Tú lo pediste –
tomó por las caderas a Nemugasa y arremetió con fuerza sobre su entrada.
Estrecho
y tibio, así lo recibía ese pequeño orificio que era su perdición.
- ¡Ahh! –
Nemugasa arqueó su espalda luego de esa primera estocada, por lo que Maya
deslizó sus manos por detrás y acercó al megane a su cuerpo.
Nemugasa
lo abrazó con brazos y piernas, permitiendo a Maya iniciar una seguidilla de penetraciones
con facilidad; el pequeño chico comenzó un concierto de gemidos y jadeos sobre
la oreja de su novio, logrando que la excitación de éste aumentara.
Maya
se apoyó con firmeza sobre la mesa y aumentó la fuerza de sus penetraciones,
mientras el castaño clavaba las uñas en la espalda de su novio.
- ¡Ah, ah, ha! – la
entrada de Nemugasa comenzaba a estrecharse, su orgasmo era inminente.
El
pelinegro empujaba con frenesí sobre el lindo chico debajo de él, amaba hacerlo
acabar y cada penetración los acercaba al máximo placer.
El
mayor lo sintió venir, las paredes internas de Nemugasa se ajustaban con fuerza
sobre su miembro, apretándolo deliciosamente, éste logró asestar un par de
embestidas mas permitiendo así que ambos se corrieran al mismo tiempo.
- ¡Ngh! –
- ¡¡Maya!! –
(,,,)
Pasaron
unos minutos en silencio, trataban de acompasar sus respiraciones cuando una
suave brisa entró por una de las ventanas refrescando así sus húmedos cuerpos
lo que provocó que Nemugasa se estremeciera un poco, entonces el mayor atrapó al
megane entre sus brazos.
- Lo siento cuatro ojos –
dijo Maya en susurro – además, no besé a
ninguna chica en los labios, ellas… besaron mis mejillas –
El
pequeño megane quedó bastante sorprendido por lo dicho por su novio, agradecía
que éste no viera cuan rojo se puso su rostro.
- Oye, ¿tanto así te gustó la disculpa?
–
Maya soltó una pequeña risa luego de sentir un leve “apretón” en su amigo.
- Pues no digas ese tipo de cosas cuando
aún estás dentro de mi – Nemugasa se escondió en el cómodo
abrazo en el que lo mantenía el pelinegro.
(…)
Luego
del íntimo momento compartido, Nemugasa buscó sus prendas y comenzó a vestirse
nuevamente.
- Tengo hambre –
dijo Maya mientras terminaba de acomodar su propia ropa – vamos a casa –
- Aquí hay stands de comida en exceso
¿Por qué no escoges uno y almorzamos? – respondió Nemugasa, que
aprovechó para refrescarse en uno de los lavabos del laboratorio.
- No, ya tuve mi comida – el lascivo chico se acercó por detrás
del castaño apoyando su nuevamente duro miembro sobre su culo – ahora quiero el postre –
- M… Maya… – Nemu se sonrojó de pies a
cabeza.
- Vamos megane-kun… – el
pelinegro se inclinó y depositó un suave beso en los rosados labios de su novio
– y no te preocupes nunca mas, que esta
boca te pertenecerá solo a ti… siempre –.
Woww, me gusto mucho, muy fresco y divertido. Y la escenita del laboratorio muy sexy y lujuriosa. Gracias por escribirlo. Nos vemos.
ResponderEliminarGrisel
Hermoso como siempre. aunque casi no conozco a la mayoría de los personajes, o más bien no recuerdo sus rostros me divertí al leerlo n.n
ResponderEliminarLa escena de sexo como debe ser, bien caliente !! Exquisito nena. Sigue así.
NI HAO!
ResponderEliminar¿Pero que tenemos aquí? Un carnaval universitario, jujuju me encanta, es el mejor escenario para una representación de celos, discusiones y un final feliz... aplausos 👏👏👏
Me encantó el lemon, escogiendo como escenario un laboratorio de Ciencias... que sexy, te saliste de lo convencional como un salón de Clases o un gimnasio, le diste la cantidad suficiente jajaja jajaja estuvo muy rikolino... que necesité de una Coca-Cola.
Muchas gracias, por compartir esta linda historia; ya estás agarrando cayo... y me gustaría volver a leerte en el evento de Halloween. Un abrazo y seguimos en contacto.
SALUDOS
Hay tantas cosas que debo decir sobre el fic pero todas y cada una de ellas se resumen en dos, perfecto y magnífico.
ResponderEliminarTodo en si me encantó, la trama y la narración del lemon hizo volar mi imaginación al punto de sentirme presente en cada escenario.
Gracias por compartirlo 😘.
Un one-shot divertido y caliente como deben de ser XD
ResponderEliminarSabes que me gustan tus historias por que son frescas, joviales y siempre me sacan una sonrisa, aunque en esta ocasión también me hicieron beber mi coca-cola XD
Gracias por participar y por regalarnos una historia de está pareja, que sabes que amo :)
Espero leerte de nuevo en Halloween.
Cuídate mucho, see you :)