By Keyla
— ¡Hace mucho calor Ryuichi! —El hombre se quejo con su marido.
—Será porqué estamos en una playa —Asami contesto sarcástico.
—Odio sudar, mira mi camisa está toda mojada —El hombre estiro su camisa
de la parte de enfrente enseñándole a su marido lo húmeda que esta se veía e
ignorando su comentario.
—Estamos por llegar al hotel, allí podrás cambiarte… y espero que así
dejes de quejarte —lo último lo murmuró de manera que solo él lo escucho.
—Ryuichi tengo sed —el hombre de cabellera negra, larga y que ahora se
removía rápidamente debido al aire que entraba violentamente por la ventanilla
abierta de la camioneta en la que viajaban, se volvió a quejar.
— ¡Fei Long! Ya me tienes harto —Asami ya exasperado de aguantar las
continuas quejas de su marido le grito.
— ¡Eres un imbécil! —Fei Long le contesto dolido por el reclamo de su
marido.
Asami se quedo callado unos segundos, paso la mano por su frente para
después alisar su cabello perfectamente bien peinado, dejo escapar un suspiro y
por fin hablo:
—Lo siento —dijo más calmado —lamento haberte gritado… el calor me pone
de muy mal humor —su voz mostraba el cansancio del viaje.
—Yo también lamento haberte ofendido —Fei Long se disculpo amablemente.
Antes de que alguno de los dos agregara algo más, la camioneta se detuvo
y la puerta se abrió.
—Hemos llegado señores —Kirishima espera a que los caballeros bajen.
Fei Long es el primero en salir, seguido de Asami. Kirishima se encarga
de revisar las reservaciones y de recibir las tarjetas. Para después guiar al
nuevo matrimonio a la habitación presidencial.
Los recién casados entraron a la gran habitación y tras mandar a sus
empleados a desempacar, Fei Long se metió directo al baño a tomar una ducha
para refrescarse; Asami por su parte salió a la terraza a disfrutar de la
magnífica mirada que les brindaba el hotel. Se sentó, saco su cajetilla de
cigarros, lentamente saco uno, lo encendió y mientras fumaba dejo que su mirada
se perdiera en el profundo azul del mar.
Asami no había deseado esa boda, nunca la había querido pero no podía
negarse; él era el alfa heredero de la familia Asami y su deber aparte de
hacerse cargo de todo el consorcio era casarse con el alfa heredero de la
familia Liu, o sea Fei Long y de esta manera mantener a la familia como una de
las de mayor prestigió en Japón.
Conocía a su esposo desde pequeño y sabía perfectamente que era un chico
mimado y berrinchudo, acostumbrado hacer su santa voluntad, y aún así, lo
seguía exasperando.
¿Cómo lo toleraría?
Se preguntaba, el hombre que ya iba con su segundo cigarro.
—Ryuichi vamos a la playa —Fei Long vestía solo unas bermudas color
blanco y su toalla al hombro.
Asami se volvió para verlo y sin más que decir apago su cigarro.
—Dame un momento —Asami fue a la habitación y se cambio.
Al salir de la habitación Fei Long lo miro de arriba abajo,
definitivamente su marido era muy guapo, eso lo hacía sentirse muy bien.
Durante toda su juventud Fei Long admiro a su marido sin creer que
realmente algún día sería suyo, es verdad que estaban comprometidos pero
siempre cabía la posibilidad de que se negara, así que se la pasaba pensando
que todo hombre o mujer que se le acercaba eran un peligro. Y ahora después de
tanto tiempo, por fin podía disfrutar de ese hombre y gritarle al mundo entero
que Asami Ryuichi era suyo.
—Asami ¿nos vamos? —Fei Long se acerco a su marido puso su mano sobre la
de él y entremetió sus dedos con los suyos, para después sonreírle.
—Sí vamos —Asami lo miro curioso.
Salieron del hotel bajaron por las escalerillas que los conducían a la
playa y fueron directo al mar.
— ¿Entraras? —Fei Long le pregunto, mirando el mar.
—No me apetece, creo que por hoy solo te admirare —Asami le sonrío y Fei
Long asintió.
—Ok, si cambias de opinión te estaré esperando —Fei Long aventó su
toalla sobre su marido.
—No te preocupes por mí, solo ve y diviértete —Asami le dijo antes de
poner la toalla de Fei Long sobre la arena para después tumbarse en ella a
tomar el sol.
El hombre se recostó y antes de darse cuenta ya estaba durmiendo. Al
despertar miro que no se había quemado con tanto sol gracias a una sombrilla
que lo cubría casi por completo.
Al parecer su fiel mayordomo lo había cubierto e incluso le había dejado
una bebida fría a la mano.
—Kirishima siempre tan atento —murmuro y después miro el mar y buscó
entre las personas, que en ella nadaban, a su marido.
Después de unos minutos por fin lo vio a lo lejos nadando cerca de otra
persona…
— ¿Quién será? —miro con más insistencia y noto que la otra persona era
una chica.
Eso es normal, su marido era muy hermoso. Antes cuando tenía que
presentar a su prometido a otras personas, regularmente los dejaba sin habla
por unos segundos para después sonrojarse al saludarlo.
Fei Long siempre le pareció una linda flor para mostrar, aunque
tristemente nunca le fue suficientemente especial como para conquistar su
corazón.
—Aunque eso no importa, cómo dice papá: el amor no lo es todo, la
posición sí.
Y con Fei Long a su lado, su posición estaba asegurada.
El matrimonio Asami paso sus primeros diez días de luna de miel de
manera muy movida, gracias a que Fei Long no se quedaba quieto. Asami ya estaba
un poco aburrido y deseaba regresar a Japón para trabajar y alejarse de su
marido o sentía que en cualquier momento terminaría ahogándolo en el mar.
—Asami, quiero cenar langosta —Fei Long se sentó en las piernas de su
marido mientras este escribía un informe en su laptop.
—Fei Long, por favor —Asami miro a su marido exasperado por su
comportamiento.
—Hazme caso —Fei Long tomo la cara de su marido e hizo que éste lo
mirara —. Quiero ir a cenar —Asami lo miro muy molesto y estuvo a punto de
tirarlo.
—Aún no termino y esto es importante —Asami le contesto conteniendo su
molestia.
—Señor Fei Long puedo pedir al hotel que le traigan lo que usted desea o
puedo mandar a alguien para que se lo consigan —Kirishima le ofreció al
demandante marido, y esperaba que de esta manera dejara a su señor seguir
trabajando.
—No gracias —contesto molesto —. ¡Es mi luna de miel y creo que merezco
que mi marido me haga caso! —Fei Long se paro molesto — ¡Estúpido Ryuichi!
Fei Long tomo su cartera y celular para después salir de la habitación
azotando la puerta de manera escandalosa.
—Voy por él —Kirishima se ofreció.
—Déjalo que vaya a buscar su langosta, ya regresará —Asami contesto
aburrido de aguantar su comportamiento.
—No creo que sea buena idea dejarlo ir solo.
—Está bien acompáñalo —Asami le ordeno a su fiel sirviente, él cual
salió apresurado.
Después de casi una hora Asami termino su trabajo y cuando apago la
computadora se percato de que aún no regresaba su lindo marido.
Tras revisar su celular noto que su sirviente le había mandado un
mensaje diciéndole donde se encontraba Fei Long cenando.
Era un restaurante lujoso y sabía perfectamente donde estaba así que
decidió ir a recoger a su marido, después de disculpase con él regresarían a su
habitación y tendrían una noche de apasionado sexo.
Asami salió y uno de sus guardaespaldas lo siguió. Al llegar al
estacionamiento declino usar el auto y prefirió irse caminando.
Mientras caminaba lentamente frente a un pequeño bar, un extraño aroma
lo atrajo. Se detuvo y aunque por un momento pensó en ignorarlo y seguir su
camino, el aroma repentinamente se hizo más fuerte.
Este aroma dulce empezó a impedirle pensar coherentemente, era como si
de repente su cerebro hubiera perdido el control de su cuerpo, para cuando noto
esto, Asami ya estaba dentro del bar sentado frente a la barra, pidiendo un
whiskie y buscando el origen de ese embriagador aroma.
La mirada de Asami se movía ansiosamente por todo el lugar, repasando
una a una las personas presentes. Después de hacer una segunda revisión noto a
un chico, que caminaba hacía un grupo de personas que bebían alegremente, al
parecer venía del baño y se veía algo nervioso. En cuanto vio al chico sintió
como su cuerpo entraba en un estado de excitación pero de manera muy exagerada,
nunca había sentido nada comparado y digamos que Asami no era el tipo de hombre
que practicaba la abstinencia, así que estas nuevas sensaciones lo estaban
sorprendiendo.
— ¿Qué me está pasando? —Fue lo único que atino decir.
El chico se reía con sus compañeros sin embargo su expresión le pareció
falsa, algo lo estaba incomodando y Asami supo que era… aquel chico era un
omega, solo así podría explicarse el aroma que desprendía su cuerpo, y no solo
eso, sino que estaba entrando en celo.
El chico bebió de un solo trago su bebida, saco su cartera dejo algunos
billetes en la mesa y salió del bar, al parecer sus amigos se molestaron por
eso, pero no hicieron nada por detenerlo. Tal vez al ser betas y estar medio
borrachos no notaron el problema de su amigo. Sin embargo Asami si que notaba
lo que le estaba ocurriendo a ese joven y rubio omega, y no solo eso, si no que
deseaba acercarse a él y ayudarlo con su problema.
—Claro que no —se reprendió así mismo logrando atraer la atención del
barman, quién lo miro extraño.
—Ese omega podría ser atacado… pobre chico —El barman comento, al
parecer él también había notado el estado en que se encontraba aquel rubio.
Asami imagino al chico siendo atacado en un oscuro callejón, siendo
violado por algún alfa descontrolado. En su mente recreo el momento justo en
que algún hombre despojaba de su ropa al chico, mientras este lloraba y
suplicaba por no ser tomado… aunque su cuerpo pidiera lo contrario. Ese era el
destino de los omegas descuidados. Su mente le regalo una imagen bastante fiel
del rostro lloroso del chico —un gruñido salió de su boca— y sin pensarlo más
se pudo de pie, pago y salió del bar.
De alguna manera pensar en que el chico podría ser tomado por otro lo
ponía furioso, nadie tenía derecho a tocar a ese chico y mucho menos hacerlo
llorar, solo… él.
— ¡Maldición! ¿En qué estoy pensando? —se dijo antes de empezar a buscar
el rastro del aroma del chico.
“Estoy casado” pensó. Pero la imagen de ese chico y ese aroma ¡Por dios!
no podía ignorarlos.
Asami camino rápido siguiendo el casi imperceptible aroma del omega.
Después de algunos minutos más encontró por fin al que le había alborotado la
cabeza.
Sonrió maliciosamente al verlo caminar lentamente, por un momento pensó
que se había pasado de copas, pues se tambaleaba al caminar. Asami apresuro el
paso para alcanzarlo y por fin lo tuvo a solo unos centímetros.
— ¡No sigas! —El chico gritó, sorprendiendo a su perseguidor.
— ¿Qué? —Asami contesto sorprendido por la voz temblorosa del chico.
—Por favor vete. No te me acerques, ¡solo lárgate! —El rubio parecía
desesperado.
Asami estaba de pie mirando como el cuerpo de ese chico temblaba
incontrolablemente.
—No —contesto secamente y dio los pocos pasos que le faltaban para estar
al lado del chico —No te voy a dejar escapar.
—Por favor —suplico, ya sin fuerzas, y sin más se dejo caer de rodillas,
sus manos apretaron su abdomen bajo y agacho la cabeza, escondiéndola.
La noche era cálida y el viento que soplaba era débil, húmedo y tibio.
Asami vio el cabello rubio, ahora oscurecido por la noche, removerse por el
viento y con gran fascinación lo miro destellar, como si de hilos de oro se
trataran, por la luz del alumbrado.
Asami se agacho y paso su mano bajo el mentón del chico obligándolo a
verlo. La mirada de éste fue el empujón que le faltaba para actuar. Debería ser
ilegal lucir así.
El chico estaba sonrojado, sus ojos vidriosos lo veían con el deseo
desbordándose de ellos, sus dientes mordisqueaban su labio inferior, gotas de
sudor recorrían su frente y el temblor de su cuerpo dejaban ver lo indefenso
que estaba.
El alfa que vivía dormido en el cuerpo de Asami despertó, cómo nunca lo
había hecho antes, un gruñido ahogado se escucho y el cuerpo del rubio se
removió ansioso de ser tocado.
—Ya no puedes más —Asami le susurro en el oído, logrando que un débil
gemido escapara de la boca del chico.
Asami sin hablar más, levanto en brazos al chico.
—No por favor —el chico suplico.
—No puedes caminar y ya estas todo mojado —Asami lo dijo y el chico miro
su entrepierna que mostraba la humedad de su erección.
El chico se dio por vencido y dejo que aquel hombre lo llevara en
brazos.
—Mi hotel es ese —señalo con la mano el edificio que estaba a solo unos
metros más.
Si el rubio hubiera caminado más rápido habría podido escapar de aquel
hombre, pues de inmediato se habría puesto su inhibidor del celo, pero él
hubiera no existe, pensó tristemente.
Asami entro al hotel y guiado por el chico, fue hasta su habitación. Las
personas que se cruzaban con ellos se detenían a mirarlos pues percibían el
aroma que el chico desprendía, sin embargo el rostro serió y la mirada fría de
Asami los intimidaba, así que solo seguían su camino.
—Aquí —El rubio detuvo a Asami justo frente a la habitación 231.
Tras abrir la puerta los dos hombres entraron, dejando afuera al
guardaespaldas de Asami, montando guardia en la puerta.
Asami bajo al chico en cuanto estuvieron adentro y sin más preámbulos
empezó a desvestirlo. Conforme menos ropa lo cubría, más fuerte se hacía su
aroma. Ahora la cabeza de Asami estaba llena de ese perfume embriagador, y aun
así deseaba más, quería probarlo, así que acerco sus labios a los del chico que
se mostraba ansioso por ese contacto.
Su aroma no era lo único dulce, sus labios también lo eran, el sabor del
chico era lo más delicioso que había probado antes y que tal vez jamás
probaría.
El beso duro tanto como su deseo de marcarlo. Mientras sus bocas seguían
unidas, sus ropas seguían cayendo, hasta que por fin estuvieron desnudos por
completo.
La oscura habitación continuo así, ni Asami ni el chico se habían tomado
el tiempo para encender las luces, así que siguieron tocándose a la luz de la
Luna, única espectadora esa noche.
Asami masajeaba y chupaba una y otra vez los pezones del chico, los
jadeos de éste se iban haciendo cada vez más fuertes y se volvieron gritos
desesperados cuando Asami metió uno de sus dedos en su entrada ya húmeda.
El chico estaba bañado en sudor y su cuerpo ardía, igual que el de su
acompañante. El chico movía sus caderas sugestivamente.
— ¡Hazlo! ¡Por favor mételo ya! —El rubio apresuro al alfa y éste
contesto metiendo tres dedos y moviéndolos violentamente —. Ahhhhhh
El chico grito y no de dolor.
La lubricada entrada del omega estaba más que lista para recibir el
miembro turgente de Asami y éste estaba más que deseoso de probar el cuerpo de
aquel chico.
Asami levanto el pie del omega y sin más lo penetro. El grito del chico
fue ahogado por un beso. Asami lo penetraba una y otra vez de manera apresurada
y hasta violenta pero es que no podía controlarse, se sentía como un
adolescente en su primera vez, nervioso, ansioso e incluso asustado. A tal
grado llegaba su deseo que no pudo controlarse por más tiempo y se corrió
demasiado rápido para su gusto, mientras que el chico al sentirse lleno de la
esencia de su acompañante también se corrió.
— ¡Carajo! —Asami grito al salirse del cuerpo del rubio —. Aún no estoy
satisfecho —dijo antes de cargar al chico y llevarlo a la cama.
—Asami, quiero más —El rubio le susurro al oído y sintió el
estremecimiento de su acompañante.
— ¿Cómo sabes mi nombre? —Asami no recordaba haberse presentado con el
chico.
—Cualquiera que se digne a llamarse japonés te conoce —El chico le
sonrió orgullosamente — ¿Cómo podría ignorar la existencia del alfa más
codiciado de Japón?
El chico lo vio por un momento fijamente, esperando ver la reacción de
su acompañante, pero este no decía nada solo lo miraba.
—Sé que eres casado —el rubio comento.
—No me importa —contesto serio y la excitación que sus ojos transmitían
dejaba clara su respuesta.
—Lo supuse y, bueno, estoy aquí deseando que me lo hagas de nuevo, así
que supongo que tampoco me importa —el rubio se acerco al rostro de Asami y
beso su mejilla para después besarlo en los labios.
Lo cierto era que los dos hombres estaba a merced de sus instintos y no
de su raciocinio, por eso es que el matrimonio de Asami paso a segundo plano.
El alfa empezó a besarlo con desesperación, el chico aceptaba todas las
atenciones y ansiaba aún más.
—Espera, tú sabes quién soy pero yo no sé ¿quién eres tú? Eso es un poco
injusto —. Asami detuvo las caricias para verlo fijamente y esperar su
respuesta.
—Soy Akihito —el chico contesto sin decir más.
—Akihito —repitió Asami.
El chico se estremeció al escuchar su nombre pronunciado por Asami.
El alfa vio el sonrojado rostro del chico y comenzó a besarlo de nuevo,
acaricio su piel desesperadamente, así como Akihito besaba y lo tocaba a él.
Asami lo penetro una y otra vez, el chico se corrió más de una vez y el
alfa disfruto de su cuerpo todo lo que pudo. Ya era de madrugada, ¿cuántas
veces lo habían hecho? Ninguno de los dos podría decirlo, simplemente
obedecieron a sus instintos.
— ¡Asami! —Akihito grito al sentirse extasiado por el alfa.
—Vamos Akihito solo un aguanta un poco más —Asami le dijo entre jadeos.
El vaivén siguió por unos segundos más.
— ¡Ahhhh! —Akihito gritó al sentir que se corría —Ya no pude más
—confeso agotado.
Asami le acaricio la cabeza y con un par de penetraciones más pudo
correrse dentro del chico. Su semen invadió el cuerpo del omega, quién se
contrajo y apretó el miembro del alfa para que todo fuera expulsado. Asami vio
al chico respirar con dificulta, su pecho subía y bajaba apresuradamente, las
gotas de sudor recorrían su frente y cuerpo. Todo el parecía temblar de placer.
Mientras lo observaba una extraña sensación de necesidad lo invadió. Vio
el cuello húmedo del omega, y sin pensarlo lo volteo. Sintió que el chico se
resistía un poco pero lo ignoro. Vio la nuca de Akihito sonrojada, Asami deseo
morderla, como si se tratara de una fresca y jugosa manzana roja, él quería
probarla y saborearla y lo iba a hacer.
— ¡No! ¡Por favor no! —Akihito grito y sus manos taparon su nuca — ¡No
lo hagas! —Asami escucho el llanto de Akihito y se quedo paralizado.
¿Por qué lloraba? ¿Por qué aquel chico estaba llorando? Y ¿Por qué le
negaba su premio?
………………………………..
— ¿Así que no lo marcaste? —Su amigo lo miro expectante.
—No, no lo hice. Él me lo suplico y aun que fue muy doloroso reprimir mi
deseo, me contuve y no lo mordí —Asami recordó aquella noche.
—Ya veo, aun que no entiendo ¿por qué no lo hiciste? —El chico a través
de sus gafas le dedico una mirada curiosa.
—Pensé que podría hacerlo en la siguiente noche, después de que habláramos
un poco. Nunca pensé que después de conocer a mi alma gemela la perdería tan
rápido.
—Así que dabas por hecho que el chico se quedaría contigo para siempre
—El amigo sonrió sarcásticamente —nunca pensé que el gran Asami fuera tan
ingenuo.
—Que gracioso Shinji —Asami le contesto molesto —No es ingenuidad es
sentido común, si acabas de conocer a tu alma gemela, lo normal es que te
quedes con ella y no que escapes mientras ella duerme.
Asami recordó lo molesto que estaba al despertar aquella mañana y no ver
a su Akihito a su lado.
—Lo que creó es que tu dichosa alma gemela es más consiente que tú —Shinji
acomodo sus gafas empujándolas del puente que las une, para después mirara
directamente a su amigo —. Estás casado, y tu omega lo sabía. No dejo que lo
marcaras porque no deseaba ser tu amante, él sabía que tú no abandonarías a tu
esposo, así que prefirió disfrutar de tu compañía por una noche a pelear por
ella toda una vida.
— ¡Mierda! —Asami maldijo, pues obviamente ya había pensado en ello.
—Así que solo olvídalo. Disfruta de tu bello marido y olvida que existe
ese omega —Shinji sentencio.
—No es tan simple —contesto molesto —. ¿Sabes el vació que siento?
—Asami no quería sonar sentimental —no puedo hacerlo con Fei Long, ya no más,
recuerdo esa noche y lo que sentí, y lo que mi marido me hace sentir no se le
acerca en lo más mínimo.
—Asami no puedes hacerte esto y mucho menos castigar a tu marido por tu
estúpida aventura.
—Y crees que no lo sé —Asami habla furioso —. Es por eso que lo estoy
buscando.
—No sabes su apellido y aunque lo supieras y lo encontraras. ¿Qué harías
con Fei Long? Solo le dirías que todo se
termino. Él no sé merece eso —Shinji parecía molesto —Sé que eres un cabrón
pero nunca pensé que lo serías con alguien que te ha amado desde hace mucho
tiempo.
—¡Carajo Shinji! Crees que no lo sé —Asami le dolía lo que estaba
ocurriendo.
—Entonces déjate de estupideces y olvídate de ese chico —Shinji miro a
su amigo con lastima.
—Yo…
—Solo ríndete, así como el omega lo hizo —Shinji sabía que Asami debía
de hacer a un lado sus sentimientos y preocuparse por su actual situación, Fei
Long era su esposo y tenía que seguir siéndolo.
Asami lo miro con tristeza y desvió su mirada hacía las nubes blancas
que cubrían el firmamento. El sol se estaba escondiendo y su luz se extinguía, dejándolo
todo en penumbras.
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Oye keyla, no se vale. Aun no terminas Hojas de Otoño y ya nos estas enganchando con otra historia, jajajajaja. Genial. Disfrute el viaje de descubrimiento de la trama y cada instante de la historia. Quiero mas.... Me encanto. Y hablando de eso, cuando leemos OH?
ResponderEliminarMuchas gracias por leerlo y comentarlo.
EliminarMe gust escribir un omegaverse, es el primero y fue divertido. Tendrá otro capítulo? no lo se.
En fin espero que te encuentres muy bien.
cuídate mucho, see you :)
waoooo buenisima trama, que creativa eres. me encantan las historias donde sale mi amorsh...
ResponderEliminarMuchas gracias por tu bello comentario.
EliminarMe alegra que tehaya gustado y espero leerte de nuevo.
Cuídate mucho, see you :)
Me gustó mucho 😀 , lástima que no se quedaron juntos .Gracias por escribir y hacernos pasar el tiempo entretenidos . Pero donde si estarán juntos y castigaran al malvado es en Hojas de otoño 😥😥😥 , porfa actualiza , ya me muero de angustia por Aki y Asami .
ResponderEliminarHola, gracias por leer y comentar.
EliminarEs una pena el final pero no todas las historias tiene Happy end, será un aviso del final de HO... chan chan chan jajajaja
Pronto habrá capítulo nuevo.
Cuídate mucho, see you :)
Me encantó �� aunque quería que quedaran juntos ��
ResponderEliminarGraciaaas!��
Muchas gracias a ti por leer y comentar.
EliminarMe alegra que te haya gustado y espero leerte de nuevo.
Cuídate mucho, see you :)
Noooo por me sigues haciendo esto!! 😭😭 ¿por que haces q lo mas interesante sea de un solo capitulo? Eso no se hace 😭😭 jugar con sentimientos ajenos es pecado😭😭
ResponderEliminarPero aun asi muchas gracias me has vuelto a emosionar (y con deseosa de mas) sigue asi ❤❤❤ caroños parati!!
XO XO 💘
Hola!! Gracias por leer la historia.
EliminarAmo jugar con sus sentimientos, me gusta hacerlas sufrir XD Me alegra que te haya gustado.
Muchas gracias por tus bellos comentarios y espero leerte de nuevo.
Cuídate mucho, see you :)
Belleza de capítulo, excelente trama el lemon quedó delicioso y bien relatado, lastima que solo sea un episodio me hubiese encantado leer más.
ResponderEliminarMuchas gracias 😘😘.
Muchas gracias a ti por leerlo y comentarlo.
EliminarMe alegra que te haya gustado y que lo hayas disfrutado tanto como yo al escribirlo. Espero leerte de nuevo.
Cuídate mucho, see you :)
arrrrggg!!! esto no deberia ser un one-shot, es demasiado y necesito más. Precioso al igual que todas tus historias
ResponderEliminarMuchas gracias por leerlo y comentarlo. Me alegra que te haya gustado y justamente a los comentarios de este tipo decidí hacer una segunda parte y supongo que ese si sería el final. Espero pronto publicarlo y leerte allí.
EliminarCuídate mucho, see you :)
¡HOLA!
ResponderEliminarACABO DE LEER ESTA HERMOSA HISTORIA, Y ME ENCANO, Y OPINO QUE ESTA HISTORIA DEBERÍA CONTINUAR. PIÉNSALO SE RIA UNA GRAN HISTORIA.
Muchas gracias por leerla y comentarla.
EliminarPues varias personas me han hecho saber su deseo de que historia continue, así que decidí hacer un capítulo más, y supongo que ese si sería el último.
Así que espero leerte de nuevo allí.
Cuídate mucho, see you :)
OMFG!! Jamas pensé que Akihito fuera de esos de "cojes y te vas..." 😄😄
ResponderEliminarPero lo entiendo, después de todo su compañero en tan ardiente encuentro fue nada más y nada menos que el super atractivo y guapo heredero Asami Ryuichi.
Una persona que para nada pasa desapercibida y menos con su reciente matrimonio anunciado en todas partes con otro heredero cuya familia es también de renombre: Liu Fei Long.
Esta unión no es más que un negocio hecho para el beneficio de ambas familias; Fei Long lo disfruta, después de todo para él tener las atenciones de un alpha del calibre de Asami es solo un capricho,pero para éste es más penitencia que dicha.
Por eso fue una bendición encontrar a ese pequeño Omega y que justo estuviera en celo fue su recompensa.
Y a pesar de que fue una sesión de sexo caliente, completamente inducido por sus más primitivos instintos, pudo ver que ese lindo rubio es de hecho su alma gemela.
Cupo más la prudencia en Aki y logró evitar que lo marcará pero... ¡¿Y si quedo en cinta?!
Asami lo sigue buscando, pero no debe olvidar que es un hombre casado y un pequeño Omega no es competencia para un Alpha y menos uno con tan poca paciencia como Fei Long.
Jajaja!! Y yo hablando como si fuera a haber una continuación. Como sea me encantó y si en algún momento decides darle más amor a este OS estaría más que agradecida.
Gise amo tus enormes comentarios, muchas gracias por ellos.
EliminarTodos desean que continue está historia y creo que lo haré, aunque solo sea por un capítulo más.
Y por cierto has dado en el clavo con una de tus deducciones, así que tal vez no te sorprenda el próximo capítulo.
Espero leerte en el siguiente capítulo de esta historia, haciendo un minucioso analicis de él, que eso siempre se agradece.
Cuídate mucho y estamos en contacto.