Lo siento.
Tony llevaba toda la
mañana viendo el celular sobre la mesa y la carta a su lado. Esos objetos
habían sido guardados en lo profundo de su caja fuerte y aunque no deseaba
revivir viejos recuerdos, no tenía otra opción que enfrentarlos.
Los pasos ligeros de un
adolescente interrumpieron los tristes pensamientos de Tony, quién de inmediato
lo miro y con un rápido movimiento jalo la carta.
— ¿Qué es eso papá?
—Peter no estaba acostumbrado a que su padre le escondiera cosas.
—Peter creo que
tenemos que hablar —Tony trago saliva e invitó a su hijo a que tomara asiento
frente a él.
Ya llevaba tiempo
pensando que Peter debía saber sobre esa carta, solo que no sabía cómo
decírselo.
—Después de que Steve
se fuera…
—Papá no tienes que
hablar sobre eso, sé que te duele. Y si es sobre Strange, ya te dije que no
tengo problemas en que salgan —. Tony llevaba casi seis meses saliendo con
Stephen Strange.
Banner se lo había
presentado durante una feria de ciencias que Tony había patrocinado y a la cual
fue a inaugurar. Banner estaba conversando con Strange, cuando Tony se acerco y
pues aprovecho para presentarlos.
Tony se vio,
rápidamente, atrapado en una fascinante conversación con el neurocirujano que
solo fue detenida por una llamada de parte de Peter. Sin embargo desde ese día
comenzaron a verse; después de un mes de citas clandestinas Tony le presento a
Peter y aunque el adolescente celaba un poco a su papi no pudo contra el
encanto de Stephen, de tal manera que Peter aprobó la relación de su padre con
el doctor.
Aunque Tony siempre
decía que solo eran amigos, Peter sabía que desde hacía algunos días su
relación era un poco más intima.
—Lo que voy a decirte
no se relaciona con Stephen…
Tony guardo silencio
y miro la carta que mantenía en sus manos.
—Peter, poco después
de que tu padre se fuera llego un paquete a la torre de los vengadores, no
decía de dónde venía, solo la dirección a la que se dirigía. Yo la recibí pues
llegó justo cuando fui a renunciar —. Bajo la mirada e intento pasar saliva,
sin embargo parecía tener la garganta seca —. El paquete venia dirigido a mí y
era de Steve Rogers.
— ¿Qué? —Peter hablo
sorprendido y por un momento sintió que algo dentro de su pecho se rompía.
—En el paquete estaba
esta carta y ese celular —Tony apretó la carta que aun sujetaba y con la cabeza
señalo el celular —. Tu padre envió esto para que lo pudiéramos contactar en
caso de ser necesario.
—Pero tu dijiste que
papá no había intentado contactarnos, que no sabías nada de él, que él nos
había abandonado —Peter empezó a subir el tono de voz hasta casi gritar.
Los ojos de Tony
empezaron a gotear lentamente, hasta convertirse en un continuo fluir de agua
salada.
—Peter yo estaba muy
dolido por todo lo ocurrido, la ausencia de tu padre me nublo la razón…
— ¡Papá me mentiste!
—el rostro de Peter estaba rojo de ira.
Ver a su padre
llorando le dolía, pero saber que le había mentido le dolía más. Peter se puso
de pie.
—Yo pensé que si te
decía… te irías con él —Tony se puso de pie e intento abrazar a su hijo.
— ¡Suéltame! —Peter
se soltó de las manos de Tony.
—Ya había perdido a
tu padre… no soportaría perderte a ti también.
Peter quería seguir
gritando, sacar todo su coraje pero sabía que su padre estaba sufriendo y no
quería decir cosas que después se arrepentiría de haber dicho, así que termino
por dejar a su padre solo en la sala.
Peter se fue directo
a su habitación y Tony no sabía si seguirlo o esperar. Lo único que sabía es
que no quería perder el amor de su querido hijo.
Tras varios minutos
de llanto descontrolado el celular de Tony comenzó a sonar, sin embargo el
millonario lo ignoro hasta que este se quedo en silencio. Pocos minutos después
el teléfono de la casa sonó varias veces hasta que Tony lo desconecto. No
estaba de humor para hablar con alguien.
—Señor, creo que el
Señor Rhodes desea comunicarse con usted —Friday termina por llamar la atención
de Tony.
—No deseo hablar con
nadie —Tony contesta enojado.
—Pero él dice que es
urgente —Friday insiste.
—Está bien contestare
—toma su celular de mala gana y se sienta en el sillón.
— ¿Qué quieres?
—Tony te oyes raro,
¿sucedió algo? —le pregunta preocupado.
—No, todo está bien.
¿Dime qué quieres? Que estoy muy ocupado —Tony le contesta enojado.
—Tony ¿recuerdas al
rey de Wakanda?
—Sí ¿por? —pregunta
intrigado.
Desde la pelea en la
que les ayudo, Tony no había vuelto a hablar con T’Challa.
—Está aquí, en la
torre de los vengadores, y dice que le urge hablar contigo, quiere que vengas
ahora mismo.
—Rhodes, dile que no
puedo ir hoy. Mañana con mucho gusto lo atiendo.
—No Tony, dice que
Peter y tu están en peligro —Rhodes se oye muy preocupado.
— ¿Por qué mi familia
está en peligro? —Tony le pregunta alarmado.
—No lo sé, dijo que
solo hablara contigo y lo dijo muy serio.
—Está bien, voy para
allá —Tony termina aceptando —Te veo pronto.
—Ok.
Tras colgar, Tony
busca su saco se lo pone, toma la carta y el celular de Steve y va a ver a
Peter.
— ¿Peter? —el
millonario pregunta antes de abrir la puerta de la habitación de su hijo.
Peter que esta
acostado en su cama, no contesta.
Tony al no obtener
una respuesta entra.
—Realmente lamente
haberte mentido, nunca fue mi intención lastimarte… hijo te amo —Tony se acerca
a la cama de Peter y deja en una esquina la carta junto con el celular —Esto es
tuyo y puedes hacer lo que quieras con ellos… espero que me perdones.
Tony quiere acercarse
a su pequeño, abrazarlo y tal vez darle un beso en la mejilla… pero Peter se
había alejado de su padre en cuanto este se acerco a la cama, así que pensó que
tal vez debería de darle un poco más de tiempo.
—Tengo que atender un
asunto urgente en la… oficina así que tengo que salir —Tony no había querido
preocupar a su hijo así que prefiere decirle una mentira —cuando regrese espero
que quieras hablar conmigo.
Tony mira la espalda
de su hijo y una lágrima se le escapa de sus ojos hinchados. No tolera más la
actitud de Peter y termina por salir de la habitación.
Mientras
camina hacía su auto, un extraño sentimiento de preocupación lo atormenta. En
cuanto se sube a su deportivo y sale a la calle, decide llamar a Strange.
—Steph ¿estás
ocupado?
—Pues no. Ya que nos
veríamos esta noche me apure a terminar mi trabajo, así que estoy libre
—Strange le contesta contento —. ¿Tony sucede algo? Te oyes raro
Tony sin querer
empieza a llorar de nuevo, así que se orilla y detiene el auto. La carretera
luce tan vacía, Tony mira por el espejo retrovisor y su casa se ha perdido del
panorama.
—Tony ¿qué ocurre? Me
estás preocupando —Strange le pregunta asustado.
—Se lo dije… Le conté
todo a Peter…
— ¿De qué hablas?
—De la carta y el
celular que Steve dejo —Tony le había contado a Strange y éste le había
aconsejado hablar con Peter.
—Entiendo, ¿quieres
que cancelemos lo de hoy?
—Sí. No estoy de
humor para ir al teatro, aunque sí quiero verte —Tony necesitaba ser abrazado
fuertemente mientras le susurraban al oído, “todo saldrá bien”.
—Por supuesto voy
para allá —Tony sabía que Strange podría llegar en segundos.
—Ahora mismo no estoy
en casa. Tengo que ir a ver a una persona a la torre de los vengadores —. Tony
se limpio las lágrimas y encendió el auto de nuevo.
—Entonces te veo allá —Steph entendía que su
pareja necesitaba de su apoyo y deseaba dárselo.
—Eso sería genial
pero preferiría que fueras a mi casa y cuidaras de Peter —Tony se sentía mal
por dejar solo a su hijo —. Tú le agradas a Peter. Tal vez puedas hablar con él
y calmarlo un poco.
—Sí crees que puedo
ser de ayuda, con gusto lo hago —Steph se estaba encariñando con Peter y aunque
sabía perfectamente que nunca sería un padre para él, por lo menos quería ser
su amigo.
El ruido de una
motocicleta empezó a acercarse, sin embargo Tony no le dio importancia.
—Muchas gracias Steph
—De nada cariño.
La moto antes
escuchada se acercaba al auto de Tony.
—Oye Tony… —Strange
no término de hablar pues su amante lo interrumpió.
— ¡¿Tú?! —Tony estaba
sorprendido de ver a ese hombre frente a él.
— ¿Tony que sucede?
—Strange le pregunto preocupado.
— ¿Qué haces aquí?
—Tony no llevaba su traje, de hecho hacía mucho que no lo usaba —. ¿Qué es lo
que quieres?
— ¡¿Tony qué está
sucediendo?! —Strange preguntaba cada vez más alterado.
Strange sólo escucho
algunos ruidos, ¿tal vez golpes? Y tras escuchar el ruido de una moto alejarse,
todo quedo en silencio.
— ¡Tony! ¡Tony!
Strange gritaba pero
no recibía respuesta alguna.
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Espero que les este gustando la historia y que me regalen un comentario.
Los quiero mis lindos distraídos.
See you later :)
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