Mis agitadas vacaciones comienzan.
En nuestro penúltimo semestre de la universidad —Yoh
estudiaba comunicaciones, Shinji leyes, Yoshido y yo literatura— decidimos
hacer un viaje juntos. Yo conocía a Yoh desde que éramos niños y a los demás
los conocí en la preparatoria. Desde que entramos en la universidad queríamos
viajar juntos pero no habíamos podido lograrlo, hasta ese año.
Yoshido y yo habíamos trabajado mucho y ahorrado lo
más posible, ya que no les pediríamos dinero a nuestros padres, ya era
suficiente con que cubrieran la mayoría de nuestros gastos escolares,
alimenticios y de vivienda. En el caso de de Yoh, había conseguido un trabajo
de fotógrafo y con eso ganaba para sus pequeños gastos, sin embargo su viaje
sería cubierto por sus padres, ellos eran reporteros de política y ganaban lo
suficiente para consentir a su único hijo. Mientras que Shinji podría sufrir de
todo menos por dinero. Su padre era dueño de una firma de abogados de gran
prestigió en todo el país y su madre era una reconocida cirujana; ambos padres
era miembros de familias de la alta sociedad, así que no había problemas para
cubrir el capricho de su hijo y en caso de que se negaran, Shinji solo tendría
que chillarle a sus abuelos y ellos con gusto pagarían su viaje. De esta manera
todos cubriríamos nuestro mega viaje.
Nuestros planes eran ir primero a Londres, ya que Yoh
deseaba conocerlo, lo bueno era que no pagaríamos ni hospedaje, ni
alimentación, gracias a los tíos de Shinji que nos alojarían. La segunda parada sería en las playas de
México, Yoshido y yo deseábamos asolearnos en ellas, hasta quedar negros. La última parada sería en las Vegas, Shinji
quería quedar con la cartera rebosante o con los bolsillos sin un centavo.
Todos creemos que la segunda opción es la más probable pero Shinji ha decidido
ignorarnos.
En resumen primero visitaríamos el viejo continente y
al último el nuevo.
La comunicación sería algo complicado por lo que todos
nos pusimos a estudiar desde un año antes. Todos hablábamos inglés, Shinji
hablaba francés igual que yo, tal vez no sería de mucha ayuda pero soñaba con algún
día conocer ese país; Yoshido dijo que aprendió español —solo nos quedaba
confiar en su insípido español— y Yoh había aprendido Alemán, solo que habíamos
descartado esa parada.
De esta manera un día después de haber terminado el
semestre todos estábamos abordando el avión con dirección a Londres.
Llevábamos cinco días en Londres, cuando los tíos de
Shinji llegaron de un viaje de negocios.
Justo esa tarde el tío de mi amigo nos invitó a una fiesta dada por el
embajador, no sabíamos porque era la fiesta pero aceptamos. Fuimos de compras exprés;
y por la noche todos parecíamos hombres de negocios ataviados con finos smokings.
Durante la reunión el tío de Shinji nos presento al
embajador y muchos más políticos, después de tantas presentaciones, logramos
ser libres de vagar por todo el gran salón, lo cual no fue muy divertido, lo
que si disfrutamos fue el champagne.
Al estar sociabilizando con los pocos jóvenes que
había allí, una rubia se me acerco y se colgó de mi brazo.
— ¿Los japoneses saben bailar? —la chica me pregunto,
y me percate de que su cara estaba muy cerca de la mía, solo asentí como
respuesta —. Entonces ¿qué tal si me lo demuestras? —su mano escala de mi codo
hasta mi hombro y su rostro sigue avanzando, ahora puedo sentir su respiración
en mi oreja derecha.
Al dar un rápido vistazo del salón noto que todos
conversan y que nadie baila con la música de orquesta que suena y que casi pasa
imperceptible.
—No aquí. Vayamos a otro lugar — y esto lo susurro en
mi oído.
La chica es guapa pero a mí no me atraen las mujeres.
Al ver sus ojos entusiasmados por escapar de esta tediosa reunión, me convencen
pues yo me siento igual, y termino por aceptar su oferta, solo espero que esta
invitación no incluya follármela.
—Claro
—Perfecto —la chica mira por toda la habitación y
encuentra a su objetivo —. Les avisare a mis padres e invitare a algunas
personas que seguro aceptaran —sin darme tiempo a contestar ella comienza
alejarse —te veo afuera en cinco minutos.
La chica me grita a unos metros de distancia de mí.
Justo en ese momento algunas personas cercanas a nosotros me miraron e
indudablemente me sentí sonrojar. Camine hacía mis amigos y les conté lo
ocurrido.
—Obviamente hermanito, no iras solo con esa zo…
señorita —Yoh me dijo y los demás asintieron.
— Sí te dejamos solo, seguro que terminas violado
—Shinji comento y esto solo me hizo enojar.
—Sí, Akihito, eres demasiado confiado —Yoshido no me
permitió quejarme.
No dije nada, solo puse mala cara y ellos sonrieron.
Mis amigos y algunas amigas de la chica, vamos a un
club nocturno en el cual no hicimos fila para entrar, aun cuando hay una gran
cantidad de jóvenes haciendo esperando por pasar. Según Shinji es uno de los
más importantes de la ciudad. Al entrar nos dieron una mesa VIP, al parecer las
chicas son clientes frecuentes.
Una chica pelirroja no deja de coquetear con Yoh quien
se divierte dándole alas, él al igual que yo es gay. Yoshido no pierde tiempo y
se está encargando de una chica de ojos azules y pecas en los hombros, y tal
parece que desea saber el número exacto de sus manchitas, además de averiguar
en qué otros lugares tiene pecas, pues su mano se mueve ágilmente por debajo de
sus prendas, y la chica está más que feliz por la inspección. Shinji que se
considera bisexual disfruta de la compañía de una chica hermosa de cabello
corto, que restriega su trasero por la cadera de mi amigo, mientras éste sujeta
su cintura y todo es permitido porque ellos están “bailando” en la pista.
En el caso de Shinji y Yoshido no pierden la
oportunidad de pasar una noche acompañados. Cuando salíamos juntos era normal
que nos dejaran votados y que al día siguiente nos contaran sobre su aventura
nocturna. Yoh era menos aventurero, prefería tener una relación sería, aunque
cuando estaba solo a veces se escapaba con algún chico. En mi caso era malísimo
para las salidas de una noche, pues por alguna razón terminaba enamorado y obviamente
terminaba con el corazón roto. Gracias a esto evitaba aceptar sexo por una
noche, así que la mayor acción que podría llegar a tener en una noche con
alguien era un faje con una mamada como recompensa y solo eso, no dejaba que
hubiera nada más.
Yoh y Yoshido se unieron a Shinji en la pista, por mi
parte me quede en la mesa con la chica rubia que no me dejaba solo y que
intentaba desvestirme. Ya habíamos bailado mucho y ahora me dedicaba a beber,
por lo que mi cuerpo me pidió ir al baño, gracias a eso pude deshacerme de mi
acosadora con tendencias vampíricas.
Mientras corría al baño y evitaba caerme pensé en
¿cómo me podría quitar de encima a la chica vampiro? Si besó a Yoh, entenderá
que soy gay o pensara que soy bisexual o tal vez si le sigo dando vino terminara
durmiéndose.
Espero que no falte mucho en dormirse porque yo ya me
siento mareado.
Al llegar al baño entre en un cubículo, al salir me
detuve de las paredes endebles para no caerme. Me detuve frente al espejo y
mire mi rostro colorado, mi moño estaba deshecho, mi saco desabrochado, mi
camisa estaba a nada de estar completamente abierta y unas partes enrojecidas
en mi cuello y hombro demostraban la letalidad de la chica —. Esa mujer es
peligrosa —murmure.
—No debiste aceptar su invitación, si no pensabas
acostarte con ella —la voz grave y sería de un hombre me sorprendió.
— ¡Shit! ¡¿De dónde saliste?! —le pregunte al hombre
de semblante duro que me veía a través del espejo, y que estaba recargado en la
pared atrás de mi.
—He estado todo el tiempo aquí. Supongo que estás tan
borracho que no te has percatado de mi presencia —habla seriamente.
Su mirada escrutadora recorre todo mi cuerpo,
poniéndome nervioso.
—No estoy borracho —le conteste molesto.
—Claro y yo soy virgen —Contesta sarcásticamente.
—Pues que pena me das, ¿quieres que te pague una puta
para que te haga el favor? —dije con un tono de voz calmado.
—Prefiero que me lo hagas tú —. Su respuesta va
acompañada de su estúpido sonrisa.
—Lo siento pero ya te dije que no estoy tan borracho
como para acostarme con el primer idiota virgen que encuentre en mi camino —.
Le conteste molesto o mejor dicho furioso.
¡¿Qué se cree este idiota?!
El que tenga un buen cuerpo escondido bajo ese traje
negro, un rostro de facciones hermosas y varoniles, sus labios carnosos y esos
ojos oscuros… bueno eso no le da derecho a insinuar que soy una puta.
— ¿Me dijiste “idiota virgen”? —me pregunta. Su sonrisa
y su voz son sarcásticas y encubren sus verdaderos pensamientos.
Lavo mis manos y mojo mi cabello, sin dejar de observar
al hombre tras de mí.
—No pienso perder más mí tiempo, contigo —. Al
terminar de contestarle, camino hacia la puerta, me voy deteniendo del filo de
la encimera para no caerme.
Cuando mi mano toma la manija de la puerta, me resulta
imposible abrirla.
—Pero yo si deseo perder mí tiempo contigo.
Al parecer habla muy enserio pues me acorrala contra
la puerta. Siento su pecho pegado a mi espalda y su respiración mueve mi
cabello. Me volteo en ese diminuto espacio para verlo de frente.
— ¡Quítate, estorbas! —le grito molesto y nervioso por
la cercanía.
—Sabes no me agrada la idea de que pienses que soy
virgen. Así que te demostrare la experiencia que adquirido con el tiempo —. Su
estúpida sonrisa vuelve a aparecer.
Su mano me empuja contra la puerta y su boca me ataca,
aunque logró moverme a tiempo para evitar sus labios y éstos terminan pegados
en mi mejilla.
Sonrío por mi triunfo aunque no dura mucho pues la
humedad de su lengua va extendiéndose de mi mejilla a mi oído, formando un
sendero de fuego que va incendiando mi rostro.
—Deja de huir —me susurra y mi piel se eriza al
escucharlo.
Su lengua acaricia mi oreja y sus dientes atrapan mi
lóbulo, lo mordisquea y me estremece.
— ¿Te gusta?
¿Quieres que siga? —me susurra.
Un beso es depositado atrás de mi oreja y continúan
rodeándola. Muerdo mi labio para evitar que un extraño sonido se me escape.
—Vamos contesta —Me insta a hablar.
Su boca no espera mi respuesta pues comienza a
descender por mi cuello y me es imposible contenerme por más tiempo —mm…
—Así me gusta —murmura.
Su mano avanza por mi pecho, metiéndose entre mi
camisa desfajada y mi piel. Su contacto es frío, y aún así, va encendiendo mi
cuerpo. Su boca se detiene en mi piel
maltratada por la chica y el dolor reaparece ahora provocado por esos carnosos
labios.
—No quiero marcas que no sean causadas por mi —éste
hombre es demasiado soberbio.
¡¿Quién es él para decir algo así?!
Cada caricia, cada mordida nueva y cada beso van
despertando a mi cuerpo y puedo sentir como una parte en especial parecer tener
vida propia.
— ¡mmm…! —el dolor es cada vez más placentero, su mano
pellizca uno de mis pezones mientras su boca se divierte con el otro — ¡Aah!
—jadeo sin decoro alguno.
—Ya no hay rastros de ella —la satisfacción de su voz
es evidente —. Ahora las marcas demuestran que eres solamente mío.
Me siento completamente indignado y deseo alejarlo de
mi cuerpo, sin lograr moverlo. Él ignora mis insignificantes intentos de
resistencia y continúa en lo que estaba. Mi cuerpo parece estarse quemando, todo
lo que él hace aviva el fuego que hay en mí y por más que intento sofocarlo no
puedo.
Una de sus manos acaricia mi espalda y va descendiendo
por ella, hasta llegar a mis nalgas y sé hacia donde se dirige, me retuerzo al
sentirlo. Su boca mordisquea mi pezón y su mano sigue acariciando mi trasero.
—mmm… —trato de reprimir mis jadeos metiendo mi puño
en la boca.
Sus caricias son una delicia y hacen que pierda la
cordura, cada vez estoy más enloquecido por sus atenciones, y no solo es eso,
sino que no quiero que pare.
El dolor que genera mientras muerde mi pezón hace que
regrese mi mente de dónde sea que estaba. Al mirarlo encuentro su mirada fija
en la mía y una sonrisa se esboza, aun cuando mantiene mi pezón atrapado entre
sus dientes. Succiona y eso me hace gritar y él solo sonríe más. No hay más
dolor solo placer y deseo que continúe.
Su boca ha dejado de divertirse con mi pecho y ahora
desciende lentamente, al igual que sus manos.
—mmm… —me sujeto de sus hombros.
Me retuerzo mientras juguetea con mi abdomen hasta
llegar a mi ombligo. Un breve segundo tarda en desabrochar mi cinturón y mi
pantalón, dejando que éste caiga al piso.
Sus manos acarician mis caderas, al tiempo que sus
dientes muerden el resorte de mis bóxers para bajarlos.
— ¡Noooo! ¡Basta, ya fue suficiente! —mis manos
separan su cabeza de mi cuerpo e intento recobrar la compostura.
—No es suficiente —al decirlo su mano aprieta mi
erección aún cubierta por mi ropa interior —. No voy a dejarnos así —.
Al escucharlo, inconscientemente, mis ojos bajan por
su pecho y abdomen hasta detenerse en su pantalón, él esta arrodillado frente a
mí, así que no puedo asegurar que tenga una erección, aunque no lo diría sino
fuera cierto o ¿sí?
Decide seguir adelante con su plan ignorándome por
completo. Mis manos pierden fuerza para detenerlo. Su boca juega con la punta
de mi miembro y sus manos acarician mis testículos.
Yo he dejado este plano terrenal para habitar el
séptimo cielo al cual me ha elevado este hombre. ¡Dios! ¿Quién es este hombre?
Por fin, después de sus jugueteos, decide cobijar con
su boca mi pene, sus hábiles movimientos de entrada y salida me están volviendo
loco, siento como mi cuerpo se prepara para explotar.
— ¡Más! —Grito completamente agitado por sus movimientos
— ¡Más! —y estoy seguro de que si él pudiera me mostraría una sonrisa de
satisfacción.
Mis piernas se tensan, pego mi cabeza a la puerta y
alejo su cabeza de mi cuerpo. Al hacerlo expulso mi semen frente a él, quién
mágicamente lo ha esquivado, de esta manera mi semen ha terminado esparcido por
el piso.
Mis piernas pierden su fuerza y siento que me vendré a
bajo, me detengo de la encimera para no caer, aunque tal vez no sería necesario
pues unos fuertes brazos me sostienen por la cintura. Mi pene descansa flácido,
y mis intentos de recobrar mi respiración son interrumpidos por esos carnosos y
voraces labios. Los brazos que me sostienen me pegan a su cuerpo y es
inevitable que pase por alto la dureza de su miembro y solo de pensar en lo que
pasará ya empiezo a excitarme de nuevo.
Disfruto de su boca y de sus caricias…
— ¡Akihito! —. Fuertes golpes en la puerta me bajan de
mi cielo y me regresan al inmundo baño del club.
¡¿Qué se supone que estoy haciendo?! Me pregunto y veo
que el hombre frente a mi está muy molesto.
—Ignóralo —me ordena con su voz áspera.
— ¿Akihito? ¡Contéstame! —Yoh insiste con sus gritos —
¿Te sientes bien? —me pregunta y seguirá hasta que obtenga una respuesta de mi
parte.
— ¡Ya salgo! —le contesto con voz nerviosa por los
ojos asesinos que me miran.
—Déjame entrar —me pide y noto su voz preocupada.
—Dame un minuto —le contesto. El hombre frente a mi
niega con la cabeza. Escucho como pone el seguro en la puerta.
Me toma de la cintura y me levanta, me pone sobre la
encimera y su brusquedad me confirma que es un hombre muy impaciente, separa mis
piernas e intenta ponerse en medio de ellas.
— ¡No! —murmuro, no quiero que Yoh me escuche.
—Te dije que no nos quedaríamos así —y con sus ojos
señala el bulto bajo su pantalón.
—Lo siento, pero yo no te pedí que lo hicieras —al
decirlo lo empujo y lo alejo de mi cuerpo. Brinco hacia el piso, me subo la
ropa y abrocho mi pantalón. Me muevo a una súper velocidad y en nanosegundos
estoy abriendo la puerta.
El hombre intenta detenerme pero lo empujo con toda mi
fuerza quitándomelo de encima. Aprovecho y abro la puerta para escabullirme por
ella, antes de salir observo su rostro iracundo.
Al estar del otro lado sostengo la manija de la puerta
para evitar que la abra.
— ¿Akihito qué pasa? —Yoh me pregunta sorprendido.
—Nada —. Una idea atraviesa mi mente —Yoh ¿traes
algunas libras? —y una sonrisa maliciosa aparece en mi rostro.
—Te sirven —Me muestra algunos billetes.
—Sí gracias. ¿Puedes llamar algún mesero? —Le digo —y
pídeme un vaso de agua con hielo, por favor.
Yoh se aleja en busca de lo que le pedí.
Siento como el hombre jala y golpea la puerta.
— ¡Cálmate si la tiras tú la pagas! —le advierto.
— ¡Abre la puta puerta! —me grita.
—Si lo pides por favor —y no puedo evitar reírme por
mi comentario. Ya parece que va a pedir algo por favor, se nota que está acostumbrado
a tomar lo que quiera, cuando quiera y como quiera.
— ¡En cuanto salga y te ponga las manos encima, vas a
suplicar que te folle! —me grita enojado.
¡Dios! Pero que hombre más engreído… Aunque siendo
sincero lo de hace un rato no estuvo nada mal.
— ¡Qué manera tan vulgar de hablar! —me quejo y escucho una maldición del otro
lado.
Veo llegar al mesero junto a Yoh.
—Tengo un pequeño trabajo para ti, amigo —le muestro
un billete y él chico sonríe.
Le explico lo que tiene que hacer y lo dejo que sostenga
la manija, en mi lugar, le doy su dinero y un extra.
Tomo a Yoh de la mano y lo jalo para que nos alejemos
de ese lugar. Al caminar mi amigo me señala mi pecho y noto mi camisa
desabrochada y las marcas rojizas que lo decoran, mi rostro sonrojado es cubierto
por las luces estrambóticas, del lugar, permitiendo que no sean evidentes. Me
acomodo la camisa y tras pagar una parte de la cuenta salimos del lugar.
Al llegar a casa tomamos una ducha rápida y mi amigo
me ataca con preguntas.
Sé que su espíritu de periodista no me dejara en paz
así que termino por contarle todo lo ocurrido, sin lujo de detalles.
—Déjame entender. Dejaste que un tipo mal encarado con
cuerpazo y una boca bendita, según tú, te cogiera en el baño de un club VIP
—resumió todo en unas cuantas palabras y mientras hablaba yo asentía aunque al
final negué.
—No me cogió —aclare.
—Porqué llegue yo, de lo contrario la historia sería
otra —me regaño.
—La carne es débil y más cuando esta, medio ebria —me
defiendo.
—No seas idiota Akihito. A mí no m importa que te coja
ese o cualquier otro imbécil —hago un mohín a su comentario y él lo nota—Bueno
me importa porque te considero mi hermanito, a lo que me refiero es que no
puedes ir por allí dejándote coger por cualquiera.
— ¿Por qué Shinji y Yoshido pueden? —Me quejo —incluso
tú —sigo peleando como adolescente regañado.
—Es diferente.
— ¿En qué es diferente? —Sigo replicando.
—Nosotros sabemos que es cosa de una noche y tú,
esperas que al día siguiente te inviten a salir y después ser novios. Eso no pasa
en la vida real Aki. —Shinji me explica de manera paciente.
—No es cierto —no quiero aceptar la veracidad de sus
palabras.
— ¡Ah! ¿No? —me mira incrédulo.
—Solo a veces —le contesto derrotado — ¿qué tiene de
malo querer una pareja estable? —le pregunto inocentemente.
—Nada, solo que la buscas en el lugar equivocado
—. Me contesta —. ¿Además traías condón?
—. Me pregunta y su voz cambia de nuevo.
—No.
—A eso me refiero. Akihito eres demasiado despistado o
inocente… de hecho las dos cosas aplican en ti —me regaña —no puedes tener
relaciones con cualquiera sin la protección debida.
Me siento como un adolescente al que le están dando su
primera plática de sexo.
Veo a Yoh caminar hasta su maleta y sacar algunos
paquetitos metálicos.
—Toma y no permitas que te la metan sin condón —me
avienta los condones y asiento a su sugerencia.
—Por cierto ¿a qué iba eso del mesero? —me pregunta curioso
y noto que su mal humor ha pasado.
—Solo una bromita —Yoh se mete a sus cobijas y yo también
me acomodo en mi cama —para el engreído ese —.
Me imagino la cara que puso cuando salió del baño…
—Señor,
un joven me dijo que necesitaría esto —el mesero le entregaría el agua y unos
billetes— y me pidió que le dijera que: con eso alcanzaba para que tuviera su
primera noche, acompañado.
Él
seguramente estaría echando chispas y por muy fría que estuviera el agua no
sofocaría su coraje, me alegro al saber que no lo volveré a ver.
—Aunque esa boca sí que es inolvidable —murmuro.
—Deja de pensar en ese hombre y duérmete. Que si te
calientas no pienso hacerte el favor —Yoh me regaña.
—Aja —contesto antes de envolverme en mis cobijas
—hasta mañana.
—Descansa Aki y no tengas sueños húmedos.
—Idiota —le contesto y escucho su risa burlona, antes
de dormirme.
Anterior Siguiente
¿Cómo han estado mis lindos lectores?
¿Me han extrañado?
Se qué no, solo extrañan una cosa de mí y es mi historia de Hojas de otoño, solo soy un objeto que teclea una historia... jajaja ando en modo quejosa jajaja ignórenme
Ya en serio, les gusto mi capítulo?
Quieren saber más?
Está fue la historia que ganó la encuesta pasada y bueno pues vine a cumplir mi promesa de actu.
Con esto termino comenten por favor.
Los quiero mucho mis lindos lectores, cuídense mucho.
See you soon :)
queridisima autora te he extrañado a ti y tus historias, solo deseo que sigas con este maravilloso trabajo de verdad te aprecio
ResponderEliminarpd: plis , plis actualiza: en el infierno, amuleto yo? y hojas de otoño
gracias por tomarte el tiempo de actualizar bye GRACIASSSSSS
Hola, muchas gracias por comentar. Creo que de todas tus peticiones solo me falta En el infierno y espero no tardar en publicar capítulo nuevo.
EliminarEspero leerte de nuevo, cuídate mucho.
See you :)
Gracias por dedicar tiempo a estas historias que tanto me encantan gracias por tener tan inspiración pones escenarios que uno nose imagina por eso gracias esperando la actualización de hojas de otoño
ResponderEliminarMuchas gracias a ti por leer y comentar.
EliminarEspero poder seguir sorprendiendolos, con cada capítulo.
Ya hubo actu de Hojas de Otoño y pronto habrá otra, espero leerte en ella.
Cuídate mucho, see you :)
NIIIIIIIII HAAAAAAAOOOOOOOOOO!!!!!!
ResponderEliminarOOOOOOOOOHHHH YEEEEEEEEEEEEEEESSS!!!!! AAAyyyyy mi coca-cola se derramó, OH HELL!!! Ese Akihito ya se ganó el apodo de "calienta boilers" no no no no no Eso no se hace, niño. xDDDDDDDDDDDDDD
Te juro que cuando lei las primeras lineas... me confundí, y tuve que releer capitulos anteriores para agarrar la onda otra vez. Me gustó el capitulo y más por este detalle de que mi fiscal es cuate de Akihito... un viaje que promete muchas anecdotas y situaciones candentes, solo tengo una duda... ¿Quien era hombre del baño? Preguntome yo, con tanta insistencia. XDDDDDDDDDDDDDD
Que bueno que estes de regreso, y ya te pondras al corriente. Te mando abrazo y nos leeremos pronto.
SAYOOOOOOBYYYEEEE 3:)
Holaaaaa!
EliminarLas extrañaba tanto, y supuse que causaria cofusiones el capítulo por haber tardado tanto en publicar esta historia, pero me alegra que gustara.
El joven Shinji tendrá su participación en este bello romance XD Quién será ese hombre posesivo?
Ni yo sé XD
Espero que cuando publique el siguiente capítulo no haya pasado tanto tiempo como para que regresen a revisar XD.
Cuídate mucho, y espero que no se te haya mojado nada importante con la coca XD
See you :)
OMG!! Así que a esto te referias con juego?? Jajaja!!
ResponderEliminarAunque mucho me temo que Aki no tiene ni la menor idea de a quien eligió como su adversario (nosotros tampoco pero lo sospechamos), y mira que salió travieso el niño, porque después de haber disfrutado plenamente de los deliciosos favores de éste caballero lo manda al diablo y con tremenda erección!! movimiento sensato ya que el chico tiene dignidad y no se entrega a cualquiera y menos en un "inmundo baño del club" , pero de nada le va servir porque ese hombre con tal de hacerlo suyo lo va a buscar hasta el fin del mundo si es necesario... O por lo menos hasta México que es su siguiente destino. (^.<)
¡Que comiencen los juegos señores! Y que el mejor hombre gane porque esta guerra apenas empieza y Aki acaba de ganar la primera batalla.
Y ahora muero por saber como se desarrolla el siguiente encuentro!!
Gracias por el capítulo y nos vemos en México!!
Holaaaaaa!!
EliminarUn juego muy candente y en el caul el ganador será el más persistente XD
Quién ese hombre? Todos sabemos o no?
Y tienes razón Takaba debió de tomar en cuenta que ese tipo de hombres no son de los que puedes dejar así calientitos para que se enfrien solos, eso no les gusta, así que ahora tendrá que asumr las consecuencias XD
La siguiente parada México y sus bellas playas los van a recibir y esperemos que la temperatura no los afecte demasiado XD
Gracias por comentar, cuídate mucho, see you :)
actualizalo siiiiiii
ResponderEliminarHola, me alegra que te gustara.
EliminarHabrá capítulo nuevo, pronto espero XD
Cuídate mucho, see you :)