Game Over. Capítulo 7.


 Lo siento pero no.




—No te imaginas lo que me estás pidiendo —Kuroko hablo con la voz rota —Me costó años recuperarme de su abandono. Aceptar que yo no había hecho nada malo y que no tenía la culpa de su decisión.

Kuroko pasó su mano por sus ojos y seco sus lágrimas.

La mujer miro, con el dolor reflejado en su rostro, a su hijo que con cada palabra abría más la herida de su corazón.


—Por favor, déjame enmendar el daño que te hice —Kuroko quería salir corriendo, no deseaba seguir escuchando a esa mujer —. Déjame conocer a mi nieto, Tetsuya, por favor.

Las suplicas de la mujer eran acompañadas de sollozos lastimeros, Kuroko no podría aguantar más.

—No pienso olvidar todo lo que ha pasado entre nosotros —Kuroko hablo decidido —acepto que nos veamos, no muy seguido, una o dos veces al mes y no me pidas que te llame madre, de momento es algo imposible para mí.

La mujer lo miro sorprendida y con un destello de felicidad en los ojos.

—Gracias Ku… Hijo, muchas gracias —La mujer tomo las manos de Kuroko y las apretó —. También ¿podré ver a mi nieto?

—No —la mujer se quedo callada repentinamente ante tal negativa —. Lo siento pero no puedo decidir por mi hijo. Le explicaré la situación pues él no sabe de ustedes, para él sus abuelos están en EU. Si Kio acepta, entonces los presentaré, solo si él acepta —Kuroko recalco la condición.

—Está bien hijo, no puedo pedirte más —. La mujer hablo mucho más calmada — ¿cuándo sabré si él aceptó conocerme?

—Puedes darme tu número celular y yo te avisaré —Kuroko saco su celular.

Los dos intercambiaron números.

—Ha pasado mucho tiempo y mi hijo debe de estar como loco.

—Yo también me tengo que ir, tu padre debe de estar preocupado por mí.

Kuroko escucho la mención de su padre y su rostro tranquilo se vio tenuemente alterado.

—Él también te extraña, aunque no lo quiera aceptar. Es solo que es muy orgulloso. Pero te quiere Kuroko, estoy segura de ello —La mujer se puso de pie.

—Eso nadie lo puede asegurar —. Kuroko recordaba la reacción de su padre y aun le dolía.

Kuroko había comprado algunos postres para su hijo y después de pagar la cuenta, los dos salieron del establecimiento. Acompaño a su madre hasta el metro.

—Esperare con muchas ansias tu llamada —La mujer se acerco de manera inesperada a su hijo y le dio un beso en la mejilla.

Kuroko no pudo evitar esa demostración de amor y antes de que pudiera decir algo la mujer se alejo sonriendo y moviendo su mano en señal de despedida, el chico se sintió extrañamente feliz por ese insignificante beso.

Al llegar a casa Kuroko tuvo que explicarle a su desesperado hijo la larga y triste historia de sus padres, omitiendo en la medida de lo posible mencionar a su padre.

—Mamá, yo fui la causa de que tus padres te alejarán —Kioshi contenía sus lágrimas.

—No, Kioshi tú no tienes la culpa de nada, tú eres mi razón de vivir. Mi pequeño bebé ha sido lo que me ha mantenido con vida todo este tiempo. Nunca vuelvas a decir eso de nuevo —.Kuroko abrazo con fuerza a su hijo.

—Mamá —Kioshi solo pudo decir eso antes de romper en lágrimas.

Después de varios minutos en silencio el pequeño fue el primero en hablar.

— ¿No sé cómo pudiste perdonar a tu madre? Lo que te hicieron fue horrible —. Kioshi no podía creer el comportamiento de su madre —. Mami eres sorprendente, por perdonarlos.

—Déjame decirte que al principio yo pensaba igual que tú, sin embargo vi que ella estaba realmente arrepentida y no solo eso, al escuchar me di cuenta de que ellos perdieron más al alejarme de su lado —Kioshi estaba atento a lo que su madre diría pues no entendía bien a qué se refería —, se perdieron de verte crecer, de tenerte a su lado, de estar presente en el corazón de su nieto, sangre de su sangre —Kuroko le sonrío.

Kioshi se sintió el chico más amado de todo el mundo al escuchar las palabras de su madre.

—Gracias mamá —el pequeño le contesto sonrojado y esto aumento al sentir a su madre besándolo en las mejillas —Mamá, basta ya no soy un bebé —se quejo.

—Una madre siempre verá a su hijo como su pequeño bebé, sin importar que éste tenga cien años.

Kioshi no encontró como rebatir ese comentario y simplemente dejo que su madre siguiera mimándolo.

—Aunque has decidido darle una oportunidad a tu madre, yo prefiero no conocerla… lo siento mamá —Kioshi no deseaba conocer a la persona que le había dado la espalda a su madre y que la había lastimado tanto.

—No te voy a obligar a que convivas con ella Kio —el rostro de Kuroko seguía feliz y sin rastros de molestia —no te preocupes hijo, ella no vendrá a casa —Kio asintió.

Después de su larga conversación, Kuroko preparo la cena con ayuda de su hijo.



El fin de semana la pequeña familia preparo todo para su primera semana, pues Kioshi entraría al colegio y Kuroko iniciaría su trabajo y estudios en la universidad.



—Mamá, no deberías de perder tiempo en venir a dejarme a la escuela —Kioshi se quejo.

—Sé que tu padre te prometió hacerlo pero cómo aun no regresa de EU, yo lo haré en su lugar —Kuroko le dijo justo cuando se estacionaba fuera del colegio de su hijo.

—No me refiero a eso mamá —Kio desabrocho su cinturón de seguridad —, es viernes y ya aprendí el camino hasta aquí, así que ya no necesito que me traigas.

—No estoy seguro de eso, además por las mañanas hay mucha gente en las calles, te podrías perder —Kuroko saco dinero de su cartera y se lo ofreció a su hijo —. Toma. Cómprate algo de comer, ya que no me dio tiempo de prepararte un desayuno.

—Gracias

—Comida, Kioshi, no solo golosinas ¿me entendiste? —Kuroko lo miro a los ojos esperando su respuesta.

—Todo aquí tiene pescado y lo odio —Kioshi dijo mientras guardaba su dinero en la cartera.

—Debe de haber algo que no tenga pescado, así que por favor come algo sano —Kuroko le dijo.

—Está bien mamá.

—Pórtate bien, hijo. Te veo en la noche —. Kuroko le dio un beso de despedida, en la mejilla.

— ¡Mamá! —Kioshi se quejo y miro a su alrededor que nadie lo haya visto —ya no soy un niño.

—Lo sé hijo, me los has repetido tantas veces…

— ¿Entonces por qué lo sigues haciendo?

—Porque te quiero —Kioshi solo negó con la cabeza pues su madre siempre decía lo mismo y lo dejaba sin palabras —. Vamos entra y pon mucha atención en tus clases.

—Nos vemos en la noche. Por favor come —. El comentario de Kioshi le saco una sonrisa a Kuroko.

—Lo haré hijo.

Kioshi salió del auto y Kuroko observo como su hijo entraba en el colegio. Kuroko se apresuró a llegar a su trabajo.

Al llegar a la universidad corrió a su salón, dónde tenía que dar su primera clase del día.


Pasado el medio día, por fin tenía un descanso para tomar un café y comer algo, con su compañero de cubículo.

— ¿Kuroko trajiste comida?

—No. ¿Tú si Midorima? —Kuroko le pregunto a su compañero que buscaba en su bolso.

—No, hoy no me tocaba cocinar y mi… el punto es que no traigo. ¿Quieres ir a comprar algo a la cafetería? —Midorima se acomodaba sus lentes y sacaba su cartera.

—Si vamos —Kuroko se quedo pensando en la frase incompleta de su compañero.

—Y ¿Qué tal le va a tu hijo? —Midorima le pregunto mientras salían de su cubículo.

—Pues bien, creo.

— ¿Crees?

—Es que Kioshi no es de los que hablen mucho de sus cosas. Sin embargo conozco muy bien a mi hijo y si algo estuviera mal lo sabría, estoy seguro —Kuroko no le gustaba atosigar a su hijo con preguntas, prefería que él le contara las cosas por iniciativa propia.

—Y con el idioma ¿no tiene problemas? —Midorima le pregunto.

—Espero que no. Sus abuelos siempre trataron de hablarle en Japonés y yo le enseñe a escribirlo. Lo entiende, lo habla y escribe decentemente —Kuroko sonrío ante su comentario.

—Me alegra, es un punto a su favor.

Los dos entraron a la cafetería y estaba por formarse cuando el celular de Kuroko comenzó a vibrar.

— ¿Bueno? —Kuroko pregunto al no reconocer el número.
— ¿Sr. Kuroko Tetsuya?
—Sí
—Hablamos del Colegio, para informarle que su hijo Kuroko Kioshi se encuentra en la enfermería, y que necesitamos que venga por él.
— ¿Qué? ¿Por qué esta en la enfermería?
—Está bien, sus heridas han sido atendidas, pero necesitamos hablar con usted.
— ¿Heridas? No entiendo, ¿qué fue lo que ocurrió?
—Por favor ¿podría venir?
—Sí, voy para allá.
—Gracias, lo esperamos.

Kuroko le contó rápidamente a su compañero y le pidió que lo cubriera en su clase, éste acepto y le pidió que si necesitaba de su ayuda lo llamará.


Al llegar al colegio, entro tan apresuradamente que tropezó con otra persona.

—Lo siento mucho, no me fije —Kuroko se disculpo.

Kuroko miro al enorme hombre que le tendía la mano para ayudarlo a levantarse, el rostro de éste estaba oscurecido por las sombras. 


ANTERIOR                     SIGUIENTE 

Mi lindo Kuroko empieza su vida en Japón y ya verán como le va a ir. Les gusto el capítulo? por fis comenten. 
Los quiero mucho y gracias por leer, see you :) 


Comentarios

  1. Bueno era de esperarse... Se dan cuenta de sus errores y ahora si quieren de vuelta a su hijo, obviamente Kuroko la iba a perdonar porque él no es tan mezquino, pero bien por Kioshi!! Si no lo quisieron conocer antes pss a él tampoco le place ahora y se tendrán que quedarse con las ganas.
    Yaay!! Por fin empiezan de manera normal su vida, Kio al colegio y Tetsu al trabajo y parece que mi lindo Tetsu ya tiene un amigo en quien confiar \(^-^)/, peeero estoy preocupada y emocionada a la vez...
    1ro que le pasó a Kio?? Y 2do quien es el misterioso hombre que chocó con Kuroko??

    Como amo esta historia!!

    GISE n_n

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola gracias por comentar.
      A mi también me gusto la actitud de Kio, y haremos sufrir a la abuela un rato XD.
      Sobre lo que ocurrió pues en el capítulo nuevo todo será contestado, así que te invito a leerlo.
      Espero que t siga gustando la historia y que sigas comentando.
      Arigato por tu ayuda y por incentivar mi imaginación.
      Cuídate mucho, see you later.

      Eliminar

Publicar un comentario