Game over. Capítulo 6.


Perdón.



— ¡Mamá! ¿Qué te ocurre? —Kioshi bajo las bolsas de sus manos, dejándolas en el piso, y sujeto a su madre de los hombros, al notar que ésta no le contestaba y que mantenía la vista fija en algo frente a él, se volvió para saber ¿qué era aquello que lo preocupaba?


Kioshi vio una mujer de ojos azules como el cielo, de cabello negro largo, bajita de estatura, delgada. La mujer camino hacia ellos, con las manos estiradas como si deseara estrecharlos en sus brazos.

Kuroko recupero el control sobre su cuerpo y se agacho para recoger las cosas, Kio al verlo le ayudo y después levanto sus bolsas.

— ¡Vamos Kio! —Kuroko apuro a su hijo.

La mujer se acerco más, al ver que los dos hombres se alejaban, los siguió.

— ¿Tetsuya es él? —la mujer de edad avanzada tomo del brazo al aludido.

— ¡Déjeme! —Kuroko se jalo para liberarse de la suave sujeción de la mujer.

Kio se detuvo al ver que la mujer le hablaba a su madre, pero ésta lo empujo para que siguiera caminando, para el adolescente era raro ver que su madre se comportara de tal manera.

— ¡Ma…!

—Solo camina —Kuroko lo interrumpió y lo empujo a entrar al edificio.

—Por favor, Tetsuya. Tengo derecho…

— ¿Derecho? —Kuroko se molesto al escucharla —. No tienes derecho a nada —le contesto furioso y entro al edificio.

La mujer empezó a llorar y siguió a los dos hombres.

—Por favor —La mujer le imploro entre lágrimas a Kuroko —. Solo escúchame por favor, dame unos minutos, por favor hi…

—No lo digas —Kuroko la detuvo.

— ¿Mamá, quién es ella? —Kioshi estaba intrigado.

—Por favor Tetsuya —La mujer volvió a detener al hombre que parecía cada vez más enojado.

—Está bien, solo unos minutos. Kioshi por favor adelántate —Kuroko le dijo a su hijo y le dio sus bolsas.

—Mamá ¿qué ocurre? —Kio tomo las bolsas que su madre le dio.

—Nada importante —Kuroko le contesto y lo empujo para que subiera al elevador.

—Pero mamá —Kio se negaba a dejarlo.

—Kio, sube y espérame, no tardo —Kuroko le dijo, intentando convencerlo.

— ¡Mamá! —Kio se negó.

— ¡Kioshi, súbete! —Kuroko habló serio y mostrándose enojado.

Raramente Kuroko se enojaba pero a Kioshi no le agradaba ver a su madre molesta.

—Ok —Kio respondió inconforme.

Kuroko miro como su hijo subía al elevador y éste se cerraba. Giro sobre sus pies y tuvo de frente a la mujer que veía con tristeza como se esfumaba la cara del pequeño jovencito.

—Vamos hay un café cerca —Kuroko camino hacia la puerta.

La mujer camino cerca de Kuroko sin decir nada. Al llegar al establecimiento escogieron una mesa pegada a la ventana. La mujer pidió un té y Kuroko solo un café.

—No has dicho ni una palabra, si seguirás así mejor me voy —Kuroko le dijo a la mujer mientras tomaba de su taza.

— ¿Cómo empezar? No lo sé —la mujer murmuro —. Hace tanto que debí hacerlo y llevo tanto pensando en lo que diría y ahora no puedo ordenar mis ideas, las palabras se me han escapado… hijo te he extrañado tanto —la mujer movió lentamente su mano para poder tocar las de Tetsuya que descansaban sobre la taza de café.  

—No me llames hijo —el joven hablo serio y sin un atisbo de empatía por la mujer —. Renunciaste a ese derecho hace quince años. La única madre que reconozco vive en EU —y se alejo de las temblorosas manos de la mujer que ahora sollozaba frente a él.

Las personas de alrededor miraban de soslayo la escena murmurando entre ellas.

—Por favor Tetsuya perdóname —la mujer tomo una servilleta para limpiar sus lágrimas —. Fui una estúpida… al dejarme llevar por lo que tu padre dijo… Jamás debí permitir que te corriera de la casa… pero todo fue tan repentino… no supe que hacer o decir —. Los hipidos de la mujer interrumpían sus palabras.

— ¿Tú no supiste que hacer? Sakura yo tenía solo quince años y estaba muy asustado. Y cuando pensé que ustedes me ayudarían ¿qué fue lo que hicieron? Me corrieron de la casa. Dijeron que era la deshonra de la familia —. Kuroko tuvo que tomar aire o los recuerdos lo harían llorar —. Si no es por mis abuelos que vinieron por mí yo hubiera vagado en la calle. ¿Quién sabe qué hubiera sido de mí? Mis abuelos me tomaron como su hijo. Tú no dijiste nada cuando firmaste cediendo mis derechos legales y para él fue como deshacerse de la basura que apestaba su hermoso jardín —. Kuroko había tardado quince años para poder desahogarse —. Y cómo no soy nada de ti, prefiero que no me vengas a buscar y mucho menos que perturbes a mi familia.

—Intenta entender ¿cómo nos sentimos al saber que nuestro único hijo, al que habíamos criado con tanto amor, estaba embarazado, y que ni siquiera sabía de quién? Tu padre fue educado de manera muy estricta y tradicional, nunca en su familia se había presentado un caso así, fue un verdadero shock para él y su reacción fue la propia de alguien decepcionado de su hijo. Su dolor fue también mi dolor, ¿no entendía en que nos habíamos equivocado durante tu educación para que terminaras así? Me dolió saber que mi niño había sido un libertino —. La mujer no podía detener sus lágrimas que corrían por sus sonrojadas mejillas.

—Puedo intentar entender su dolor de padres y ¿ustedes intentaron entender lo que yo sentía? —La voz de Kuroko tembló —. Sé que les dije que no sabía quién era el padre pero fue una mentira eso lo dije para que no me exigieran saber quién era, eso es algo que no les diría, eso no importaba pues él no deseaba saber nada de mí, por lo que tenía que afrontar el embarazo solo. Estaba destrozado por mi ruptura amorosa y la única cosa a la que me aferraba en ese momento fue a ustedes. Cuando supe su reacción la pequeña cosa que me mantenía a flote se hundió, yo solo pensaba en desaparecer de este mundo —, por más intentos de contener sus lágrimas Kuroko término cediendo a ellas —, si mis abuelos no hubieran hablado conmigo y venido por mí, tal vez yo hubiera tomado la puerta fácil —Kuroko sintió como las lágrimas mojaban su ropa, así que paso su mano por su cara —. Sin embargo fue muy difícil y doloroso iniciar una vida nueva en un país diferente, solo completamente solo. Los primeros meses los abuelos no sabían cómo ayudarme, me la pasaba encerrado en mi habitación, llorando día y noche.

Kuroko recordó esos días en los que él no lograba diferenciar el día de la noche, en los que la oscuridad y la soledad eran todo lo que le rodeaba.

»Casi no comía, me descuide tanto que estuve a punto de abortar. En esa ocasión fui llevado al hospital y dado de alta después de una semana de estar allí. La estancia en tal lugar me hizo darme cuenta de lo que estaba haciéndonos, escuchar el corazoncito de mi bebé luchando por vivir me hizo reaccionar y desde esa ocasión me propuse sacarlo adelante. Regrese a casa aún triste pero con la idea de luchar por los dos. Mis abuelos me presentaron a unos amigos japoneses, pensaron que hablar con alguien con costumbres similares me ayudaría, y así fue, pues uno de ellos se convertiría en mi mejor amigo —y en él padre de mi hijo, pensó Kuroko.

—Yo quise habla contigo… te negaste ¿lo recuerdas?

—Lo hiciste después de cinco años. Al principio cada que sonaba el teléfono corría a contestar pensaba que me hablarían diciendo que regresará, después de un mes me di cuenta de que eso no ocurriría y lo mejor era no volver a esperar nada de ustedes. Hablaste justo el día de mi cumpleaños, como si quisieras decirme que aun me recordabas. El abuelo me dijo que era mi decisión contestarte, que ellos no me obligarían a hacerlo. No conteste porque no quería escuchar algún tipo de escusa o reclamo, así de simple. Ustedes decidieron sacarme de su vida, lo acepte, así que ahora no vengas a tratar de entrar en la mía.

—Por favor Tetsuya perdóname, sé que no lo merezco, que fui una mala madre, te deje solo cuando más lo necesitabas y aun sabiendo todo eso te vengo a pedir perdón. Desde que me di cuenta de lo mal que había actuado mi alma no puede estar en paz. Cuando mi madre me dijo que venías a Japón me puse tan feliz, llevaba tiempo pensando en viajar a EU e ir a pedirte perdón allá, supuse que era un designio del destino reunirnos de nuevo. Hable con mis padres y les pedí que me dieran tu dirección, así fue como di con ustedes. Deseo redimirme contigo y quiero volver abrazarte, mimarte cómo lo hacía antes, quiero conocer a mi nieto, hablar con él, que sepa que soy su abuela. Te amo hijo y a mi nieto también.

Kuroko escucho las palabras que por tanto tiempo esperaba escuchar y ahora que lo había hecho solo podía llorar.

  
Anterior                    Siguiente 

Los extrañaba mis lindos lectores esta historia es como una manera para relajarme entre una y otra historia, la disfruto mucho y espero que ustedes también. ¿Qué piensan de la madre de Kuroko?  debería de perdonarla o no? deseo saber su opinión chicos así que espero que comenten.

Este capítuo va para mi querida Gise, thank you.
Espero leerlos de nuevo en una próxima actu, además de en está, claro.

See you :)

Comentarios

  1. (Q_Q) snif snif...
    Aaay pobrecito de mi Tetsu!! Pinshi vida como lo ha maltratado, que acaso no hay en el mundo alguien que le de todo lo que se merece?! Kioshi es un parchecito de amor puro y lo que lo mantiene a flote, pero el necesita amor del bueno para cerrar todas esas heridas que "cierta gente" dejo es su corazón

    Maldito sea su padre!! Y su madre por agachona (>…<)

    Excelente capítulo y esperaré el próximo para ver si Kio no sale regañado por andar de preguntón

    GISE n_n

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por leer y al parecer eso de hacer sufrir a mis personajes se me da muy bien, así que seguiré martirizandolos, eso si con grandes dosis de amorsh.

      Espero que el próximo capítulo te guste, cuídate mucho.
      See you :)

      Eliminar
  2. Ahhhhh lloro a mocp tendido sniff sniff, nunca me imagine que el pasado de Kuroko fuera tan triste
    Yo digo que si la perdone pero que no sea amor luego luego, si no que este como de manita sudada con ella jeje
    Excelente actualización

    Bere

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por comentar.
      Tomaré en cuenta tu recomendación, no os preocupeis que pronto mi Kuroko le pasarán buenas cosas.

      Espero leerte de nuevo, cuídate mucho.
      See you :)

      Eliminar

Publicar un comentario