Perdón.
— ¡Mamá! ¿Qué te
ocurre? —Kioshi bajo las bolsas de sus manos, dejándolas en el piso, y sujeto a
su madre de los hombros, al notar que ésta no le contestaba y que mantenía la
vista fija en algo frente a él, se volvió para saber ¿qué era aquello que lo
preocupaba?
Kioshi vio una mujer
de ojos azules como el cielo, de cabello negro largo, bajita de estatura,
delgada. La mujer camino hacia ellos, con las manos estiradas como si deseara
estrecharlos en sus brazos.
Kuroko recupero el
control sobre su cuerpo y se agacho para recoger las cosas, Kio al verlo le
ayudo y después levanto sus bolsas.
— ¡Vamos Kio! —Kuroko
apuro a su hijo.
La mujer se acerco
más, al ver que los dos hombres se alejaban, los siguió.
— ¿Tetsuya es él? —la
mujer de edad avanzada tomo del brazo al aludido.
— ¡Déjeme! —Kuroko se
jalo para liberarse de la suave sujeción de la mujer.
Kio se detuvo al ver
que la mujer le hablaba a su madre, pero ésta lo empujo para que siguiera
caminando, para el adolescente era raro ver que su madre se comportara de tal
manera.
— ¡Ma…!
—Solo camina —Kuroko
lo interrumpió y lo empujo a entrar al edificio.
—Por favor, Tetsuya.
Tengo derecho…
— ¿Derecho? —Kuroko
se molesto al escucharla —. No tienes derecho a nada —le contesto furioso y
entro al edificio.
La mujer empezó a
llorar y siguió a los dos hombres.
—Por favor —La mujer
le imploro entre lágrimas a Kuroko —. Solo escúchame por favor, dame unos
minutos, por favor hi…
—No lo digas —Kuroko
la detuvo.
— ¿Mamá, quién es
ella? —Kioshi estaba intrigado.
—Por favor Tetsuya
—La mujer volvió a detener al hombre que parecía cada vez más enojado.
—Está bien, solo unos
minutos. Kioshi por favor adelántate —Kuroko le dijo a su hijo y le dio sus
bolsas.
—Mamá ¿qué ocurre? —Kio
tomo las bolsas que su madre le dio.
—Nada importante
—Kuroko le contesto y lo empujo para que subiera al elevador.
—Pero mamá —Kio se
negaba a dejarlo.
—Kio, sube y espérame,
no tardo —Kuroko le dijo, intentando convencerlo.
— ¡Mamá! —Kio se
negó.
— ¡Kioshi, súbete!
—Kuroko habló serio y mostrándose enojado.
Raramente Kuroko se
enojaba pero a Kioshi no le agradaba ver a su madre molesta.
—Ok —Kio respondió
inconforme.
Kuroko miro como su
hijo subía al elevador y éste se cerraba. Giro sobre sus pies y tuvo de frente
a la mujer que veía con tristeza como se esfumaba la cara del pequeño
jovencito.
—Vamos hay un café
cerca —Kuroko camino hacia la puerta.
La mujer camino cerca
de Kuroko sin decir nada. Al llegar al establecimiento escogieron una mesa
pegada a la ventana. La mujer pidió un té y Kuroko solo un café.
—No has dicho ni una
palabra, si seguirás así mejor me voy —Kuroko le dijo a la mujer mientras
tomaba de su taza.
— ¿Cómo empezar? No
lo sé —la mujer murmuro —. Hace tanto que debí hacerlo y llevo tanto pensando
en lo que diría y ahora no puedo ordenar mis ideas, las palabras se me han escapado…
hijo te he extrañado tanto —la mujer movió lentamente su mano para poder tocar
las de Tetsuya que descansaban sobre la taza de café.
—No me llames hijo
—el joven hablo serio y sin un atisbo de empatía por la mujer —. Renunciaste a
ese derecho hace quince años. La única madre que reconozco vive en EU —y se
alejo de las temblorosas manos de la mujer que ahora sollozaba frente a él.
Las personas de
alrededor miraban de soslayo la escena murmurando entre ellas.
—Por favor Tetsuya perdóname
—la mujer tomo una servilleta para limpiar sus lágrimas —. Fui una estúpida… al
dejarme llevar por lo que tu padre dijo… Jamás debí permitir que te corriera de
la casa… pero todo fue tan repentino… no supe que hacer o decir —. Los hipidos
de la mujer interrumpían sus palabras.
— ¿Tú no supiste que
hacer? Sakura yo tenía solo quince años y estaba muy asustado. Y cuando pensé
que ustedes me ayudarían ¿qué fue lo que hicieron? Me corrieron de la casa.
Dijeron que era la deshonra de la familia —. Kuroko tuvo que tomar aire o los
recuerdos lo harían llorar —. Si no es por mis abuelos que vinieron por mí yo
hubiera vagado en la calle. ¿Quién sabe qué hubiera sido de mí? Mis abuelos me
tomaron como su hijo. Tú no dijiste nada cuando firmaste cediendo mis derechos
legales y para él fue como deshacerse de la basura que apestaba su hermoso
jardín —. Kuroko había tardado quince años para poder desahogarse —. Y cómo no
soy nada de ti, prefiero que no me vengas a buscar y mucho menos que perturbes
a mi familia.
—Intenta entender
¿cómo nos sentimos al saber que nuestro único hijo, al que habíamos criado con tanto
amor, estaba embarazado, y que ni siquiera sabía de quién? Tu padre fue educado
de manera muy estricta y tradicional, nunca en su familia se había presentado
un caso así, fue un verdadero shock para él y su reacción fue la propia de
alguien decepcionado de su hijo. Su dolor fue también mi dolor, ¿no entendía en
que nos habíamos equivocado durante tu educación para que terminaras así? Me
dolió saber que mi niño había sido un libertino —. La mujer no podía detener
sus lágrimas que corrían por sus sonrojadas mejillas.
—Puedo intentar
entender su dolor de padres y ¿ustedes intentaron entender lo que yo sentía? —La
voz de Kuroko tembló —. Sé que les dije que no sabía quién era el padre pero
fue una mentira eso lo dije para que no me exigieran saber quién era, eso es
algo que no les diría, eso no importaba pues él no deseaba saber nada de mí,
por lo que tenía que afrontar el embarazo solo. Estaba destrozado por mi
ruptura amorosa y la única cosa a la que me aferraba en ese momento fue a
ustedes. Cuando supe su reacción la pequeña cosa que me mantenía a flote se
hundió, yo solo pensaba en desaparecer de este mundo —, por más intentos de
contener sus lágrimas Kuroko término cediendo a ellas —, si mis abuelos no hubieran
hablado conmigo y venido por mí, tal vez yo hubiera tomado la puerta fácil
—Kuroko sintió como las lágrimas mojaban su ropa, así que paso su mano por su
cara —. Sin embargo fue muy difícil y doloroso iniciar una vida nueva en un
país diferente, solo completamente solo. Los primeros meses los abuelos no
sabían cómo ayudarme, me la pasaba encerrado en mi habitación, llorando día y
noche.
Kuroko recordó esos
días en los que él no lograba diferenciar el día de la noche, en los que la
oscuridad y la soledad eran todo lo que le rodeaba.
»Casi no comía, me
descuide tanto que estuve a punto de abortar. En esa ocasión fui llevado al
hospital y dado de alta después de una semana de estar allí. La estancia en tal
lugar me hizo darme cuenta de lo que estaba haciéndonos, escuchar el
corazoncito de mi bebé luchando por vivir me hizo reaccionar y desde esa
ocasión me propuse sacarlo adelante. Regrese a casa aún triste pero con la idea
de luchar por los dos. Mis abuelos me presentaron a unos amigos japoneses,
pensaron que hablar con alguien con costumbres similares me ayudaría, y así fue,
pues uno de ellos se convertiría en mi mejor amigo —y en él padre de mi hijo,
pensó Kuroko.
—Yo quise habla
contigo… te negaste ¿lo recuerdas?
—Lo hiciste después de
cinco años. Al principio cada que sonaba el teléfono corría a contestar pensaba
que me hablarían diciendo que regresará, después de un mes me di cuenta de que
eso no ocurriría y lo mejor era no volver a esperar nada de ustedes. Hablaste
justo el día de mi cumpleaños, como si quisieras decirme que aun me recordabas.
El abuelo me dijo que era mi decisión contestarte, que ellos no me obligarían a
hacerlo. No conteste porque no quería escuchar algún tipo de escusa o reclamo,
así de simple. Ustedes decidieron sacarme de su vida, lo acepte, así que ahora
no vengas a tratar de entrar en la mía.
—Por favor Tetsuya perdóname,
sé que no lo merezco, que fui una mala madre, te deje solo cuando más lo
necesitabas y aun sabiendo todo eso te vengo a pedir perdón. Desde que me di
cuenta de lo mal que había actuado mi alma no puede estar en paz. Cuando mi
madre me dijo que venías a Japón me puse tan feliz, llevaba tiempo pensando en
viajar a EU e ir a pedirte perdón allá, supuse que era un designio del destino
reunirnos de nuevo. Hable con mis padres y les pedí que me dieran tu dirección,
así fue como di con ustedes. Deseo redimirme contigo y quiero volver abrazarte,
mimarte cómo lo hacía antes, quiero conocer a mi nieto, hablar con él, que sepa
que soy su abuela. Te amo hijo y a mi nieto también.
Kuroko escucho las
palabras que por tanto tiempo esperaba escuchar y ahora que lo había hecho solo
podía llorar.
Los extrañaba mis lindos lectores esta historia es como una manera para relajarme entre una y otra historia, la disfruto mucho y espero que ustedes también. ¿Qué piensan de la madre de Kuroko? debería de perdonarla o no? deseo saber su opinión chicos así que espero que comenten.
Este capítuo va para mi querida Gise, thank you.
Espero leerlos de nuevo en una próxima actu, además de en está, claro.
See you :)
(Q_Q) snif snif...
ResponderEliminarAaay pobrecito de mi Tetsu!! Pinshi vida como lo ha maltratado, que acaso no hay en el mundo alguien que le de todo lo que se merece?! Kioshi es un parchecito de amor puro y lo que lo mantiene a flote, pero el necesita amor del bueno para cerrar todas esas heridas que "cierta gente" dejo es su corazón
Maldito sea su padre!! Y su madre por agachona (>…<)
Excelente capítulo y esperaré el próximo para ver si Kio no sale regañado por andar de preguntón
GISE n_n
Muchas gracias por leer y al parecer eso de hacer sufrir a mis personajes se me da muy bien, así que seguiré martirizandolos, eso si con grandes dosis de amorsh.
EliminarEspero que el próximo capítulo te guste, cuídate mucho.
See you :)
Ahhhhh lloro a mocp tendido sniff sniff, nunca me imagine que el pasado de Kuroko fuera tan triste
ResponderEliminarYo digo que si la perdone pero que no sea amor luego luego, si no que este como de manita sudada con ella jeje
Excelente actualización
Bere
Muchas gracias por comentar.
EliminarTomaré en cuenta tu recomendación, no os preocupeis que pronto mi Kuroko le pasarán buenas cosas.
Espero leerte de nuevo, cuídate mucho.
See you :)