Game Over. Capítulo 5.


Fin de las vacaciones.

 

«Las vacaciones había pasado tan rápido.» Eso pensó el joven Kioshi, quién sufrió al despedirse de los abuelos. Ya sentado en el avión, a lado de su madre, el sueño empezó a vencer sus parpados, bostezo y recargo su cabeza sobre el hombro de Kuroko, quién lo recibió con gusto y lo acomodo en su regazo. Lamentablemente Kise no había podido regresar con su familia a Japón pues de último momento le avisaron que se tomaría unas fotos para una revista en New York, así que él se quedaría una semana más en Estados Unidos.


En poco tiempo el adolescente cerró los ojos. Kuroko acaricio el oscuro cabello de su hijo.

—Eres igual que tu padre, se duermen con una rapidez inaudita —musito.

— ¿Te refieres a papá Kise? —Kuroko se sorprendió al escuchar la pregunta de su hijo.

—Te desperté, lo siento — el chico se incorporo y miro directo a los ojos azules de su madre.

—No lo hiciste, aun no me dormía. ¿Hablabas de papá Kise? —Kioshi volvió a preguntar.

— ¿De quién más podría hablar? —Kuroko no entendía porque su hijo le había preguntado eso. —Ryōta tiene la gran facilidad de dormirse en cuanto tiene un momento de descanso, además de que se acomoda en cualquier lugar… — «y con cualquier compañía.» Quiso completar Kuroko, probablemente esa información no sería adecuada para los oídos de Kioshi, que amaba a su padre.

— ¿Por qué te separaste de papá? —Kioshi interrogo a su madre.

—Kioshi, no creo que ese sea un tema adecuado para hablarlo en un avión —la joven madre contesto, aun sorprendida por la extraña actitud de su hijo.

—Nunca es un tema apto para ti—contesto molesto.

— ¡¿Qué?! —Kuroko le contesta exaltado —. ¿Cuándo no he querido hablar sobre el tema? Si no mal recuerdo, siempre he sido claro contigo, con lo que respecta al tema de Ryōta —. Kuroko estaba molesto por la actitud de su hijo.

— ¡No es eso mamá! —Kioshi trato de recomponer lo que había querido decirle a su madre —. Si tú siguieras con papá, no tendríamos que ir a Japón —le dijo cabizbajo —, no tendríamos que dejar a los abuelos… yo no tendría que dejar a mis amigos —culmino el adolescente con sus reclamos.      

Kuroko lo miro con cierta tristeza pues lo que más dolor le causa es justamente ver a su hijo sufriendo.

—Lo siento hijo —paso su brazo por sus hombros y lo acerco a su cuerpo —lo que menos quiero es causarte tristeza y por eso te dije que era mejor que te quedaras en casa con los abuelos; yo te iría a ver cada que tuviera tiempo, además te hablaría diario y tú podrías llamarme cuando quisieras. Yo sé lo que es llegar a un lugar completamente diferente de tu hogar y se lo difícil que es dejar todo atrás —la vista de Kuroko se nublo por los recuerdos de hace quince años y de él viajando a Estados Unidos, completamente destruido —. Aun cuando yo siguiera con tu padre, hubiéramos tenido que viajar u olvidas que Ryōta ahora vive en Japón.

—Eso no es completamente cierto —replico el chico aun con su rostro escondido en el regazo de su madre —. Si fuéramos una familia y le hubiéramos dicho a papá que no queríamos viajar, él no hubiera aceptado el contrato —dedujo.

—Yo no sería capaz de cortar los sueños de tu padre —Kuroko levanto el rostro de su hijo para ver directamente esos ojos azules que ahora se veían como los de un cielo en plena tormenta — ¿tu serías capaz de negarle un sueño a tu padre? —el chico lo miro con la contradicción reflejada en su mirada.

—No…

—Lo sabía hijo —Kuroko sonrió al escuchar la respuesta de su hijo. Por mucho que Kioshi se quejara o se negara hacer las cosas, siempre declinaba por la mejor opción, aun cuando está no le gustará.

—Mamá, no quise decir que no deseo estar contigo —Kioshi se abrazo al delgado cuerpo de su madre —o negarme a que realices tus sueños —el chico volvió a esconder su rostro —yo siempre voy a estar contigo, sin importar nada. Es solo que es triste dejar a todos mis amigos. Además papá siempre dice que te ama, así que sigo pensando que estarían mejor juntos —le dijo mientras se acomodaba de nuevo, para dormirse.

—Tu padre siempre dice lo mismo —Kuroko le contesta mientras volvía acariciar su cabeza —, hace mucho intentamos estar juntos y no funciono, tal vez tu no lo recuerdes, ya que eras muy pequeño. Creo que Ryōta es un buen padre, eso es indiscutible —Kise acogió a Kuroko cuando este estaba solo y sin pedir nada a cambio se comporto como le hubiera gustado que lo hiciera su anterior pareja —. Es solo que no somos compatibles como pareja o ¿qué te dijo tu padre?

—Solo dijo que era su culpa que no estuvieran juntos —un bostezo acompaño su comentario —. ¿Mamá, no podrías perdonarle, lo que sea que te haya hecho? —Kioshi le pregunto con voz adormilada.

—Lo siento hijo, a veces el perdón no es suficiente.

Kuroko recordó las veces que encontró a Ryōta, besándose con otro y claro la ocasión en la que uno de sus amantes lo ataco en un autoservicio, para que éste dejara libre al rubio. Esa fue la gota que derramo el vaso y la razón por la cual Tetsuya había terminado su relación amorosa con Ryōta. La joven madre siempre amaría al rubio por ser el padre que Kioshi necesitaba, sin embargo no volvería a darle una oportunidad como amante, ya que al parecer el rubio no sabía cómo ser fiel.   

Kioshi no contesto nada pues se había quedado dormido, algo que la joven madre agradeció, aunque conociendo a su hijo, volvería a sacar el tema a flote, era aferrado igual a su padre, y ahora sí, se refería al verdadero.

El viaje era largo, así que la pequeña familia durmió y despertó; y el joven chico volvió a dormir, hasta que por fin aterrizaron en Japón. Cansados por unas vacaciones tan movidas y un viaje tan largo, cargaron sus maletas, que venían repletas por los regalos que habían recibido, y con unas abrigadoras chamarras salieron a la calle a tomar un taxi. El pequeño país los recibía con una fría nieve, Kioshi miro hacia arriba y después vio a su madre.

—No extrañaras la casa —le dijo Kuroko.

Al ver el rostro sonrojado de su hijo, Kuroko se quito la bufanda y se la enredo en el cuello, además de cubrirle hasta la nariz.

— ¡Mamá! — cual niño de cinco años, Kioshi se quejo por sus cuidados.

—Vamos tomemos un taxi —Kuroko ignoro a su hijo y camino en búsqueda de un transporte —estoy demasiado cansado, como para usar el metro.

Los dos hombres tomaron un taxi. Al llegar a su departamento, Kioshi corrió a su cuarto y se aventó sobre su cama. Kuroko llevo su maleta a su habitación y luego fue a buscar algo para comer.

—Mamá, pidamos una pizza —Kioshi le dijo a su madre que seguía revisando la alacena.

—Kio, no más pizza, ni hamburguesas, ni soda —el chico puso malacara a las negativas de su madre —. Creo que tendré que ir a comprar la despensa.

—Moriré de hambre —el adolescente fingió desmayarse.

—Pobre de mi hijo, muerto porque comió sanamente —Kuroko se río.

—Eres perverso —Kioshi le contesto.

—Puedes ir desempacando, mientras voy de compras.

—Voy contigo, solo deja que me cambie —Kioshi corrió a su cuarto.

Kuroko sonrío al ver a su hijo más animado, y miro su ropa arrugada y pensó que no olería muy bien —creo que yo también me cambiare.

Los dos hombres fueron hacer las compras y regresaron con varias bolsas llenas de frutas y verduras, lo que sería una tortura para el pobre de Kioshi.

—Mamá, ¿harás sushi?

—No, ya te dije que hare arroz pero no en sushi —. Kioshi no le gustaba el arroz, por lo menos de la manera en que la preparaban en Japón, él prefería la sazón americana — lo haré rojo como te gusta —el chico al escucharlo se puso muy feliz —. Y a cambio te comerás el salteado de carne con muchas verduras que te daré.

Kuroko miro amenazadoramente a su hijo.

— ¡Hecho! —Kioshi acepto un poco de mala gana pero lo hizo.

Al llegar al edificio, frente a la entrada, una mujer bien abrigada, de cabello largo y suelto, los miraba y al parecer los esperaba pues en cuanto los vio sus ojos brillaron por la emoción.

Kuroko se quedo de pie mirando aquella persona, sus manos temblaron y la bolsa que llevaba resbalo de sus manos. Kioshi se detuvo a ver que le sucedía a su madre.

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El de la imagen es Rio del manga de Fukigen Kareshi y kuroneko, lo puse porque así me imagine a Kioshi haciendo puchero XD
Les gusto?
Quién será la mujer que espera por ellos?
Comenten por fis. 
See you later :)

Comentarios

  1. Awww... Pobrecito de Kioshi todo depre porque se siente solito en su nuevo hogar, hay que conseguirle algunos amigos pa'que se le pase pronto. Y cual Sherlock indagando en el pasado de su madre... Niño eso no se hace!! Aunque se agradece porque nosotros también queremos saber que pasó (^…^)
    Así como también queremos saber quien es la mujer que aparentemente esperaba por ellos... Y ahora a Kuroko le tocará regresar al konbini porque de seguro con la caída de la bolsa mínimo se le rompió un huevo (^.^)

    Que pasará?? Eso solo el próximo capítulo lo develará... Espero
    Gracias por el capítulo!!

    GISE n_n

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    1. Muchas gracias a ti por comentar y seguir esta trivial historia. Mi lindo Kioshi tendrá que echar pa' adelante y apoyar a mami, pero no os preocupeis que ya habrá alguien que lo sacara de su depre XD
      Pobre de mi Kuroko él que quiere alimentar sanamente a su hijo y me temo que terminara pidiendo pizza.
      Sobre la mujer la conoceremos en el siguiente capítulo.
      Espero leerte de nuevo. Cuídate see you :)

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  2. Yo ya no entendi este viaje es cuando el apenas regresa a Japon o es lo que habia dicho kuroko de volver a EUA??
    Jeje no se porque pero la mujer que estaba ahi a de ser momo
    Excelente capítulo

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    1. Muchas gracias por comentar.
      Exacto el viaje es el regreso de la pequeña familia después de visitar a los abuelos en EU, o sea que ya pasaron las vaciones de navidad.
      Sobre la mujer creo que lo descubriras en el nuevo capítulo, te invito a leerlo y espero leerte allí de nuevo.
      Cuídate mucho see you :)

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