Kioshi.
El chico de cabello y
ojos azules, como el cielo a media noche, corrió hacia Kuroko, en su rostro se
podía ver preocupación y miedo mezclados; se hinco frente al pequeño hombre,
que miraba entre lágrimas a los que habían entrado.
— ¿Kurokocchi qué te
sucedió? —Kise pregunto y se quedo de pie a lado de los dos hombres agachados.
Kuroko intento calmar
a los presentes, pero cuando abrió la boca para hablar solo pudo soltar un
gemido de dolor y su llanto se volvió más intenso.
El jovencito frente a
él, lo abrazo. Kuroko agradeció este gesto y lo rodeo con sus manos, recargo su
cabeza en su cuello y dejo que sus lágrimas siguieran su camino.
— Mamá, ¿por favor
dime que te ocurrió? —el jovencito había dejado que Kuroko llorara tranquilo y
cuando noto que empezaba a calmarse lo interrogo —si no me explicas, me
preocupare más de lo que ya estoy.
Kuroko sorbió sus
mocos y separo una de sus manos del cuerpo de su hijo, la paso por su
enrojecido rostro y calmo su agitada respiración.
El jovencito se
separo un poco de su madre, sin alejarse mucho por miedo a que tuviera otro
acceso de llanto, al hacerlo noto que la piel pálida de su cuello mostraba una
inusual área enrojecida, el chico de inmediato supo a que se debía, no era la
primera vez que su madre mostraba la marca de un chupetón. Él sabía que su madre
se daba sus escapadas nocturnas, no muy seguido, pero lo hacía y cuando
regresaba o al día siguiente de éstas, siempre tenía este tipo de marcas, al
principio le molestaba y se ponía celoso pero después su padre le había
explicado que su madre merecía salir a relajarse y que no tenía por qué
molestarse, conforme fue creciendo él entendió a lo que su padre se refería y
aunque seguía poniéndose celoso con las inusuales salidas de Kuroko por lo
menos ya se controlaba más.
—Lo siento Kio
—Kuroko habló un poco más tranquilo —no me paso nada…
—Mamá no mientas, tú
no eres de los que empiezan a llorar por cualquier cosa —Kuroko sabía que su
hijo era una de las pocas personas a las que no le podía mentir.
— ¿Te hizo algo ese…?
—Kise interrumpió la respuesta que iba a dar Kuroko, éste lo miro enfadado,
pues no deseaba que su hijo supiera con quién había salido. Kise al ver la
mirada de su amigo guardo silencio súbitamente, haciendo que el jovencito
sospechara de su extraña actitud.
—No me hizo nada —Kio
lo miro incrédulo —ayer encontré por casualidad a un viejo conocido y acepte su
invitación a cenar, pasamos la noche recordando viejos momentos —Kuroko trato
de infundirle la mayor seguridad posible a sus palabras —y bueno al despedirme
de él y regresar a casa me vinieron a la mente muchos recuerdos… eso es todo
—Kuroko no quiso seguir o a su mente regresarían las memorias de una noche de
pasión mezclada con imágenes de un pasado doloroso.
— ¿Recuerdos de
quién? —Kio pregunto.
—De mis amigos y familia
—contesto nervioso, Kuroko se separo más de él, por lo que no escucho cuando
éste murmuro: recuerdos de ese señor.
— ¿Estás seguro que
te encuentras bien? —Kise le pregunto a Kuroko.
—Sí mucho mejor,
gracias —contesto aun con el rostro enrojecido por tanto llanto.
—Te iré a comprar un
café y algo para que desayunes —Kio le dijo a su madre.
El chico se puso de
pie y se dirigió a la puerta. La verdad es que al chico no le agradaba ver a su
madre triste y su explicación no había terminado de convencerlo, sin embargo
creyó que tenía derecho a sentirse melancólico, después de todo tenía quince
años de no venir a su país natal. Por eso es que decidió darle unos minutos
para que se recompusiera, salir a caminar, mientras pensaba en lo que pudo
haberle sucedido a su madre, era una buena estrategia para relajarse y no
atosigarlo con preguntas.
—Espera Kio —Kuroko
le grito y también se paro rápidamente —. Yo iré, tú todavía no conoces bien el
lugar.
— ¿Cómo vas a ir así?
—Kio le pregunto.
—Eso no importa
—Claro que importa,
todos te miraran preocupados —Kio insistió.
—Nadie me mirará
—Kuroko contesto.
Kise miraba a uno y
otro, cada que hablaban.
— ¡Basta! Ya me
aburrieron, Kio tu madre tiene razón
— ¡Pero papá! —Kio se
quejo y Kuroko puso cara de suficiencia.
—Kurokocchi, Kio en
parte, también, tiene razón —por lo que el rostro del aludido cambió —. Creo
que no te ves muy bien, y dado que Kio no conoce el lugar, iré yo a comprar
algo para desayunar —Kise camino hacia la puerta.
— ¿Papá puedo
acompañarte? —Kio se dirigió a Kise —Mamá, si voy con papá, no hay problema
¿cierto? —miro a su madre que sonrío al escucharlo y asintió a su petición.
—Gracias ma —Kio se
adelanto a su padre y abrió la puerta.
— ¿Deseas algo en
especial? — le pregunto a Kuroko antes de salir.
—No, nada. Por favor
cuida a Kio.
—Oye, ¿por quién me
tomas? Se perfectamente cuidar de mi hijo —Kise le dijo en tono indignado.
Kurokocchi le sonrió
al rubio y vio cuando estos salieron del departamento.
Padre e hijo tardaron
unos minutos en regresar con café, algo de pan y galletas, además de algunos
ingredientes para hacer sándwiches. Desayunaron tranquilamente, ninguno de los
tres volvió a mencionar el incidente de la mañana.
Cuando los tres
terminaron de desayunar, empezaron a trabajar, desempacando y acomodando todo
en sus respectivos lugares.
Kuroko había rentado
un departamento amplio para que su hijo se sintiera cómodo, además este venia
amueblado, lo cual incrementaba el costo de la renta, aunque no se podría
comparar con lo que gastaría si comprara los muebles.
Pasaron el resto del
día acomodando y justo cuando el sol comenzaba a despedirse, tiñendo de un
suave color durazno el horizonte, los tres hombres se sentaron en la sala,
completamente exhaustos.
— ¿Aun sobra algo de
comida puedo preparar más sándwiches o tenemos fideos instantáneos? —Kise vio a
Kuroko con reticencia a aceptar su ofrecimiento.
—No se me antoja —Kio
contesta y un bostezo se le escapa.
— ¿Entonces, qué
quieres?
—Pizza o hamburguesas
—esa era la comida chatarra preferida del chico.
—Kio, no puedes vivir
de pizza y hamburguesas —Kuroko lo regaña.
—Tu madre tiene razón
—Kise le dice — prefiero pizza —el rubio lo dice mientras saca su celular.
— ¡Kise! —Kuroko le
grita y lo mira enfadado.
—Kurokocchi, todos
estamos cansados, es injusto que te pongamos a cocinar, así que mejor pidamos
algo —Kise llama y espera para que le contesten —Kioshi Kuroko, debes entender
que lo que te ha dicho tu madre es completamente cierto. Solo por esta ocasión
pediremos… Quiero dos pizzas familiares…
Kio no pudo evitar
reír al ver que su padre detenía su regaño por pedir las pizzas, mientras su
madre seguía poniendo cara de molestia.
—Papá ¿por qué no
vienes a vivir con nosotros? Me gustaría pasar más tiempo juntos —Kio mordió su
pizza después de hacer su pregunta.
—No, Kio ya hemos
hablado muchas veces de esto —Kuroko regaño a su hijo por su insistencia —.
Kise tiene mucho trabajo y bueno nosotros ya no estamos juntos, sería un
problema obligarlo a estar aquí.
—Kurokocchi tiene
razón nosotros ya no somos una pareja. Aun que eso no tiene nada que ver en mi
relación contigo —Kise miro como su hijo ponía una cara triste al escucharlos
—buscaré un departamento junto al de ustedes, así podremos estar más tiempo juntos,
¿te parece bien? —Kio al escucharlo se puso muy feliz.
—Sí papá —bebió de su
refresco y comió mucho más alegre.
—Kise no tienes que
hacerlo —Kuroko le dijo.
—Pero quiero hacerlo.
Kioshi es nuevo en este lugar así que deseo que cuente conmigo cada que lo
necesite.
Los padres sabían que
este era un cambio drástico para el chico, y aunque en un principio Kuroko le
había ofrecido que se quedara en los Estados Unidos con sus abuelos para que no
tuviera que pasar por todo eso, Kioshi se había negado, él deseaba estar con su
madre. Por esto es que ambos deseaban estar con él y apoyarlo en lo que
pudieran para que la transición le fuera de lo más sencillo posible.
Todos terminaron de
cenar y Kise se despidió de Kioshi con un beso en la mejilla, antes de que este
se metiera a bañar. Cuando su hijo se había retirado, Kise abordo a Kuroko.
—Dime que ese hombre
de anoche ¿realmente no te lastimo?
—No me hizo nada, por
lo menos ningún daño físico —Kuroko le dijo.
—Pero era él ¿cierto?
—Sí.
— ¿Le dirás a Kioshi?
—Kise miro directo a los ojos a Kurokocchi y espero la respuesta.
—No
—Tiene derecho a
saberlo —objetó el rubio.
—Lo sé… esté… no sé
como decírselo —Kurokocchi se miraba nervioso.
—Pues piensa como
hacerlo porque tarde o temprano tendrás que decírselo.
—Sí, lo sé —Kuroko,
se puso más nervioso en pensar en ese momento.
—Me voy, mañana tengo
que ir a un evento —Kise se acerco y le dio un beso en la mejilla a su amigo.
—Gracias por la ayuda.
—De nada. Por cierto ¿pasaran
la navidad en Japón? —Kise le pregunto.
—No, regresaremos a
Estados unidos, los abuelos no pueden venir y Kioshi desea pasar las fiestas
con ellos. Nos iremos el 23 y regresaremos el 2 de Enero. Después de eso
comeremos arroz todo el año, con tantos gastos quedaré en la miseria —Kuroko,
después de irse de Japón se había tenido que volver alguien previsivo, por lo
que tenía una cuenta de ahorros desde que había empezado a trabajar, de lo
contrario no habría podido darse el lujo de regresar a casa después de que
acababan de viajar.
—Yo también iré a
pasar las fiestas a casa de mis padres, seguro que se pondrán muy felices de que
Kioshi vaya a visitarlos, se quedaron muy tristes cuando supieron que también
vendrían a vivir a Japón —Kise camino hacia la puerta —. Si llegas a necesitar
dinero, dímelo. Sabes que no quiero que mi hijo tenga privaciones y tú tampoco
así que no dudes en decírmelo —.
Kise siempre había
sido muy responsable con “su familia” como solía llamarlos, aun cuando no tenía
porque hacerlo, siempre les daba una mensualidad, que él consideraba
insignificante sin embargo Kuroko no aceptaría más.
—No te preocupes,
solo bromeaba. Todo está bien, vamos cubriendo nuestros gastos de manera
correcta y aunque Kioshi no está nadando en dinero y lujos, no le hace falta
nada.
—Eso espero. Te llamo
después, tal vez podamos viajar juntos a casa —Kise dice esto y sale del departamento.
Kuroko regresa a la
sala y se queda pensando en lo que el rubio le dijo: Tienes derecho a saberlo.
Justo lo que menos
deseaba y una de las razones por la cual no quería regresar a Japón, no quería
enfrentar el pasado.
Olvide mencionar que la historia tenía mpreg, lo siento. Además use el termino de madre para referirme al hombre que en este caso es quien concibió, sé que algunas personas no les agrada el uso del termino para referirse a un hombre, pero a mi me parece bien para diferenciarlos, así que ni modos.
Les está gustando la historia?
comenten, please.
Nos vemos en el siguiente capítulo.
Aaay porque!! Justo cuando pensé que Kuroko pondría fin a todo lo concerniente a Aomine me parece que Kioshi es el vínculo que nunca va permitirlo, verdad?? verdad?? Y al parecer Kio no es ajeno al asunto ya que él mismo lo mencionó "ese señor", probablemente porque también fue testigo del sufrimiento que dicho sujeto le causó a su madre. Dioooss!! Maldigo a Aomine por el daño hecho a Tetsu (>~<)
ResponderEliminarY Kise tan lindo que ofreció su ayuda y soporte a Kuroko cuando más lo necesitaba y se convirtió en una figura paternal para Kioshi \(^.^)/ Yaay!!
Excelente capítulo!! Y esperemos pacientes por el 5to
GISE n_n
Muchas gracias por comentar.
EliminarMuchas de tus deducciones son correctas pero hay una en partícular que esta un poco erradda, sin embargo poco a poco descubriremos que fue lo que paso entre Aomine y Kuroko. Además nuevos personajes se agregan a la historia y entre ellos algunos machos pechos no peludos XD ya veremos si Aomine es capa de seguir luchando por Kuroko.
Gracias por seguir insentivando mi mente además ese hombrecito de pelo verde llegará junto a su pareja XD
Cuídate, see you :)
Jeje to digo queeeeee Aomine es el papi de kioshi kyaaa que lindo
ResponderEliminarPor primera vez odio a momo-san sniff sniff
Excelente capítulo, gracias por publicar!!:)
Muchas gracias por comentar.
EliminarMuy buena deducción y no lo negaré. Sobre Momo creo que es muy pronto para que la odies, ya que aun no sabes si tuvo o no la culpa, pero pronto saldrá dar su versión.
Cuídate mucho, see you :)
Omg la sombra del pasado volvio a kuroko...noooo..speraba que kio fuese hijo de kise :( ...tan lindo kise apoyando a su familia que desaparesca aomine y vivan los 3 juntos ;) garcias x el capitulo keyla
ResponderEliminarMuchas gracias por comentar.
EliminarMe temo que Aomine no querra desaparecer ahora que ha encontrado a Kuroko, pero no te preocupes que Kise no dejará solo a la madre soltera y mucho menos a su hijo.
Espero pronto haya capítulo nuevo y leerte en él.
cuídate mucho, see you :)