BY Anke.+
Caminando
bajo la nieve, podía ver el vaho que salía de mi boca al respirar, hacía mucho
frio en esas montañas, aun así era bueno regresar al hogar.
Las
aves están cantando, la primavera no debe tardar en llegar, hay un ave en
particular, su voz es tan hermosa, llena de felicidad, reconocería su voz en
donde fuera, pareciera que cada vez que llegaba le daba la bienvenida. Me daría
pena confesar que regresa en parte para oírla cantar.
Con
una sonrisa en los labios, sujetó mejor su capa y continúo el camino al pueblo
llevando en su mente la melodía.
Cada
año regresaba, cada año pasaba al mismo local de flores, el joven que lo
atiende es muy amable y sonríe todo el tiempo, y siempre tiene un ramo de
flores listo para él, y la misma rutina:
-
Buen día cazador
-
Buen día Nowaki
-
¿Llevaras flores hoy?
-
Siempre lo hago –Sonríe mientras repite el casi ritual.
-
Estas flores me las trajeron del sur, ya es primavera en ese lugar.
-
Aquí no tardará en llegar, las aves de la primavera ya están cantando… seguiré
mi camino, es bueno verte.
-
Igualmente cazador.
Escuchando
de nuevo esa melodía no puede evitar buscar su fuente, al mirar hacia arriba ve
la misma ave que le saludo al llegar, pareciera que le sigue, sin dejar de
cantar, parece ser un ave muy feliz.
…
-Oh,
lo encontré, ahí está él, esta vez también compro flores, me gustaría ser como
ese vendedor y poder hablar con él, lo que daría por poder hacerlo, al menos
puedo cantar para él aunque no pueda hablarle, parece que el canto de las aves
lo hace feliz.
Cada
año espero su llegada, ha crecido bastante, cuando lo conocí no era más que un
niño que cazaba solo en el bosque, no sé por qué pero su presencia me cautivó,
nunca me había pasado con otro ser humano, ellos no me importaban mucho, pero
sus ojos tristes me hicieron desear hacerlo feliz, y comencé a cantar con ánimo
en ese día gris solo para él, para verlo feliz, las flores alrededor del chico
florecieron y soltaron su fragancia y él levanto la vista hacia mí, sus ojos
eran de un hermoso avellana y su pelo azabache contrastaba mucho con la nieve
blanca que había a su alrededor, él me miró fijamente y entonces, ¡Ahí estaba!
Una sonrisa solo para mí... me sentí tan bien, pude hacerlo sonreír, algo
dentro de mi cambio ese día, y siento decir que me convertí casi en un
acosador, olviden eso... lo admito, soy su acosador personal, cada vez que el
regresa a esta montaña lo espero con ansias y con solo verlo me lleno de júbilo
y canto y canto solo para él, para verlo sonreír, lo sigo por el pueblo y me
siento un poco triste porque tengo deseos de hablar con él, quisiera saber lo
que hace cuando se va, quisiera poder seguirlo a donde vaya pero mis
responsabilidades me lo impiden, a veces deseo ser un humano, libre de ataduras para poder seguirlo
y conocerlo más, sin embargo tengo que conformarme con pedacitos de su tiempo
cuando viene, siguiéndolo fielmente como un cachorrito.. ¡Qué diablos! ¡Estoy
enloqueciendo! Soy un ave, ¡por los dioses! Más aun, soy un dios ave, el dios
de la primavera que mora en los bosques. Y cuando mi tiempo aquí acabe tendré
que partir, me pregunto si esta vez ¿él se irá antes o lo aré yo? No importa
mucho, en cuanto se vaya partiré también, este lugar sin él me pone melancólico
y eso no es bueno para la primavera que tiene que seguir.
Me
dejare de tonterías por ahora, este es su hogar y también me gusta cuando él
está, tengo que cantar y traer la primavera, todo debe florecer, igual se dónde
encontrarlo después.
…
Ya
es tarde, me he cansado un poco pero terminé por hoy, todo está floreciendo y
la mayoría de las aves han llegado, eso debe hacerlo feliz.
-Oh,
¿son flores para mí? Siempre lo hace, es bastante engreído.
Cada
año las flores que compra las coloca bajo el árbol donde lo conocí, doy gracias
por ser un ave, las aves no se sonrojan; aun así siento aumentar la calidez en
mi cuerpo, que tal acción me provoca. Es un tonto, pero me hace feliz.
-Waw!
¡¿Que paso?! ¡Qué sucedió...! ¡Mi cuerpo! – una sensación extraña me recorre y
tan pronto como llego se va.
-Oh,
eres un humano ahora. Creí que solo los zorros podían cambiar de forma, ¿eres
un dios del cambio? Y yo que pensé que mi cena estaba lista, un hermoso
pajarito.
-¡¡Ah!!
¡¿Quién eres tú?! ¿Qué me paso? – ¿quién será esta serpiente? No la he visto
antes... Espera… ¿¡¡¡me iba a comer!!!?
-Mi
nombre es Hiroki, y como te pregunte antes, ¿eres el dios del cambio de la
primavera?
-Ah,
sí, lo soy... Pero qué...
-¿Hay
algún humano que te guste?
-¡¿Qué?!
¡No! De ninguna manera - sin embargo no puedo evitar pensar en mi cazador...
Espera... ¿¡¡Mi cazador!!? ¿Desde cuándo es mío?
-Oh,
así que lo hay... Te has puesto rojo rojito.
-Espera
¡no! - no puede ser, no... Me niego… O ¿tal vez si?.. No he pensado mucho en
ello de igual forma... No... ¡Definitivamente no!
-Si
has cambiado a forma humana debe ser porque esa persona igual tienen
sentimientos por ti...
Mi
cabeza era un lio, ¿yo querer al cazador?, pues si me gusta, pero querer,
¿amar? ¿Cómo he llegado a esto? Espera... ¿él debe sentirse de igual forma?..
-Espera,
¿qué? ¿Él también me quiere?- dioses, me dará migraña.
-¡Por
supuesto tontito!, si no te quisiera no podrías cambiar de forma, si tu
compañero siente lo mismo que tú, cambiaras a la misma forma de él para poder
estar juntos.
-Aaaah,
¡grandioso! Por cierto, ¿también eres un dios? No nos hemos visto antes... y yo
no sabía nada de esto.
-No
te avergüences, pero mira, ahora que eres humano puedes estar con él, puedes ir
a buscarlo y hablar, no me digas que no has querido hacerlo, me he dado cuenta
que lo sigues donde sea que vaya en este pueblo.
-¡Eso
no es cierto! Solo nos encontramos por casualidad... ¬¬
-No
sabes mentir, y eso está bien, eres un dios, no deberías hacerlo, y no sientas
miedo, él te quiere también, ¿recuerdas? ¿Por qué no cantas primero? Si no te
animas a hablar con él o abrazarlo.
-Cantar…
una canción… ¿una canción solo para él? – ¿en qué estoy pensando? Siempre he
amado cantar, pero... ¿Con este cuerpo se podrá? ¿Cantare igual? ¿Y si a él no
le gusta mi voz ahora que he cambiado?
-Deja
de pensar tanto y solo canta, canta lo que tengas en tu corazón.
-Está
bien lo hare…
Y en
lo profundo del bosque se oyó una voz hermosa que cantaba, las aves cesaron sus
trinos, los animales se quedaron inmóviles y los que aún estaban dormidos
despertaron solo para escuchar, era algo que no habían oído antes, una voz
líquida que recordaba la frescura de los arboles floreciendo, un arroyo de agua
limpia que baja de la montaña, una visión de flores multicolores, era una
melodía tan alegre con un ligero sentimiento de nostalgia, mientras duro el
canto no se escuchó ningún otro sonido.
-Suena
muy bien para mí- dijo la serpiente al joven avergonzado, su voz era
simplemente sobrenatural, como él mismo, también muy especial; Se podía ver
como todo a su alrededor estaba vibrante de vida.
Sin
darse cuenta que el cazador era uno de los que se quedaron inmóviles
escuchando, esa canción lo hizo sentirse nostálgico, le recordó al pequeño
pajarillo que lo seguía siempre que estaba en ese pueblo, no era la misma voz
pero al mismo tiempo lo era, algo había cambiado...
-¿Dónde
estará ese pequeño?-se preguntó el cazador mientras caminaba por el bosque sin
ser consciente de que el ahora humano, dios de la primavera, estaba sobre un
árbol viendo cómo se alejaba.
-Deberías
decirle algo, ¿presentarte tal vez?- dijo la serpiente mientras lo veían
alejarse.
-No
sé qué debería decirle... Lo he seguido cada año… Y no sé ni como se llama –
termino todo apenado el dios.
-Entonces
solo tienes que presentarte y preguntarle – dijo con confianza la serpiente.
-No
es tan fácil... ¡No me reconocerá en esta forma! ¿Que se supone que le diga?
-Según
sé su nombre es Masamune, él vive en esta montaña aunque no tenga familia,
ellos eran extranjeros que llegaron aquí hace mucho, tengo entendido que
murieron cuando él era un niño.
-Masamune…
-¿Que
ocurre pequeño? ¿Por qué esa cara triste?
-Es
solo que... a él le gusta mi voz... Pero ¿y si no le gusto? ¿Que si no le gusta
cómo me veo? ¿Que si no le intereso de esa forma ahora que he cambiado?
-Puedes
cambiar a tu antigua forma ¿no?
-Si...
Pero... Aun no quiero hacerlo – dijo encogiéndose sobre el árbol, mientras
sujetaba sus rodillas con las manos.
-No
te pongas así, un paso a la vez ¿vale? Por el momento solo tienes que cantar lo
mejor que puedas, estoy seguro de que el disfrutara las melodías, además que yo
también estoy esperando la primavera en todo su esplendor y si no cantas no
terminara de llegar.
-Tienes
razón... ¡lo hare! ¡Y antes de que Masamune se vaya del pueblo hablare con él!
– dijo en un arranque de entusiasmo, aunque por dentro estaba lleno de miedo,
pues todo esto era nuevo para él.
Mientras
los dos platicaban animadamente no vieron las sombras que se acercaban a ellos,
alguien más lo había escuchado cantar y sus pensamientos codiciosos no serían
nada agradables para el dios de la primavera.
…
Oh, ¿qué
ha pasado? Me duele la cabeza…- siento como late mi cuerpo y siento frio pues
estaba acostado en el suelo, no sé dónde estoy... ¡Hiroki! ¿Dónde está?
Estábamos en el árbol y después todo se puso negro, ¿Es esta una jaula? Los
barrotes no parecen muy fuertes pero no tengo fuerza en mi nuevo cuerpo,
intento cambiar de forma para poder salir pero nada pasa, tengo miedo, no sé
qué está pasando.
Escucho
como se abre una puerta y entra un tipo, es muy grande en verdad y su cara me
da miedo.
-Veo
que estás despierto... he escuchado que tienes una muy linda voz, me gustaría
escucharla. – dice como si nada, como si yo no estuviera encerrado aquí contra
mi voluntad.
-Quien...
¿Quién eres? ¿Dónde estoy? – puedo notar un leve temblor en mi voz, nunca antes
había estado en esta situación ni tratado tan de cerca a los humanos. Este
lugar huele a humedad y esta tan frio, no tengo plumas con que protegerme en
este cuerpo, no hay ventanas tampoco así que no sé cuánto tiempo he estado
aquí.
-¡Canta!
¡Canta! ¡Canta! ¡¡He dicho que cantes!! – me grito una y otra vez mientras
golpeaba la jaula con una barra metálica, un grito escapo de mi ante su
arranque de violencia, me encogí en una esquina tapando con mis manos mis oídos
mientras cerraba los ojos pues no dejaba de grita y golpear con la barra la
jaula, estoy muerto de miedo, el sonido es terrible y me llena de angustia,
como dios de la primavera no conocía la violencia pues todos estaban
disfrutando de la primavera cuando llegaba a un lugar, todo esto era nuevo para
mí y no me gustaba nada.
Por
suerte unos hombres entraron al escuchar el ruido y uno sujeto al que me
aterrorizaba alejándolo de mi jaula y quitándole la barra.
-¡Detente!
¡Lo estas asustando! Es solo un niño – le hablaba mientras lo calmaba y lo
sacaba de la habitación, no debía pero aun así me sentí agradecido por ello
mientras temblaba en mi esquina, él era un secuestrador también y no lo
conocía.
-Solo
un poco... Canta solo un poco y te dejaremos salir, ¿de acuerdo? solo queremos
escucharte- me dijo con voz amable mientras se acercaba lentamente para no
asustarme, no sé qué hacer, si canto ¿en verdad me dejaran ir? Espero que sí,
este lugar no me gusta nada pero aun así quiero estar seguro.
-¿Enserio
me dejaran salir? ¿Si canto para ustedes?
-Te
lo prometo, serás libre. – dijo mientras cruzaba su dedo por su corazón.
No
tengo muchas opciones, estoy en esta horrible jaula, no quiero que comiencen a
golpearla y a grítame de nuevo, así que aun triste como me sentía cante, sin saber
que con eso sellaba mi destino.
-Es
increíble, esto venderá mucho… empezaremos mañana, preparen todo.- decía
mientras se alejaba hacia la puerta.
-¡Esperen!
¡Dijeron que me dejarían salir! ¡Cante!… ¡lo prometiste! – empecé a gritarle
cuando entendí que no saldría.
-¿Y
qué? Es tu culpa por creerme. – dijo como si nada, mientras todos salían
dejándome solo y cerrando de nuevo la puerta a mi libertad
-Espe…
eres un mentiroso –musite con tristeza, mis ojos que nunca antes habían llorado
derramaron lágrimas, las sentí correr en mis mejillas al darme cuenta que nunca
más vería a Masamune, no podría recibirlo el próximo año, ni despedirme este
año de él, ¿quién le traería la primavera si yo no podía salir de aquí?
Me
hundí en mi tristeza y quise gritar y golpear la jaula que me contenía, pero la
violencia no está en mí, así que llore hasta dormirme, esto es una pesadilla y
aun que nunca antes había tenido una, esperaba con todas mis fuerzas que esta
fuera la primera y última, y que al despertar lo hiciera en el bosque junto con
mi nuevo amigo Hiroki… Soñé que cantaba
y volaba por el bosque, soñé que volaba y encontraba a Masamune, y que todo era
como antes.
No
sé cuánto tiempo llevo aquí, es siempre la misma rutina, ni sé cuando deje de
hablar, solo cantar y cantar sin sentido, cada día en esta jaula era un
martirio, no sentía el paso del tiempo, ¿unos días? ¿Unas semanas? ¿Unos meses?
Qué más daba... no importa.
Cada
noche era arrastrado a un escenario por medio de una cadena unida a un collar
que colocaron en mi cuello, al día siguiente de haber llegado aquí, esa cadena
no se ha movido hasta entonces, es más, me colocaron grilletes en las muñecas a
juego, si un día me la quitaran, podría jurar que la seguiría sintiendo
cortando mi respiración.
El
lugar donde me llevaban siempre estaba lleno de caras extrañas que quedaban
extasiados con mi canción y regresaban cada noche a oírme cantar, solo eso les
importaba, yo era solo un fenómeno, una atracción, no un ser humano ni un dios,
mi cuerpo dolía donde me golpeaban, cada día que me negaba a seguir cantando y mis
manos y pies estaban marcados por las cuerdas con las que me castigaban cuando
dejaba de comer.
No
quería seguir así, sin embargo aquí estaba, una noche más que deseaba morir y
terminar con todo, solo el recuerdo de mi cazador me mantenía vivo, esperaba
verlo algún día, solo una última vez, y quizás así podría dejarlo todo, la
naturaleza seguiría su curso, después de mi muerte, un nuevo dios de la
primavera nacería y espero que ese dios no sufra como yo; deseo, tan
egoístamente, que nunca se enamore para que no pueda ser humano y vuele siempre
libre en el bosque. Mi destino no se lo deseo a nadie. Mi Masamune, ¿podré
verte otra vez? Siento como mi cuerpo se apaga un poco cada día, este lugar me
mata lentamente, no hay naturaleza en este hoyo, solo frio y duro concreto,
nada vive aquí. Me pregunto cuanto más podré seguir… mis lágrimas se acaban...
Cuando ellas se terminen... ¿También lo haré yo?
…
Ha
pasado un año y por fin estoy de regreso, pero es extraño, hay mucha nieve y
parece que más caerá, no hay ninguna flor en el camino, ningún animal corriendo
en la nieve ni aves en el cielo, es extraño porque para estas fechas ya todo
está brotando y los animales que han dormido todo el invierno van despertando,
pero ahora, nada.
Pasare
con el vendedor de flores, tal vez él sepa algo.
-Buen
día cazador
-Buen
día Nowaki
-¿Llevaras
flores hoy? Solo tengo unas pocas del sur – Dijo un poco decaído.
-Siempre
lo hago Nowaki ¿no ha habido muchas flores este año? -pregunte mientras veía
una cesta que contenía apenas unos pocas flores sueltas, cuando en años
anteriores tenía varias cestas y arrebozadas.
-Estas
flores son las últimas, la primavera está llegando muy lentamente esta vez,
todos están hablando de ello, pareciera que aquí no quiere llegar aún.
-Es
muy extraño, no he visto flores en todo el camino, para estas fechas ya había
verdor, antes, y las aves... ellas no están cantando...
-Tienes
razón cazador... por cierto, he oído un rumor... de un chico que canta como las
aves... es algo triste en verdad, lo tienen en la cabaña de exhibición, unos
cazadores lo trajeron hace un año- dijo poniendo una triste expresión – nunca
lo he visto, ese tipo de lugares nunca me han gustado pero las personas hablan
de ello cuando compran mis flores para sus esposas, debe ser muy triste para el
chico si lo mantienen ahí sin poder salir.
-Eh
oído también los rumores, dicen que cosas raras pasan en ese lugar, siempre
muestran seres extraños que atrapan en países lejanos, echaré un vistazo,
podría encontrar algo interesante, igual tengo un extraño presentimiento. – me
despedí de él y camine a la orilla del pueblo donde se encontraba la cabaña que
ocupaban para sus exhibiciones.
Mientras
bajaba al sótano, que es donde daban el espectáculo lo escuche, esa voz... la
he oído antes en el bosque, así que aquí es donde estaba... seguí bajando hasta
llegar, sobre un escenario estaba un chico que no aparentaba más de 17 años,
pequeño y delgado, él era hermoso, con un cabello castaño claro, que brillaba
reflejando la luz de las lámparas que colgaban del techo, tenía los ojos
cerrados mientras cantaba, me detuve a observarlo mejor, tenía la piel casi
blanca y manchada, en varios lugares, en los brazos… no, no eran manchas, eran
moretones, tenía varios; amarillos, café y unos recientes en purpura; unos
pocos cortes en ellos Bajo sus ojos cerrados podía ver medias lunas, tenía un
collar con cadena al cuello que estaba sujeta a un aro en el piso, por el
tamaño la cadena lo obligaba a estar arrodillado, y era hermoso aun así, aunque
muy delgado, la ropa que traía le colgaba un poco, era una figura etérea.
Cuando
termino de cantar abrió los ojos, eran de un hermoso y vibrante verde como los
brotes tiernos, sin embargo estaban llenos de tristeza y me veían fijamente
mientras lagrimas caían de ellos, no pude soportarlo más, me acerque
rápidamente sacando mi espada y arremetí contra el tipo que tenía más cerca, al
ver la espada la gente que veía el espectáculo salió en tropel abandonando el
lugar, mejor para mí, pues solo quedaron los dueños y de esos me encargue yo,
estaba furioso, corte y corte contra ellos hasta que no quedo ninguno en pie,
no sentía el cansancio ni las heridas que ellos me llegaron a hacer, solo
quería matarlos a todos por hacerle eso al pequeño pajarillo, al pensar en eso
me detuve, todos estaban muertos, ¿dónde estaba el?
Entonces
lo vi, yacía de lado en medio del escenario, me acerque rápidamente a
asegurarme que se encontraba vivo, mientras mi corazón latía desbocado con
temor a que ya no lo estuviera, pero solo estaba desmayado y al fin pude
respirar nuevamente, tal vez se desmayó
de cansancio… espero que no por haberme visto matar a todos.
Busque
entre los cadáveres al que tenía las llaves para liberarlo del collar y los
grilletes que llevaba y poder sacarlo de ahí. No puedo creerlo, ¿cuánto tiempo
llevaba aquí? ¿Un año? Como pudieron mantenerlo obligado a cantar y lastimarlo
de esa forma, de nuevo quería matarlos, suerte para ellos que ya estaban
muertos.
Cargándolo
con cuidado como si se pudiera romper con un mal paso lo lleve a mi cabaña.
…
Mis
parpados pesan, pero esa voz la conozco, hay algo familiar en ella, quiero
seguir escuchándola, abro mis ojos lentamente, ¿estaré en el escenario aun? Hay
mucha luz y me cuesta varios parpadeos enfocar bien, ¡no es un sueño! No estoy
en mi jaula, y está aquí... ¡es el cazador! Me mantengo inmóvil mientras
asimilo el lugar donde descanso, es una cama suave y la habitación es pequeña
pero funcional, solo cosas necesarias, cocina y una mesa, la cama está en la
esquina y puedo ver una ventana junto a la puerta.
Él
no se ha movido, solo me mira mientras espera que la realidad se asiente en mí,
no más jaulas, no más cantar porque me obligan, no más frio y hambre, él está
sentado en una silla a un lado de la cama, es real... el me salvo... algunas
lágrimas escapan de mis ojos
-Estás
despierto pajarillo – dice mientras levanta una mano y las limpia suavemente
con su pulgar, pero no hace mención de ellas, lo cual agradezco.
Me
mira fijamente y no sé qué decirle, es la primera vez que estamos así, ¿qué
debería decir?, no puedo llamarlo por su nombre, se supone que no lo conozco,
tal vez ¿gracias por salvarme? Mi voz no quiere salir, me parece insuficiente
un simple gracias.
-Pajarillo...
¿cómo te llamas? Mi nombre es Takano Masamune
- ¿Eh?...
no tengo nombre... pero... no soy un ave – pero él sabe quién soy.
-Tienes
razón... ¿cómo te gustaría que te llamara entonces?
-Está
bien si me llamas como tú quieras – no pude evitar el calor en mi cara, que
vergonzoso, es nuestro primer encuentro y estoy muy nervioso.
-Ya
veo... es algo problemático – dijo mientras servía un líquido en una taza y me
la pasaba.
-Es
un té medicinal de hierbas, tómatelo, te ayudara... está un poco caliente.
Tome
la taza y la acerque a mi boca, tenía un agradable olor, tomándolo lentamente
sentí el efecto casi de inmediato, mi cuerpo aún estaba un poco cansado pero el
dolor remitía lentamente, por ultimo lo tome más rápido, me sentí muy bien
mientras mis parpados caían y me hundía en la oscuridad, sorprendentemente esta
vez no sentía miedo.
-Tal
vez debí decirle que contenía alcohol... igual le servirá para que descanse un
poco más – lo acomode bien y lo tape con las sabanas para que continuara
durmiendo.
Nunca
me imaginé que la princesa de la leyenda de la canción de primavera sería un
chico, no me quejo tampoco, él es muy lindo.
Me
aparte para acomodarme y descansar en una esquina, así estaría en guardia por
si aparecía algún otro cazador, estaría listo, también desde ahí podría verlo
dormir y guardar su sueño.
…
Estaba
soñando de nuevo, estaba tan solo y triste, de repente aparecía Masamune y
tomando mi mano me salvaba llevándome lejos...
-Buenos
días.
-Buenos
días – musite mientras bostezaba un poco, parece un sueño, aun me cuesta creer
un poco que estemos aquí...
-Creo
que te llamare Ritsu...
-Está
bien... – me sonroje de nuevo, que pena, pero me sentí muy feliz, ahora tenía
un nombre y mi cazador me lo dio. :3
-¿Ritsu...?
-Masamune...
– murmure poniéndome aún más rojo sin poder evitarlo, él estaba muy cerca de
mí.
-Finalmente
me llamaste por mi nombre... eso me hace feliz... vamos, es hora de comer –
dijo mientras se alejaba para poner unos platos en la mesa.
-Esta
b-bien, ¿quieres que te ayude con algo? – pregunte mientras lo seguía, no tenía
idea de en qué podría ayudarlo pero podría intentarlo.
-No
es necesario, tenemos que comer rápido y luego saldremos de aquí, no es seguro permanecer
mucho tiempo, ellos vendrán... ¿podrías convertirte en ave de nuevo? – pregunto
mientras me veía tomar el plato con mis manos, no se usar los utensilios así
que hice lo más fácil, tome un poco directamente del plato.
¿Quiere
que cambie? Pero Hiroki dijo que si los dos sentíamos lo mismo me mantendría de
forma humana... tal vez se equivocó, pero aun así, estoy algo débil por mi
estadía en ese sótano.
-No
lo sé... no creo que pueda aun con mi poder... Masamune... ¿por qué me
salvaste?
-Creo
que no es bueno que la primavera no llegue.
-¿Solo
por eso? Si eso fuera todo no me habría convertido en humano… – Dije casi en un
susurro pero él me escucho.
-¿Por
qué mas podría suceder? ¿A qué te refieres Ritsu? – dijo con curiosidad.
Quería
preguntarle si le gusto, ¿acaso me querrá? Pero no puedo, es como si las
palabras se negaran a salir ocasionándome un nudo en la garganta que no me deja
respirar, estoy muy nervioso, ¿y si no me quiere? ¿Me convertiría de nuevo en
ave?
No
creo que pueda soportar regresar a solo verlo desde lejos, en todo el tiempo
que estuve cautivo me di cuenta que lo quería, quería estar siempre con él,
pero ahora no estoy seguro de que el sienta lo mismo, tal vez Hiroki se
equivocó. Y eso me entristecía mucho.
-Ritsu...
no te preocupes... pensare en eso un poco más, sí, pero mientras, todos
esperamos la primavera, ¿es muy egoísta ese deseo?
-¡Por
supuesto que no! – alcance a decir antes de que me abrazara, ¿por qué lo hacía?
Es una pena que me soltara tan pronto.
-Es
hora de irnos…
Terminamos
de comer y lo vi mientras arreglaba un bolso con unas pocas cosas que él pensó
que podríamos necesitar, así como nueva ropa para mí, ya que solo traía algo
que podría pasar por harapos, los tipos que me tenían antes no se molestaron en
darme algo más que un poco de comida y agua.
Mientras
caminábamos me anime un poco, el aire fresco se sentía maravilloso y ver de
nuevo el cielo que pensé no volvería a ver me hacía sentir muy feliz, empecé a
cantar suavemente sin darme cuenta hasta que su voz me sobresalto.
-Quieres
cantar siempre, ¿no?.. Eso está bien... mientras estés conmigo yo te protegeré.
Esas
simples palabras me hicieron sentir maravilloso, y mi canto, lleno de alegría,
nació haciendo que las flores brotaran y florecieran a nuestro paso, Masamune
estaba sorprendido al verlas, la primavera por fin había llegado y eso lo hacía
feliz, por lo tanto yo también lo era.
-¿Siempre
viajas de esta forma?
-Si...-
dije en un suspiro, su mano estaba tan cálida, pude sentirla mientras colocaba
un mechón de mi pelo tras mi oreja, no pude evitar mirar sus ojos, eran
hipnotizantes y hermosos.
-Ritsu...
me preguntaste el por qué te salve... cierto – solo pude asentir aun perdido en
sus ojos – hace mucho tiempo vivía con mi familia en estas montañas, un día
salieron de caza y no regresaron, tuvieron un accidente y quede solo, estaba
tan triste en ese entonces y salía a vagar por el bosque, entonces llegaste un
día y llamaste a la primavera, es como si todo tuviera color de nuevo en mis
días grises, me salvaste Ritsu, es por eso que yo también quería salvarte.
-No
digas cosas tan vergonzosas- dije apenado recordando ese día, no sabía que ese
día también fue muy importante para él.
-Es
hora de descansar y dormir un poco Ritsu.
-Está
bien – sin embargo no puedo evitar pensar que no hice nada especial, voy
cantando por el país haciendo que la primavera llegue, es algo natural para mí
es lo que soy, y ese día solo quería hacerlo feliz... esta es la primera vez
que alguien me reconoce así... quiero protegerlo.
Nos
alejamos un poco del camino, Masamune me pidió que me sentara mientras él hacia
el campamento, quería ayudarlo pero sabía que solo ocasionaría problemas, aun
así observe atentamente, quería aprender para ayudarlo en el futuro.
…
-Es
algo bueno que sea fácil de seguirlos- dijo mientras veía el camino de flores.
-Solo
hace florecer las flores, no creo que podamos usarlo otra vez.
-Te
equivocas, podríamos buscar usarlo como un arma, alguien lo comprara por una
muy buena cantidad de dinero, no sabemos qué más puede hacer, además, fue un
buen ingreso el que tuvimos mientras cantaba.
-Veo
humo... ellos están cerca.
-¡Hey!
¿Qué pasa? ¡Alguien está disparando!
Los
disparos siguieron, algunos dando a su objetivo pero varios alcanzaron a
esconderse tras los árboles, al finalizar solo se escuchaban las respiraciones
de los cazadores.
-¡Váyanse!-
grito el cazador, se había escondido en la copa de los arboles donde tenía
mejor visión del lugar.
-Te
trajimos un regalo cazador... ¡suéltenlo!- terminó con un grito.
Varios
cazadores llegaron arrastrando una inmensa jaula, Una cosa, un monstruo se
encontraba en ella, soltaron la cadena que la mantenía cerrada y corrieron
entre los árboles, era una cosa enorme sin forma definida pero parecida a un
oso, era muy rápida, se abalanzo contra el árbol donde se encontraba el cazador
que por poco logro esquivarla saltando, al caer perdió su escopeta, y sacando
su espada se enfrentó a la bestia, esta vez no sería tan fácil y esperaba poder
acabar con ella antes de que encontraran a Ritsu, al que había escondido entre
la maleza. Lejos del camino donde se encontraban.
Solo
un descuido valió para que la cosa lo alcanzara, sintió que algo se estrellaba
contra él y después... Solo oscuridad.
-¿Qué
puedo hacer? Tengo miedo- temblaba un poco al recordar mi tiempo en la jaula a
manos de esos cazadores, pero no podía dejar solo a Masamune, el me necesitaba
y yo quería salvarlo, tendré que confiar en mi poder.
Decidiendo
eso salió de su escondite para enfrentarse al monstruo, solo tenía un arma...
su voz.
Cerrando
los ojos reunió su poder y en un grito cantó, el aire arrecio alrededor de
ellos y arboles brotaron del suelo y en sus ramas se llevaron al monstruo y a
alguno que otro cazador que no corrió lo suficientemente rápido. Ninguno de
ellos se volvió a mover. Los que se pudieron salvar huyeron sin voltear atrás.
Al
terminar se sentía muy cansado y dejo que la oscuridad se lo llevara sin ser
consciente que regresaba a ser un pajarillo.
…
Desperté
después de un momento, el monstruo me dejo inconsciente con su último golpe,
¿dónde estoy? ¡Ritsu!... me levante poco a poco en lo que el mundo dejaba de
girar, ¿estaba alucinando? Frente a mí se hallaba un bosque, esos árboles no
estaban en el camino antes... Ritsu.
-¿dónde
estará...?- busqué un poco pues no lo veía – ¡Ritsu! ¡Responde!
No
quería pensar en que no estuviera, tenía que estar, si los cazadores se lo
llevaron nada me detendría de buscar venganza, Ritsu es mío.
Mi
corazón paro de latir cuando lo encontré, estaba sobre una cama de flores en su
forma de pajarillo y no se movía, temiendo lo peor lo tome con cuidado en mis
manos, pude sentir un ligero estremecimiento de su parte y mi corazón latió de
nuevo, el temor de perderlo me hizo comprender cuanto me dolería si moría o lo
perdía de nuevo, lo quería sin lugar a dudas.
Estaba
vivo, estaba bien y conmigo.
Lo
acune en mi pecho y me levante con mi preciosa carga, no vi a ninguno de los
cazadores ni al monstruo, Ritsu debió haberlos detenido, él es increíble.
Caminado
busqué donde hacer un nuevo campamento lejos de ese lugar y descansar un poco.
Me di cuenta que una serpiente me seguía, alcancé mi espada con la mano por si
me atacaba pero antes de tocarla me hablo.
-Mira
alrededor humano, las flores están floreciendo en la montaña, la primavera
llego a protegerte... es mejor que muestres un poco de respeto y se lo
agradezcas...
-¿Quién
eres tu…?
-Soy
una simple serpiente que vive en esta montaña, te he visto desde que eras un
niño... te encargo esa avecilla cazador... protégela. – diciendo eso la
serpiente se alejó desapareciendo en un arbusto.
-Está
bien... – no sé por qué ya no me sorprende que las serpientes hablen.
Camine
un poco más hasta llegar a un arroyo donde hice un campamento, lo coloque
cuidadosamente sobre mi capa mientras preparaba el fuego y cocinaba, no estaba
seguro si regresaría a su forma humana pero por si acaso podría tener hambre,
tuve que alejarme un poco en busca de leña, mientras esperaba que despertara me
quede dormido, igual estaba cansado.
…
Desperté
de un sobresalto recordando a la bestia, me tomo solo un momento darme cuenta
que no había peligro a mi alrededor, ya no estábamos en el camino, el cazador
dormía a mi lado y se veía tan tranquilo durmiendo que me tomo un poco de
tiempo darme cuenta que había regresado a ser un ave.
-¿pero
qué?... soy un ave de nuevo, ¿eso significa que no me quiere? ¿Acaso el me odia
por lo que paso por protegerme? – sentí que mi corazón se rompía, si era un ave
de nuevo es porque no me quería, me sentí tan triste que creí que lloraría,
pero como soy un ave no puedo llorar.
Tengo
que irme, no soportaría ver lo molesto que estaría en cuanto se despertara,
aunque eso no explicaba el por qué no me dejo atrás, tendré que resignarme a
seguirlo de lejos de nuevo, debí hacer algún ruido por que se despertó, sentí
su mirada fija en mí y mis nervios me traicionaron haciendo que brincara
sobresaltado intentando alejarme.
-Ritsu...
¿qué pasa?
-Tengo
que irme... hay otra tierra que me esperan... tengo que llevar la primavera
allá también – dije mientras empezaba a caminar hacia el bosque, estaba algo
cansado y no tenía ánimos de volar.
-Oh,
tienes razón- dijo el cazador mientras se levantaba – deberías comer primero.
-Comeré
algo de camino, no tengo hambre ahora- conteste sin girarme para verlo.
Escuche
como recogía algunas cosas y las guardaba, la curiosidad pudo más y me detuve a
ver que hacía, al terminar, sacudió su capa y se la puso. No le di mucha
importancia, él también tenía un camino que seguir.
-¡No
me sigas!- le grité al verlo venir tras de mí.
-¡?
-De
todas formas siempre he viajado solo... además... Masamune... ¡tú me odias!- le
grite esto último sin darme cuenta. ¿En qué momento me convertí en humano de
nuevo?
-Ritsu...
no te odio... te quiero... – dijo mientras se ponía frente a mí - vamos juntos
Ritsu... así puedo protegerte a donde vayas.
-¿Me
quieres Masamune?
-Por
supuesto Ritsu, siempre estaré junto a ti.
Sentí
las lágrimas caer de mis ojos, mientras me arrastraba a sus brazos, se sentía
tan bien estar ahí, tan cálido y confortable, me sentí seguro, él me quería y
dijo que estaría siempre conmigo, yo le creí y me derretí con el cuándo levanto
mi cara con sus manos y me beso, la sensación fue maravillosa y no quería que
terminara.
-Te
amo Ritsu.
-Te
amo Masamune.
…
EPILOGO
Otro
año ha pasado, la primavera llego de nuevo a la montaña trayendo el clima
cálido y llenando todo de vida y alegría.
-¡Buenos
días cazador!
-Buenos
días Nowaki.
-Ha
pasado un año ya... esta vez tengo unas hermosas flores de la región y del sur,
la primavera se ha esmerado este año y todo está lleno de flores. Sabes... a
veces tengo el sentimiento de que cada vez que vienes traes a la primavera
contigo.
-Es
solo una coincidencia, te lo aseguro.
-Oh,
¿el pequeño Ritsu viene contigo también?
-¡No
soy pequeño! ¡He crecido! – Dijo haciendo un mohín con la boca – ¡No te rías
Masamune!
-No
te enojes Ritsu, ten... unas lindas flores, los esperare el próximo año
también.
-Lo
haremos Nowaki.
El
vendedor los vio alejarse, él lo sabía, pero lo mantendría en secreto, pues no
todo es lo que aparenta.
Y
esta es la historia de cómo un cazador traía consigo la primavera.
Fin.
(Basado
en el Manga: Tokoharu no Kariudo de Haruhira moto)
Aclaración:
los personajes les pertenecen a sus respectivos autores.
Personajes: TakanoxRitsu
Agradecimientos:
A
Keyla por ser fuente de ánimo e inspiración, ya que su opinión contó mucho en
esta historia y que además soy fan de sus escritos.
A
Dani, por estar siempre presente y ser el primero en leer
mis locuras, por estar en las buenas y malas no en físico, pero si en mente.
NI HAOOOO! (HOLA)
ResponderEliminarMe ha encantado muchìsimo tu relato, te voy a ser sincera el manga no lo conozco... pero hiciste un excelente trabajo, la redacciòn es muy buena y hace la lectura amena. Takano y Ritsu son una de mis parejas Yaoi favoritas.
Espero leer màs escritos tuyos, es siempre grato leer nuevas propuestas con otras parejas... nos gusta la diversidad. :) Gracias por compartir este hermoso relato... en verdad lo disfruté mucho. Te mando saludos y cuidate.
Sayooooobyeeeee 3;)
Hola gracias por leer mi historia, me alegra que te haya gustado :)
EliminarY por la redacción le agradezco a Keyla por tomarse un momento de su tiempo y ayudarme con ella, es mi primer fic y espero poder seguir escribiendo.
También sigo tus historias y me gustan mucho, igual esperare tus nuevos escritos.
Saludos.
Anke.+
hola, parece que no se publico mi respuesta la vez pasada, así que la dejare de nuevo:
Eliminargracias por leer, las parejas de sekaichii y junjou son mis favoritas, creo que seguiré escribiendo. también estoy siguiendo tus historias, amo a Aki :3
saludos.
Anke.+
Oh pero que hermosho one shot, me encata sekaiishi hatsukoi y leer esta historia me a gustado mucho, el manga la verdad no lo conozco pero se me hizo muy interesante
ResponderEliminarCreo q has hecho un buen trabajo con esta historia, lo has redactado muy bien
Sigue adelante, me gustaría mucho leer alguna otra histori tuya
Hola, gracias por leer mi historia, el manga es muy lindo y lo recomiendo ;)
Eliminarveré que puede hacer mi cerebro distraído para que siga trabajando :)
saludos!
Anke.+
Un lindo one-shot, muy interesante y entretenido, además la pareja es una de mis favoritas. Debo decir que tampoco conozco el manga pero la historia la has contado muy bien y bueno los personajes quedaron, excelentes. Me gustan mucho las historias con cosas sobrenaturales y fantasía. Gracias por la adapatación y espero que sigas contandonos historias bellas.
ResponderEliminarCuídate mucho, see you :)
hola de nuevo!
Eliminarcreo que si, ya me anime a seguir con otra historia, espero seguir contando con tu ayuda como experta en el tema ;)
saludos!! :D
Anke.+