BY KEYLA
La noche ha caído, la Luna esta en todo su esplendor, iluminando las
calles que el alumbrado público ha decidido dejar a oscuras. El viento sopla
suavemente alborotando mi cabello, el calor que antes abochornaba, ahora es
como una cálida frazada que te acoge a media noche.
El pueblo se ha vestido de fiesta, para recibir a aquellos que nos
visitan cada año, sus mesas adornadas vistosamente con papeles de colores y
divertidas figuras, además de fruta, agua, sal y los antojitos preferidos de
los difuntos, son los principales ingredientes en la ofrenda. Las casas están
inundadas de un agradable aroma de flores mezclado con incienso y copal, que ha
sido quemado para dar la bienvenida a nuestros distinguidos invitados, y claro
las tenues luces que parpadean son los cirios y veladoras que alumbran la
ofrenda.
Mientras camino por la calle, veo por las ventanas como se asoman las
luces de las ofrendas, pero mi mente solo se puede concentrar en buscar esa
casa. He cruzado todo el pueblo para acercarme a ella y por fin vislumbro su
silueta a lo lejos, la oscuridad parece rodearla dándole un toque tenebroso. Me
falta poco para llegar y mis nervios se incrementan, hace tanto que no pongo un
pie allí.
Ahora mis pasos se desplazan a lado de la verja buscando aquella pequeña
entrada, esa que solo nosotros usábamos y que espero que siga intacta, de lo
contrario todo mi esfuerzo habrá sido en vano.
Estoy a unos pasos y la veo, la hermosa buganvilia de flores rojas
cubriendo nuestro secreto, ella era nuestra cómplice y veo que lo sigue siendo.
Me acerco y miro a mí alrededor para ver que no sea objeto de miradas
curiosas, después de unos minutos en los que me convenzo de estar solo, muevo
las enormes ramas que cubren la abertura en la verja.
—Gracias por cubrirla —le susurro a la hermosa guardiana —creo que te
hace falta una podada, aunque solo es un comentario, no te lo vayas a tomar a
pecho —le comento como si ella fuera una amiga a la que le digo que cambie de
corte de cabello, le dedico una sonrisa y el viento alborota sus flores, es
como si ella estuviera feliz de verme de nuevo.
Gateo para poder usar la pequeña entrada y con gran esfuerzo logró
colarme, al salir del otro lado, sacudo mi ropa.
—Creó que se ha hecho más pequeña —miro la estrecha entrada y paso mi
mano por mi abdomen —o ¿Habré engordado? —Me quedo pensando un segundo — ¡¡Noooo!!,
seguro que se ha hecho más estrecha —me giro y camino por el camino inexistente
que conozco tan bien.
Esta casa cuenta con un enorme jardín, cualquiera se podría perder en su
inmensidad, pero en mi caso, lo conozco mejor incluso que él. Recuerdo que de
pequeño mi hermano y yo nos colábamos para jugar aquí, mi madre nos regañaba y
mi padre nos defendía, decía: “solo son unos niños, déjalos, además nadie vive
allí”.
Así que tuvimos tiempo de sobra para conocer los alrededores de la casa,
hasta que ellos llegaron, la familia Paredes. Ellos eran los dueños de la
mansión y aunque antes solo la usaban en vacaciones, inesperadamente hace unos
siete años vinieron a vivir aquí.
En cuanto se supo en el pueblo la noticia de su llegada, el chisme fue
repetido tantas veces que hasta el niño más pequeño conoció el nombre de la
familia. Todos decían que la esposa estaba enferma y que por eso el esposo
decidió mudar a toda la familia al pueblo, ya que según su médico de cabecera el
aire limpio le caería muy bien a la salud de su mujer. Pues así fue como la familia Paredes llego al
pueblo.
Mi madre nos prohibió entrar en la casa de nuevo, a lo cual accedimos.
Creo que estoy por llegar al lugar indicado así que empiezo a buscarlo
con la mirada. Me detengo al verlo de pie, justo allí, donde lo vi por primera
vez, está de espaldas a mí, mirando al cielo, se ve tan hermoso como siempre,
su ropa blanca parece brillar bajo la luz de la Luna, su cabello corto y
alborotado baila al ritmo del viento, doy un paso más para acercarme a él y
este escucha mi movimiento pues de inmediato voltea y sus ojos se fijan en los
míos.
Su rostro serio es transformado al dibujarse en él una enorme sonrisa
que permite ver sus dientes blancos. No hay manera de que no corresponda a su
bienvenida. Corro y abro mis brazos para recibirlo y acogerlo en mi cuerpo.
Siento la frialdad que me transmite. Sus brazos me rodean y parece disfrutar de
mi aroma pues escucho como me olfatea.
—Pensé que no vendrías —su voz suena algo triste.
—Tarde mucho, lo siento —le pido que me disculpe.
—Está bien, lo bueno es que has venido —sus fríos labios me dan un
tierno beso en el cuello.
—Sentémonos —le digo y me dejo caer en medio de ese prado olvidado.
Él se sienta a mi lado, paso mi brazo alrededor de su espalda y él
recarga su cabeza en mi hombro, nos quedamos de esta manera por unos cuantos
minutos, nuestros ojos están puestos en las estrellas que acompañan a la Luna
en esta noche especial.
Siento su suave mano sobre la mía, este delicado contacto me hace buscar
sus lindos ojos.
— ¿Te asuste? —me pregunta preocupado.
—Claro que no —le sonreí y él me dejo sin aliento al devolverme una
bella sonrisa. Retiro algunos de sus cabellos que le han cubierto la frente.
— ¿Mario, recuerdas cuando nos conocimos? —me pregunta con su dulce voz.
— ¿Cómo podría olvidar ese día? —Le contesto sarcásticamente—si casi me
matas del susto, tu llanto era tan fuerte que lo escuche al otro lado.
Él me mira con un puchero de molestia por mi comentario.
—Estas exagerando —me rebate.
No puedo evitar reírme de su expresión.
—Deja de divertirte a mis costillas—me regaña.
Aprieto mi abrazo y poso mis labios en los suyos, mis movimientos son
lentos, deseo saborearlo, trato de grabar su sabor en mi mente, ignoro la
frialdad de su cuerpo y recuerdo nuestros encuentros secretos de antaño.
—Recuerdo tus mejillas húmedas por tus lagrimas y tu cara de susto al
verme —le digo y él parece recordarlo también —casi huyes de mí, sino es porque
te tropezaste al intentar correr, te me hubieras escapado —él asiente a todo lo
que he dicho —mi querido Andy, ame tu torpeza porque eso me permitió conocerte
—él besa mi hombro en agradecimiento por mí comentario.
—Yo también agradezco no haber
podido huir —me sonríe. Froto su hombro para hacerlo entrar en calor.
— ¿Sabes? —calla hasta ver que le estoy poniendo atención —durante todo
este tiempo he podido pensar mucho sobre todo lo que paso aquella noche —me
dice e intento acallar sus labios, no deseo escucharlo aunque a eso he venido.
Él deja que lo bese y corresponde mi gesto. Al separarnos, baja su
mirada y la fija en algún punto que no distingo.
—Déjame continuar —me pide y soy
incapaz de detenerlo —desde esa noche en la que nos conocimos, me enamore de tu
sonrisa, tu valentía y claro de tu personalidad. Eras justo la persona indicada
para sacarme de mi continua soledad. Jamás olvidare la promesa que me hiciste
ese día: Después de que te explique que me había perdido en el jardín de mi
casa, de lo cual te burlaste —me miro con falsa molestia —.
»Te dije: he salido a dar una vuelta pues estoy muy aburrido, me la paso
en casa solo. Por las mañanas voy a la escuela, pero aun nadie me habla, y por las
tardes estoy metido aquí —. La compasión de tu mirada me molesto tanto que
intente irme sin embargo tus palabras me detuvieron:
—Yo siempre cumplo mis promesas aunque en esta ocasión creó que fallé
—le digo y me mira incrédulo.
—Dejaré tu comentario para después, voy a continuar ahora que mi memoria
parece haber regresado. He pensado que aquella nefasta noche fue mi culpa
—intente contradecirlo pero su mano cubrió mi boca —Esa noche estaba molesto
porque mi padre me había prohibido salir, llevábamos tantos días planeando
acudir a la fiesta, habíamos tardado mucho en armar los disfraces. Esa fiesta
de noche de brujas iba a ser genial. Recuerdo que tu disfraz de payaso era
aterrador y yo me veía bien de fantasma. Seguro que hubiéramos causado
sensación en la fiesta —la emoción de esos preparativos se refleja en su mirada
que ha subido hasta encontrarse con la mía —. Por todo eso es que decidí
escaparme.
»Estúpidamente no me di cuenta de que mi padre me había seguido —su
mirada se empezó a tornar triste —supongo que ya sospechaba de nuestra
relación; los sirvientes chismosos debieron decirle que pasaba demasiado tiempo
contigo o alguno tal vez nos vio besándonos en mi cuarto, lo cual no dudo pues
todos eran demasiado curiosos y nosotros demasiado indiscretos —me sonríe y me
hace recordar como aprovechábamos cualquier oportunidad que teníamos para
besarnos y tocarnos.
»Después de lo sucedido, mi mente parecía haber olvidado todo lo
ocurrido pero con tanto tiempo para pensar he podido recordar, deseo saber si
estoy equivocado, así que por favor escúchame y corrígeme si es necesario
—asentí aun cuando no deseaba hacerlo —Ok, pues creo que mi padre me vio, al
entrar a tu casa y supongo que esperó a que saliéramos. Recuerdo que en cuanto
salimos me tomaste de la mano y me diste un pequeño beso en la frente, supongo
que esto hizo a mi padre actuar.
—Claro que me acuerdo, estaba tan feliz de que pudiéramos ir juntos a la
fiesta; llevábamos saliendo como dos años pero pocas veces podíamos ir juntos a
reuniones, pues tus padres nunca te daban permiso; que me deje llevar por la
felicidad y fui muy poco precavido —aun me reprendo por mi falta de atención,
tal vez si… pero ya no se puede hacer nada al respecto.
—Solo caminamos unos cuantos metros antes de que mi padre apareciera e
intentara llevarme a casa —lo dice y su mirada parece perderse de nuevo en las
tristes escenas del pasado —me tomo de la muñeca y me jalo, tú te interpusiste
y por tu valiente acto el te dio un puñetazo, yo intente detenerlo pero el
chofer me detuvo y me subió al auto, mientras mi padre te golpeaba
salvajemente.
»Vi con terror que estabas tirado en el piso, cuando mi padre subió al
auto y me llevo a casa. Todo el camino no pare de llorar, mientras mi padre
repetía una y otra vez: “Andrés eres la
vergüenza de la familia, te voy a llevar a un hospital psiquiátrico para que te
curen y si no sirve te dejaré allí encerrado, prefiero que la gente piense que mi
primogénito es un loco a que digan que eres un marica” —al escucharlo
siento como la sangre me hierve, nunca me entere de lo que me está diciendo,
aunque era de suponerse que su padre reaccionará así, no puedo creer que fuera
capaz de lastimar a su hijo de esa manera.
La familia de Andy era rica y poderosa y él era el único hijo. Su madre
no pudo volverse a embarazar pues estaba enferma y su padre era una persona
soberbia y sumamente machista, siempre intentaba que su hijo se comportara igual
que él, pero Andy era alguien dulce y amable, por eso siempre estaban peleando.
—Recuerdo todo como si hubiera sido ayer —le dije y limpie las lágrimas
que se resbalaban por sus mejillas —. Tu padre me golpeo muy fuerte y perdí el
conocimiento por unos minutos, mi hermano fue a recogerme, pues unos vecinos
habían visto lo que había pasado y fueron avisarle.
»Desperté en mi habitación y mi madre estaba a mi lado llorando, mi
hermano me miraba y parecía furioso. Mi madre había limpiado mis heridas, me
dio unos analgésicos y dijo que descansara. Después se fue a prepararme un té,
mi hermano me ayudo a cambiarme y me pregunto: “¿qué fue lo que paso?” Le conté
toda la verdad y dijo: “que ya sospechaba que entre Andy y yo hubiera algo.”
»Permanecí callado y mire como levanto su mano, sabía lo que vendría y
espere para recibirlo, pero el golpe no llegó, mi madre lo detuvo y me
defendió, dijo: “Estoy enterada de todo, ¿cómo no saberlo? Si cada vez que lo
veías tu rostro se iluminaba, si cuando Andy esta a tu lado nos ignoras a todos
y él se vuelve lo más importante para ti, soy tu madre Mario, era obvio que me
diera cuenta. Y tú no tienes derecho a golpearlo, ni ahora ni nunca, ustedes
son hermanos y no importa si a uno le gustan las fresas y a otro los chocolates
para mí los dos son mis hijos y lo que menos quiero es verlos pelear”. Mi
hermano no le agrado mucho la postura de mamá y salió de la habitación.
“Discúlpalo, para tu hermano ha sido una sorpresa, por favor dale tiempo para
que se acostumbre. Y si sigue de testarudo yo misma le daré unas buenas
nalgadas” mi madre se mostraba comprensiva y es algo que le agradecí.
—Tu madre siempre me agradó mucho —Andy lo dijo con una gran sonrisa —.
Mi madre por otro lado, al enterarse se puso a llorar y no hizo nada cuando mi
padre me golpeo. La sirvienta fue quien me curo las heridas y me ayudo a
cambiar. Espere a que todos estuvieran en sus cuartos y cuando ya no escuche
ningún ruido salí a hurtadillas de la casa y vine aquí.
—Algo me hizo pensar que vendrías y por lo mismo me escabullí de mi casa
—recuerdo cuando lo vi, sentí que mi corazón me dolía incluso más que mi
cuerpo, mi amado Andy estaba todo golpeado, su hermoso rostro estaba muy
lastimado y sus ojos estaban rojos por el continuo llanto.
—Creó que nuestras mentes estaban conectadas, pensábamos igual —me
sonrió y sus manos se pusieron en mis mejillas —no sabes cómo me sentí al verte,
estaba tan feliz de que los golpes de mi padre no te hubieran mandado al
hospital —Agradecí por poder sentir de nuevo sus manos.
—Recuerdo que me dijiste algo de una estrella pero en ese momento no lo
entendí —espero que me lo explique mejor.
Su sonrisa se volvió una fina línea.
—Al repasar lo ocurrido, justo en esta parte es en la que mi mente tiene
más problemas para recordar —libero mi rostro, sostuve una de sus manos antes
de que la alejara de mi, solo así, manteniéndolo a mi lado podría concluir el
relato.
—Estaba consolándote, recuerdo que te sostenía en mis brazos, mientras
tu llorabas, te bese en los labios, después en el cuello, poco a poco tus
lagrimas fueron desapareciendo y tus mejillas ya sonrojadas se colorearon más.
Tú correspondías a mis atenciones…
— ¡Basta eso ya lo recuerdo! —me grito abochornado.
—Estábamos medio desnudos cuando tu padre apareció y se puso como loco,
yo no quería que te lastimara de nuevo así que me interpuse entre ustedes… —no
quería seguir. Esas memorias eran tan dolorosas que había pasado meses
sepultándolas y cubriéndolas con los buenos momentos juntos.
—Ahora lo recuerdo todo —su rostro mostraba una extraña paz, que no le
había visto antes —tú te interpusiste entre mi padre y yo, él comenzó a
golpearte mientras te gritaba: “¡Eres un
maldito pervertido! ¿Qué le hiciste a mi hijo? Lo volviste un marica como tú.
Eres un maldito puto.” Ahora que lo recuerdo no sé cómo paso e
inesperadamente mi padre saco un arma y sin pensarlo mucho te apunto, creo que
no hubo necesidad de pensarlo, simplemente hice lo que tu hubieras hecho en mi
lugar —guardó silencio por un tiempo incalculable.
—Yo estaba tirado, indefenso y pude ver, entre la sangre que escurría
por mi rostro, que tu padre me apuntaba, sentía miedo y quise moverme pero mi
cuerpo ya no reaccionaba. Justo cuando el disparo rompió el silencio fue cuando
una sombra me cubrió, el segundo disparo pareció dar en el mismo blanco.
—La primera bala atravesó limpiamente mi abdomen y la segunda mi pecho,
recuerdo que sentí como un pinchazo y después mucho frío —sus manos se
aferraron a su cuerpo.
—Recibí tu cuerpo inerte, en mis brazos y en poco tiempo sentí la calidez
de tu sangre bañándome.
»El recuerdo es tan vivido: “— ¡Andy! ¡Por favor no me hagas esto! —Te
dije entre lágrimas — ¿Por qué tenías que atravesarte? —Te pregunte y mis
sollozos era cada vez más intensos —No te atrevas a irte… no sin mí.” Te abrace
fuertemente y mire como tus ojitos peleaban por mantenerse abiertos, al mismo
tiempo que tu boca luchaba por atrapar un poco de aire.
—Siento mucho haberte lastimado, de ser por mí jamás me hubiera alejado
de ti —se cubrió la cara con sus manos —. Solo evocar tu llanto y tu voz
desesperada, me duele más que las heridas de esa noche. Aún puedo sentir tus
brazos aferrándose a mí y tus lágrimas cayendo en mi rostro, mientras tu voz me
llama y me suplica quedarme. “—Por favor
no me dejes —tus voz temblorosa llegaba a mis oídos.”
—Te mantenía abrazado tan fuerte, como si con eso, fuera suficiente para
mantenerte a mi lado. Empezaste a toser y la sangre tiñó tus labios. Tu mano se
poso en mi mejilla me sonreíste y entre boqueos dijiste: “La… estrella…
cumplió… mi deseo.” Solo eso y cerraste tus ojitos, me dejaste… solo. En medio
de la noche de brujas, tú te fuiste, dejándome a expensas de la soledad y el
dolor.
»Tu padre grito e intento arrebatarte de mis brazos, pero no te liberé,
jamás lo haría, así me mataran yo no te dejaría solo, te lo había prometido:
“nunca volverás a estar solo.”
»Tu padre gritaba: “¡No hijo, tú
no! ¡Maldito Mario tú lo mataste!
¡Mataste a mi hijo! ¡Devuélvemelo! —Gritaba y trataba de alejarte de mí pero yo
estaba aferrado a tu cuerpo — ¡Suéltalo! ¡Hijo, perdóname!”
» Antes de que tu padre pudiera arrebatarte de mis brazos mi hermano
apareció y su mirada consternada reflejo la escena que veía. Él llamo de
inmediato a la ambulancia y a la policía pero cuando todos llegaron, era
demasiado tarde, tú ya te habías ido y yo estaba solo, completamente solo —.
Después de tanto tiempo, yo aún lloro por todo lo sucedido ese día —. Mi
hermano me dijo que tenía que soltarte, que la policía tenía que llevarte, pero
yo no quería. No deseaba alejarme de ti, ni en ese momento, ni ahora, ni nunca.
Mis lágrimas caen imparablemente y veo tu rostro igual de húmedo que el
mío.
»Tu madre apareció y al ver tu cuerpo se desmayo, al final la ambulancia
termino por atenderla, y llevándome a mí al hospital. Tú padre confeso todo y
fue aprehendido. Yo tuve que hacer mi declaración desde el hospital y después
la ratifique —sorbo mis mocos para poder seguir hablando —. Tu funeral estuvo
lleno de personas que no te conocían que solo acudían por quedar bien con tu
madre, yo quise ir pero mi madre y mi hermano no me dejaron, dijeron: que tu
madre ya había pasado por muchas cosas y que seguramente no le agradaría verme
allí. Aun cuando les prometí que no
iría, fui a escondidas, no me acerque mientras tu madre estuvo allí, pero hubo
un momento, un único momento en el que te dejaron solo y yo aproveche para
acercarme.
Más lágrimas brotan sin que las pueda detener y calló porque me es
imposible hablar, no puedo pronunciar las palabras que describan lo que sentí.
—Estabas pálido, con una seriedad inaudita en ti, tu hermosa sonrisa
había desaparecido, parecías dormir rodeado de esas rosas blancas, tu pelo
estaba peinado de lado, no todo alborotado como a ti te gustaba, tus manos
descansaban juntas sobre tu pecho, tome una de ellas y la bese, y mis lágrimas
corrieron por tu fría piel. Mi amado Andy, estabas tan callado. Te di un beso
en la mejilla y otro en tus labios descoloridos. Después me fui, seguí tu
recorrido hasta el crematorio y vi cuando tu madre te llevo de regreso
a casa. Pasaron solo unas semanas cuando supe que tu madre se iba, regresaba
con sus padres.
»Ella me llamo solo un día antes de irse, me dijo: que agradecía que yo hubiera amado a su hijo y que me pedía perdón por
no haber hecho nada por ti… por nosotros. Me mostró la urna de tus cenizas
y me dijo que cuidara de ellas. Se marcho al siguiente día y no volví a verla,
solo supe que murió unos dos años después, tu padre sigue encarcelado. Yo pedí
permiso a tu madre para enterrarte aquí y eso hice.
Busqué con la mirada la lápida que estaba escondida por el pasto y las
hierbas, muevo este manto verde que cubre la pequeña placa de mármol, y así, bajo
la luz de la Luna se puede ver la inscripción: Aquí descansa Andy, el amor de
mi vida.
»Quise que descansaras en nuestro lugar favorito.
No pude evitar que mis lágrimas se desbordaran de nuevo, convirtiéndose
en un profuso llanto, abrazaba mi abdomen para calmarme pero nada podía
lograrlo, aquel encono que sentí hace años por su padre estaba resurgiendo.
— ¡Lo odio! —Grite tan fuerte que sentí que mi garganta se desgarraba.
Andy me abrazo, pasaba una y otra vez su mano por mi espalda.
—Mario, olvídalo —Me lo pidió con una voz suplicante.
— ¡No! —le conteste muy enojado, mi rostro ardía de la rabia de pensar
en su padre —Lo odio por lo que te hizo.
Andy me abrazo más fuerte.
— ¡Basta Mario! ¡Basta! —me grito y su potente voz me hizo mirarlo —. Sé
que me amaste mucho y yo a ti, jamás lo dudes, pero ya es tiempo de que me
olvides —su voz era segura, no había ni una pizca de dolor por lo que decía —.
Por eso he venido aquí cada año esperando verte, porque sé que sigues aferrado
a mí y eso no es justo, tú debes seguir con tu vida, te amo Mario y me duele
ver que no tomas en serio a aquel que te ha acompañado, debes dejarme de lado y
seguir, tienes una larga vida por delante y ese chico que ha venido contigo es
muy guapo y se ve que te ama. Por favor Mario olvídame —su voz suplicaba.
—Pero Andy —proteste — ¿cómo me puedes pedir eso?—le pregunte.
—Te lo pido porque te amo y sé que hay una personita que te ama y desea
que te entregues por completo, mi sombra no te deja ser feliz y eso me duele.
Sentí las manos de Andy en mi espalda y un tierno beso en mi frente.
—Olvida el odio que le tienes a mi padre, acoge los bellos recuerdos de
nuestro amor y guárdalos en lo más profundo de tu corazón, y sigue adelante, tú
puedes ser feliz y disfrutar de la vida, por los dos —al ver su rostro una gran
sonrisa acompañaba su petición —el próximo año que venga, deseo verte feliz y
muy contento.
—Te amo —le dije —. Veo que sabes de Joel. Él es un hombre encantador,
siempre trata de contagiarme su felicidad y hace poco se me declaro, le dije
que me diera un poco de tiempo para contestarle.
»Deseaba venir a verte antes. Desde aquel día en que te enterré, no vine
de nuevo, a los pocos días me fui, pues mi madre decía que estar aquí no me
hacía bien. Me fui a estudiar a la ciudad, viví mucho tiempo con mi padre, pero
después mi hermano y madre se trasladaron, desde entonces vivo con ellos. Estoy
por terminar mi carrera de Derecho y pronto entrare a trabajar a un bufete de
gran prestigió. Pero siempre he sentido que algo me falta —le confesé el vació
que sentía desde aquella noche —además de que siento que te falle, pues al
final te deje solo, no pude hacer nada por salvarte, así como no hice nada por acompañarte.
— ¡No digas tonterías! Tu cumpliste a la perfección tu promesa, lo
sucedido no fue algo planeado por alguno de los dos, fue la vida que decidió
que yo tenía que retirarme, pero a ti te dejo seguir y eso debe de significar
que tienes algo más importante que hacer. En lo que a mí respecta, tú fuiste
como una luz en mi oscura soledad y el tiempo que compartí contigo fue
extraordinario, jamás lo olvidare —al principio su voz se escuchaba enardecida
pero poco a poco fue tornándose calmada transmitiendo su paz —Yo siempre estaré
contigo, no importa dónde estés —su promesa me hizo darme cuenta de que en
realidad siempre ha estado conmigo, él jamás me hubiera abandonado. Creó que el
vació que he sentido, es más bien mi manera de regodearme en mi dolor —he
sufrido al ver que no podías relacionarte con nadie. Y ya no quiero verte
sufrir más, de ahora en adelante deseo verte sonreír como lo hacías antes.
—Está bien, Andy, solo porque tú me lo pides, te prometo dejar de
aferrarme a nuestro amor —. Acerque su bello rostro al mío y le di un largo y
delicioso beso —. Ahora me dirás ¿qué fue eso de la estrella? —le pregunte y
tal vez ahora lo entienda mejor.
Sonrió tímidamente y me miro —solo una noche antes de mi muerte,
regresaba de haberte visto y me senté en la ventana de mi habitación y mientras
miraba el cielo, una estrella fugaz apareció y aproveche para pedirle un deseo…
Su silencio, me molestó, por lo que lo inste a seguir — ¿Qué pediste?
—le pregunté.
—Le pedí que te cuidara y que me dejará demostrarte mi amor —su voz
estaba llena de amor.
—Gracias Andy por haberme permitido conocerte y estar a tu lado —le dije
pues no supe que más decir después de semejante declaración.
—Gracias a ti —me contesto y lo abrace muy fuerte.
—Es tiempo de que te vayas, deben de estar preocupados por ti —me dijo y
se puso de pie.
Yo no deseaba que este momento terminará, ojala pudiéramos estar así,
juntos por siempre. Sin embrago le prometí seguir adelante.
—Además aún debo visitar a mi padre —me dijo y no parecía triste o molesto,
de hecho parecía desear verlo.
—Te visitaré él próximo año —le dije y el movió su cara de un lado a
otro, como un gesto negativo.
—No, ya no vengas —me pidió —por favor, deja este lugar que tan triste
te pone, yo ya no vendré más aquí —me dijo y mire la honestidad de sus palabras
en sus ojos.
—Si es lo que quieres, lo haré. Ya no regresaré pero te esperare en mi
casa con una gran ofrenda, llena de los dulces que te fascinaban y de tu comida
favorita, aunque de hecho siempre ha estado puesta para ti —le dije y él me
miro alegre.
—Lo sé, siempre paso a disfrutar de ella, el camino de regreso es largo
y debo comer bien para aguantarlo.
Su rostro feliz sería mi mejor recuerdo de él y tal vez el último. Le
doy un beso, el de la despedida y tardamos tanto que pensé que jamás se
terminaría. Al separarnos, el ruido de la hierba siendo pisada nos distrajo. Me
volví y vi a dos personitas que se acercaban, lentamente.
Primero mi hermano y detrás de él lo seguía Joel, que llevaba en brazos
un enorme ramo de azucenas blancas. Al verlo una lágrima se me escapo, las
azucenas eran las flores favoritas de Andy.
—Tu hermano me explico lo que le paso a tu novio y cuando desapareciste
supuse que habías venido a verlo. Espero que no te moleste que le haya pedido
que me trajera; además le he traído esto, estas flores son mis favoritas y
espero que a él también le gusten —Joel se acerco a mí y después dejo las
flores sobre la tumba de Andy.
—Los espero en casa —mi hermano se despidió. Los dos asentimos.
—Tal vez deba de irme con él —Joel se encamino en dirección de mi
hermano.
—No por favor —lo detuve —Andy fue mi primer amor y hasta hace muy poco,
seguía aferrado a él, sin embargo creó que él hubiera preferido que yo siguiera
adelante —mientras le decía esto, la dulce risa de mi Andy llego de algún lado
— ¿quieres darme la oportunidad de estar a tu lado? —le pregunté.
Joel se quedo en silencio parecía impactado por mi declaración, supongo
que no fue buena idea declararme enfrente de la tumba de mi ex novio.
—No tienes porque contestarme ahora —traté de restarle importancia a mí
declaración.
Los ojos de Joel se enrojecieron —claro que deseo que estés conmigo —se
abalanzo hacía a mí, atrape su pequeño cuerpo y lo estruje contra el mío.
—Gracias —le susurre al oído.
Sentí la presencia de Andy cerca de nosotros y al buscarlo lo vi,
levantando las flores, movió su boca y leí claramente lo que sus labios dijeron
sin que se escuchara un solo sonido. “Te
amo. Cuídalo. Gracias por todo.” Observe como olisqueaba las flores, al
tiempo que caminaba alejándose de nosotros, su translucida figura se fue
perdiendo por el pequeño bosque hasta que desapareció por completo.
Más lágrimas corrieron por mis mejillas, apreté el cuerpo de Joel y
escondí mi rostro en su cuello, sabía que esa sería la última vez que lo vería
y no niego que me duele, sin embargo ahora ya no estoy solo, Joel está conmigo.
—Creo que es tiempo de irnos —Joel se separó de mí y me miro algo
preocupado.
— ¿Estás seguro? —Me pregunto — ¿No deseas quedarte más tiempo?
Lo mire y lleno de seguridad le conteste —No, aquí ya no hay nada que me
retenga —y le sonreí.
Le tome la mano y él apretó la mía. Mire la tumba por última vez. Lleve
a Joel por el olvidado camino de regreso, lo ayude a cruzar por la pequeña
salida y comenzamos a caminar por la acera.
Me detengo frente a la verja oxidada y miro la casa, antes tan hermosa y
lujosa, siempre ofreciendo una vista limpia y cuidada, sin embargo a hora todo
parece olvidado, desde lo acontecido con los dueños la casa fue dejada de lado
y la hierba a tomado posesión del lugar, el tiempo que nunca ignora a nada ni a
nadie, se encargado de marcar su existencia.
Joel aprieta mi mano y me sonríe, yo lo miro le agradezco en silencio
que este conmigo.
—Adiós cariño, nunca volverás a estar solo —le juro y pongo mi mano
libre en mi corazón —siempre estarás aquí.
Y con esta promesa le doy la espalda a esta olvidada construcción para
jamás regresar. Abrazo a Joel y caminamos juntos de regreso a casa.
FIN
Esta historia surgió por culpa de Gise; ella
compartió un video de una canción que me dio la idea para escribir este
one-shot, que fue Take me to church de Hozier, quede traumada después de ver el
video, eso y algunas noticias que leí, en fin que gracias a eso surgió “No
volverás a estar solo”; además de que me ayudo con las imágenes, por todo lo
antes dicho solo me queda agradecerle su gran ayuda.
También les doy las gracias a las chicas que
participaron con su one-shot, y espero que hayan disfrutado la experiencia y
deseen repetirla, pues ya se acerca Navidad y Año nuevo, y me encantaría
repetir el evento.
NI HAAAOOO!!
ResponderEliminarOHH MY F***** GOD!!
Que historia tan hermosa... una historia de amor que terminó en tragedia en un día de Halloween, independientemente de quién te dio las ideas y la inspiración para que esta historia 'naciera', es este 'noviazgo' que tienes con la muerte en tus historias. Me removiste sentimientos en mi 'oscuro' corazón, que yo pensaba que ya... los creía superados. Esto es algo mágico que pasa muy raras veces.
Me gustó mucho el one-shot, y claro que nos leeremos en Navidad. Al contrario, para mi es un placer participar, invitar y conocer nuevas autoras; es siempre un deleite para mí. Darte las gracias, porque siempre apoyas mis historias... algo atrevidas, pero siempre estimulando la imaginación.
Hay mucha chamba... viene las actualizaciones de nuestras historias y ya hay que empezar a preparar lo de Navidad, que ya siento que el tiempo no corre... VUELA!!! Te mando un mega abracituuuu espero que hayas tenido unos días 'muy productivos' con los sobrinos xDDDDDDDD Y hayas tomado tu dosis de Coca-Cola y ahi nos estaremos leyendo. Cuidate.
SAYOOOOOBYE 3:)
Hola, muchas gracias por leerla y bueno solo puedo decir que la muerte es un tema que me gusta mucho, no solo por la inexistencia de las personas o lo que habrás más allá, sino por como afecta a los que se quedan con vida y como esto repercute en las vidas de los demás, por eso es un tema frecuente para mí.
EliminarMuchas , muchas gracias por participar siempre en los eventos que se me ocurren y bueno como no apoyar tus ideas si son geniales, siempre me reglas excelentas historias.
Efectivamente tendremos mucho trabajo, empezando por actualizar, las historias, que ya muchas lectoras exigen capítulos nuevos y lugo pensar en los one-shots para cerrar el año ahhhhhhhhh (grito desesperado) pero seguramente algo se nos ocurrira.
Muchas gracias, como siempre por leer y comentar y participar.
cuídate mucho, see you :)
Hoolo
ResponderEliminarOh por Dios!
Me ha encantado la historia!
Estuvo bastante triste, no me esperaba un desenlace así.
Me dolió mucho la intolerancia y machismo del papá T.T
Realmente una historia triste pero con un buen final.
Me ha encantado :D
Muchas gracias por leerla y comentar, extrañe tu historia y espero que puedas participar en fin de año.
EliminarQuise mostrar un poco de la gran intolerancia que aún existe, y aunque en mis historias trato de que haya un mundo cuasiperfecto en el que no haya discriminación, no podemos cerrar los ojos.
Espero leerte pronto.
Cuídate mucho, see you :)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarOh q hermoso one shot realmente casi lloro, de verdad me encantan tus historias keyla jeje creo q soy adicta, pero realmente me encantan e tratado de leer otros fanfics de otros bloggers pero ningumo me a gustado como los tuyos exepcion de miradas x yumiyu) ningún otro
ResponderEliminarMuchas gracias, por leerlo y por tu lindo comentario. Compartó la opinión sobre Yumiyu, ya que a mi también me gustan sus fics. Agradezco mucho que te gusten mis historias, aun cuando tardo tanto en actualizar.
EliminarGracias.
Cuídate mucho, see you :)
Haiiii Keyla-san !!!!!!
ResponderEliminarComo ves acá me presenté con un comentario muy pero muy triste....buaaaa snif snif la historia estuvo hermosa y triste a la vez, me gustó mucho la verdad realmente los vivos sufrimos más k los muertos cuando estos nos dejan....y peor si es un amor limpio y puro como lo era la relación entre Mario y Andy la verdad k aún hay muchos prejuicios de gente hueca y cerrada k no quieren ver más allá k sus propios ojos quieren ver...k tristeza la verdad...Realmente me conmoviste con tu linda historia hasta se me hizo un nudo en mi kokoroko ♥ si k sabes hacernos llegar bien al fondo tus sentimientos en todas tus bellas historias....felicidades y gracias por ellas..
Me cae k creo k me apuntaré para los one-shot navideños he? Bueno Keyla continúa encantandonos con tus historias k acá tendrás a una fiel lectora k siempre te apoyará te envio muxos besos y abrazos....cuidate mucho ♥♥♥♥
PD: Mil gracias por tus lindos comentarios a mi finc me hiciste muy feliz.....
Muchas gracias por comentar.
EliminarTristemente los humanos (algunos no todos) le tenemos miedo a lo diferente, y tratamos de destruirlo lo que nos aterra. La verdad estaba algo indignada por algunas noticias que oi sobre la homofobia y mi manera de expresar mi coraje fue con esta historia.
Que bueno que te haya gustado. Espero con ansias locas tu historia para Navidad.
No tienes nada que agradecer yo comento porque me gusta tu historia, de lo contrario no lo haría.
Muchas gracias por todo, cuídate mucho see you :)