Esto sí, es amor. Capítulo 4

Solo puedo concluir que... 



Estoy tan ansioso de ver a Hiroshi que casi estoy corriendo para llegar a casa. Ya le he hablado a Ritsu para avisarle que voy para allá. Estaciono el auto y bajo la bolsa con el regalo de mi pequeño, además de el pastel de fresas que le he comprado.

Al llegar frente a la casa toco el timbre pues no puedo sacar mis llaves.  La puerta se abre y la persona que más odio, de momento, aparece frente a mí.


—Buenas tardes —me saluda.

—Buenas tardes, Harry —le contesto y él se hace a un lado para dejarme pasar.

Dejo el pastel en la mesa y la bolsa en el sofá.

— ¿Y Ritsu? —le pregunto.

—Él fue a comprar algunas cosas a la tienda —me contesta y lo miro caminar hacia la sala, donde estoy sentado —. Quisiera preguntarte algo y espero que no me lo tomes a mal —se queda callado y yo solo espero a que siga hablando —. ¿Tú realmente amas a Onodera? —su pregunta es justamente la que me he hecho estos últimos días.

—Creó que eso es algo que no tengo que hablar contigo, sino con mi marido —recalco la última palabra pus deseo que no se le olvide que él sigue siendo mi esposo.  

—Claro, tienes razón. Es solo que veo como está sufriendo Onodera y pues parece que tú tampoco la estás pasando muy bien —sus ojos pasean por todo mi cuerpo y ¿realmente me veré muy mal? —Lo que no entiendo es ¿Por qué no lo has ido a buscar? Si en verdad lo amas ¿Por qué no has ido por él? —esas mismas preguntas me las he hecho tantas veces durante estos tres días.

—Le prometí a Onodera que le daría tiempo para qué pensará —le contesto la única razón que me detiene.

—Pero si lo amas, debes de decírselo, no puedes dejar que el piense que no te importa su distanciamiento —sus palabras parecen no ser lo que desea decir, es como si se le escaparan sin su permiso —yo vine a Japón no solo por mi trabajo, vine porque deseaba encontrarme con Onodera. Sabía de su matrimonio y de que era padre pero su madre me dijo que su relación iba muy mal por lo que tenía la esperanza de encontrarme a un Onodera harto de su matrimonio.

»Tal era mi deseo que pensé en convencerlo para que se fuera conmigo a Inglaterra, yo le ofrecería mi hombro para llorar y una vida nueva. Pensaba ser un verdadero padre para su hijo y un amante para él —escucharlo me enfurece y deseo matarlo, lo sabía desde que lo vi, él vino por mi Ritsu. Él desea alejarlo de mí y es algo que no permitiré… obviamente no quiero que se lleve a mi marido —Sin embargo al verlo encontré a un hombre profundamente enamorado de su marido, confundido pero aún así enamorado —. Sus ojos están tristes y parece que le duele decirme esto —. No deseo interponerme en su matrimonio y mucho menos separar a Hiroshi de sus padres. Amó a Onodera y con solo verlo puedo darme cuenta de que lo mejor para él es quedarse a tu lado —Harry se pone las manos sobre su rostro y lo cubre por completo —Takano si no actúas pronto, yo lo haré y te juro que me llevaré a Onodera lejos de ti y no lo volverás a ver.

Lo dice con una voz seria y aunque no puedo ver su rostro, casi puedo asegurar que me mostraría el coraje de su decisión en el.

No puedo siquiera imaginarme lo que sería no ver de nuevo a mi Ritsu o a mi hijo… simplemente no puedo permitir que los alejen de mí. Creó que por fin tengo claro mis sentimientos, yo amo a Onodera y ver a este hombre frente a mí declarando su amor por mi marido me ha hecho despertar. Su ultimátum me hace pensar en que tiene razón he sido un estúpido por no haber peleado desde antes por los dos hombres más importantes en mi vida.

—Gracias por ser sincero conmigo y te puedo asegurar que nunca dejaré que alejes a mi marido y a mi hijo de mi, antes muerto que permitir que te los lleves —le contesto y aunque no estoy gritando me aseguro de que mis palabras suenen firmes y seguras —no importa lo que tenga que hacer pero haré que Onodera reconozca que me ama, si ya lo hice una vez, puedo hacerlo de nuevo —lo digo y un recuerdo fugaz de las múltiples cosas que hice para que Ritsu admitiera su amor por mí, viene a mi cabeza, no puedo evitar sonreír por este recuerdo.

—Me parece muy bien —me contesta y descubre su rostro, sus ojos parecen estar conteniendo las lágrimas.

Cuando estoy a punto de ofrecerle mi mano como agradecimiento a sus palabras, el sonido del timbre me distrae. Me pongo de pie para ir a ver ¿quién es? Tal vez Ritsu olvidó sus llaves.

— ¡Papá! —el grito de Hiroshi bien podría romper el tímpano de alguien.

— ¡Hiroshi! —Abro mis brazos para recibirlo — ¡Feliz cumpleaños! —le digo y sus bracitos rodean mi cuello.

—Te extrañe —me dice y siento como su voz se rompe.

—Lo siento bebé, fui un tonto por no haber ido a buscarte antes —le digo y siento como sus lagrimas mojan mi suéter

—Ya no nos separaremos ¿verdad? —me pregunta entre sollozos.

—No bebé, ya no dejaré que se alejen de mí —le contesto y acaricio su cabecita.

—Bueno eso tendrá que decidirlo tu mami, hijo —mi suegra lo dice en voz baja y al verla noto que me mira algo molesta.

—Nada de eso —le contesto firmemente —no dejaré que Hiroshi se vaya de esta casa de nuevo —y veo como su semblante se endurece a un más. 

—Yo creo que no debes…

—Cariño, creó que Takano tiene razón, él niño debe de estar junto con su padre —mi suegro la interrumpe.

El señor Onodera siempre ha sido mucho más respetuoso de las decisiones de su hijo y de las mías, incluso me ha dicho que le gustaría que cuando se retire le ayude a su hijo a llevar la editorial.

Mi suegra parece no estar de acuerdo pero no dice nada. Harry aparece y saluda a mis suegros. Todos entramos y yo sigo con Hiroshi en brazos, quien ya se ha calmado.

Mientras Harry les sirve algo de beber a la pareja recién llegada, Hiroshi me cuenta todo lo que vio en el zoológico. Después de varios minutos mi celular comienza a sonar, lo saco y miro que el número es desconocido ¿Quién será?

—Bueno

— ¿Habló con el Sr. Takano? —me pregunta una mujer.

—Sí el habla —contesto seriamente y bajo a Hiroshi de mi regazo.

—Hablamos del Hospital… ya que su marido Onodera Ritsu ha sido ingresado en la sala de urgencias…

— ¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué le sucedió? —interrumpo a la persona y le pregunto todo lo que se me ocurre.

—Cálmese señor —me dice de manera paciente como si estuviera acostumbrada a este tipo de reacciones —. De momento el Sr. Onodera se encuentra estable pero necesitamos que venga, ya aquí le explicaremos todo —me dice y yo estoy que muero de incertidumbre.

— ¿Me asegura que de momento se encuentra bien? —le pregunto.

—Sí señor de momento el se encuentra bien.

—Está bien, voy para allá —le digo antes de colgar.

— ¿Qué sucede? —me pregunta mi suegro.

Antes de responder busco a Hiroshi con la mirada y él se encuentra en la cocina junto con Harry, al parecer le esta mostrado su pastel.

—Ritsu fue ingresado al hospital —le contesto y mi suegra se tapa la boca con la mano para no gritar mientras que mi suegro parece preocupado.

—No sé lo que ocurrió —les digo antes de que me lo pregunten —voy para allá, por favor podrían quedarse con mi hijo y atender a todos en la fiesta. Ya es muy tarde para que cancelemos —les digo y mi suegra asiente.

—Claro que si Takano —mi suegro me asegura —no tienes ni que decirlo. Ve y por favor mantennos informados —me lo dice muy seriamente.

—Por supuesto.

Corro a la cocina y abrazo a Hiroshi.

—Bebé tengo salir urgentemente —me agacho para estar a la altura de mi hijo —voy a ir a buscar a mamá…

— ¿A dónde fue mamá? —me pregunta.

—Mami tuvo que salir a comprar algunas cosas y al parecer hay muchas personas y no puede regresar así que iré a recogerlo —le digo, odio mentirle pero de momento ni yo sé lo que está pasando.

— ¿Tardarás? —parece algo triste.

—No sé cariño —no sé que más decirle.

— ¿Ya van a en contentarse? —me pregunta y parece que mi hijo es tan consciente de la razón de nuestra separación como yo de que amo a su madre.

—Sí cariño iré a pedirle perdón a mamá por no haber ido por ustedes —le contesto y él me sonríe.

—Está bien papi —parece mucho más feliz —quiero que mami este feliz de nuevo y que ya no lloré por las noches —sus palabras me hacen sentir mal.

¿Qué nos hemos estado haciendo?

Le doy un último beso a mi hijo y me despido de Harry, quien parece no entender lo que está pasando.


Al llegar al hospital pregunto por mi marido y una enfermera me presenta al doctor que lo atiende.

—Buenas tardes Sr. Takano —lo dice y revisa en un expediente que trae en las manos.

—Buenas tardes —contesto con la impaciencia por saber que paso con Ritsu.

—Acabo de hablar con su marido y dado que él no lo sabía supongo que usted tampoco —me dice y me siento peor, ¿qué es lo que no sabíamos?

— ¿Qué le sucedió a mi marido? —le pregunto con la ansiedad de saber ¿qué pasó?

—Su marido se desmayó y la ambulancia lo trajo — ¿Desmayarse? ¿Por qué? —al parecer tuvo un sangrado pero en su situación y con sus antecedentes debemos de pecar de precavidos y mantenerlo vigilado…

— ¿Doctor, qué está pasando? —lo interrumpo, pues solo me pone más nervioso.

—Su marido tiene 10 semanas de embarazo y tuvo una amenaza de aborto…

— ¡¿Qué?! —esas palabras me toman por sorpresa y no puedo evitar buscar donde recargarme o sentarme.

—Por aquí —el doctor me toma del brazo y me guía hasta un asiento vacío.

Me siento y mi respiración antes detenida comienza a ser agitada, mi miedo sigue allí pero ya no es por la misma razón, al principio era generado por pensamientos pesimistas que me decían que Ritsu podría estar enfermo de alguna terrible enfermedad, ahora que sabía que no había tal enfermedad, el miedo era causado por la presencia de un nuevo ser y porque nosotros no estábamos pasando por nuestro mejor momento de pareja.

—Doctor ¿está seguro? —le pregunto y él me mira algo divertido.

—Sí señor, estoy completamente seguro de que esta embarazado. Ahora que ya lo saben deben de ser muy cuidadosos, su marido no debe de cargar cosas pesadas y debe de comer muy bien. Al parecer ha estado sometido a un gran estrés y esto puede afectarlo y al bebé.

Miro al doctor aun temeroso de lo que me explica.

—Pero ¿los dos están bien? —le pregunto y deseo escuchar su respuesta.

—Sí señor, los dos se encuentran estables. Me gustaría que se quede internado este día y si sigue estable lo daría de alta mañana con las recomendaciones apropiadas y con la suplica de que si tiene un médico de cabecera acuda a él lo más pronto posible para que comience a darle seguimiento a su embarazo.

—Sí doctor —le contesto — ¿puedo verlo?—lo miro y creo que mi mirada suplica porque mi petición sea escuchada.

—Claro, solo que de momento está durmiendo —me advierte.

—No importa.

—Adelante —me conduce por unos pasillos y me invita a pasar a una habitación en la que hay dos camas y una esta vacía mientras que en la otra el cuerpo de Ritsu descansa tranquilamente.

—Gracias doctor —le digo y el sale de la habitación.

Acerco una silla que está del otro lado del cuarto y la pongo a lado de la cama de mi marido.

Veo su rostro algo pálido, con unas marcadas ojeras y un semblante delgado, ¿será que nuestra separación lo afectó tanto como a mí?

Tomo su mano entre las mías y acerco mi cara a su vientre.

—Perdóname por haber descuidado a mami, no era mi intención que tú y tu hermano salieran afectados por nuestros problemas —me disculpo con mi bebé y sigo hablándole, tal y como lo hacía con Hiroshi —. De ahora en adelante voy a estar al tanto de mamá, lo voy a cuidar y mimar incluso si no lo desea. Sabes eres un inesperado regalo pero igual te voy amar y sé que tu madre también lo hará, además tienes un hermanito que seguramente cuidara de ti —recargo mi cabeza en su abdomen, ojala pudiera escuchar tu corazoncito.



Estoy algo reticente a abrir los ojos pero deseo ver que es lo que impide que mueva mi brazo con libertad. Al volver la cabeza para buscar lo que me impide moverme veo su cabeza recargada en mí y su cabello oscuro inusualmente despeinado, además de su mano sujetando la mía. Tal parece que se ha quedado dormido. Supongo que el doctor ya le dio la noticia de mi embarazo y estoy seguro que al igual que a mí lo tomó por sorpresa.

Ver a Masamune así, me recuerda esas interminables noches durante mi anterior embarazo en las que se desvelaba cuidando de mí, preocupado por mi bienestar y el de Hiroshi.

Paso mi mano por su cabello suave y sedoso. Extraño poder hacer esto todas las mañanas, extraño tenerlo así de cerca todos los días. Verlo así me hace dudar sobre que me haya engañado, simplemente mi cerebro no puede aceptar que este preocupado hombre me haya engañado con una mujer. Masamune que siempre ha demostrado amar a su hijo y a mí, no pudo engañarme o ¿sí?

Tal vez fue algo que paso por el influjo del alcohol y si ese fuera el caso ¿qué haría? Creo que si él aceptara que todo fue el error de una noche de copas y me pidiera perdón… creo que aceptaría su disculpa y regresaría a casa. Sin embargo si dice que realmente estuvo consciente de lo que hacía y que deseaba hacerlo, yo no podría perdonarlo, por mucho que lo ame no podría perdonar su infidelidad.

Un dolor atraviesa mi pecho solo de pensarlo y ahora que estoy embarazado me duele que algo así pueda pasar. Yo no quiero alejarme de Takano, es verdad que yo fui el que pidió tiempo pero justo con estos días que hemos pasado separados me doy cuenta de que aún siento algo por él y creó que es amor, de lo contrario ¿por qué me afectaría tanto pensar que él pudo haberme engañado?

Por fin puedo contestar mi pregunta: ¿amo a Masamune? Y si, lo amo, yo amo al padre de mi bebé y deseo que este conmigo, no quiero separarme de él, tampoco deseo que Hiroshi esté más tiempo lejos de su papá, está separación fue tan dolorosa, esta es una de las razones que apoyan mi respuesta, claro que amo a Masamune.

La pregunta ahora es ¿si él aún me ama a mí? de no ser así, no sé lo que haré pues yo no creo poder vivir sin él.

Sigo acariciando su cabello hasta que el lento movimiento de su cabeza me detiene. Sus oscuros ojos aún adormilados parecen enfocarme.

— ¡Ritsu! —su mirada cambia y ahora me ve con cierta preocupación — ¿Te encuentras bien? ¿Te duele algo? ¿Quieres que llame al doctor? —me pregunta y su preocupación se desborda.

—No estoy bien —lo trato de calmar.

— ¿En serio? —insiste en preguntarme.

—De verdad estoy bien —deja escapar un suspiro y parece tranquilizarse un poco.

Su mano acaricia mi mejilla y yo me restriego contra esa cálida mano que me está tocando.

—Me asuste mucho cuando me hablaron del hospital —me imagino que debió ser horrible.

—Lo siento —sé que esto no cambia el cómo se sintió.

—No te estoy reclamando, lo digo para que sepas lo mucho que me importas y lo mucho que me dolería si algo te pasará.

Los dos nos quedamos callados por varios minutos, yo estoy dejando que mi corazón se emocione por sus palabras, tal vez él realmente aún me ama.

—Soy un imbécil Ritsu, no debí permitir que huyeras de mí. Debí haberte obligado a escucharme esa noche —Masamune habla y noto que su voz siempre firme y segura ahora tiembla conforme va avanzando en su discurso —Yo no te engañe, te lo juro. Jamás podría hacerlo, si eres lo que más amo en la vida ¿cómo podría engañarte? Esa noche, bebí demasiado y sin darme cuenta una de las mangakas se me acerco y me dio un beso, sin embargo yo la aleje de mí, después la acompañe al tren. Te juro que no paso nada más —él parece muy preocupado y él nunca me ha mentido antes y ya acepto que fue besado, estoy seguro que si hubiera pasado algo más me lo diría. Creo que él me está diciendo la verdad eso ojos no me pueden engañar —. El trabajo ha hecho que nuestra convivencia se vea afectada, sin embargo yo aún te amo y quiero que me dejes demostrártelo, por favor regresa conmigo a casa… por favor devuélveme mi razón para seguir viviendo… regresen a casa, sin ustedes mi vida está vacía —sus ojos vidriosos me miran y sus palabras retumban en mi corazón.

—Masamune ¿estás seguro de que me amas? —Le pregunto y la esperanza rezuma en mí —por favor se sincero y no mientas solo porque estoy aquí.

—Ritsu te estoy diciendo la verdad, te amo y deseo que regreses a casa junto con Hiroshi —su cuerpo se acerca al mío y sus labios sin pedir permiso se unen a los míos y abren paso para permitir que su lengua entre en mi boca. Sus movimientos parecen desesperados ¿hace cuanto no nos besábamos de esta forma? Con amor y deseo de fusionarnos en uno solo, la pasión que pensé olvidada y perdida parece despertar de su letargo y encenderse dentro de nuestros cuerpos, el calor que se genera en nuestras bocas se está extendiendo por todo mi cuerpo. Siento como si, el frío instalado en mí, se estuviera derritiendo y la humedad dejada fuera transpirada por mis poros, bañándome.
Alejo a Masamune de mi cuerpo y él me mira sorprendido.

— Pensé que lo estabas disfrutando —parece no entender porque lo hice.

—Masamune estamos en un hospital. No creo que sea el lugar más apropiado para que nos reconciliemos —le contesto y es que ese beso estaba despertando demasiadas cosas en mi cuerpo.

Mi marido me sonríe y la lascivia se ha instalado en sus ojos.

—Eso quiere decir ¿qué me has perdonado? —me mira emocionado.

—Masamune estos días lejos de ti han sido los peores de mi vida y la terrible duda de que me hubieras engañado me ha mortificado todo este tiempo —le confieso la verdad de mi sentir —Sin embargo al verte así de preocupado y pidiéndome que regrese, me han hecho comprender que tú has sufrido tanto como yo y de ser así no entiendo porque deberíamos de seguir lastimándonos. Masamune te amo y por supuesto que voy a regresar a casa —por fin puedo sentir que una paz se instala en mi corazón.  

— ¡Gracias Ritsu! —se ve tan feliz, creo que he tomado la decisión correcta.

—Masamune ¿dónde está Hiroshi? —le preguntó preocupado al recordar mi pequeño.

—Oh, lo deje con tus padres y Harry, en la casa. No podría traerlo aquí ya que no lo dejarían pasar, le dije que te iría a recoger para llevarte a casa y el acepto. Tenemos un hijo muy comprensivo —me sonríe.

—Se parece a mí —le contesto y el toma mi mano.

—No voy a discutir con la madre de mis hijos —me contesta condescendientemente.

Pongo mi mano libre sobre mi abdomen y lo acaricio —Creo que tu padre está contento de que pronto seremos cuatro —le comento a nuestro bebé.

—Contento es poco conejito, estoy que brinco de la felicidad, quiero gritarle al mundo entero que voy a ser papá de nuevo —su sonrisa no podría ser más amplia.

—No de nuevo, ya habías dejado de llamarme así —me quejo por la reaparición de ese mote.

—Siempre serás mi conejito travieso. Creo que la rutina y el trabajo consumieron estos pequeños detalles que mostraban mi amor por ti. Y no pienso volver a permitir que esta horrible situación nos atrape —se acerca y me da un beso en la mejilla.

—Te entiendo y también pondré de mi parte para nuestra relación salga a flote… pero podríamos omitir ese apodo —trato de convencerlo.

—De ninguna manera, acostúmbrate que de ahora en adelante seré tan empalagosos contigo que lo único dulce que se te antojara seré yo—me contesta decidido.  

Termino por dejar de insistir, pues estoy seguro de que no cederá.

—Sabes estoy feliz de que hayas decidido regresar, porque me has evitado el que te encerrara en casa hasta que aceptaras que me amabas —me confiesa sus planes —realmente hubiera sido algo problemático —su comentario me hace reír.

Lo jalo de suéter para que pueda tener a mi alcance esos deliciosos labios, me uno a ellos y él permite que mi lengua se entrelace con la suya en un interminable juego.

Durante esta divertida danza de deseo desbordado, en la que ahora ya participan nuestras manos permitiendo que nuestras caricias demuestren lo mucho que nos hemos extrañado, pienso en nuestros diferentes problemas y como al final siempre terminamos así, juntos.

Lo único que puedo concluir de todo esto es que: definitivamente esto sí es amor.  
   

Por fin esta linda historia ha llegado a su fin, espero que lo hayan disfrutado tanto como yo. Los que la hayan seguido desde el principio sabrán que inicio como un one-shot y miren tuvieron que pasar cuatro capitulos para que finalizará, por eso es que siempre digo que soy malisima para los one-shots. Tal vez haya un extra pero no aseguro nada, depende de que tanto fluya la idea en mi cabecita.
Muchas gracias por haber leído esta mini historia y espero que comenten mucho.
See you soon :)

Comentarios

  1. Awww!! Mi kokoro está contento...Que bueno que dejaron atrás todo el drama y arreglaron sus problemas y ademas le van a dar un hermanito a Hiroshi (una niña espero). Me encantan los finales felices!! gracias por compartir esta historia.

    GISE n_n

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    1. Muchas gracias a ti por leerla y por fin después de mucho tiempo pude darles un final feliz jajaja espero que la mayoría de mis historias terminen de esa forma. A mi también me gustan los finales felices.
      Creo que una hermanita estaría bien, si hago el extra sabremos que fue.
      Muchas gracias por comentar.
      Cuíate see you :)

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  2. Owww me encantó esta historia
    Amo a Takano y Ritsu ohhhh!!
    Gracias x pensar en esta pequeña historia? realmente me encantan tus historias GRACIAS!!
    Esero que su nuevo aka-chan sea niña

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    1. Muchas gracias a ti por leerla. Esta pareja es una de mis favoritas y me gusto como quedo mi mini historia jajaja
      Gracias por tus bellos comentarios y espero leerte de nuevo en alguna otra actualización.
      Cuídate mucho, see you :)

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