Amuleto ¿yo? Capítulo 25

Buenas intenciones.

Lo miro y tomo del brazo a Karl y le señalo la dirección a tomar. Karl avanza a una velocidad inaudita para él, casi quiere volar para poder llegar a lado del chico que brinca de felicidad por vernos.

Dejo que Karl encabece nuestra fila, seguido de Jordán, al último viene mi hermano. En cuanto nos acercamos, Karl se lanza a los brazos de su novio, quien lo acoge y le da un beso en la boca. Por Dios mi primo es un descarado, no se puede comportar frente a su hermano, quien lo mira sorprendido.

—Hola cariño, por un momento pensé que tal vez no podrías venir —. Clark le dice mientras lo sigue manteniendo entre sus brazos.

Al verlos juntos, noto la felicidad que irradia mi primo al estar con Clark y bueno el capitán parece la persona más feliz del mundo en este momento. ¿Así me podría ver con mi fortachón? Aun que no niego que me gustaría estar en esa misma posición pero con un futbolista.

¡NO, no, no! Jaden quedaste con Patrick en tratar de tener una relación así que debo sacar esos pensamientos, que involucran a Sebastián, de mi mente.

—Estoy aquí gracias a mi primo —Karl contesta y Clark me mira con el agradecimiento escrito en la cara.

Mientras los veo, noto a una chica cerca de Clark. Ella es un poco más alta que él, su cabello es del mismo tono, sus ojos son cafés y miran a mi primo con cierta fascinación. La chica despega sus ojos de mi primo y recorre al resto de los presentes, al encontrarse con mi mirada sonríe abiertamente.

Noto como la chica golpea suavemente el hombro de Clark para llamar su atención y éste al sentir el toque la mira.

—Lo siento —le dice y ella sonríe más.

—Ya lo note —le contesta y no tengo idea a que se refiere.

—Karl, te quiero presentar a alguien muy importante para mí —Clark libera a mi primo de su abrazo pero le sostiene la mano —ella es Claudia mi hermana — le dice y señala a la chica que está a su lado.

Karl se pone muy nervioso, lo noto cuando levanta su mano temblorosa para saludarla.

—Hola, soy Karl él…

—Ella sabe que eres mi novio —Clark interrumpe a mi primo.

No sé qué es lo que mi primo iba a decir pero Clark decidió decir la verdad.

Karl se sonroja por lo que ha dicho Clark, lo cual me hace pensar que mi primo es un hipócrita, ¿cómo es posible que no le haya dado pena besar a Clark en frente de todos? Pero sí que lo presenten como su novio, o sea no entiendo a mi primo.

Por lo menos yo ya pase esa dura prueba… recuerdo como mi acosador me presento a su familia, aunque creo que todavía me falta conocer a su padre pero tengo la ventaja de caerle bien a su madre y hermana.

—Hola Karl, mi hermano me ha hablado mucho de ti —Claudia le dice y este parece aun más apenado.

Karl la mira y sus nervios disminuyen cuando ve como ella le dedica una gran sonrisa.

—Pareces un buen chico y por cómo has saludado a mi hermanito veo que realmente lo aprecias, así que puedo confiártelo —le dice y Karl le sonríe.

—Claro que me agrada, yo no andaría con alguien si no me gustará —le contesta y pasa su mano por la mejilla de su novio.

—Pues espero que sea real ese sentimiento y que no me lo vayas hacer llorar —mira a Clark quien ha puesto mala cara —es solo una broma Clark, no te enojes.

—Bueno déjame presentarte a los demás —Clark prefiere cambiarle el tema a su hermana.

—Él es Jaden, un amigo y compañero del equipo de futbol —me presenta y yo me acerco para saludarla.

Después Clark se acerca a mi hermano —. Él es el hermano de Jaden… Sam, creó —dice y mi hermano se acerca a la chica y rápidamente se quita los lentes y le brinda su mejor sonrisa.

—Samuel, pero Sam está bien—le dice y le toma la mano cuando ella se la ofrece, sin embargo a diferencia de los demás Sam se acerca y besa su mejilla.

Clark parece algo sorprendido pero no dice nada.

Mi amigo mira a mi primo porque casualmente desconoce al chico que está de pie a su lado.

—Mi turno —Karl habla y se acerca a su hermano —Clark, él es mi hermano Jordán.

Jordán se acerca y le estrecha la mano —. Hola —Saluda y al soltarlo se acerca a Claudia para saludarla también.

Clark mira sorprendido a Jordán, creo que ninguno de los dos estaba preparado para conocer a los respectivos hermanos. Jordán mira a Clark como si estuviera revisando lo más profundo de la mente de este, esas miradas son incomodas y el capitán parece coincidir conmigo pues evita verlo de frente.

—Karl, es un niño muy berrinchudo y caprichoso, ¿estás seguro de poder aguantarlo? —mi primo le pregunta a Clark, muy seriamente.

—De momento he podido conocer algunas de sus facetas y todas ellas me gustan, y pienso que incluso los defectos hacen que una persona sea única. Y estoy dispuesto a aceptarlo tal cual es —Clark contesta sin rodeos y con la determinación necesaria para que sea creíble su respuesta.

Jordán lo mira más relajado —disculpa mi pregunta pero de momento no vivo en la ciudad y es probable que no te vuelva a ver en mucho tiempo y deseo darme una idea de con qué tipo de chico está saliendo mi hermano —Jordán le explica y Clark parece entenderlo —por favor no creas que soy alguien hostil o antipático, es solo que me preocupo por mi hermano.

—Claro que no, espero que en un futuro podamos conocernos mejor —le contesta mi amigo.

—Yo también lo espero —le contesta.

— ¡No soy berrinchudo y mucho menos caprichoso! —Karl grita y le da un golpe en el brazo a Jordán.

Al verlo todos nos reímos de su reacción. 

De esta manera, por fin todos nos conocemos.

—Jaden, vámonos los chicos deben de estar esperándonos —Clark me dice y la verdad es que creo que las cosas se pondrán más interesantes aquí.

—No es necesario que yo vaya —le digo y veo como mi hermano se acerca a la hermana de mi amigo.

Creo que Sami ya está en modo cazador.

—Nada de eso, a los chicos les ayudara mucho verte —esas tontas creencias son las que me tienen atrapado en este lio del amuleto.

Clark mira a su hermana que está en plena conversación con Samuel y se aleja de ella sin decirle nada; toma su bolsa y se la cuelga en el hombro, abraza por última vez a Karl, le da un beso rápido en los labios y se aleja de él. Camina hacia mí y me empuja para que lo siga.

—Nos vemos más tarde Sami —le digo y este solo mueve su mano, como diciendo: si, si, ya vete.

Al parecer mi hermano se las arregla bastante bien para ignorar a Jordán, quien ya se sentó a lado de Karl y parece bastante molesto. Me despido con la mano de Karl y el corresponde mi gesto con la mano. 

Al bajar de las gradas, veo que Clark me mira con la curiosidad en los ojos.

—Por fin tenemos unos minutos —me dice y se acerca más — ¿Dime que te traes con Patrick? —me pregunta directo, sin rodeos justo como es Clark.

—Es un compañero de escuela… — ¿Por qué me siento nervioso por hablar de mi acosador frente a Clark?

—Ya sé que es un compañero de clases, Jaden, contesta sin rodeos, ¿por qué te defendió frente a Sebastián? Y ¿qué jueguito es ese de que es tu novio? —me pregunta y esta serio.

Tal parece que Sebastián le conto lo que paso el Sábado pasado.

—No sé porque me defendió pero fue de gran ayuda —le contesto y eso me hace pensar en que le tengo que preguntar a Patrick sobre eso —. Y lo del jueguito, pues ya no lo es.

— ¿Cómo que ya no lo es? —me pregunta y parece algo alterado.

—No ya no es una broma, ayer Patrick me pidió ser su novio y acepte —le contesto.

—Jaden, ¿conoces a Patrick de algún otro lado? —se detiene y yo también lo hago.

—No, lo conocí el sábado pasado —le contesto sinceramente.

—Entonces ¿por qué aceptaste ser su novio? —me pregunta y su tono de voz sube.

—Pues me cayó bien y parece alguien agradable —le digo y la verdad no sé que más me atrajo de ese acosador, celoso y demás defectos que se me puedan ocurrir.

—Jaden, Patrick no es un hombre lindo y cariñoso como tu supones —Clark parece no aprobar a mi novio y la verdad empiezo a acostumbrarme a esa reacción de las personas.

—Lo sé, de hecho es un maldito celoso, controlador, manipulador y acosador —y más defectos aparecen en mi mente sin embargo no los menciono.

—Todo lo que dijiste coincide con mi amigo Patrick, veo que no solo te ha lisonjeado —y se ríe pero algo sigue sin gustarle.

— ¿Eres amigo de Patrick? —le pregunto.

— ¿No te hablado de mí? —me pregunta y niego con la cabeza —.Pues sí, somos amigos. Lo conozco desde la primaria, antes sus padres vivían cerca de mi casa pero después se mudaron a otra colonia —Clark parece recordar algo y me mira con cierta preocupación en el rostro —Él es un buen amigo y no dudo que tenga un lado agradable y lindo como podría aparentar, sin embargo también tiene un lado explosivo y temperamental, como creó que ya vislumbras. Por eso es que creó que él no te conviene Jaden. No me gustaría que terminaras lastimado por sus tontos jueguitos —lo dice y reanuda la caminata.

— ¿A qué te refieres con jueguitos? —le pregunto.

—Mira Jaden, Patrick puede ser alguien muy complicado, mejor aléjate de él —me dice y sigo sin entender a que se refiere.

—Eso fue lo que intente al principio, pero Patrick es demasiado insistente, además creo que tiene razón, el noviazgo es una oportunidad que tenemos para conocernos mutuamente —le digo lo que Patrick me dijo el primer día que nos conocimos.

—Está bien, Jaden si tu lo has decidido, no pienso interponerme. Te considero un amigo y solo espero que no salgas lastimado —me repite —.

Me gustaría preguntar más cosas pero hemos llegado a los vestidores y los chicos nos miran felices.

—Qué bueno que ya llegaste Kitten —Milán me lo dice y veo que ya está cambiado.

Veo a Sebastián en una orilla y también ha terminado de cambiarse, este nota que lo estoy mirando y al verme me sonríe como si fuéramos los mejores amigos del mundo. Me sonrojo al verlo y me volteo a ver a Clark que esta platicando con Charley.

El entrenador llama al orden y todos nos volvemos para verlo.

—Chicos, está de más decir que tenemos que ganar. Hoy se define nuestro pase a las semifinales. Somos los campeones y ¡vamos a defender nuestra corona!

Todos gritan y aplauden, yo los miro divertido por su efusividad.

—Tenemos la suerte de nuestro lado, así que no deberíamos de tener dificultades el día de hoy —el entrenador lo dice muy contento y me señala.

Este hombre es el causante de la histeria colectiva que sufren todos aquí, yo no soy ningún amuleto de la suerte solo soy… un idiota enamorado del goleador.

—Bueno chicos vamos a enseñarles como jugar al futbol —el entrenador les grita a todos.

La mayoría del equipo se encamina a la salida, yo los sigo a paso de tortuga hasta que unas manos me detienen.

Me giro para ver a mi captor y esto es solo para confirmar mis sospechas.

— ¿Me regalas unos segundos? —Sebastián esta frente a mí y sus manos aún sujetan mis brazos.

— ¿Qué quieres? —le contesto.

—Ofrecerte una disculpa por mi comportamiento hasta ahora —su ofrecimiento parece sincero —te he tratado muy mal y creo que no te lo merecías. Discúlpame por favor, soy un idiota —Ay por Dios jamás creí escucharlo decir algo así.

— ¿Esto es enserio? —le pregunto sorprendido por sus palabras.

—Lo sé me merezco tu pregunta e incluso el que te niegues a perdonarme, todo eso y más, pues he sido un cabrón contigo —no hay manera de que no confié en lo que me dice.  

—No hay problema, por mi parte todo está olvidado —sus buenas intenciones de llevar la fiesta en paz parecen sinceras.

— ¿Puedo creer en tus palabras? —me pregunta.

—Claro, Sebastián —acaso me podría negar a esa sonrisa —no soy alguien rencoroso.

—Gracias Kitten. Entonces comencemos de nuevo ¿quieres ser mi amigo? —me pide y su rostro muestras anhelo.

—mm… yo… creó que acepto —le contesto y me siento muy feliz por su petición —Sebastián lamento mucho lo que mi hermano te hizo —creó que yo también debo pedir disculpas.

—Olvídalo, me lo merecía —este Sebastián es completamente diferente al que conozco —. Así que borrón y cuenta nueva, ¿te parece bien? —me mira esperando mi respuesta.

—Ok —le contesto y mejor huyo de aquí antes de que me lance a sus brazos y le dé un gran beso.

Me dirijo a la puerta, cuando estoy a punto de salir la mano de Sebastián me detiene y me hace volverme para verlo a la cara, sin darme tiempo a reaccionar siento sus labios pegados a los míos, pero no es un beso avasallador como el de la última vez, es más un beso casto, un beso dulce y sin malas intenciones.

—Ahora realmente creo que podemos iniciar de nuevo —me dice y aunque hubiera deseado que fuera un beso más profundo, un rostro aparece en mi mente.

—Sebastián te voy a pedir que no vuelvas a hacerlo — ¿Qué estoy diciendo? ¿Acaso soy un imbécil? —Tengo novio y no soy de los que les gusta engañar a su pareja —le contesto y por dentro me estoy golpeando contra una pared imaginaria, debería de haber aprovechado la oportunidad y saborear a Sebastián al fin que Patrick no me ve… sin embargo no podría hacerlo por mucho que lo desee.

—Lo siento solo me deje llevar por tu presencia, entiendo a lo que te refieres y aunque albergaba la esperanza de que lo tuyo y Patrick fuera mentira, veo que van enserio y no pienso entrometerme —lo dice y antes de que pueda decir algo más, él sale y me deja de pie solo en los vestidores.

Dios ¿por qué eres tan injusto? Cuando decido aceptar salir con alguien más resulta que Sebastián el amor de mi vida, despierta de su estado de estupidez y no solo eso, sino que se da cuenta de que existo.

¿Por qué? Seguramente estas cosas solo me pasan a mí.

Salgo a la cancha y noto que ya están jugando.

Veo como pasan el balón de un lado a otro y simplemente el partido se mantiene parejo, cualquiera de los dos equipos tiene oportunidad de meter el primer gol.

Los primeros 45 minutos pasan sin mucho que contar.

—Vamos chicos, este equipo no tiene nada con lo cual ganarnos —Clark trata de animar a sus compañeros —Ahora por favor vamos a dejar de hacer individualidades y juguemos en equipo como debe de ser —lo dice y mira a Sebastián quien por no pasar el balón a tiempo ha perdido dos oportunidades de gol.

Todos aceptan las órdenes del capitán y antes de salir de nuevo a la cancha, se reúnen cerca de mí y me miran para que me una a su grito de guerra… bueno la porra de la escuela.

Entre todos gritamos la porra y al terminar los que están jugando entran a la cancha mientras que los demás nos quedamos en la banca.

Los primeros 15 minutos son aburridos, hasta que Charley toma la pelota desde la cancha del equipo contrario y la lleva por en medio, burla a dos jugadores antes de hacer el pase para Milán, quien la recibe y de un solo toque se la pasa a Clark que está muy cerca y libre de marca. El capitán la lleva por la media Luna y sin voltear a ver o buscar a alguno de sus compañeros, tira directo a la portería y en solo un segundo todos estamos gritando: ¡¡Goooooooooooooooool!!

La efusividad se desborda en nuestra banca y en una parte de las gradas. Escucho las porras de nuestras porristas.

Estoy brincando de la felicidad ante el sorpresivo gol. Clark celebro brincando como loco frente a las gradas, justo donde se encuentra Karl.

El partido se reinicia desde el centro de la cancha y el equipo local toma la pelota e intenta hacer un rápido contraataque pero nuestro portero no permite que haya tal respuesta y se queda con la pelota después de recibir un disparo de larga distancia.

El partido continua igual de cerrado que al principio hasta que uno de los defensas termina por perder la cabeza y se barre a destiempo para quitarle el balón a uno de mis compañeros, y termina encajándole los tacos en la espinilla, el árbitro lo amonesta y este muy ofendido se para a reclamar, lo cual es sancionado por el silbante y lo expulsa.

El equipo contrario se ha quedado con diez jugadores y mi compañero ya se ha puesto de pie. De esta manera el partido continúa un tanto atropellado pues al parecer el equipo contrario ya se está dando por derrotado y solo se dedica a patear a nuestro equipo. Poco antes de que termine el partido Sebastián se hace con el balón y con un recorte logra pasar al defensa, quedando mano a mano con el portero y sale de manera precipitada al encuentro del goleador. Sebastián levanta el esférico pasándolo por arriba del portero y este por más que intenta detenerlo no lo logra. El balón entra tranquilamente solo a la portería y todos gritamos una vez más el gol de nuestro equipo. Pasados 5 minutos el árbitro silba el final del partido.

Mis compañeros están felices y se abrazan unos a otros. Yo celebro con los chicos de la banca. Clark llega y me abraza, después siento más brazos cerca de mí.

Todos gritan que estamos en semifinales, el entrenador va despedirse del entrenador del equipo contrario.

La mayoría de los chicos se retiran a los vestidores y yo me despido del entrenador.

Me dirijo a las gradas, no deseo ir a los vestidores, no deseo ver a Sebastián.

Al llegar a las gradas noto que mi hermano ya está muy tomadito de la mano de Claudia, ¿qué me perdí?

— ¿Qué les pareció el partido? —pregunto para integrarme a la conversación.

—Aburrido —Jordán contesta enojado.

—Muy entretenido —Sami responde ignorando el comentario anterior.

—Divertidísimo —Claudia está más que contenta pero no sé si es debido al partido o a alguien más.

—Genial simplemente genial, ¿has visto el primer gol? —Karl me pregunta y parece ignorar la extraña mescolanza de sentimientos presentes.

—Claro que sí, fue un gol bastante mediocre —lo que digo es solo para molestarlo.

Karl que no sabe nada de futbol se me lanza a golpes y me zarandea.

—No digas tonterías ha sido el mejor gol que he visto en mi vida —yo me rio de cómo mi primo parece empezar a gustarle este deporte.

—Gracias cariño, te lo dedique a ti —Clark aparece y mira fascinado a Karl.

—Por supuesto que es el mejor gol que ha visto en su vida pues ha sido el único —Sami parece de muy buen humor que interviene en nuestra charla.

Claudia se rompe de la risa y todos los presentes, a excepción de cierto hombre que emana un aura oscura.

—Ya ha terminado el partido, ¿ahora nos podemos ir? —Jordán interrumpe nuestras risas y Karl lo mira molesto pero su hermano no se deja intimidar.

—Pero Jordán…

—Karl, mi madre desea que regresemos temprano, además yo me regreso mañana así que deseo pasar algo de tiempo con mis padres —Jordán está muy enojado y creo saber porque, lo malo es que está echando a perder el día de Karl.

—Está bien Karl, cumpliste tu promesa y eso es suficiente para mí, ahora regresa con tu hermano, ya nos veremos el lunes ¿ok? —Clark parece entender la situación y trata de aminorar la tristeza de mi primo.

—Si lo desean nos podemos ir —Sami comenta y Karl asiente.

Me da tristeza que todo haya terminado así.

Jordán encabeza al grupo en el regreso al estacionamiento y todos los demás lo seguimos con cierto pesar.

—Jaden, hace mucho que deseaba conocerte —Claudia me lo dice mientras caminamos —me parece que eres un chico muy tierno, me encantaría que nos volviéramos a ver —su comentarios parece honesto.

—A mí también me gustaría que nos viéramos de nuevo y conversar largo y tendido —. Le sonrió y ella me devuelve el gesto.

— ¿Solo a él deseas volver a ver? —mi hermano le pregunta.

—Samuel en definitiva a ti te veré de nuevo y espero tu llamada esta semana, odio ser yo la que llame —le dice y le dedica una sonrisa coqueta.

—Por supuesto que lo haré, no me gusta hacer esperar a las chicas guapas como tú —le contesta y noto como ella se sonroja, en definitiva entre estos dos estaba naciendo un sentimiento que iba más allá de una simple amistad.

Casualmente noto que nuestros autos están bastante cerca, así que Samuel acompaña a Claudia hasta la camioneta de Clark y este a su vez nos acompaña al auto.

Sami me dio las llaves así que abro el auto sin problemas. Antes de que yo me pueda instalar en mi asiento Jordán ya se lo ha apañado. Shit! A Sami no le va agradar la idea.

Veo cuando Clark se despide de Karl con un beso largo y profundo, verlos me avergüenza así que mejor abro la puerta del piloto.

—Jaden, tu hermano sigue enojado conmigo ¿verdad? —Jordán me sorprende con su pregunta —estoy seguro que sabes lo que paso entre nosotros ¿crees qué algún día me perdone? —me vuelve a interrogar.

—Jordán, estoy enterado de todo pero así como le dije a mi hermano cuando me lo contó te lo digo a ti, eres mi primo y te quiero, él es mi sangre y sabes que lo amo como tal, por lo cual prefiero no involúcrame en sus asuntos —le contesto y él debería de recordar que Samuel a veces es muy rencoroso.

—Y aún con esa conclusión hoy lo has ayudado a evadirme —me lo dice y noto cierta molestia en su comentario.

—Es mi hermano, Jordán y no quiero volver a verlo sufrir —es todo lo que digo antes de ver que Karl entra al auto y se nota muy enojado.

Ninguno de los tres dice nada y solo esperamos a Samuel. Este llega después de un par de minutos y me mira que estoy en su asiento, después ve por la ventanilla a Jordán a mi lado.

—Ok, demuéstrame que no has olvidado mis clases —Samuel parece de muy buen humor.

Se sube al auto a lado de Karl y me deja que maneje. Odio hacerlo pero prometí no dejar que Sami y Jordán estuvieran juntos y pienso cumplir mi promesa. Dado que soy quien maneja, y por cierto sumamente lento, pongo a Muse a todo volumen y voy cantando o mejor dicho gritando a todo pulmón. Mi hermano también es fan así que en su memoria tiene una carpeta con mi banda favorita.

Al parecer al único que parece agradarle mi alegría es a Sami quien me acompaña en mis aullidos.

Llegamos a casa de mis tíos y Jordán se baja muy rápido sin despedirse de nosotros.

—Siento mucho todo lo que ha ocurrido —Karl se disculpa —gracias Jaden por haberme ayudado hoy…

Mi primo parece muy triste.

—Lamento haberte involucrado en esto Sami —mira a mi hermano algo avergonzado.

—No te preocupes Karl, al final no ha salido tan mal este día —mi primo le sonríe.

 —Nos vemos el lunes —se despide y sale del auto.

Lo vemos entrar y estoy seguro de que se peleara con Jordán.

—Perfecto, ahora pásate a tu lugar —le digo e intento bajarme.

—Nada de eso Alfred, quiero ir a comer —me ordena y recuerdo que hice varias promesas esta mañana así que creo que tendré que iniciar el pago de ellas. 

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Las intenciones de Sebastián serán sinceras? y qué habrá pasado entre Jordán y Sami?

Espero que me digan lo que piensan. See you soon :)