Nuestro bebé. Capítulo 6.


Un nuevo inicio.




Siempre he disfrutado mucho viajar, pero en esta ocasión me dolía mucho dejar mi ciudad por una simple razón y es que no voy a regresar o por lo menos no en mucho tiempo.

El sábado después de hablar con Chris me sumí en la depresión, yo lo amaba y sus palabras me habían destruido, sin embargo no podía darme el lujo de caerme justo cuando mi bebé me necesita. Mis amigas me consolaron y trataron de darme ánimos.

El domingo paso rápido, mi celular llamaba y recibía mensajes de Christian pidiéndome que habláramos pero ya lo habíamos hecho y solo logró lastimarme por lo que no deseaba hacerlo de nuevo. Bloquee su número de mi celular.


Esa semana terminaba el límite de tiempo que mi jefa me había dado para su propuesta por lo que tenía que decidirme sobre lo que haría y dada la responsabilidad que tenía ahora como padre soltero no solo tenía que pensar en mi estado anímico sino también en lo económico. No podía darme el lujo de perder una oportunidad de esta magnitud. Es verdad que irme del país era una desventaja pero realmente el ofrecimiento era muy bueno.

Dado que mis resultados en mi primera campaña como coordinador fueron muy buenos y lo bien que iba en la segunda, me ofrecieron que me trasladara a Francia, con el mismo puesto, pero allá tendría un mejor sueldo y con comisiones mayores por cada campaña. La verdad el empleo era inigualable.

Jack dice que es lo mínimo que me pueden ofrecer pues la empresa iba en picada, cada vez menos empresas contrataban sus servicios y mis ideas en las anteriores campañas fueron atrayendo de nuevo a los clientes y después de mi última campaña que fue todo un éxito, la empresa cerro un contrato para publicitar los próximos productos de una famosa empresa de corte internacional.

Justo por esto me habían invitado a trabajar en Francia que era la casa matriz de la empresa, allí estaban las mejores instalaciones para que desarrolla un trabajo de excelente calidad, que es justamente lo que la empresa nos pidió para sus productos.

Yo tomé una decisión difícil pero era la mejor en este momento.

Pienso en esto mientras miro como la tierra se pierde entre las nubes y a mi vista solo queda un lindo cielo azul. No deseo pensar en el pasado pero en este momento esto es lo que llena mi mente.

—Señor ¿desea algo de beber? —una hermosa joven me pregunta, mientras arrastra un carrito a lado mío.

—Sí —contesto y pienso que un trago no me caería nada mal pero de repente miro mi abdomen plano y recuerdo que pronto este dejara de estarlo —Agua, por favor —contesto ya más consciente de que debo dejar algunos de mis gustos, como el alcohol y otras cosas.

La bella aeromoza me da un vaso de agua fría, lo cual agradezco.

Miro la ventanilla de nuevo y me vuelvo a sumir en los últimos recuerdos que me llevo de mi ciudad.

La semana después de hablar con Chris, me dedique a terminar de ultimar detalles sobre la campaña en la que estaba trabajando. Esa semana Chris llamo varias veces a la empresa pero di órdenes de que no me lo pasaran y después de varios intentos fallidos, el viernes fue a buscarme, lo bueno fue que uno de mis colaboradores me aviso a tiempo así que me fui a esconder al baño, no deseaba verlo y menos hablar con él. Jack que iba saliendo de una de las oficinas lo encontró y le pidió que se fuera después de que mi ex amante le contestara no de muy buena manera, Jack le dio un puñetazo, el cual fue contestado con un golpe directo al abdomen, algunas personas que estaba viendo llamaron a seguridad para que lo sacaran y después de eso se le negó el paso a la empresa.

En cuanto me avisaron que se había ido fui a ver a Jack pues me dijeron lo que había ocurrido. Él estaba bien y hasta contento por haberle dado un buen golpe a Chris.

Ese mismo día mi jefa me llamo para resolver mi situación y acepte. Ese fin de semana fui junto con mis amigos a recoger mis cosas de la casa de Chris. Esperamos a fura de la casa hasta que vimos que salió y aprovechamos para sacar todo. También aproveche para despedirme de mi pareja de más de tres años de estar juntos. Él me había apoyado en muchos momentos difíciles al igual que yo a él. Realmente me dolió despedirme de esa casa y de mi querido Chris, lo amaba tanto y por eso el rechazo a nuestro bebé me dolió el doble. Cómo no era lo suficientemente fuerte para hacerlo frente a frente había optado por dejarle una carta y dejársela en mi lugar favorito.  De esa manera termine con Christian Crawford.

Así que la semana siguiente fue solo para preparar mi viaje. Casi no iba a la empresa, Jack estaba supervisando que la campaña se terminara en perfectas condiciones. Además yo le había pedido algunas cosas a mi jefa y ella accedió de muy buena gana. Una de ellas era que Jack fuera conmigo a Francia, ya que era mi mano derecha en las campañas anteriores, estaba demasiado acoplado a trabajar con él. Mi jefa acepto y él también, solo que él se iría hasta dentro de dos o tres semanas, pues tenía que esperara para revisar que la campaña saliera a la perfección. La segunda cosa fue que me dieran unos días en Francia para buscar dónde quedarme pero la jefa dijo que mi nuevo jefe ya tenía un asistente para mí y que me estaba preparando justamente eso. Por lo que no haría problema de hospedaje. Lo cual agradecí porque no me llamaba la atención eso de andar buscando.

Mis amigas me ayudaron a empacar todas mis cosas, las cuales dejaría en su casa hasta que yo estuviera instalado allá, ellas me enviarían mis cosas. Yo solo prepare una maleta, no tan pesada, para poder moverme con comodidad. Y justamente este fin de semana yo ya estaba viajando para Francia, en tan solo dos semanas y media mi vida había dado un giro de 180°. Sí alguien me hubiera contado que esto pasaría, me hubiera reído pues yo confiaba plenamente en el amor de mi pareja y en que siempre estaríamos juntos pero esto tristemente no fue así y no solo ya no estaba con él, sino que me tenía que enfrentar a un embarazo yo solo y en otro país.

Acaricie mi vientre despacio y aun cuando mi corazón estaba sufriendo, sonreí —te amo, te prometo que estaremos bien, mi pequeño —susurre. Esa promesa era la más importante que había hecho en mucho tiempo.

Bebí el agua que aun sostenía y que ni siquiera había probado. Al pasarla note la dificultad que tenía para lograrlo y conforme esta descendía sentí como se desvanecía el nudo que se formo en mi garganta después de despedirme de mis amigas.

—Oh Jeremie te vamos a extrañar —Karime lo dijo entre sollozos.

—Chicas yo también las extrañare y mucho pero prométanme que me visitarán —les dije para tratar de suavizar el momento.

—Por supuesto en cuanto nazca nos llamaras e iremos a conocer a nuestro sobrino —Clary lo dijo muy segura y abrazo a su pareja para tratar de reconfortarla.

—Chicas deseo pedirles un favor y a ti Jack —él vino a despedirme aunque en tan solo unas semanas estaremos juntos de nuevo.

—Claro —contestaron ellas y él solo asintió.

—Estoy seguro de que Chris intentara buscarme pero no deseo volver a saber nada de él. Me duele mucho como termino todo pero entre menos sepa de él es mejor deseo cortar todo lazo entre nosotros; así que por favor si él da con ustedes no le digan donde estoy, simplemente díganle que no saben nada de mi —les suplique y ellas me miraron muy triste pero convencidas de que era lo mejor.

—Sí Prince, no diremos nada, te lo juramos —las dos lo prometieron. Mi amigo no dijo nada pero era obvio por su mirada que no diría nada.

Escuche cuando anunciaban mi vuelo y fue cuando Karime se lanza a abrazarme y vi que Clary dejaba caer algunas lágrimas. Siempre habíamos estado juntos el separarnos era algo muy triste.

—Las quiero chicas —les dije y Clary se unió al abrazo —. Estaré en contacto con ustedes —les afirme.

—Cada semana por lo menos —Karime lo dijo entre hipidos —quiero saber cada detalle del desarrollo de mi sobrino —me dijo.

—Por favor trata de comunicarte con nosotras lo más seguido posible —Clary me pidió.
—Lo haré chicas —les dije y por fin me soltaron.

—Vamos déjenlo ir, que perderá el vuelo —Jack hablo y note como trataba de ocultar lo conmovido que se sentía por la escena.

Yo no podía ser tan fuerte y al igual que Karime yo estaba llorando a moco tendido.

—Te veo en unos días —Jack me abrazo —no sufras por mi ausencia —y me sonrió después puso su mano en mi abdomen y susurro —tu pórtate bien y cuida a tu mami —yo sonreí a su gesto.

Jack era un bálsamo para mis heridas, desde que le dije del embarazo, me cuidaba como si fuera el padre y le gustaba hablar con él.

De esta manera deje a mis amigas y mi vida en esa ciudad. Ahora iba a otro lugar completamente alejado y lleno de miedo por todo lo que se avecinaba.

Mis ojos estaban rojos por llorar durante todo el viaje así que cuando anunciaron que aterrizaríamos, saque mis lentes oscuros no quería que me preguntara el porqué de mi llanto.

Al bajar del avión me reprendí mentalmente —Idiota aquí es de noche, como voy a traer lentes oscuros —. Así que me los quite.





Fui a recoger mi equipaje. Y ya con el fui a buscar a Collete, que era la chica que me recogería o por lo menos eso fue lo que mi jefa me dijo, bueno ahora exjefa.

Mientras caminaba hacia la sala donde nos encontraríamos, vi a una pareja que al parecer por sus movimientos la chica estaba recibiendo a su novio o esposo, con un beso mientras se abrazaba a su cuello, no escuchaba muy bien lo que decían pero se veían tan felices, que me embargo la nostalgia.

Recordé una ocasión en que yo regresaba de Francia y Chris estaba con un ramo de rosas rojas esperándome, y en cuanto me vio corrió hacia mí, me abrazo, beso y nos quedamos así sin decir nada durante un par de minutos.

Mis lágrimas salieron sin que yo las pudiera contener, intente seguir caminando pero mi nublada vista no me lo permitía, busque un lugar donde pudiera pararme sin que estorbara a las personas que pasaban.

Vi a lo lejos un asiento vacío y me dirigí hacia allí, al llegar me senté y busque un pañuelo para limpiarme las lágrimas y después iría al baño a lavarme la cara.

—Demonios dónde deje mis pañuelos —Esculque en todos mis bolsillo y nada.

—Disculpa, te sentaste en mi lugar —Escuche una voz grave, bastante masculina.

— ¿Qué? —Pregunte absorto aun en mis tristes pensamientos.

—Que te sentaste en mi lugar —insistió en su argumento.

—No veo tú nombre en él —conteste un poco grosero.

Acaba de separarme de mi pareja, de mis amigos, había dejado mi ciudad y ahora estaba ante un hombre incapaz de comprender los tristes sentimientos de un embarazado. La vida realmente desea joderme.

—Tienes razón, pero mi saco, sobre el cual estás sentado sirve como evidencia —. Contesto algo irritado.

Ahora entiendo lo cómodo que se sentía.

—Está bien, aquí tienes —me levante, quite su saco, se lo di y me volví a sentar.

—Pero también quiero mi asiento —El hombre me miraba incrédulo de mi comportamiento.

—Pues búscate otro y déjame en paz —le conteste enfadado. Joder que se largue que no entiende que está destruyendo mi momento de nostalgia.

—Pero da la casualidad que yo ya había escogido este —me debatió y no me sentía con las fuerzas suficientes para pelear.

— ¡Ah! en serio quieres este maldito asiento ¿verdad? —me puse de pie muy molesto — pues quédate con él y que lo disfrutes —después de gritarle tome mi maleta y la arrastre lejos de ese idiota.

Me fui al baño, durante la pelea con ese grosero olvide la razón de mi llanto y ahora mi tristeza se había convertido en coraje.

Me lave el rostro, me sentía más fresco, sentí vibrar mi bolsillo.

Saque mi celular y revise el sms que había llegado.

Disculpe sr. Dawson se me hizo tarde pero ya casi llego.

Grandioso y ahora a esperar.

Salí del baño y me pare en la pared cerca del lugar donde nos habíamos quedado de ver. Tenía hambre y quería un cigarro, pero el doctor me los había prohibido por el bebé, otro de mis gustos que tenía que dejar y tal vez el más difícil de erradicar. Mire por toda la sala pero solo había unos cuantos lugares vacios pero todos en medio de un mar de gente y no estaba interesado en llegar hasta ellos.

Por un momento, sentí que todo a mí alrededor se movía, estaba temblando, pero porque nadie se alteraba, al parecer al único que se le movía el piso era a mí.

Estaba mareado, recargue mi cabeza a la pared. Y respire profundo, aquí no bebé, por favor aquí no. Le suplique al bebe pues supuse que era un síntoma del embarazo.

—Te ves mal, ven vamos a que te sientes —Esa voz era de la misma persona que me había exigido su lugar.

—No gracias, estoy bien, no quisiera dejarte sin tú preciado asiento —conteste molesto pues identifique quien era.

—No seas necio y agradece mi gran amabilidad —me dijo con tono de burla.

—ja ja ¿Amable? ¿Perdón, de quién hablamos? —conteste sarcásticamente.

—Ok, entonces digamos que tú me ganaste, ahora disfruta de tú triunfo y siéntate — me hablo pero más fuerte con cierto tono de exasperación.

—Ya te dije que no, gracias y mejor me voy, porque cierta persona me está molestando — conteste molesto, era bueno hacerlo sentir mal, que la conciencia no lo dejara estar tranquilo por comportarse tan mezquino. Sonreí internamente por mi pensamiento.

Al despegarme de la pared y dar un paso, vi como el piso se acercaba temerariamente a mi o sería al revés.

—Te dije que estabas mal, siempre eres así de necio —me recrimino.

Justo a medio metro del piso, este hombre me había sujetado de la cintura evitándome un gran golpe, las personas que iban pasando y las que estaban cerca voltearon a verme, al sentir todas esas miradas me sonroje.

—Está bien, solo es un poco torpe al caminar, sigan en lo suyo —el hombre dijo amablemente.

—Gracias —me incorpore y me aleje de él, pero aún me sentía mareado —ya estoy bien —le mentí solo quería que me dejara con mi malestar.

—Ven vamos —me tomó del codo para que no me fuera a caer de nuevo y me llevo casi arrastras a la cafetería del aeropuerto. Yo jale mi maleta para seguirle el paso a mi acompañante.

Me llevo hasta una mesa para dos, libre, y me obligo a sentar.

En cuanto sentí el asiento deje caer mi cabeza en la mesa, no quería moverme de ahí hasta que se me pasara el mareo, según el doctor dijo que cuando me mareara solo descansará un rato y así se me pasaría y que en caso de que esto no sucediera llamara al doctor.

— ¿Quieres que te lleve a un doctor o que llame a alguien?

Él nombre que vino a mi cabeza fue el de Chris, pero claro el no acudiría ni hoy, ni mañana, ni nunca, a él no le interesaba el origen de este malestar; maldita sea porque había pensado en él ahora la tristeza me invadiría de nuevo.

—Contéstame por favor me estas preocupando —dijo y su voz sonó algo acongojada.

— ¿Tú conoces ese tipo de sentimientos? Pensé que tú egoísmo no te permitía entenderlos —conteste en tono juguetón.

—Oye el cuidar lo que consideró mío no es egoísmo, además me acabas de conocer y por un pequeño incidente no puedes juzgarme y hacerte una opinión de mi o de cualquier persona —me dijo algo irritado.

—Si como digas —conteste, estaba disfrutando molestarlo.

— ¿Cuándo fue la última vez que comiste algo? —me pregunto.

— ¿Qué te importa? —conteste bruscamente.

—Que mal educado, solo estoy preocupado por ti —contesto y note que su irritación iba en aumento.

— En la mañana —conteste más tranquilo, no deseaba averiguar qué pasaba al final de su tolerancia.

 — ¡Que! Pero si ya casi son las 9 de la noche por eso te mareaste seguro se te bajo la azúcar —se oía un poco molesto —te pediré algo de comer —dijo sin pedirme mi opinión al respecto.

Oí que llamaba a la mesera y le pedía un sándwich y vaso de refresco.

Paso varios minutos en los que permanecí en silencio. Hasta que me atreví a levantar un poco la cabeza y al parecer todo seguía en su lugar, mire a mi acompañante y estaba serio. Justo en eso apareció la mesera.

—Aquí tiene señor —dijo la mesera.

—Vamos come —empujo el plato en mi dirección.

—No gracias ya me siento mejor —conteste. Sentí un poco de nervios, ¿qué tal si ahora me daba por vomitar?

—No te lo estoy pidiendo, te lo estoy ordenando —joder ni a mis padres les obedecía ¿por qué a él sí?

—Pues menos —conteste retadoramente.

—No seas testarudo y come no ves que si te mueres de hambre mi conciencia no me dejara en paz —contesto y parecía que su tolerancia estaba a prueba.

—jaja que gracioso, pero no tengo planeado morir próximamente —conteste bastante divertido por lo fácil que era exasperarlo.

—Pues demuéstralo y come —Me ordeno de nuevo.

Tenía hambre solo que no quería deberle nada a ese hombre, además mis nervios por lo del vomito seguían presentes pero debía intentarlo y hacer a un lado mi estúpido orgullo, por mi bebé no debía pasar grandes periodos sin consumir alimento según mis amigas.

—Está bien comeré —conteste derrotado.

—Gracias Dios, sabes eres muy obstinado —lo dijo recobrando la tranquilidad.

—Si lo sé —mis amigas me lo habían decían y Chris siempre se quejaba de ello.

Me miro durante todo el tiempo en el que comí. Eso me incomodaba. Pero también para aproveche para verlo mejor. Era de tez clara, su cabello castaño claro era lacio y largo, o eso parece ya que lo tiene recogido, sus ojos eran de un verde tan hermoso, sus facciones eran suaves. Su nariz mostraba un irregular descenso pero ese defecto combinaba bastante bien con su rostro. Mostraba una barba de unos cuantos días sin rasurar, esta bajaba desde la mitad de sus mejillas por todo el mentón y rodeaba sus labios; los cuales eran carnosos y de un suave color rosado, se veían deliciosos. ¿Mierda que fue ese pensamiento? me auto pregunte.

— ¿Tú no comerás algo? —pregunte y de esta manera intente sacarme esos extraños pensamientos de mi mente.

—No yo si comí antes de venir al aeropuerto —me echo en cara mi falta de atención.

—Es verdad tal vez ya va a salir tu vuelo y yo quitándote el tiempo —lo dije haber si por fin me deshacía de él.

—No, yo no voy a viajar —me contesto.

—Entonces que haces aquí —pregunte.

—Vine a recoger a mi hermana pero su vuelo se retraso así que aún tengo tiempo y ¿tú? —me pregunto y vi como pasaba un mechón de cabello que se había bajado de su coleta por detrás de su oreja, la cual tenía dos piercings. 

—Ah yo estoy esperando a que vengan a recogerme al parecer ella también se retraso —le explique, él puso sus manos sobre la mesa y las cruzo.

— ¿Tú novia? —pregunto curioso.

—No, una amiga —conteste y mire su suéter que gracias a lo pegado que era pude notar los músculos de sus brazos y pecho.

— ¿Vienes de visita? —me pregunto y note que observaba como yo lo estaba mirando a él. Esto me causo un ligero sonrojo y él esbozo una discreta sonrisa.

—No, acabo de ser transferido a una filial de la empresa donde trabajo —conteste algo nervioso y dirigí de nuevo mi vista al plato de comida que casi me terminaba.

— ¡Oh! en serio ¿es tu primera vez aquí? —pregunto algo emocionado.

—Pues no exactamente, he venido a cursos de trabajo pero ahora me quedaré por más tiempo —ya había estado aquí varias veces, y siempre me había llamado la atención vivir aquí.

—Pues hablas muy fluido, no se me hubiera ocurrido que no fueras del país —me elogio.

—Gracias, he estudiado desde pequeño —le conteste.

Mi celular comenzó a vibrar y sirvió para escapar de esos hermosos ojos verdes.

—Me disculpas —dije mientras le mostraba mi celular.

—Claro —dijo muy amable.


-Bueno, ¿Cóllete?

-Sí, señor Dawson ya estoy entrando al aeropuerto, lo veo en el lugar acordado.

-Está bien, te veo allí.

-Ok.


Por fin podría descansar me sentía agotado, física y mentalmente, saque mi cartera para pagar.

—Lo siento pero me tengo que irme, ya han llegado por mí —le explique.

—Ah, entiendo mm... te acompaño aún te vez pálido —se ofreció.

—No te preocupes, ya me siento mejor —conteste rápido.

—Pues no te creó, mejor te acompaño —abrí mi cartera —. No, por favor no me ofendas de esa manera —me dijo con un tono de reproche.

— ¿De qué hablas?, no te entiendo —pregunte ingenuamente.

—Yo invite así que yo pago —y con su mano empujo mi cartera e hizo una seña a la mesera para que trajera la cuenta.

—Aquí tiene señor —dejo una charola pequeña sobre la mesa la cual tenía la cuenta, mi acompañante ni siquiera la miro, saco un billete y lo dejo en la charola, se puso de pie, tomó mi maleta y con su mirada me hizo saber que me acompañaría. No intente rehusarme y acepte de buena manera su compañía hasta la sala de espera donde nos habíamos encontrado.

Ya en la sala nos detuvimos y a lo lejos vislumbre a Cóllete, ella me había enviado un email con una foto suya y yo conteste con una mía de esta manera sería más fácil reconocernos, levante mis manos y las agite para que me viera, me percate que tenía que despedirme de mi grosero amigo, lo mire pero él fue el primero que hablo:

—Pues me alegra haberte conocido, podrías darme tu teléfono, me gustaría seguir platicando contigo —me pidió amablemente y ¿cómo negarme a esos lindos ojos?  Y más si los acompaña de esa sonrisa discreta que hace que su rostro me deslumbre.

—A mí también me agrado conocerte aún cuando me quitaste de mi asiento... jajaja...—su cara cambio a una de reproche al parecer quería que olvidara nuestro desagradable comienzo —lo siento, no pongas esa cara solo bromeaba —le pedí que me disculpara pero es que no podía negar que fue divertido todo lo acontecido.

—Pues solo por eso merezco tu número telefónico para que cambies tu idea sobre mi —me lo dijo con cara de dame una oportunidad

Justo en ese momento Cóllete se acercaba corriendo

—Señor Dawson por aquí, me da pena pero necesitamos irnos nos espera el taxi.

—Ah está bien —tomé mi maleta de donde mi acompañante la había dejado y cuando voltee para despedirme y darle mi número observe que estaba distraído con una joven seguro es su hermana.

Cóllete me sujeto por el brazo y me jaló para que caminara, me saco de mis pensamientos y al girar para ver a aquel hombre todo estaba lleno de personas, su imagen se perdió en ese mar de gente, que pena que no haya podido despedirme.

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Comentarios

  1. Oh ho... Tal parece que Jack va a tener un poco de competencia... Y ademas con una ventaja de 2 a 3 semanas!! Bueno eso si el chico del aeropuerto logra encontrar a nuestro héroe Jeremie... (suspiro) aaah me encantan los meet cute!!
    Gracias por el capítulo!!

    GISE n_n

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    1. Gracias por comentar y bueno mi querido Jeremie merece tener a un buen chico a su lado pero el ex no se va a quedar quieto ya veremos que pasa.
      Jack es un amor o no? pero será lo que Prince necesita y lugo a dónde me deja a mi chico del aeropuerto jajaja Que por alguna razón me parece encantador.
      Esta historia me encanta escribirla por lo simple de la historia.
      Espero continuarla pronto.
      Cuídate, bye.

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  2. Jeremie es todo un suertudo, si que lo siguen los hombres. Que pena por Chris, ahora Jack aprovechara y talvez nuestro querido amigo frances :v. Espero el siguiente capitulo n-n
    BESOS Y ABRAZOS

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    1. Muchas gracias por coemntar y pobre de mi Jeremie quise regalarle un capítulo de felicidad entre tanta tristeza. Me encanta este personaje y espero que el próximo capítulo, no tarde y te guste. Cuídate, bye.

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  3. Ha pobre jeremie sta echo un mar de lagrimas tener que paceder los malestares sin chris a su lado
    Pero que tal destino que le pone a tremendo bombon en su auxilio ;) sto sta que quema ya no son 2 ahora parece que son tres que van detras de jeremie :>
    Stare sperando el sgt.....gracias keyla cuidate

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  4. Muchas gracias por leerlo y si mi querido Jeremie no esta solo. Como dice el refrán una puerta se cierra y se habrén dos... o algo así jajaja
    Espero actualizar pronto.
    Cuídate mucho, see you :)

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