¿Quieres ser mi novio?
Al llegar a las mesas,
busco una que este vacía y lo logró, en un extremo hay una lista para mí.
Camino directo a ella y me siento, dejo mi mochila a un lado. Mientras estoy
esperando mi mente divaga y un hombre la ocupa completamente, Sebastián, ¿por
qué repentinamente comienza a hablarme de manera tan amable? O una pregunta
mejor ¿por qué me nota? Digo a veces daba señales de saber de mi existencia
pero solo para molestarme o pedirme, mentira él no pedía ordenaba, que hiciera
algo o recogiera algo por él o por el equipo, pero ahora hasta me pidió permiso
para llamarme Kitten, sobrenombre que él me puso, y claro cómo olvidar su lindo
elogio a mi nuevo look. ¡Shit! solo recordarlo me vuelvo a sonrojar.
¿Por qué muestra interés en
mí? Justo ahora que decidí darle una oportunidad a mi corazón para dejarse
querer por alguien al que parezco agradarle y el cual me simpatiza. ¿Por qué?
solo quiero que alguien me explique su actitud.
Clark tiene razón en
pedirme que no me ilusione por su comportamiento, si lo hago y rompo con
Patrick y después resulta que le vuelve la amnesia, con qué cara le pido perdón
al campeón. Eso sin contar que intentar cortar con Patrick supone un gran reto,
no creo que vaya a ser fácil decirle que siempre no quiero ser su novio. Sin
embargo no tengo que preocuparme por eso ya que no pienso decirle esto, no lo
voy a hacer. Sebastián debe de estar actuando así, por la golpiza de mi
hermano, eso debe de ser, ¡Claro! Como no me di cuenta antes, Sami hizo un gran
trabajo intimidando al goleador, debo darle las gracias.
Decisión tomada voy a ignorar a…
Unas frías manos tapan mis
ojos y me sacan de mis cavilaciones.
— ¡Sebastián!
— ¿Por qué carajos debe de
ser Sebastián el que te tape los ojos? —la fuerte voz de Patrick me pregunta y
la cólera en ella me asusta.
—Yo… lo… siento, no sé qué
decirte—como le explico que el goleador ha estado ocupando mi mente.
¡¿Cómo fui tan estúpido de mencionarlo?!
Me reprendo mentalmente.
—Se supone que eres mi novio,
¿por qué entonces dices el nombre de ese idiota? —su reclamo es comprensible.
Me pongo de pie y me paro
frente a él, sin embargo por más que busco algo que decirle no sé me ocurre
nada y noto su coraje en su mirada.
— ¿Por qué no dices nada?
—sus enormes manos me toman de los hombros y me sacuden violentamente.
—Sabía que esto no
funcionaria —pronuncio lentamente cada palabra —te lo dije desde el principio,
yo estoy enamorado de alguien y aún así insististe en que intentáramos tener
una relación. Tú sabías de mis sentimientos…
—Cierto pero pensé que
pondrías algo de tu parte, carajos solo tenemos unas horas de ser novios…
—Muy cierto solo tenemos
unas horas de estar juntos y ya me armaste una escena de celos frente a uno de
mis mejores amigos y ahora esto, Patrick no estoy lo suficientemente sano, aún,
para estar tolerando este tipo de peleas y de estarlo tampoco estaría
interesado en mantener una relación de pareja en la que peleemos todo el
tiempo. Así que dejemos esta relación absurda que no nos va a llevar a nada.
Gracias por intentarlo y ADIOS.
Tome mi mochila y camine
directo al pasillo tenía que alejarme de este complicado hombre, más que
complicado diría celoso. Peleando en medio de la escuela, lo bueno es casi no
había ninguna persona en el patio pero aún así ¿cómo se atreve a zarandearme?
Me siento enojado por su
reacción y la mía. Tal parece que romper con él, después de todo, no era tan
complicado. En definitiva esta decisión fue la mejor, esta relación no tenía
futuro y creo que ni siquiera me interesa. Sigo caminando rápidamente por el
pasillo deseo salir de la escuela lo antes posible.
Y si no me interesa entonces
¿por qué tengo una sensación de que sobreactué este problema? Y creo que mi
enojo no es con él, sino conmigo por dejar que todo terminara tan rápido. Mi
corazón late rápido y por alguna razón mi consciencia me está diciendo que
regrese a lado del fortachón.
Está bien, acepto que tengo
algo de culpa por haberlo llamado Sebastián pero mi subconsciente me traiciono.
Es que no debí de haber aceptado esta propuesta, sabía que terminaría mal y lo
que dijo “pensé que pondrías algo de tu parte” sabía que no lo amaba pero tiene
razón si realmente deseo intentar tener una relación normal debo poner de mi
parte y no solo correr a la primera oportunidad que tenga.
¡Shit! ¿Por qué las
relaciones de pareja son tan complejas?
Creo que le debo una
disculpa a ese celoso, pero tendrá que ser la próxima semana, mañana tengo
partido y no puedo visitarlo en su casa ya que no se su dirección y si lo llamo
seguramente no me contestara, o yo no lo haría, así que el lunes a primera hora
lo buscare y hablare con él, mentira dudo mucho juntar el valor para hacerlo.
Mañana tengo partido y mí
equipo lo tiene él. ¿Regreso a buscarlo? Pero ya debió de haberse ido, y si lo
llamo pero realmente no deseo verlo ahora. ¿Qué hago? Mi cabeza es un lió y
gracias a cierto hombre. Ninguna de las opciones me parece la adecuada, además
seguramente no voy a jugar así que no necesito mi equipo y si para la próxima
semana no he decidido que hacer le diré a mis padres que perdí mi maleta y que
necesito comprar equipo nuevo, se que se molestaran pero así no tendré que
verle la cara hasta que esté listo para ello.
Escucho pasos fuertes
acercándose y por un momento disminuyo la velocidad de mi caminar y me dirijo a
una de las orillas, quien sea el que viene corriendo prefiero no estorbar en su
camino, todavía no me siento bien al 100% como para accidentarme, en estos
momentos.
Mi mente y mi vista están
en todo menos en el camino, hasta que una pared fuerte y tibia aparece de la
nada, la noto demasiado tarde pues me estampado con ella, sin embargo no caigo
pues al parecer a esta cosa le han salido brazos y unos muy confianzudos pues
me están sujetando de la cintura fuertemente.
— ¿Dónde crees que vas?
—Patrick esta frente a mí y no hay manera de que me suelte de su abrazo.
—Suéltame —le digo mientras
forcejeo.
—No. ¿Qué clase de novio
eres? que me dejas allí parado, como idiota mientras te estoy gritando que te
detengas — ¿Me grito? ¿Cuándo?
—Cada quien se para como
quiere. Y no sé de qué hablas —contesto y sigo intentando quitarme a este pulpo
de encima.
—Así que a mi noviecito le
gustan los chistes —dijo seriamente.
— ¡Ya suéltame Patrick!
—exijo pero soy ignorado.
—Tienes razón soy un
maldito celoso, te lo dije desde el principio — regresa al tema del cual escape
—Lo siento es algo que me cuesta trabajo controlar, no me gusta que mi pareja
este con alguien más, por eso me molesto la actitud del tipo de hace rato, pero
si me hubieras dicho que era tu amigo yo me hubiera calmado —guardo silencio y
me mira directo a los ojos.
—No te creo —contesto muy
seguro de que está mintiendo.
—Ok, tienes razón tal vez
no me hubiera calmado pero por lo menos lo hubiera intentado, no has escuchado
que lo que cuenta es la intención —este tipo es tan…
— ¡Que honesto! —Lo elogio
no pensé que fuera aceptarlo.
—Lo soy, desde el principio
te he hablado con la verdad y pienso seguir haciéndolo —afirma con su voz seria
—respecto a lo de hace un rato, me molesto que me llamaras como a ese idiota
porque yo realmente deseo tener una relación seria contigo, ya te lo dije me
gustas y quiero que te enamores de mí, pero creo que tú no estás comprometido
con la relación —su voz suena alterada pero parece estarse controlando para no
explotar de nuevo.
—Lo siento mucho, sé que
fue una estupidez de mi parte llamarte de esa manera y fui un idiota, no
volverá pasar. Y acepto que me advertiste de tu comportamiento pero creo que no
pensé que fuera tan explosivo, no sé si yo pueda aguantar eso —ya que estamos
siendo honestos le digo tal cual pienso las cosas—. Sobre mi falta de interés
en la relación, Patrick acabamos de hacernos novios ni siquiera creo que mi
cerebro lo haya procesado adecuadamente —me defiendo.
—Está bien estoy de
acuerdo. Así que hagámoslo de nuevo — ¿Qué? ¿A qué se refiere? — ¿Jaden deseas
ser mi novio? —Patrick lo dice mientras me mantiene apretado en sus brazos.
Lo miro incrédulo por lo
que está haciendo. Hace varias horas me pidió ser su novio y acepte, después de
solo unos minutos ya me estaba arrepintiendo y ahora como si se tratara de un
deja vu lo estaba haciendo de nuevo.
—Ni siquiera lo pienses, no voy aceptar otra
respuesta que no sea, si —. Habla muy confiado —esto solo es un formalismo, por
lo que ni siquiera necesitas decir algo. Te lo dije antes y te lo repito, no te
vas a poder deshacer de mí tan fácilmente —Carajo este hombre es un hijo de la
chingada, odio estas expresiones pero es la única que se me ocurre para
definirlo.
—Ya me estoy dando cuenta
de eso. Y me arrepiento de haber aceptado la primera vez —contesto derrotado
ante la personalidad arrolladora de mi pulpo.
—Eso quiere decir que ya
estamos en buenos términos ¿cierto? —abro la boca para rebatir sus concusiones
pero no puedo.
Sus labios rápidamente se
pegan a los míos. Logro empujarlo un poco para separarme de mi lapa personal.
—Aquí no Patrick, nos
pueden ver —que no conoce la vergüenza, que tal si alguien del equipo nos ve.
—Y… No me importa, o acaso
¿no quieres que tu querido Sebastián nos vea?
— ¿Ya vas a iniciar? No de
nuevo por favor—contesto con voz cansina.
—Lo siento —contesta
—dejemos de estar peleando y mejor vamos a mi casa —lo dice así muy quitado de
la pena.
¿Cuándo decidió que yo iría
a su casa?
—No puedo, tengo que ir a
mi casa, ya es tarde —contesto y sigo intentando quitar sus tentáculos de mi
cuerpo.
—Pero mi madre quiere verte
—contesta.
¿Por qué tiene que usar a
su madre para chantajearme?
—No puedo, mis padres no
deseaban dejarme venir a la escuela porque aún no estoy completamente sano y me
dijeron que llegara temprano así que no puedo ir —le explico —por favor
suéltame, ya me voy —se lo pido.
— ¿Vendrán por ti? —me
pregunta sin despegarse de mí ni un milímetro.
—No, tomare un taxi
—contesto.
—Claro que no, mi gruñón no
viajara en taxi.
— ¿Quién es gruñón?
—pregunto molesto.
—Tú cariño —y me da un beso
en la punta de la nariz.
—Claro que no lo soy
—contesto ofendido y él se ríe abiertamente de mi —pues tu eres un idiota,
arrogante, celoso y todo los adjetivo nefastos que te puedas imaginar sirven
para describirte —grito muy enojado — ¿Gruñón yo? —repito.
—Estoy de acuerdo en todo
lo que has dicho y sobre que eres gruñón, cariño lo eres pero lo más importante
es que eres mi gruñón —su boca se acerca de nuevo para robarme un beso casto en
los labios.
— ¡Basta Patrick! Déjame ir
que se me está haciendo tarde—lo golpeo suavemente en el pecho.
—He dicho que no —sin
dejarme debatir, sus manos me levantan por el aire y me pone sobre sus hombros.
— ¡Patrick, bájame! —lo
golpeo en la espalda, noto algunas risas alrededor de nosotros pero no veo a
nadie, lo único visible para mí es la espalda de mi novio y el piso.
—No pegues que duele
—contesta riéndose y yo le doy otro golpe más. Sin embargo desisto de seguir
golpeándolo al sentir una palmada en mi nalga. Su manota deja una sensación de
ardor en mi piel.
Dejo que me lleve por toda
la escuela. Se detiene y me baja en el estacionamiento.
—Toma —me da su casco y la
chamarra de piel que use la ultima vez —póntelo —me ordena.
—No sé porque tengo que
subirme a esa cosa —me quejo pero obedezco a lo que me ha dicho.
—Por cierto mañana paso por
ti temprano —lo dice de forma casual.
— ¿Qué? ¿Por qué? —pregunto
y lo miro sorprendido con una mano dentro de la chamarra y la otra fuera.
—Porque quiero que me
acompañes a mi entrenamiento y después te invito a comer, y después a…
—No puedo —corto su rollo
de día de novios.
— ¿Por qué?— ahora es él,
el sorprendido.
—Tengo partido a las 10:00
a.m. y no puedo faltar.
—Pero tú no juegas, así que
no tienes porque ir.
—No puedo faltar, el equipo
cuenta conmigo, ya te lo había dicho antes —le repito.
—Pero quiero que pasemos el
día, juntos —me pide.
—Lo siento pero no puedo,
si perdemos no pasaremos a semifinales —le digo a modo de disculpa.
—Entonces paso por ti
después del partido y me acompañas a la última parte de mi entrenamiento
—sugiere.
—No puedo, el partido no
será en la escuela. Nos toca ir a la preparatoria “Diego Rivera” en el norte de
la ciudad —contesto y me estoy sintiendo mal por no poder tener una cita con él.
—Carajo, no me dijiste que
tenía que pedirle permiso a tu entrenador y equipo para que salgas conmigo —me
contesta muy molesto.
Allí esta su lindo carácter
desbordándose de nuevo.
—Lo siento Patrick pero
antes de ser tú novio, tengo un compromiso con el equipo, por favor compréndeme
—el debe de saber lo que es formar parte de un equipo —tú tienes prácticas
diarias y no te pediría que dejaras de acudir solo porque deseo pasar el día
contigo —espero que entienda.
—Puedes pedírmelo cuando
quieras y con gusto te acompaño — ¿por qué no me entiende? ¿En qué idioma le
debo de hablar? Es como hablar con un niño —pero se a lo que te refieres. Y
para que veas que soy un hombre razonable, no volveré a oponerme a que acudas a
tus entrenamientos, ni a tus partidos —me sorprende su decisión pero para creerlo
debo de verlo en práctica —a cambio de que prometas una pequeña cosa —lo sabia
no podía simplemente dejarme en paz.
—Eso no es de un hombre
razonable, eso suena más como un trato —le contesto.
—Sí tu lo quieres ver así,
es tu problema, para mi es ser comprensible con tus actividades extracurriculares,
digno de un buen novio —lo veo recargado sobre la moto, con los brazos cruzados
y su mirada altanera sobre de mí, me hace enojar, de seguir con él terminare
con una ulcera gástrica —además no voy a pedir nada del otro mundo, solo una
pequeña cosa. Hemos intensificado los entrenamientos porque dentro de un mes
tendremos un torneo y quiero que vayas, seguro me traerás suerte —Ay no otro
supersticioso —esa es mi petición —termina de hablar y una sonrisa se dibuja en
su rostro.
Su petición suena muy razonable,
se supone que es mi novio así que acompañarlo debe de ser algo normal. Me
siento feliz de que desee que vaya.
—De acuerdo —acepto y estoy
seguro que si me lo hubiera pedido sin darme nada a cambio aceptaría pero no se
lo diré.
Sus tentáculos no tardos ni
perezosos me atrapan y sus labios se unen a los míos. Su sabor me recuerda a
los chocolates semi-amargos, tan dulce como amargo, que invade toda mi boca y
se impregna en mi paladar. Al parecer su comportamiento no es el único
inestable. ¿Podré enamorarme de este hombre?
Su mano se mueve por mi
cuerpo y poco a poco va ascendiendo hasta llegar a mi cabeza. Sus caricias son
tan delicadas, sus labios se mueven y recorren mi mandíbula hasta detenerse
cerca de mi oído izquierdo.
—Amo tú nuevo corte —me susurra
y su aliento me genera escalofríos —deja al descubierto esta área tan sexy —su
comentario a logrado sonrojarme.
Mi nuevo corte, le gusta,
igual que a él. Sus caricias están enloqueciéndome.
— ¡Basta! —lo detengo, si
sigue mi cuerpo no podrá soportarlo por más tiempo, ¿qué se cree tocándome así
en la escuela? No soy de madera para controlarme.
—Solo porque estás enfermo
y supongo que no estás en condiciones de… que continuemos con esto pero no
creas que dejare pasar mucho tiempo —sonríe y su mirada lasciva parece
apaciguarse.
Un nudo se ha formado en mi
garganta y trago saliva para deshacerlo.
—Vamos súbete que ya es
tarde —me ordena. Agradezco que no me haya dejado contestar pues no sé qué
decir.
Me acomodo la chamarra y el
casco, después subo al aparato del demonio y las manos de Patrick sostiene las
mías y las pone alrededor de su cintura, yo aprieto mis brazos y el parece
agradecerlo.
No veo mucho de nuestro
trayecto pues la verdad odio viajar en esta cosa, por lo que pego mi cuerpo al
del fortachón y cierro los ojos.
Hoy los dos hombres que más
estragos causan a mi corazón han elogiado mi cambio de look. Para ambos fue
nuevo, los del equipo ya me habían visto pero ellos no. Al parecer Candy tuvo
un gran acierto al sugerirme este corte. Ya tenía el pelo algo largo y por eso
pensé en visitar a mi amigo, y claro porque me sentí algo deprimido y siempre
que visito el salón de Candy me animo. Mi estilista decidió que me rasurara
solo un lado y el otro lo dejara más largo, al principio me pareció demasiado
extravagante pero después de ver algunos modelos con el corte me convencí y al
parecer fue buena la sugerencia pues a mis chicos les ha gustado.
De haber sabido que esto
haría que Sebastián me viera lo hubiera hecho antes. Lo mejor es que deje de
hacerme arañitas en la cabeza, se supone que le dije a Patrick que me
comprometería con nuestra relación y eso quiere decir que Sebastián tiene que
dejar de ser importante para mí.
Siento la moto detenerse y
Patrick me da un golpecito en las manos. Lo suelto y me bajo de esa cosa.
—Por fin —digo en voz baja.
—Ya te irás acostumbrando
—me dice mientras se quita el casco.
—Pues no sé si quiero
acostumbrarme —le contesto y me quito la chamarra.
—Claro que sí, piensa que
es el bello corcel negro de tu príncipe —y sonríe.
Sujeta su chamarra y se la
pone, el casco que le doy lo sujeta en la parte trasera de la moto.
— ¿Príncipe? Yo solo veo un
acosador —y lo miro con desdén.
—Mierda mi princesa me
salió remilgosa —me responde.
Sus manos me atraen a su
cuerpo y puedo sentir su rodilla entre mis dos piernas. Su boca busca a la mía
y mientras nos besamos siento como su rodilla se mueve, frotándose en mi
entrepierna, es un cabrón. Sus movimientos están haciendo que mi cuerpo se
despierte completamente y específicamente una parte.
Lo empujo y me alejo de él.
—Gracias por traerme, nos
vemos el lunes —lo corto.
Sonríe abiertamente, sabe
que ha hecho una travesura y eso lo divierte —Esta bien me voy princesa pero
antes despídete de mi —me pide y noto sus ojos morbosos recorrer mi cuerpo y
detenerse en cierta parte que yo trato de cubrir con mi mochila.
—Me puedo quedar para
ayudarte… si es que tienes algún problema —me sugiere.
—No gracias, estoy bien— y
con la mano le digo adiós —ve con cuidado y me llamas cuando llegues a tu casa,
de lo contrario me preocupare —le pido.
— ¡Ay que tierno! Mi
princesa se preocupa por mí —su tono no es de burla pero tampoco suena a un
cumplido.
—Idiota, ya vete —lo corro
y él se ríe de mí comportamiento.
—Hasta luego princesa, me
debes un beso —se despide. Se pone el casco y arranca su moto.
Lo veo alejarse, ya es
tarde miro mi reloj y ya casi son las nueve, pues ¿cuánto tiempo perdimos
peleando? Al seguirlo con la vista, noto que va más rápido de lo que lo hace
cuando yo lo acompaño ¿Por qué tiene una moto? Esas cosas me dan miedo, son tan
peligrosas y ese idiota parece no importarle la velocidad. Realmente espero que
me llame cuando llegue a casa, sino lo hace lo llamare yo.
Me doy la vuelta, saco mis
llaves y abro la puerta.
—Creo que necesito un baño
de agua fría —susurro solo para mí.
Justo antes de entrar
escucho unos pasos atrás de mí y al girarme para ver quién es su voz me
sorprende.
—Ah primito, te he
extrañado tanto —al verlo estoy completamente paralizado ante su presencia.
Jordán luce distinto de la
última vez que lo vi, mis tíos están de pie atrás de él. Me miran con una
sonrisa en el rostro. Él se abalanza sobre de mí y me abraza fuertemente.
—Hijo vinimos a recoger a
Karl —Mi tía Cecilia me explica.
Los brazos de Jordán siguen
a mí alrededor y yo no sé ¿qué está pasando? ¿por qué él está aquí?
Estoy a punto de contestar
pero alguien me interrumpe.
— ¿Por qué tardas tanto en
entrar? —Sami abre por completo la puerta y se queda mirando a los presentes.
>_< No me gusta que Jaden tenga tan presente a Sebastián en sus pensamientos, y menos cuando por fin le dio entrada a Patrick, que está más que claro que EL SI LO QUIERE (y literalmente "lo quiere" wink wink), y esperando la reacción de Sami ahora que regresó Jordan!! 0_0
ResponderEliminarLove it!! Valió la pena esperar
GISE n_n
Muchas gracias por comentar pero debo salir a la defensa de mi kitten, él le advirtio a Patrick que estaba enamorado de otro así que es comprensible que sea difil para él sacar a Sebastián, ahora le toca Patrick enamorar a su novio y con sus celos de seme controlador no sé si lo logré, además Sebastián anda muy lindo ¿Qué pasara?
EliminarNo lo sé pero espero que pronto lo sepamos jajaja
Sami y Jordán tienen un secreto que espero nos cuenten muy pronto.
Cuídate see you :)
patrick es como mi hombre soñado <3.<3
ResponderEliminarjaden se esta perdiendo de algo muy bueno ;) jajajja
Patrick es un lindo pero muy celosos no sé si Jaden sea capaz de aguantar su comportamiento. Espero leerte en el próximo capítulo.
EliminarGracias por cometar y cuídate mucho, see you :)
Yo solo estoy esperando en el momento en que empiece patrick a robarle el lugar a sebastian, a empezar muy poquito, pero ya quiero ver. estoy ansiosa te deseo mucha inspiración.
ResponderEliminarMuchas gracias y vamos a ver si el campeón es capaz de enamorar al gatito pero Sebastián parece no querer dejar a su minino con Patrick que pasara entre estos dos semes? no lo sé.
EliminarEspero verte en el próximo capítulo.
Cuídate mucho, see you :)
NI HAOO!!!
ResponderEliminarOOOOH MY F*******G GOD!!!
Ese Patrick... es la representación gráfica del hombre "hiper-celoso"... my god!!!
Regresó Jordan... al fin sabremos que onda con sami y él... eso me intriga mucho... WOW, gran capitulo lo estaba esperando con muchas ansias... la descripción de ese beso en comparación con el sabor del chocolate... dios.. eso fue... uuuuffff... hiciste que se me antojara.. jaja xDDDD
Buen capitulo... esperaré con ansias la nueva actualización... Gracias y te mando saludos.
Sayobye :3
Muchas gracias por comentar y hombre que yo también quiero un chocolate jajaja de hecho los semiamargo son mis preferidos jajaja. Celoso Patrick? no que va si es super relajado jajaja Jordán es un enigama para todos pero sabremos más de él en el siguiente capítulo.
EliminarEspero que el próximo capítulo no tarde tanto.
Cuídate mucho, see you :)