Fuego en la oscuridad. Capítulo 1.


Disfraces.   

 

Dejar de correr y esconderme… eso es lo que más deseo.

Después de haber leído el e-mail de mi hermano no pude evitar pensar en todo lo que he hecho para no ser encontrada desde hace más de dos año.

En esa época era muy distinta y recuerdo bien como fueron sucediendo las cosas hasta llegar al día de hoy...
 
Era Julio y el calor había sido eliminado por el aire acondicionado, estaba muy cansada, todo el día había estado de pie. Primero fui a recoger mi diploma de graduación, tengo 20 años y ya soy una licenciada en Letras modernas inglesas. Mi hermano dice que soy un cerebro andante, sin embargo estudiar se volvió una actividad fácil para mí, ¿qué otra cosa podría hacer? si me la paso encerrada en casa. Por eso fue que a mi corta edad pude entrar a la universidad.

Después de la ceremonia mi abuela me organizo una fiesta en el salón de un lujoso hotel para celebrar. Agradezco el gesto pero los invitados son personas que solo he visto una vez en toda mi vida o familiares que no paran de acosarme con halagos, que deberían de ser para mi hermano.

— ¿Te diviertes? —su mano fría se posa en mi hombro desnudo.

Hoy visto un hermoso vestido plateado con un tirante que rodea mi cuello y deja al descubierto mis hombros. El talle es pegado y tiene un lindo y discreto escote, tampoco es que tenga mucho que enseñar. Mis piernas cortas son cubiertas por el vestido, que tiene múltiples holanes, por esta ocasión me he puesto unas zapatillas bastante altas por lo menos para mí lo son, tomando en cuenta que no las uso frecuentemente y son del mismo color del vestido. Una delgada estola cuelga de mis brazos que hoy son cubiertos por unos guantes largos acordes al color. Mi largo cabello fue peinado formando un moño. Los pendientes de mariposa que estoy usando fueron un regalo de mi hermano y el brazalete me lo dio Jean, creo que se pusieron de acuerdo pues los motivos parecen ser iguales, es decir las mariposas con lindos brillantes en el centro se ven igualitas.   

El tacto de mi hermano siempre es reconfortante y al buscar su rostro me encuentro esa hermosa sonrisa que siempre lo acompaña o mejor dicho que siempre me regala.

—Harry, me asustaste y claro que me divierto… —conteste cortante y por su cara supongo que no pude esconder mi voz sarcástica.

—Por supuesto, ¿cómo pude preguntar algo tan estúpido? Si espolvoreas alegría en cada paso que das—su sonrisa se convirtió en una carcajada y una muy contagiosa.

Jean al mirarnos partidos de la risa se unió a nosotros con una discreta sonrisa.

—Ustedes dos son unos verdaderos tontos —aseguro —y por eso me agradan.

Jean era cinco años más grande que yo y uno más pequeño que mi hermano. Sus ojos cafés y su cabello castaño oscuro y su seriedad le daban un aire más formal y hasta hostil en ocasiones. Era casi tan alto como mi hermano el cuál media 186. Jean siempre vestía de traje incluso cuando le pedía que no lo hiciera. En cambio mi hermano cuando no estaba trabajando era un tanto desaliñado, aunque esto era poco ya que siempre ha tenido que enfrentar muchas responsabilidades en la familia.

Harry lucia un smoking negro, con camisa blanca y un corbatín del mismo color, su peinado contrastaba con su formal vestir ya que estaba completamente desordenado, sus rizos eran un verdadero caos. Jean usaba un traje negro pero de corte juvenil, el pantalón era mucho más pegado en las piernas y el saco era entallado, su camia era blanca, con corbata plateada y perfectamente bien peinado.

—Anne ignora al anciano esté —mi hermano le dio un golpecito en el hombro a Jean y este solo movió la cabeza de un lado a otro.

Mi hermano tenía los ojos violetas iguales a los míos, por esta razón los dos éramos tratados de manera especial, las costumbres del clan dicen que aquellos que nacen con este color son los elegidos para liderar a la gran “familia del fénix”, como algunos nos llaman por el escudo del clan que es formado por este mítico animal en pleno vuelo. Dado que somos dos los que tenemos esta distinción se debe de realizar una ceremonia para que se elija al nuevo líder, esta se llevara a cabo cuando el protector de la familia lo decida.

La abuela es la actual líder, mi madre tiene los ojos verdes, lo cual fue una decepción para sus padres quienes deseaban que ella heredara, se casó con un miembro de la familia lejano que tenía los ojos azules. El cabello de Harry es rubio como el de papá y mamá, mientras que el mío es de un extraño color purpura, de noche se ve oscuro y cuando brilla por la luz se nota su verdadero color, mientras que por el día no hay manera de ocultarlo. Este pequeño detalle me da puntos a favor para que herede el cargo principal, tal parece que entre más extraño parezcas es mejor, y para complementar la rareza que soy, nací con un don poco común, esto me pondría en la cúspide sin embargo todo es opacado por mi miserable estado de salud.

—Deja de molestarlo —lo regaño sin mucha fuerza en mi frase y Harry parece notarlo.

—Oye te ves cansada ¿deseas retirarte? —él me pregunta algo preocupado.

—La abuela no me dejara —conteste algo molesta.

—Eso no importa —Jean opina.

—Cierto, yo le diré a la abuela que necesitabas un respiro —Harry habla muy seguro —vamos ve a descansar.

—Gracias —lo jalo para poder darle un beso en la mejilla.

El sonríe y me devuelve el gesto pero el lo hace en la frente. M toma de la mano y se la ofrece a Jean.

—Acompáñala y cuídala —ordena.

A lo que este asiente.

Jean me toma de la mano y me guía entre la multitud del salón. Miro caras que tal vez no vuelva a ver, algunas sonrisas sinceras escondidas entre las mascaras de hipocresía de estas personas falsas que se han vestido de gala para la ocasión, y justo estas pocas sonrisas sinceras son las que conozco de toda la vida y que se que realmente están aquí por acompañarme. Conforme soy llevada por Jean correspondo los gestos de las personas, tanto los sinceros como los interesados.  

¿Cómo estoy tan segura de esto?… sencillo soy una purificadora o sanadora como vulgarmente se le llama a mi poder.

Todos en la familia somos manipuladores del fuego nuestro elemento protector. Sin embargo mi habilidad en ello es nula, yo en cambio puedo purificar por medio de este. Curo a las personas tanto de manera espiritual como física. Esto me permite ver a las personas como realmente son, con solo un vistazo y si pudiera tocarlas sabría todo de ellas. Cualquier miembro de la familia puede usar sus habilidades sin problemas, aun cuando hacerlo involucra un desgaste físico, pero yo no me puedo dar ese lujo. De hecho el simplemente tocar a las personas y hurgar en su alma, para mí con lleva un gran desgaste emocional y que finalmente repercute en el físico, por eso siempre llevo guantes. 

El uso de mi don puede llevarme a la muerte, ya he estado muy cerca de ella en una ocasión. 
 Por favor si les gusto o no? dejénme un comentario. Gracias por leerlo.

Comentarios

  1. NI HAO!!!

    WOW!!! Interesante... no sé porqué me dio la referencia al AVATAR la Leyenda de Aang, pero... con otra perspectiva muy diferente... Sí, estoy interesada...

    Me gustó la descripción de los personajes, eso ayuda a "engancharse" más rápido con la historia, me gustó. Así que esperaré la siguiente actualización, no puedo comentar mucho... apenas estamos empezando este "viaje" jejejeje xDDDD

    Gracias por subirlo y te mando saludos

    Sayobyee :3

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    1. Hola, un gusto leerte.
      De hecho es una mezcla de muchos animes, libros e historias de fantasia que tanto me gustan.
      Se que fue un capítulo corto y sin gran chiste pero necesitaba iniciarlo para poder continuar con mis historias de yaoi, que por el momento son prioridad pero espero pronto continuar con esta loca historia.
      Gracias por haberlo leído.
      Cuídate mucho, see you :)

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  2. muy lindo comienzo, linda historia.... (esperando mas)

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    1. Hola, muchas gracias por haberlo leído y espero seguirla pronto, aunque la verdad le doy prioridad a las de yaoi.
      Cuídate mucho, see you :)

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