Nuestro bebé. Capítulo 5.


Me dejo solo.


Durante todo el camino no dije nada, solo veía como caían las imparables lágrimas de Jeremie y con cada una de ellas mi odio hacia Christian era mayor.


Lleve a Jeremie a casa de Karime y Clary.

—Ya llegamos —estacione el carro en frente del edificio, dirigí mi mirada a él, quien al sentirse observado voltio a verme.

— ¿Por qué? —me pregunto, no sabía a qué se refería, me quede callado, solo lo observaba — ¿Por qué Chris no lo quiere? —completo la pregunta.

— ¿No lo quiere? —suponía que algo así debió haber dicho de lo contrario mi amigo no lo hubiera dejado.

—No, no lo quiere, dijo que desea que pierda al bebé, que él me llevaría con un cirujano para que abortara —no pudo seguir hablando por la intensidad de su llanto.

Es un estúpido no sé porque lo dijo pero ninguna escusa es validad para proponerle algo así, con esta propuesta demostró que no conoce a su pareja, Jeremie puede estar muy enamorado de él pero por ningún motivo abortaría.

—Cálmate, le va hacer daño al bebé —que le puedo decir, que me esperaba algo así —Es un idiota, pero sabes que no estás solo, yo jamás te dejaré —me acerque y lo abrase.

Jeremie siguió llorando en mis brazos, te odio Chris por hacer llorar al hombre que te ha amado más que cualquier otro.

—Yo lo amo, Jack —dijo entre sollozos —lo amo más que a mi propia vida pero no voy a abortar a mi bebé…

—Lo sé Prince, lo sé… —pase mi mano por su espalda trataba de calmarlo.

Por el momento no puedo hacer nada, solo dejarlo llorar, que se desahogue.

………………………

— ¿Qué te sucede? Desde que te dijeron que tenías el proyecto, has estado muy distraído, ¿Sé supone que deberías de estar feliz? —Armand no tiene ni idea por lo que estoy pasando desde hace dos semanas.

—Lo siento, lo que pasa es que no me puedo concentrar —ni en el trabajo, ni en nada.


—Se nota —él realmente parece preocupado.

—No sé ¿qué hacer? —es imposible que pueda seguir adelante solo.

 —Chris ¿qué sucede? Me estás preocupando —Mi hermano siempre ha sido mi mejor amigo y él realmente quiere a Jeremie.

—Armand. Jeremie, mi Jeremie…—la voz se me quiebra antes de terminar mi frase — se fue —desde que me dejo no me he permitido llorar pero ahora, en la casa de mi hermano, no hay manera de que pueda controlarme y las lágrimas han comenzado a salir sin mi permiso.

— ¡¿Qué?! No bromees, Christian, él jamás te dejaría —Yo pensé lo mismo, su voz incrédula, solo hace que aumente mi dolor.

—Se fue y me dejo, Armand, Jeremie se fue.

Lloró intensamente y mi hermano me abraza, creo que acaba de darse cuenta de que no estoy jugando.

—Pero ¿por qué? No entiendo, él te ama —él está muy consternado por la noticia.

—Hace dos semanas él me dijo que estaba embarazado —Armand me mira muy feliz —tú mejor que nadie sabes que eso de la paternidad no me interesa, además mi carrera profesional va iniciando, yo no quiero, no puedo tener un bebé —su rostro se muestra sorprendido ante mi perorata.

—Christian ¿qué hiciste? —me mira como si fuera un loco el que habla.

—Yo le explique esto a Jeremie y él se fue —no puedo contener mis lágrimas y vuelven a salir.

—Christian, eres un idiota, ¿qué más le dijiste? —Se escucha muy molesto.

—Le dije que lo mejor era abortar —un fuerte puñetazo me sorprende en el rostro y caigo sin meter las manos al piso.

Mi hermano siempre ha tenido una gran fuerza, así que la sangre no me toma por sorpresa, solo me limpio con el dorso de la mano y la fuerte mano de Armand me toma del brazo para ayudarme a sentarme de nuevo.  

—Hermano eres un idiota, ¿cómo se te ocurrió decirle algo así? —me reclama.

—Yo no quiero un hijo —mi voz esta deformada por el constante sangrado.

—Christian no tiene porque repetirse —me dice y sabía que me diría algo así —lo sabes ¿verdad? Christian sabes que mamá no murió por tú nacimiento, y papá se suicido porque se sentía solo, tú no tienes nada que ver —su discurso de es algo que me esperaba.

Pero él no puede asegurar nada de lo que ha dicho. Estoy seguro que si yo no hubiera nacido mi mamá seguiría viva y estaría viviendo muy feliz con mi papá, mi hermano no habría tenido que volverse mi tutor tan joven, no habría tenido que vivir de arrimado con los tíos, y sufrir sus humillaciones junto conmigo.

—Christian se que te culpas por nuestra vida pero yo estoy feliz de que estés aquí, de que seas mi hermano, de ver lo lejos que has llegado. Deja de culparte y pídele perdón a Jeremie, estoy seguro que serás un gran padre.

Mi llanto vuelve a surgir.

—No puedo —contesto entre sollozos.

— ¡No puedes o no quieres, deja tu maldito orgullo de lado! —me grita.   

—No puedo, Jeremie se fue…

—Eso ya me lo dijiste —me interrumpe —búscalo, híncate y pídele perdón, estoy seguro de que te perdonara —me dice muy seguro y me muestra una sonrisita.

—No puedo, Jeremie se fue, se largo de la ciudad, no tengo ni la más mínima idea de ¿A dónde pudo haber ido? En su empresa no me quieren decir nada y sus amigas tampoco, lo único que tengo es esto —saco de mi pantalón una hoja arrugada que cargo conmigo desde que la encontré, al extenderla noto que en algunas partes la tinta se ha corrido por las lágrimas que he le han caído.

Le ofrezco la hoja a mi hermano para que la lea, mientras yo escondo mi cara entre mis rodillas, cierro los ojos y mi mente me lleva a ese terrible día.

Hace una semana iba llegando a casa muy cansado, llevo varios días sin dormir bien y el trabajo en la oficina es cada vez más pesado, además no hay nada que me anime a llegar a casa.

Cuando me siento en el sofá favorito de Jeremie, acaricio el respaldo, tratando de evocar la imagen de mí chico. Todos los días le llamaba a diferentes horas pero seguía sin contestarme, desde aquella tarde en que hablamos en la cafetería no he podido comunicarme con él de nuevo. Lo fui a buscar a su empresa pero Jack me recibió no de muy buena manera y nos peleamos, el personal de seguridad me saco de la empresa y ya no me dejan entrar. Jeremie no contesta su celular y sus amigas tampoco, e intentado seguirlo pero no ha ido a su trabajo, ¿acaso habrá renunciado? O ¿Habrá pedido vacaciones? No sé nada de mi Jeremie y eso me está jodiendo la vida.

Justo mientras paseo mi mano por el sofá encuentro un sobre. Inmediatamente prendo la lámpara y vislumbro la fina y elegante caligrafía de mi amado.

Christian Crawford

Son las únicas letras que adornan el sobre blanco.

Tomo el teléfono y llamo a mi portero.

— ¿Leo? —pregunto.

—Sí, Sr. Christian —me contesta.

— ¿Vino hoy mi esposo? —pregunto con gran incredulidad.

—Así es, el Sr. Jeremie vino por la mañana y saco varias cosas, no sabía que saldría de vacaciones.

— ¿Vino acompañado? ¿Cómo se veía? —lo ataco con preguntas que me atormentan día a día y que no me dejan dormir.

—El Sr. Jeremie vino acompañado de dos chicas y un joven, entre los tres cargaron varias maletas y algunas cosas más del señor. —Guardo silencio justo el tiempo necesario para que yo pensara en el nombre de sus acompañantes: Clary, Karime y su estúpido perro guardián Jack —. El Sr. Jeremie se veía cansado, demacrado ¿está enfermo? —me pregunta.

—Sí ha estado enfermo —contesto poco seguro —. ¿Alguna otra cosa que llamara tu atención? — pregunto.

—Nada señor, creo que eso fue todo.

—Gracias Leo, descansa —me despido.

—Igualmente Señor Christian.

Al colgar, mi corazón está palpitando aceleradamente, no quiero abrir el sobre, tengo un extraño presentimiento y tengo miedo de leer la carta.

Miro el sobre en mi mano y noto el temblor en ella. Paso saliva y me armo de valor, lentamente despego la pestaña y abro el sobre. Saco la inmaculada hoja, la desdoblo y siento como mi corazón se acelera al igual que mi respiración. Trato de controlarme de lo contrario no podre leer. Fijo mi vista en la hermosa caligrafía de Jeremie.

Christian Crawford

Decidí escribirte una carta por qué no me sentía con la suficiente fuerza para hablar contigo frente a frente, no soportaría escuchar tu voz diciendo que me deshaga de mi bebé, de nuevo, y digo mi bebé porque como ya te dije: decidí tenerlo, pero no te preocupes que no te molestare, no te pediré nada, de hecho ni siquiera le hablare de ti para que en un futuro no te moleste en tu gran constructora, mi pequeño tiene derecho a saber de su padre pero para él estarás muerto.

Estoy seguro que lograras tener una de las más importantes constructoras del país, tu sueño se hará realidad y me sentiré muy feliz de ello. Por mi parte yo luchare por hacer realidad los míos, junto a mi bebé.

Lamento no haber cumplido con tus deseos pero en esta ocasión él es más importante que tú y yo juntos. Esta decisión me ha dolido mucho tomarla pero es mejor así, no deseo odiarte, pero de momento me siento fatal por tu proposición y quiero pensar que simplemente no estás preparado para esto, sin embargo yo no puedo esperarte, yo necesitaba que me apoyaras y sé que no puedes por eso prefiero alejarme y dejarte ser feliz, sin que tengas obligaciones a la fuerza. Sé que si me quedo y te escucho de nuevo decir que no quieres al bebé, mi amor por ti se convertirá en odio y eso es algo que no deseo que pase, en mi mente y corazón guardare la mejor imagen tuya y con esa crecerá mi bebé.

Si por alguna razón deseas buscarme te recomiendo que no lo hagas preferiría que me olvides porque es lo que yo voy hacer, sin embargo no olvidaré que gracias a ti voy a convertirme en madre y por eso viviré muy agradecido por el resto de mi vida.

Me voy… amándote con toda mi alma, le pido a Dios que te cuide y te ayude a lograr todos tus sueños, me hubiera gustado estar contigo cuando esto pasará pero nuestros caminos se tienen que separar y me temo que para siempre.

Por favor olvídame y se feliz con alguien más, se que en un principio será difícil pero eres muy fuerte y lo lograras, eso es algo que siempre amé de ti, tu determinación para hacer las cosas. Yo ya no necesito a nadie más, estaré muy bien con mi bebé.

Me despido, esta será la última vez que sepas de mí. Te amo y te prometo que amare a mi hijo por los dos.

Adiós Cariño.

Jeremie Dawson.

Con estas letras Jeremie ha destruido mi corazón, él prefirió a esa cosa que crece dentro de él que a mí. Yo he estado con él en las buenas y en las malas, yo lo acompañe cuando sus padres murieron, cuando todos le daban la espalda y esto no le importo, simplemente se va y me deja solo.

— Pero él te ama — la voz de mi hermano me llega y su mano me acaricia la espalda.

—Pero se fue —contesto amargamente.

—Sé fue porque tú no le diste el apoyo que necesitaba —mi hermano me dice mientras sigo escondiendo mi cara de la suya —Christian sin darte cuenta estas actuando igual que papá, has dejado solo a Jeremie justo en el momento que más felices deberían de ser y lo has convertido en el más triste de su vida.

Yo no lo había pensado así.

—Pero yo no puedo, yo no sé ¿cómo ser padre? —levanto mi rostro y lo miro a los ojos, noto que están vidriosos, Armand está conteniendo las lágrimas lo más posible.

—Nadie sabe, Christian, todos van aprendiendo —me contesta de manera amable —todo es cuestión de querer, ya verás que serás un excelente padre.

Padre… yo padre, ¿realmente podré serlo?

—Pero, Jeremie se fue. Juro que lo he buscado por toda la ciudad y no encontrado ni una pista de él.

—Entiendo, al escribir que no lo busques se refiere a que no lo encontraras —se quede en silencio un momento —pero no hay forma de que se lo haya tragado la tierra, hermanito, yo te ayudare, entre los dos lo buscaremos, tú también eres padre de ese niño y tienes derecho a estar allí cuando nazca —Hace tanto que no me llama hermanito.

—Gracias Armand, gracias.

—Ahora, deja de lamentarte y trabaja muy duro para que cuando el bebé crezca este muy orgulloso de su padre —me abraza y recargo mi cabeza en su hombro —no arruines esta oportunidad para crecer laboralmente, y déjame a mí la búsqueda, soy un excelente abogado y tengo muchos contactos, ya verás que lo encontraremos, le pedirás perdón y juntos le darán la bienvenida a su bebé.

Su seguridad ha contagiado a mi deprimido espíritu.

—Gracias hermano.

—De nada Christian, somos familia, sabes que puedes contar conmigo.

Con estas palabras termino mi visita a mi hermano, y me siento más tranquilo. Ahora que lo pienso bien, realmente ser padre no suena tan mal, creo que mi primera reacción ha sido de miedo. Pero yo amo a Jeremie más que a nada en este mundo, entonces ¿por qué no amaría a una parte de él? Ese bebé será parte de mi Jeremie y mío. Fui un idiota en reaccionar de esa manera, era obvio que Jeremie se alejara de mí. Pobre de mí chico lo que estará sufriendo solo.

Jeremie te voy a encontrar y juntos esperaremos a nuestro bebé, juntos lo guiaremos y juntos lo amaremos.

Con esta promesa llego a mi casa —a nuestra casa Jeremie— cuando regreses aquí, no solo será una casa, será nuestro hogar. El hogar de nuestra familia. Jeremie te amo y a nuestro bebé.    




De aquí en adelante dejaré de poner las letras de las canciones y solo pondré los videos, la primera canción es de Josh Groban, si volvieras a mi; la segunda es de Tranzas, Mori; la tercera David bisbal, dígale. Y por mi hubiera puesto veintemil más pero bueno, con estas fue suficiente.

ANTERIOR               SIGUIENTE


Comentarios

  1. por fin el hombre recapacito xD aleluyaaa
    muy buena la historia ;)

    ResponderEliminar
  2. Gracias. Eso parece, ahora solo le falta encontrar a Jeremie y pedir perdón, parece fácil ya veremos si lo es.
    Gracias por comentar y espero leerte de nuevo.
    Cuídate mucho, see you :)

    ResponderEliminar
  3. :( ahhhh christian si tardo en reaccionar a ponerse las pilas y encontrar a jeremie, ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que si tardo? es un idiota jajaja pero así lo quiere Jeremie, sin embargo el tiempo perdido puede ser fatal
      Gracias por leer y comentar.
      Cuídate see you :)

      Eliminar

Publicar un comentario