Nuestro bebé. Capítulo 4.

Mi problema... mi bebé.

Al colgar mi amigo asomo su cabeza por la puerta.

—Lo vas a ver —no era una pregunta, solo una aseveración — ¿En dónde? Y ¿a qué hora?

—En el café de la esquina, a las 8 —le conteste y mi corazón estaba emocionado por que lo vería y la esperanza de que ya hubiera recapacitado me ilusionaba mucho.

—No quiero que vayas solo, déjame acompañarte —Jack es un buen amigo pero esto lo tengo que hacer por mí mismo.

—Lo siento pero no —su reacción de resignación me demostró que no insistiría más al respecto.

—Ok está bien pero yo te llevo y no te estoy preguntando —tan mandón como siempre —pues prepara tus cosas para salir, ya solo falta media hora —me recordó.

Apague la computadora y tome mis llaves, al salir Jack me miro un poco molesto.

La mitad de una mentira no es una verdad
se que más de lo que te amo ya no puedo amarte
y no me valore
tú tienes toda la vida a delante
y lo comprendo

— ¿Dónde está tu suéter? —Cierto por salir corriendo en la mañana había olvidado mi chamarra.

—Lo olvide —ahora que lo pienso ni siquiera recuerdo si saque alguno de la casa de Chris —pero no te preocupes no tengo frío —lo dije mientras salíamos al estacionamiento para llegar al monza azul de Jack.

—Jeremie tienes que pensar más en tu bebé, ya no lo hagas por ti, si no por él —señalo mi abdomen plano, aún no se notaba.

—Lo sé pero toma en cuenta que llevo un día de enterarme, esto es nuevo para mí —me excuse.

La mitad de lo que pienso solo no lo he elegido
y que creas que me amas jamás bastara
ya no basta hablar de amor
o negarlo en mi o abrazarme a ti

—Tienes razón, perdóname pero prométeme que vas a pensar de ahora en adelante en tu bebé y te cuidaras —me miro con cara de suplica y abre la puerta del copiloto para invitarme a pasar.

—Por supuesto —no tenía que pedírmelo.

—Cuando hables con Chris, no sé qué te vaya a decir, pero cualquier decisión que debas tomar lo harás pensando en el bienestar de tú hijo, prométemelo —no entiendo a que viene esto.

—Lo haré —se lo prometí pues al parecer parecía preocupado.

—Gracias —arranco el carro y salimos de la empresa.

Durante el camino él se quedo muy callado y al llegar al café, me tomo de la mano.

—Cualquier cosa que pase, llámame y vendré de inmediato —Jack estaba muy nervioso.

Descubrirás un día que te entregue mi vida
y el sentimiento fue solamente mío
tu amor fue casi nada lo hice mi universo
estoy roto se han extraviado partes de mi
ya fui demasiado bueno hoy me rindo ya no puedo más

 —Si te lo prometo —quería tranquilizarlo pues me estaba poniendo nervioso.

—Ok, espero tú llamada —me libero y permitió que me bajara.

Cuando estaba por entrar al café él me grito.

—Jeremie —voltee a verlo y me llamo con la mano.

—Toma —me ofreció su chamarra —hace frío.

—Gracias pero…

—Nada de excusas, póntela y ya —la cogí, de lo contrario se bajaría y me la pondría el mismo.

—Gracias —su chamarra olía a su perfume y estaba calientita.

—Ya sabes cualquier cosa que pase llámame —me repitió —estaré esperando.

—Sí, lo haré.

Dices que mis deducciones estuvieron mal es cierto

y jamás había llegado a sentir mis fuerzas tan inútiles

y en tiempos negros, te salve la vida tantas veces y no supiste

Camine hacía el café y sentí que las piernas me temblaban. Al entrar busque nuestra mesa favorita y ahí estaba… me quede sin palabras, él solo verlo me aceleraba el corazón, yo lo amaba igual que cuando iniciamos nuestra relación, para mí este asunto solo era un bache en nuestra relación,  el cual podíamos rodear para seguir caminando juntos y ahora con nuestro bebé. 

Camine directo a la mesa con mi vista puesta en él, quien al sentir mi mirada voltio verme y sus ojos brillaron de alegría al igual que los míos, no lo pude evitar y una gran sonrisa se dibujo en mi rostro, a la cual el correspondió. Al estar frente a él, de inmediato se puso de pie y me ofreció sentarme.

—Hola amor —me saludo e intento darme un beso en la mejilla pero lo esquive.

—Hola Chris —conteste su saludo.

—Desean algo —el mesero nos interrumpió.

—Un capuchino de vainilla, por favor —pedí.

Descubrirás un día que te entregue mi vida

y el sentimiento fue solamente mío

tu amor fue casi nada lo hice mi universo

estoy roto has extraviado un trozo de mi

ya fui demasiado bueno hoy me rindo ya no puedo más

—Un americano —Chris me miraba mientras pedía.

—Algún postre —yo negué con la cabeza y mi acompañante movió la mano en señal de negación.

—En un momento traigo sus bebidas, con su permiso —se retiro dejándonos solos.

Algunas parejas estaban en las mesas de alrededor, todas muy entretenidas en sus propias conversaciones.

—Dilo —le pedí a Chris que hablara, no soporto este silencio.

— ¿Qué? —me pregunto.

—Ya lo pensaste o ¿no?... Dime ¿qué has decidido? —lo cuestione sobre el único tema que ahora me preocupa.

Odiarte es algo tan difícil

nadie en el mundo va a negarlo

mucho menos lo hare yo

si ya sé que es complicado amarme

no lo logramos ni tu ni yo

es difícil intentarlo

Su rostro se torno serio dejando de lado la sonrisa que me había mostrado antes.

—Bueno estuve pensando mucho sobre nuestro problema —dijo problema, en serio lo llamo así, sentí como mi estomago se comprimía —tu sabes que yo acabo de obtener el proyecto de mi vida, el cual me puede proyectar a la fama o a la ruina total; —claro que lo sé yo he estado apoyándolo durante todo este tiempo y si nos quedamos juntos lo seguiría haciendo, yo solo quiero lo mejor para él, jamás me interpondría en sus sueños —en tú caso está es tu segunda campaña como jefe y se lo difícil que ha sido para ti llegar a ese lugar y consolidarte como uno de los mejores publicistas —tiene razón me costó mucho trabajo ganarme mi lugar en la empresa y el poder dirigir mi segunda campaña gracias al éxito que fue la primera, ha sido genial, pero no entiendo a que viene todo esto, además el bebé no me impedirá seguir trabajando y aun que así lo fuera no me importaría ya que para mí es más importante nuestro bebé que mi trabajo —por todo lo anterior considero que lo mejor es…  

Descubrirás un día que te entregue mi vida

y el sentimiento fue solamente mío

tu amor fue casi nada lo hice mi universo

estoy roto has extraviado un trozo de mi

yo fui demasiado bueno hoy me rindo ya no puedo más.

—Aquí están sus bebidas desean algo más —él mesero no pudo ser más inoportuno.

Puso nuestras bebidas enfrente de cada quien, estoy muy nervioso, por alguna razón presiento que lo que dirá Chris no me va a gustar. Bebo un poco de café y espero a que el mesero se retire.

Después de una mirada asesina de Chris hacía el mesero este por fin se va, yo lo miro con cierto temor y espero a que continúe con lo que estaba diciendo, él toma un sorbo de café, tal parece estar concentrado en algo.

Jamás sentí en el alma tanto amor
y nadie más que tu, mi amor
por ti reí y llore, renací también

lo que tuve di, por tenerte aquí

—Como decía considero que la mejor solución es que interrumpas la gestación.

— ¡¿Qué?! —lo digo en un susurro no puedo creer lo que estoy escuchando, tal vez sea un chiste —estas bromeando, ¿verdad? —pero su cara no me da la razón.

—Sé que te asusta, pero yo voy a estar contigo en todo el proceso —todo el proceso, ¿se refiere al embarazo?, entonces lo que dijo anteriormente era una broma.

—Me estabas preocupando —él me mira un poco confundido.

Ya sé que despedirnos es mejor
sufriendo pagare mi error
ya nada será igual, lo tengo que aceptar
ya hallar la fuerza en mi para este adiós

—Verás que en unos días estarás muy bien y los dos podremos seguir con nuestras vidas, podemos averiguar de algún medicamento que te ayude a perderlo si es que aún se puede, en caso de que esto ya no sea una opción, te llevare con un excelente cirujano para que la interrupción sea quirúrgica, no correrás ningún riesgo… mi amor —termina de explicarme su maravillosa idea y su rostro refleja un poco de incertidumbre, esta mirándome fijamente esperando mi respuesta.

Mientras oigo su planteamiento no puedo evitar al principio sentirme impresionado por su idea y conforme voy escuchando mi corazón se estruja y mis ojos se nublan por todas las lágrimas que se acumulan y pugnan por salir.

Aléjate, no puedo mas
ya no hay manera de volver el tiempo atrás
olvídate de mi
y déjame seguir a solas con mi soledad

—Tu propuesta ¿es enserio? —le tengo que preguntar pues no puedo creer que me lo esté pidiendo.

—Claro yo no jugaría con esto —una risa se escucha en mi cerebro por primera vez hubiera preferido que me dijera que estaba jugando conmigo.

Aléjate, ya dime adiós
y me resignare a seguir sin tu calor
y jamás entenderé que fue lo que paso
si nada puedo hacer, aléjate

— ¿Es tú última palabra? —Confirmo lo que escuche y él asiente —Me has sorprendido —hablo e intento contener mi llanto, aun que no se por cuánto tiempo lo logré —nunca pensé que me pedirías algo así.

Sujeto la taza de café con fuerza pero mi mano tiembla y lo tomo con las dos manos para darle un poco de estabilidad, bebo lentamente, esperando que con ese trago de café también pueda beberme mis lágrimas, puedo sentir la mirada de mi pareja en mi.

—De hecho vine a esta cita con la esperanza de que nos fuéramos juntos, tomados de las mano, pero creo que eso no podrá ser… —trago saliva y continuó —me doy cuenta que después de tres años no me conoces y creó que por fin te escucho como realmente eres, contigo siempre fui lo que quisiste, dejando de lado quien soy, pero en esta ocasión no haré lo que deseas, lo siento mucho “mi amor” pero yo no tengo ningún “problema” como tú lo llamas, yo estoy embarazado y es verdad que no fue planeado, que va a interferir en mi trabajo y al parecer también en mi relación de pareja, sin embargo este ser es el fruto de nuestro amor… no es cierto, es fruto de mi amor por ti, del inmenso amor que te tengo y lo voy a tener, lamento mucho que esa haya sido tú decisión, porque hubiera deseado que estuvieras a mi lado durante todo el embarazo. Es verdad tengo miedo de hecho estoy aterrado, pero sé que podré salir adelante —mis lágrimas por fin se desbordan, siento como mi corazón se comprime por lo que está pasando —me alegro por el triunfo de tú proyecto, sé que te lo mereces y que te ira magníficamente bien, ya que desde ahora te podrás concentrar al 100 % en él ya no habrá distractores a tu alrededor … —él me mira un poco confundido pero veo como su rostro se llena de desesperación en cuanto deduce lo que voy a decir —yo no pienso obligarte a que formes parte de una familia que no deseas, te dejo y no te preocupes por los gastos que no pienso pedirte nada, gracias a Dios se trabajar y me puedo hacer cargo de todo solo, en cuanto me vaya no volverás a saber nada de mí te lo prometo, no te volveré a molestar con mi “problema” —mi llanto recorre mis mejillas y simplemente no lo puedo contener, no solo es él dolor de sentirme traicionado por mi pareja, también es el coraje de ver como él sobrepone su trabajo ante nuestro bebé.

No voy a arrepentirme del ayer
amando, te hice mujer
por el amor aquel, por serte siempre fiel
hoy tengo que ser fuerte y aprender

Su celular comienza a sonar pero él no contesta, yo estoy en silencio y trato de contener mi llanto, mientras espero que él diga algo, pero su celular vuelve a sonar y mira quién es.

—Shit, porque ahora —se ve molesto pero termina contestando, me hace una seña para que espere y se pone de pie, se retira un poco hacía una ventana que está cerca.

  ¿Qué estoy esperando? Que regrese y me diga “tienes razón Jeremie, vamos a tener a nuestro bebé juntos y todo saldrá bien, yo no te voy a dejar”, en serio espero eso y si llegara a decirlo, ¿realmente sería de corazón?, o solo estaría diciendo lo que quiero oír para poder obtener tiempo y así buscar una manera de convencerme de que hago lo que quiere, no sería la primera vez que lo hace, solo que las veces anteriores eran cosas insignificantes las que deseaba que hiciera pero en esta ocasión es diferente.

Aléjate, no puedo mas
ya no hay manera de volver el tiempo atrás
olvídate de mi
y déjame seguir a solas con mi soledad

Reúno todas las fuerzas que puedo y me pongo de pie, camino a donde está parado y acerco mi rostro al suyo, uno mis labios a los suyos y él corresponde a mi gesto abriendo ligeramente la boca permitiéndome profundizar más en nuestro beso, miro su cara de confusión, pero no hace nada para evitar mi contacto, mi lengua juega con la suya y saboreo por última vez a mi pareja, son tan dulces sus labios, su boca ha pronunciado palabras que estarán por siempre en mi corazón, acompañando su dulce sabor y su exquisito aroma, durante todo el beso mi llanto a seguido su camino y después de varios segundos de perderme en sus labios pongo fin a mi despedida.

—Te amo, nunca te olvidaré y gracias por él —señalo mi abdomen; le digo todo esto en su oído, por lo que no puedo ver su reacción, al terminar, me separó de él y camino hacia la puerta.

Aléjate, ya dime adiós
y me resignare seguir sin tu calor
y jamás entenderé que fue lo que paso
si nada puedo hacer, aléjate

— ¡Espera, Jeremie! —oigo su voz entrecortada creó que está llorando —Espera, no te vayas —su voz es una súplica.

 Sin embargo no volteó, si lo hago me veré preso de su extraño amor y no deseo ser su prisionero de nuevo, no ahora que tengo por quien luchar, por quien salir adelante y a quien amar.

Sigo caminado o mejor dicho corriendo, no deseo que me alcance y calculo que si lo desea, tardará solo unos minutos en lo que paga, corro y saco mi celular.

Aléjate, no puedo mas
ya no hay manera de volver el tiempo atrás
olvídate de mi
y déjame seguir a solas con mi soledad

— ¿Bueno?

—Jeremie, ¿qué sucede? te oyes mal —Jack se oye preocupado

—Lo estoy, por favor ven por mí, estoy afuera del café —le explico entre sollozos.

—Ya te vi —colgó y no entendí su respuesta hasta que veo su carro justo frente de mi.

—Vamos sube —me insta a moverme y lo hago.

Aléjate, ya dime adiós
y me resignare seguir sin tu calor
y jamás entenderé que fue lo que paso
si nada puedo hacer, aléjate.

En cuanto estoy adentro, miro por el espejo retrovisor salir a Chris del café, sumamente agitado y al darse cuenta de mi ubicación corre hacia nosotros, Jack se percata de mi pánico y comienza a caminar, acelerando poco a poco. Veo como Chris se da por vencido y se queda mirando cómo nos alejamos de él mientras mueve las manos y maldice.

 Canciones: 1. Demasiado bueno de Tiziano Ferro,  2. Alejate de Josh Groban.

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