Días de pensar en el amor…
by Akira yen (tercera parte)
Llego el final
del día, y para Andy es el momento de pensar en su vida, hablarse a sí mismo y
seguir sufriendo en soledad. Está muy ansioso por darse una ducha y tirar su
cuerpo a la cama, la soledad se ha apoderado de su ser y aun por las noches
solo en su habitación recuerda a aquel chico que le robo el corazón. Suele
pensar que habría pasado si las cosas hubiesen sido diferentes. En su
perturbada mente surgía este pensamiento: “ya ni recuerdo porque lo hice, si
fue porque parecía genial y a la vez arrogante o por miedo a que sea malo y que
domine mi vida.”
-Sé que tuve la
culpa de que se fuera, pero en mi interior siempre quise que ese día cuando
llegara a casa estuviera ahí, enojado o sonriente pero que ahí estuviese.
-Los chicos suelen decirme que eso fue lo
mejor, que las cosas no estarían bien y que por eso se fue sin decir nada, pero
lo dicen porque no tuve el valor de decirles que yo… lo que yo le hice, bueno,
como decirles que cambie los roles, que lo deje atado toda la noche y que me
fui sin decirle cosa alguna. Lo vea como lo vea no hay manera de decirles a Yena
y Mike lo que paso.
-Solo quería darle una lección, pero no quería
que se fuera. Y ahora en el frio de la noche ya no tengo su pecho para apoyarme,
ni sus manos me dan calor, ni su deliciosa boca para humedecer mis labios. No
tendré nada de eso nunca más y si soy sincero, lo extraño, lo extraño mucho. El
no solo fue mi primer hombre, fue mi primer y único amor.
A veces me pregunto
si piensa en mí, si me extraña o si ya está feliz con alguien, después de todo
ya casi pasaron 2 meces y no volví a saber de él, ni siquiera a verlo por
casualidad. Y no he tenido el valor para llamarlo, ni sabría que decirle.
Las imágenes de
aquellos momentos de placer y cariño brotan en su mente como llamas en su
interior, su cuerpo se estremece al pensar en aquellos momentos piel a piel,
rozando su cuerpo, sintiendo su calor, enredándose en las sabanas y
entregándose al placer, sin darse cuenta tirado en la cama, comienza a deslizar
sus manos por su cuerpo, pasándolas por su pecho hacia esa zona erecta que
yacía bajo el pantalón, estremeciéndose entre pensamientos saca su pene, y
comienza a masturbarse suavemente, mientras pasa su lengua por sus labios y
recuerda lo bien que se sentía cuando eran los labios de Alex quienes
masajeaban su pene, que era su saliva la que humedecía desde la punta hasta el
tronco de su miembro, y que eran las cálidas manos de su hombre las que lo
sujetaban hasta acabarse.
Recorriendo su
pene, con las manos, se apoya semisentado en la almohada, vuelve a subir sus
manos por su pechó para tocar ese punto sensible, sus tetillas, apretándose a
sí mismo para recordar los momentos en que Alex paseaba su lengua por esos
lugares, cuando mordía sus pezones, y besaba todo su cuello hasta hacerlo
enloquecer. Con esos pensamientos Andy solo podía calentar más y más su cuerpo,
su miembro estaba a punto de explotar, y su sentir al margen del abismo.
Masajeando con la
punta de los dedos la punta de su pene, podía sentir como quería salir todo su
jugo y sin más contenciones se concentró en mover sus manos arriba y abajo para
maximizar el efecto de placer, hasta que con un gemido dejo salir todo.
Aunque había llegado
al límite y se había corrido seguía sintiendo que no era suficiente, que el
placer alcanzado no era más que un ápice de lo que con Alex sentía y fue así
como entendió que no solo lo extrañaba también lo necesitaba, necesitaba su
forma de darle placer, de dominarlo y
hacerlo suyo en la cama. Pero también se dio cuenta que fue ese impulso de
dominar que tenía Alex que lo llevo a querer tomar una venganza y hablándose
así mimo dijo: En el fondo solo soy un cobarde, debí hablar con él, no sé ni
cómo, ni que le debería decirle pero recuerdo que era esa actitud de querer
dominarme que me llevo a querer darle una lección, y también a quedarme solo.
Pensando en que debería haber hecho, Andy
toma una ducha, con el cansancio de su cuerpo y la poca satisfacción obtenida
se tiende en la cama a rehuir pensamientos vagos y momentos buenos.
El calor de la noche envuelve a su cuerpo en
un profundo sueño, en el solo aparece la imagen de aquel hombre sonriente y
despeinado que yace en su corazón, Andy corre pero es imposible alcanzarle y la
imagen de Alex se desvanece al amanecer.
Ring rin ran –
despertador sonando.
- ¡oh ya es hora
de levantarme!, que pereza, menos mal que es viernes y mañana no trabajo, el trabajo
es tan aburrido, mañana es el maldito día de los enamorados, el maldito día que
todos comen chocolates y reciben regalos especiales, ¡me voy a encerrar y
desaparecer!
Ring rin ran (la
alarma del despertador de nuevo) – jo que majo, ya voy.
Andy se levanta, se ducha coge su mochila y se
marcha al trabajo, para su sorpresa apenas a unas cuadras del apartamento,
parado en la vidriera de una tienda esta Alex, mirando los Jean. En su mente
paralizada surge ese pensamiento constante – ¿y ahora qué hago? ¿Qué? ¿Le
hablo? No mejor espero haber si me habla, ¿y si no lo hace? ¿Qué voy a hacer?
Con todo eso rondando su mente Andy, totalmente despistado apenas responde a la
voz que pregunta: - Andy de veras eres tu ¿Cómo estás?
- ha, bien, he si
bien, ¿y tú?
- bien, ha pasado
tiempo, pareces más alto.
- a no son estos zapatos
con plataforma, ¿y tú te cortaste el cabello?
Alex enreda sus
dedos en su cabello y sonriente mira a Andy y con voz picarona le dice: - pues
sí, me lo he recortado un poco, no quiero que nadie me confunda con una chica.
- Alex sobre eso,
yo quería disculparme.
- ¿querías
disculparte pero no lo hiciste? Nunca me llamaste, te fuiste sin decirme nada y
me dejaste ahí en tu casa, como a una mascota, ni te importo como me sentí, ni
si me moría.
- Alex en serio
lo siento, quiero compensarte, quiero que me perdones.
- na, tampoco es
para tanto, más me molesto que te fueras y me dejaras solo, que lo demás, lo
que me molesto de verdad es que prefieras a tus amigos, que a mí que estaba ahí
para ti, satisfaciendo tus retorcidos pensamientos. Eso sí me molesto mucho.
- Alex quería que
entendieras, que ellos son mis amigos, que han estado ahí, todo el tiempo que
he estado solo, que no tenía a nadie, que nos reímos y lloramos los tres, que
disfrutamos mucho como amigos, Que de eso se trata la amistad, de compartir
momentos juntos.
- Has lo que
quieras, quédate con tus “amigos” si quieres. Adiós.
- Alex espera,
déjame compensarte, te invito a un café, tiene que ser luego porque ahora mismo
voy para el trabajo.
- no, también
tengo cosas que hacer, adiós.
Alex sigue su
camino, y Andy queda como atontado en medio de la vereda. – ¿Alex está
realmente enojado? ¿O tal vez ya está con otra persona? Andy pasa todo el día
en su trabajo pensando en que podría hacer, si debía hacer algo o si debería
enfocar sus esfuerzos en vivir solo, con sus amigos y trabajo. - ¿Por qué no se
pueden llevarse bien? Luego de caminar un buen rato tratando de sincronizar sus
ideas a la realidad llega a su trabajo y sin mucho esfuerzo solo deja que las
horas consuman su tiempo, añorando el momento de al fin estar en su casa.
Ring, rin, ring
(suena su teléfono)
- hola Mike eres
tu ¿Cómo estás?
- estoy bien Andy
¿Cómo estás tú?
En ese momento
Andy quiso decirle a su amigo que había visto a Alex pero por miedo a las preguntas
solo contesto como ya es rutina. – estoy bien, a menos que el aburrimiento
mate.
(Jejeje) Mike sonríe, - ¿sigue en pie lo de
esta noche?
- si claro, ¿le
preguntaste a Yena si viene?
- si, dijo que no
vendría, no dijo porque pero últimamente se pierde bastante, si te fijas
también usa otras ropas.
- es cierto, tal vez
tenga novio, o salga con alguien, o trate por lo menos de simpatizar con
alguien.
-Andy ¿te molesta
que solo salgamos los dos?
- no amigo, no
que va, la pasamos bien juntos, ya verás.
- pues sí, ¿qué
tal si vemos una peli en mi casa?, envés de ir al cine y ver esas cursilerías.
- o genial,
además todas las pelis de cartelera son relativas al amor, y yo paso de todo
eso.
- bien nos vemos
en casa a las ocho.
Andy corta el teléfono, pero piensa mientras
mira el reloj, “nada que ver con el amor, ¿es que no quiero amor? Una voz
violentamente lo interrumpe.
- he muchacho
deja de soñar despierto y trabaja. No te pago para que te pases con la mano en
la quijada y soñando.
- sí señor, disculpe
usted, me perdí un poco.
- un poco, como
siempre, mira muchacho, despabila, que soñando despierto nunca llegaras a nada,
si quieres algo ve a por ello, y si no vas ponte a trabar o te despido
majadero.
- oh jefe, que
bonito habla.
- estás loco
chico, ponte ya a trabajar.
Andy despabila y
se pone a trabajar en lo que queda del día, llegando las 5 se prepara para
irse, su estómago gruñe, y recuerda que en su casa no hay víveres, como
acomodador en el supermercado, pose descuentos, así que decide llenar de una
vez la nevera.
Recorriendo los
estantes para ver los precios logra ver a Alex, su corazón se detiene pues al
lado del hay otro chico. Un chico bastante atractivo, de piel blanca y ojos resaltones,
con el pelo cerca del hombro y brilloso, vistiendo Jean de la vidriera, de la
tienda que Alex veía fijamente, su corazón se destrozó, no pensó realmente que
lo vería con alguien tan pronto. La tristeza invadía todo su ser, a tal punto
que salió corriendo, olvidando las compras, y olvidándose de recoger sus cosas
del casillero. Puso rumbo a su casa, por el camino se le caían las lágrimas
pero aún su mente no lo asumía, era el afligimiento del corazón quien lo
acongojaba al punto de querer gritar en plena calle, llego corriendo y se tiró
en la cama, abrazado a la almohada lloro hasta que sus ojos se secaron y el momento
dejo de doler.
Solo hasta ese momento cobro la conciencia de
que realmente no había visto nada, tal vez era un pensamiento de negación, pero
al reflexionar sobre el momento recordó que solo los vio parados juntos, no
había ningún contacto entre ello, que solo se hablaban y compartían canasto.
Ahogado en el pensamiento y con ardor en los ojos de tanto llorar, se sumió en
un tenue sueño que duro hasta que sonó su teléfono, casi 3 horas más tarde.
- ¿Andy estas
bien?
- si estoy bien,
ya voy, espera por favor.
- si no pasa
nada, preparare algo para cenar mientras llegas.
Mike corta y Andy
queda pensando – mejor me voy con el que me entiende y no me quedo aquí a
llorar como una niña sin su muñeca favorita, por dios que vergüenza, yo
llorando en la calle y todos los que pasaban me miraban. ¡Qué papelón!
Con menos que
poco ánimo se dirige caminando a la casa de Mike, mirando sus pies, recorre el
trayecto sin levantar la cabeza, sin mirar alrededor. Llega, el portero lo deja
pasar, golpea sin fuerzas en las manos. Mike abre y enseguida nota que Andy había
estado llorando, lo abraza y Andy entre sus manos siente como es diferente el
calor, que no es complaciente y que realmente solo quiere soltarse, que al
único hombre que quiere abrazar es aquel cuyos brazos ya están ocupados.
- Andy estas
bien, entra ¿qué te paso? (Mike camina hacia la salita, se sienta en el sofá
frente a la tele apagada, Andy lo sigue secando las lágrimas que surgen de
repente al pensar el calor añorado, se sienta en el suelo apoyado en el sofá y
hace la cabeza hacia atrás para ver a Mike a los ojos)
- ¡oh Andy, ya
sabias que podía pasar! Cálmate, quieres hablar de eso o comer algo y ver la
película, veras que poco a poco te tranquilizas si piensas en otra cosa.
- está bien,
además no he comido nada y ya no quiero pensar en él.
Pronto el
ambiente se calma, casi no se hablan, ambos se concentrar en la película y en
el postre de helado, que enfría sus labios. Mike, presta una inusual atención a
los congelados labios de Andy, a su cabello despeinado y su sumisa mirada
triste.
- Mike mira, casi
no me queda helado, estaba tan rico y me congelo hasta la garganta.
-¿quieres que te
de calor? Andy
Al oír eso Andy
quedo totalmente impactado, enseguida pensó ¿estaré borracho? ¿Lo dijo enserió?
Sin darle tiempo a reaccionar, Mike se deslizo por el sofá hasta alcanzar el
nivel de su cuerpo y con un movimiento brusco poso sus labios en los helados
labios de Andy quien lo miraba sin ni un ápice de entendimiento, hasta que al
fin reacciono y se lo quitó de encima, Mike estaba enojado pero Andy estaba más
bien impactado.
- ¿Qué haces
Mike, somos amigos?
- ¿amigos? Como
puedes decirme eso ahora, es que no piensas, estoy harto de ser tu paño de
lágrimas, harto de verte llorar por ese tipo, si se fue, se fue porque no te
quería, en cambio yo, siempre he estado para ti, siempre te he apoyado y por
eso me he enamorado… de ti.
Andy sale corriendo a toda prisa, sin decir
nada, solo se va y deja a Mike sentado mirando la puerta entre abierta. Corrió
con todas sus fuerzas, llego a su casa y se sentó en la cama, con sus manos en
su cara tapando todo lo que podía, surgían preguntas inexplicables y sin
sentido.
Cuando al fin pudo centrarse, apago su celular
que no paraba de sonar constantemente, para él no era momento de hablar con
Mike, ni con nadie, se ducho con la esperanza de que todo aquello fuese llevado
con el agua y con ropa cómoda se instaló en el sofá, paso casi toda la noche
viendo tele, sin ni siquiera saber que veía, hasta que en la madrugada y sin ánimos
de pensar ya concilió el sueño y se entregó a la fortuna de los brazos de
Morfeo.
Al día siguiente día de los enamorados Andy no
se sentía ni bien ni mal solo estaba hay como flotando en una nube, todo el día
paso en un trance de añoranza y desilusión hasta que vio por la ventana que ya
había oscurecido nuevamente, quiso hacerse algo para comer, puesto que todo el
día solo comió pizza y cerveza fría, pero no había hecho las compras y en el
momento que se dispuso a comprar algo para comer y abrió la puerta para salir
su corazón salto de su pecho y sus ojos se agrandaron del tamaño de su cara.
Frente a él, parado fuera del apartamento
estaba Alex con una sonrisa y una caja de chocolates en las manos. – no me
invitas a pasar. Andy reacciono al oír sus palabras y al verlo tan relajado
como si ya lo hubiese perdonado.
- si pasa, Alex
ponte cómodo.
- ha entonces
puedo tirarme directamente en la cama… (Alex hace una broma y sonríe)
- ¿qué, que haces
aquí?
- es que ayer
dijiste que querías disculparte, que tomáramos un café, pero ni me llamaste
después, ni un mensaje, así que marque a tu celular y daba apagado, pensé que
me extrañarías y vine para acá.
- bueno la verdad
iba a llamarte, pero te vi ayer con un apuesto chico y me dije a mí mismo
“déjalo en paz”
Alex sorprende con una carcajada, camina hacia
la sala, se quita la chaqueta coloca la caja en la mesita y sonriendo le dice
– es mi hermano
menor, lo saque a comprarse algunas cosas.
- ¿es tu hermano?
¿De verdad es tu hermano? (bueno si lo pienso se parecían mucho)
- si su nombre es
Lenny, el no sale mucho, se la pasa todo el día estudiando o en la pc jugando.
- ¿porque no me
habías hablado del?
- porque no nos
llevamos muy bien, somos medio hermanos y su madre no me agrada, supongo que no
estamos muy unidos.
Andy trata de
entender la situación, esto vuelve a cambiar todo, hay frente a él está parado
el chico de sus sueños, el que por más que corra no puede alcanzar, no puede
perder la oportunidad de decir lo que siente y tenerlo a su lado. Sin más se
lanza sobre Alex lo abraza y comienza a besarlo por toda cara, a repetirle “te
amo” “perdóname” Alex lo abraza también y le da un profundo beso en la boca.
- dime que no has
estado con nadie, Andy dímelo, dime que nadie toco tu cuerpo.
Andy lo mira fijamente
y responde con toda la fuerza de su voz “- para mi eres el único, te amo” jamás
me dejaría tocar por otra persona. Alex lo mira fijamente, y apretándolo entre
sus manos lo besa con todo el fuego de sus labios.
Por un rato apenas hablaron de algunas
cosas, pero cada vez que se miraban se sumían en un beso, Alex sentado en el
sofá con las piernas abiertas, Andy de espaldas a Alex dentro de sus piernas,
Alex aprieta con fuerza el pequeño cuerpo yacente en sus manos. Nada de lo que
digieran importaba, solo importaban esos largos besos que prendían fuego a la
pareja en el calor de la noche. Nada más que ese amor importaba ahora.
-Andy déjame recordarte lo que se siente ser
amado, ven entrégate a mí, ya no debes llorar más, ya no debes sufrir, ya no
estarás solo nunca, ya estoy yo aquí, y por nada te voy a dejar.
Se sumen en un
profundo beso, Alex comienza a quitarle la ropa a Andy, recorriendo las líneas
de su contorno, con las puntas de sus dedos, besando su cuello con calidez, Andy
se estremece, todo su cuerpo parece sentirlo, todo su cuerpo se copa con el
calor de las manos de Alex, con la humedad de sus besos, con el pegado a su
espalda se siente tan feliz que no puede pensar en nada mas, todo el dolor se
había disipado, ya solo quedaban las ganas de amar.
Se incorpora y se sienta nuevamente en las
piernas de Alex, esta vez mirándolo, besa su boca, su cara y su cuello,
arrastra sus labios por el cuello de Alex mientras le desprende la camisa,
continua arrastrando sus labios por el medio del pecho de Alex, mira hacia
arriba y ve que Alex recostó la cabeza al respaldo y que está totalmente
entregado al placer, comienza a tocar su entrepierna y se deja caer de rodillas
en el suelo, desprende el pantalón de Alex y este lo mira, le acaricia el
cabello y la cara y vuelve a reposarse en el respaldo.
Andy saca su pene, aún no está del todo
erecto, lo mete en su boca y comienza a chupar, lo rodea con la lengua, lo saca
de la boca lo lame desde los testículos hasta la punta una y otra vez, pasa su
húmeda lengua por la punta y lo mete de lleno nuevamente en su boca, Alex
comienza a exhalar suspiros de placer, algunos quejidos y a afirmarse con las
manos sobre la cabeza de Andy, apretándolo hacia abajo.
Andy saborea todo el largo del pene que yace
en sus manos, mientras que con una mano baja y sube la piel del pene con la
boca chupa la punta, lame el contorno y succiona fuerte, y sigue masturbando el
regido miembro.
- Andy detente no
aguanto más.
- está bien, si
no te aguantas córrete.
Alex se levanta
tira a Andy el piso, se acuesta sobre él y lo envuelve con un apasiónate beso,
ambos quedan tirados al costado del sillón y ajustados por la mesa.
- yo también
quiero besarte y tocarte Andy te extrañe tanto que no tienes idea.
Con esas palabras
Andy queda totalmente extasiado mientras su gran amor se desliza con la boca
por su cuerpo, lamiendo sus pezones, babeando todo su cuerpo, saboreando su
piel.
Alex llega a su
entrepierna con las manos y mientras besa su boca, le desprende el pantalón y
baja besando su cuello nuevamente, le baja por completo el pantalón y el bóxer
hasta que el cuerpo de Andy queda totalmente al descubierto, se concentra en su
erección, en masajearle el pene para darle placer, Andy comienza a gemir, la
boca de Alex succiona con fuerza su pene, sus labios lo aprietan y su lengua lo
recorre, con las manos aprieta sus testículos y los cincha hacia arriba, el
calor del cuerpo de Andy se siente simplemente al tacto y el deseó de
penetrarlo de Alex hace que ya no pueda esperar.
Alex babea sus
dedos, le levanta una pierna a Andy y la apoya en el sofá, mete el dedo en el
ano de Andy y nota como es aceptado sin problemas, continua besando, y lamiendo
el pene de Andy, rodea con su lengua desde la punta hasta el troco, apoyándose en
las piernas de Alex, Andy levanta la cadera, sube la otra pierna y su fogosa
pareja se da cuenta que ya está listo para la penetración.
Con sus manos sujeta las piernas de Andy y de
un zarpazo lo penetra totalmente, en ese momento Andy dio un gran grito de
placer y para disfrutar del calor del momento Alex se echa sobre él, lo besa y
vuelve a penetrarlo. Incorpora su cuerpo para hacer más fácil la investida y
sujetándolo de las caderas arrastra a Andy hacia él, semis de rodillas y con su chico en brazos Alex da
arcadas con las caderas para penetrar y penetrar a Andy, quien se incorpora y
abraza a su amante para juntos poder
acabar.
Con sus manos
recorriendo su cuerpo y su pene cavando profundo Andy no resiste las embestidas
de Alex y se deja llevar por el placer, entonces es correspondido y apretándolo
fuerte contra su pecho Alex deja salir el grito de victoria y semen se expande
en los adentros del ano de Andy.
Sin liberar a Andy de la presión de su pene
yaciendo en su trasero Alex comienza a masturbar su pene de, quien no se
contiene y deja sus fluidos correr.
Satisfecha la
pareja se deja caer al piso y con la respiración agitada emprenden un beso
apasionado.
- te extrañe
mucho Alex, me hacías mucha falta.
Alex lo mira a la cara, y frente a su rostro
le dice: - esta vez ya no me iré ni aunque me ates a la cama y me uses ya no me
iré.
Andy lo besa y le
dice – que te parece si nos damos una ducha juntos, estoy todo babeado.
- qué te parece
si mejor lo hacemos en la ducha y te dejo más babeado.
- bien, pero
primero ayúdame a levantarme, no siento ni mis piernas ni mi cadera y me duele
la espalda.
Alex sonríe se
pone de pie y cincha con él a Andy. – si no puedes caminar yo te llevare.
Camina con Andy en brazo, abrazándolo para no dejarlo caer y llegando a la
ducha Andy lo envuelve con besos y le dice “es mi mejor día de enamorados”
Alex lo coloca en el suelo y con sus cuerpos
tocándose le dice – para mí también.
Fin…
Que romantico, ya quisiera to recuperar a alguien de esa manera.me gusto mucho pero que paso con el amigo, no se quedo con nadie ¿esto es parte de una historia larga o solo hay esto?
ResponderEliminarMe ha gustado el giro que tomo la historia y la subita declaración del amigo, fue buena pero voy a ser muy honesta a mi Alex no me termina de gustar para Andy, no sé es demasiado posesivo, de hecho me había gustado como quedo en el capítulo anterior pero bueno dejando de eso me ha gustado mucho y espero pronto leer más de esta historia de amor.
ResponderEliminarSolo me queda darte las gracias por compartir tú historia con nosotros.
Muchas gracias y cuídate mucho. See you soon :)