En el infierno. Capítulo 18.


Nadie te necesita.



El sol comenzaba a iluminar el cielo, mientras que la Luna se retiraba lentamente opacada por el resplandor de la mañana. El viento también estaba haciendo su aparición, este corría fuerte y estaba helado.

Juli comenzó a temblar, pego su cabeza al pecho de Kaled, buscaba su calor, en cuanto se acurruco el aroma de su amo lo invadió, inconscientemente aspiro esa deliciosa fragancia, embriagándose con ella.


Kaled sintió el temblor de su perra y lo apretó más a su cuerpo, poco a poco se había calmado y ahora estaba preocupado, el cuerpecito de su Juli estaba helado, su pie seguía sangrando y se le veía muy cansado.

El pequeño miro alrededor justo cuando iban llegando al reten por dónde se había escapado, al estar frente a la caseta, noto a dos hombres que estaban de pie a lado de la pluma.  Uno de los chicos vestía un pantalón negro y una chamarra azul y era regordete, de cabello oscuro y bastante despeinado, de hecho mientras lo miraba Juli pensó que se veía bastante asustado; el chico a su lado vestía un pantalón azul y un suéter verde, con una bufanda azul y se aferraba al brazo de su acompañante tal vez intentaba disimular su temblor que por cierto era muy notorio pensó Juli.

Kaled se mantenía en silencio y tratando de calmarse pues no deseaba hacer una tontería de la cual seguramente se arrepentiría. Al llegar al reten miro a los dos hombre frente a él.

—Tristán, Héctor, este es Julien y es mi perra, aunque aún no tenga argolla, es mía y véanla bien pues no deseo que se les vuelva a escapar —Kaled hablo evidenciando su coraje y durante la presentación de su perra, lo bajo y dejo que los asustados ojos de los aludidos la observaran.

Juli se paraba con dificultad pues el pie le dolía y mantenía el rostro agachado y cubierto con su pelo, sin embargo Kaled puso fin a esto pues tomo del mentón a Juli y lo levanto para que lo miraran mejor. El pequeño se sintió como una mascota en exhibición, a su mente llego el lejano recuerdo de su primera y única mascota, un hermoso gatito negro de ojos verdes, su abuela materna se lo había regalado en su cumpleaños, y él de inmediato se lo mostro a su nana, quien sonrío al verlo y cuando hizo lo mismo con Robert, este levanto la cara del gatito y lo miro por todos lados sin mostrar una sola señal de agrado, justo como lo estaban mirando en ese momento los chicos frente a él, su disgusto mezclado con temor estaba presente.

—Que quede claro, nadie toca a mi perra —Kaled hablo más fuerte —y ella no tiene permiso de salir del área de seguridad… de hecho ni siquiera puede salir de mi departamento si por alguna razón la ven a fuera y sin mí a lado, tienen permiso para llevarlo ante mí usando cualquier método —Juli se estremeció al escuchar las ordenes de su amo y le quedo muy claro que si le había costado escapar en esta ocasión, la siguiente simplemente le sería imposible — ¿les ha quedado claro? —pregunto muy molesto.

—Sí señor —los dos contestaron al mismo tiempo. Al escucharlos Julien reconoció la voz de los chicos y supo que eran los que estaban en la caseta cuando el paso. Juli supuso que ser presentado después de un intento de escape no era la mejor forma agradarles y menos cuando justamente fue a ellos a quienes se les escapo. 

—Dado su gran descuido con Julien, el cual me ha costado un enfrentamiento con Ekaitz y la lesión de mi perra, los dos tendrán un castigo, Tristán por no cumplir con tu trabajo de cuidar quien entra y sale y Héctor por estar en un lugar que no tiene permitido —Kaled se giro para buscar a Giovanni —Que Tristán pase al área de recepción y Héctor a la de limpieza por un mes y manda a alguien a cubrir su puesto — Kaled termino y Giovanni asintió a su orden.

Kaled miro preocupado a su perra por su constante temblar, así que se quito la gabardina y lo enredo con ella. Julien lo miro un poco sorprendido por lo que estaba haciendo y claro no pudo evitar embelesarse con su cuerpo cubierto solo por una playera negra sin mangas, su brazo adornado por la serpiente que parecía reptar en él y que siempre le llamaba la atención, le recordó las ocasiones en que después de una deliciosa noche de amor, él se recostaba sobre el pecho de su amo y con la yema de sus dedos trazaba lentamente la silueta de ese largo animal, causándole cosquillas al dueño, justo ahora Julien desearía estar en esa situación y no temblando de frío frente a dos chicos que obviamente lo odiaban.

Kaled lo volvió a levantarlo en sus brazos y siguió su camino. Giovanni se quedo hablando con los castigados y Raúl siguió al alfa. Julien miro por última vez a los reprendidos y ellos correspondieron el gesto y solo con un segundo de contacto visual supo que había ganado dos enemigos, “grandioso ahora ya son tres” Julien pensó.

EL viento era fuerte y helado, el sol inundaba con sus rayos la calle pero estos no le generaban el calor suficiente para calmar el incesante temblor en Juli ni siquiera la suave y tibia prenda de su amo amortiguaba el frío que lo estaba aquejando, Kaled sintió el temblor del cuerpo de su perra y apresuro su paso. Juli estaba incomodo con el silencio de Kaled y cerró los ojos, deseando olvidar todo lo que estaba pasando.

Al decidir esconder su mirada, Juli no pensó que su mente lo atormentaría con las memorias de la pelea de Kaled con el otro alfa. Julien veía una y otra vez la cara de Ekaitz tratando de besarlo, mientras lo aprisionaba contra la malla, podía recordar su horrible aliento a cigarro y sus manos moviéndose por su cuerpo, todas esas escenas le daban asco, sin embargo esas no eran sus únicas imágenes que lo acosaban, la sangre brotando de ese rostro de mirada altiva se presentaba ante Julien, no importaba si él se lo había ganado o no, lo importante en ello era hasta que punto Kaled podía llegar, ver a su amo presa de la ira, odio y venganza fue aterrador, Julien ya había probado una parte de ese estado de Kaled y no deseaba volver a hacerlo.

Justo en ese momento Julien entendió su temblor, el origen de este no era el frío, era el miedo de regresar al departamento, el miedo de estar con Kaled, el miedo de ser reprendido, su temblor distaba de poder ser detenido y al contrario estaba aumentando conforme se acercaban a su jaula.

El sonido de unos pasos acercándose hizo que Juli abriera los ojos. Ante él estaba un chico, el cual reconoció de inmediato.

—Jefe, iba a buscarlo —Noah estaba agitado.

—No es necesario, ya estoy aquí —Kaled contesto serio — o ¿ha sucedido algo? —pregunto cansado.

—No, jefe, solo estaba preocupado por usted. Ha sido una noche larga, primero la pelea con los buitres y después la desaparición de su perra, pensé que podría necesitar de apoyo…

Noah iba a continuar con su discurso pero la mirada amenazadora lanzada por el alfa lo detuvo.

—Necesito que apoyes a Giovanni con la reparación de la malla que está cerca del parque de las salamandras, así que ve para allá —le ordeno y su tono no admitía discusión —antes de que te vayas ¿has visto a Benji? —Kaled pregunto un tanto urgido.

—No, jefe, desde la cena no lo he visto y supongo que usted lo vio allí pues estaba con nosotros —Kaled asintió a lo que el chico decía.

Julien sintió que algo lo carcomía por dentro cada que escuchaba ese nombre, ¿por qué siempre tenía que preguntar por él? Odiaba que fuera así. Además ¿quiénes eran los buitres? Y ¿por qué había peleado con ellos? Julien no sabía nada de lo que Kaled hacía cuando no estaba, este nunca le decía nada ¿por qué le gustaba mantenerlo en la ignorancia?

Es como si Kaled quisiera mantenerlo en su jaula aislado de todos y de todo ¿por qué? Julien no paraba de pensar en eso.

—Está bien, ve hacer lo que te dije —y con esto el alfa terminaba su charla con el chico.

El chico siguió su camino, dejando que ellos continuaran el suyo.

Julien miro al frente y noto que estaban a solo unos pasos del edificio que era su cárcel, de inmediato su cuerpo pareció convertirse en piedra, sus manos se aferraron a la playera de su amo. Su temblor se hizo mayor, su respiración se apresuro y su corazón latía con rapidez.

Kaled avanzo seguro, hacía la entrada del edificio, estaba cansado, como Noah había dicho la noche le pareció interminable y cuando se disponía a descansar la ausencia de su perra lo altero al punto de querer matar a todo aquel que se le pusiera al frente, alerto a todos sus perros para que la buscaran y cuando la encontró cerca de ese maldito perro, sintió que se moría, el deseo de destrozar cada uno de sus huesos por haber tocado a su perra lo inundo pero al tenerlo a salvo pudo detenerse.  Ahora lo único que deseaba era llegar a casa.

Las pequeñas manos de su perra se aferraban a él, su temblor era menos notorio pero la palidez de su rostro y la agitación de su pecho lo preocuparon. Kaled casi corría, quería llegar lo más pronto posible a su departamento, su chico parecía al borde del desmayo.

Raúl seguía muy de cerca a su amo, subió al elevador junto con él y al llegar al piso marcado bajo con él.

Julien estaba aterrorizado, respiraba cada vez más rápido, sintió un leve mareo por la hiperventilación y al ver la puerta del departamento entreabierta simplemente dejo de respirar, se aferro más fuerte a su amo y se quedo congelado.

El departamento parecía solo y frío, la luz estaba apagada, Julien sintió y vio todo como en cámara lenta, cada paso que lo acercaba a su cárcel parecía dolerle hasta lo más profundo de su ser, sin darse cuenta sus lagrimas comenzaron a brotar, su respiración era más marcada y combinada con sollozos.

El alfa ignoro el llanto de su perra y camino directo al departamento, llego a la sala y lo dejo sentado allí, se dio la media vuelta y se dirigió a Raúl que lo esperaba en la entrada, salió del departamento y entrecerró la puerta, estaba dándole instrucciones a Raúl. Julien miro a su amo y aún con el miedo latente en su cuerpo intento alejarse de él. Se puso de pie y lentamente camino hasta su cuarto, no al de su amo, sino al suyo, al que Kaled le había permitido acomodar a su gusto, entro y cerró con el seguro.

Escucho los pasos de su amo acercarse por el pasillo, abrir la puerta de su habitación y caminar por ella, después de unos cuantos segundos los fuertes pasos de su amo se detuvieron frente a su puerta y Julien sintió que el corazón se le detenía.

— ¡Abre la puerta! —Kaled hablo con voz fuerte y molesta.

—No —Julien contesto temblorosamente y casi de manera inaudible.

El golpe de un puñetazo directo a la madera de la puerta asusto al pequeño que ya de por si estaba temblando.

El pequeño se llevo las manos a la cara y tratando de detener un grito de terror, mientras escuchaba más golpes por parte de su amo.

— ¡ABRE LA PUTA PUERTA, JULIEN!—Kaled estaba gritando furioso.

Julien estaba temblando a unos cuantos centímetros de distancia de la puerta, escuchaba los golpes y temblaba mientras un sudor frío lo bañaba.

Después de varios golpes seguidos hubo un momento de silencio en el que Julien se preguntaba que estaba haciendo su amo sin embargo la respuesta llego pronto.

Con una fuerte patada Kaled logro vencer la cerradura de la puerta, aventándola con mucha fuerza contra la pared y logrando que esta rebotara hasta ser detenida por su fuerte mano.

Julien estaba temblando al ver a su amo, sin pensarlo dio un paso atrás con el pie lastimado y de inmediato supo lo que le genero la lesión pues seguía allí. Al pisar firmemente sintió la punta de un cristal enterrándose más en su pie.

—Ahhh —Julien soltó un grito de dolor.

Su trastabillar lo hizo caer y Kaled de inmediato corrió hacia él, el alfa obviamente seguía molesto pero también estaba asustado por su perra. Lo cargo en brazos y lo llevo al baño, lo sentó a lado del lavabo y saco un maletín de primeros auxilios.

Sin dirigirle una mirada o alguna palabra a su perra Kaled comenzó a limpiarle la herida, saco el cristal y lavo muy bien, mientras hacía esto preparo la tina y metió al pequeño a bañar el agua estaba caliente, justo lo que el helado cuerpo de Julien necesitaba.

Julien no sabía que estaba pasando su amo lo estaba curando, estaba desconcertado, ¿qué estaba sucediendo?, aun no le gritaba y mucho menos le había golpeado, la actitud de su amo era diferente de cómo se imagino que sería, sin embargo esto le daba más miedo, no sabía que iba a pasar.

Al terminar el baño Kaled lo saco y lo enredo en una toalla, le aplico un desinfectante a su herida y la vendo.  Lo llevo cargando hasta la cama y lo dejo en ella.

— ¿Cómo? Y ¿Por qué? —Kaled hablo fuerte y seriamente.

Julien no sabía a qué se refería.

 — ¡Contéstame!— Kaled le exigió — ¿Cómo lograste abrir?

Julien se asusto un poco al darse cuenta hacía donde iba el interrogatorio.

—Estaba abierto —murmuro.

—No mientas —Kaled le reclamo.

Julien se desconcertó ¿Por qué le decía eso?

—Es cierto, la puerta estaba abierta —contesto subiendo su tono de voz.

—Eso es imposible, todas las noches mando a dos de mis perras a que vengan a revisar que te encuentres bien, y los dos reportes de esta noche fueron muy claros, “tú estabas bien y todo cerrado” —Kaled explico.

Julien se sorprendió al escucharlo y la explicación tomo forma en su mente “así que todas las noches que él no está, manda a alguien a vigilarme”

—Ahora dime ¿cómo carajos escapaste? —Kaled grito.

—Yo… solo gire el pomo de la puerta y esta cedió —Julien comenzó a temblar y agarro la toalla con la que seguía envuelto.

—No es posible —Kaled repitió

Y antes de que pudiera decir algo más su perra lo detuvo.

—Te… lo… juro —Julien tenía miedo de hacer que Kaled perdiera el control, su mente fue atosigada de imágenes de Ekaitz sangrando profusamente.

—Está bien, digamos que te creo —el tono del alfa era sarcástico —dime ¿por qué?

¿Por qué? Julien pensó acaso no era clara la razón.

—Yo no estoy aquí por voluntad propia, tú me secuestraste, yo no pertenezco aquí —su voz se hizo más fuerte y clara conforme decía sus razones —yo extraño a mis abuelos, ellos me necesitan y yo los necesito a ellos —sus lágrimas estaban allí de nuevo —yo debo saber que están bien —concluyo su discurso y miro a Kaled.

El alfa lo miraba con dolor como si con cada palabra lo estuviera golpeando.

—Pero y ¿Ariel? Y ¿Dave? Y ¿Mar? ¿Qué hay con ellos? —Kaled le pregunto.

Juli no había pensado en ellos, él ya los apreciaba se habían portado muy bien con él, eran los únicos que le hacía llevadera la vida en ese infierno, no supo que contestar y se quedo callado.

—Y ¿yo? —Kaled pregunto en un susurro pues le dolía pensar que Julien no sentía nada por él.

En él si había pensado y su corazón pareció recordarlo, era algo que le dolía darse cuenta de que Kaled representaba algo importante, no quería aceptar que estaba empezando a sentir algo por ese perro violento.

Julien escondió su rostro de la intensa mirada de su amo.

— ¿Acaso no pensaste en ninguno de ellos? Porque ellos si pensaron en ti —Kaled hablo pausadamente —Ariel estaba muy preocupado por ti y Dave te busco por todo el edificio hasta le rogo a Giovanni que lo dejara acompañarlo a buscarte —Kaled estaba lastimando con sus palabras a Julien — ¿Tan egoísta eres?  ¿No pensaste en el daño que les harías a ellos? Ellos te aprecian.

Julien estaba llorando de nuevo, él sabía lo mucho que había sufrido Ariel al llegar allí, él había pasado por lo mismo que Julien y por eso lo comprendía y pensar que lo lastimaría con su huida, nunca se le hubiera ocurrido, respecto a Dave, no sabía mucho de él pero lo había tratado tan bien. Julien no podía dejar de pensar en lo irresponsable que había sido al tomar su decisión.

—Dices necesitar a tus abuelos, pero es obvio que ellos no necesitan de ti, de lo contrario ya hubieran mandado a buscarte —Kaled camino hasta estar frente a su perra —Yo soy avisado cuando alguien inicia una investigación de búsqueda, tengo contactos en la policía, sino ¿cómo podríamos ser tan eficientes escapando de la policía? —Kaled se agacho hasta tener los ojos de Julien justo en la mira —He hablado con ellos y dicen que nadie ha pedido la ayuda de la policía para buscarte —miro intensamente ese profundo océano que en este momento estaba desbordándose como cuando la marea sube.

—No es cierto —Julien susurro —me estas mintiendo.

—No lo haría, te quiero Julien y sé que no eres feliz aquí —Julien lo miro y parecía no mentirle — Pero no estoy dispuesto a dejar que cuando salgas te lastimen, esas personas a las cuales dices querer. ¡Todos afuera mienten, todos son egoístas, nadie se preocupa por nadie que no sean ellos mismos…

 Kaled guardo silencio mientras estaba a la deriva en el océano de sus ojos, su mente parecía navegar hacía el pasado.

—Nadie quiere a nadie afuera, los citadinos son las peores criaturas existentes, todos usan mascaras.

—Pero ellos me criaron…

—Eso solo hace peor la traición, ellos te han criado y no les importa lastimarte. Aquí todos desean algo pero no lo esconden, yo sé que desean mi cabeza tanto las otras jaurías como mis subordinados pero son claros, sé a qué atenerme —sus ojos brillaron —pero afuera todos esconden sus deseos, los disfrazan de buenas intenciones sin importarles si te lastiman o no.

Julien seguía llorando, no podía creer que sus abuelos fueran así.

—Por esa razón no dejaré que te vayas, ¡no dejare que nadie te lastime! —Kaled tomo su rostro entre sus manos —No dejaré que nadie te lastime… nadie —parecía fijar su mirada en un recuerdo lejano.

Kaled acerco su boca a los delgados labios de su hembra, al darse cuenta de que el pequeño no se retiraba continuo. La húmeda lengua del alfa se paseo por sus labios saboreando su sabor salado, al parecer las lágrimas de su perra se habían impregnado en sus labios. Kaled profundizo el beso, mientras sus manos buscaban la piel de su pequeño entre la interminable toalla.

Julien le dolía todo lo que Kaled le había dicho, cada palabra estaba lastimándolo, “Tal vez realmente sus abuelos no lo estaban buscando, tal vez estaban felices de ya no tenerlo cerca, tal vez Kaled tenía razón y lo mejor era no regresar”. “Pero si sus abuelos ya no lo necesitaban cerca, entonces ¿qué haría?” Julien no dejaba de pensar en su doloroso pasado, y cuando había alcanzado cierta paz con sus abuelos resulta terminar alejado de ellos y en un lugar terrible. Sin embargo tal vez ese era su destino, pensó el pequeño “No ser feliz, nunca ser completamente feliz”.

— ¿Kaled… —Julien detuvo el movimiento de manos de Kaled.

El aludido se detuvo y busco los ojos de su perra, al verlos su corazón se entristeció, el hermoso azul del que era poseedor se estaba tornando oscuro como cuando una tormenta se extiende sobre el mar.

— ¿Realmente te dolería si me voy? —Julien pregunto con el dolor impregnado en su voz.

Kaled lo beso antes de contestar, era un beso amable, como si con el deseara aliviar la pena que lo aquejaba.

— ¿Eso responde tu pregunta? —Julien había aceptado ese beso como una respuesta — Yo te aprecio Julien, realmente has cambiado mi vida… cuando llegue al departamento y no te vi… —Kaled parecía tratar de calmar alguna furiosa reacción, su mano se cerró en un puño y golpeo la cama —primero me preocupe pensé que alguien había entrado pero todo estaba en calma y en su lugar, no había rastros de lucha pero no estabas… —Kaled tomo las sabanas entre sus manos y las apretó como si este fuera su enemigo, escondió su rostro de la mirada de Julien —de inmediato alerte a todos y salimos a buscarte. Podrías estar en problemas, no me preocupaba que llegaras a la ciudad ya que es imposible salir del Pandemónium sino sabes el camino correcto, sin embargo es fácil encontrar perros solitarios, eso es lo que más me asustaba y al parecer tenía razón. De entre todos los perros del infierno tenía que dar con el más miserable y desgraciado de todos —Kaled apretó los dientes para contener su rabia —al peor de los perros justo con el fuiste a toparte, además de ser el alfa que está en constante espera de que cometa un error para morder mi cuello y quedarse con mis perros y mi territorio.  

—Yo, solo quería llegar a la ciudad —Julien busco los fríos ojos de Kaled pero este evitaba verlo.

Julien tomo en sus manos ese magnífico rostro y sin pensarlo mucho busco esos deliciosos labios. Los dos estaban muy cansados pero eso no los detenía, las manos del alfa buscaban con anhelo el cuerpo de su perra y este aceptaba cada caricia recibida.

Julien pensó: “si mi destino es estar con este perro lo aceptaría”. Julien solo deseaba sentirse amado y necesitado, estaba harto de ser un estorbo para los demás.

—Kaled por favor acéptame a tú lado —a Julien dejo de importarle el que tuviera que compartir a su amo con Benji, por esta ocasión confiaría en que realmente lo quería a su lado.

El escuchar su nombre en la voz de su perra lo conmovió de una manera tan intensa, más que si le hubiera pedido perdón, la pronunciación de su nombre lo había elevado al cielo. Recordó la dulce voz de su ángel y la grabo para el resto de su vida en su mente “Kaled por favor acéptame a tú lado”.

—Solo no intestes dejarme de nuevo —Kaled contesto y sus palabras sonaron tristes.

Kaled acostó a su perra en la cama y la descubrió por completo. Su cuerpo aun tenía algunos viejos moretones y unas pequeñas cicatrices de los golpes recibidos pero las ignoro y comenzó a besar su delicada piel, estremeciendo con su contacto a su pequeño. Las manos de Kaled se sentían frías comparadas con la temperatura de Julien pero esto solo hacía que cada caricia fuera mejor percibida. Julien busco los labios de su amo, estaba decidido a mostrarle la determinación de su decisión.

En un rápido movimiento Julien logró cambiar su posición y dejo el fuerte cuerpo de su amo debajo de él. Las temblorosas manos de Julien se movieron hasta encontrar la orilla de la playera del alfa, la subió por su fornido pecho y lo despojo de ella. Julien beso a Kaled y fue bajando lentamente por el cuerpo de su amo. Era la primera vez que Julien tomaba la iniciativa y Kaled notaba los nervios de su perra en cada caricia o beso. Julien recordó los lugares que le gustaba que Kaled tocara y trato de imitar lo que él le hacía.

Aún con las nerviosas manos de su perra, Kaled estaba muy complacido y cada rose lo excitaba más. Julien siguió bajando hasta llegar a la pretina del pantalón y aun temblando logro desabotonarlo, bajo el cierre lentamente y lo bajo solo lo suficiente para poder liberar la virilidad de su amo.  Julien miro la excitación de su amo y no pudo detenerse, su lengua fue tocando lentamente cada parte de su miembro erecto y podía escuchar los gemidos de placer de su amo, en un rápido movimiento su boca se vio invadida, inicio un lento meter y sacar pero las manos de Kaled lo tomaron y le indicaron la velocidad que deseaba, Julien sentía que si profundizaba más se ahogaría sin embargo no fue así, se preparo para recibir todo lo que su amo volcaría en él y trago casi todo hasta que por fin termino y se separo lentamente. Con el dorso de su mano limpio los residuos de sus labios.

 Kaled había disfrutado la atención de su perra pero no estaba satisfecho. Las manos de su amo tomaron la cintura del pequeño y lo acomodaron debajo de él. Ahora su turno de mostrar lo mucho que le importaba que estuviera a su lado.

—Quédate conmigo —Kaled pronuncio las palabras en una súplica evidente.

Kaled separo amablemente las piernas de su perra y dejo que su lengua saboreara la dulce piel de su perra. Julien intentaba reprimir los gemidos de placer generados por las caricias recibidas, pero Kaled estaba siendo muy persuasivo deseaba oírlo gritar.

La lengua de Kaled llego a esa pequeña parte que tanto le gustaba, su lengua jugueteo alrededor de la entrada de Juli, este se retorcía con el suave y cálido contacto de las caricias de Kaled.

El sol iluminaba la habitación desde hace mucho tiempo, el astro rey era un silencioso observador de esta joven pareja, el aumento de temperatura en el cuerpo de los hombres en la habitación no era por su presencia, era solo el conjunto de movimientos apasionados que los sonrojaba.

Los dos hombres sudaban copiosamente, Kaled tomo de la cintura a su chico y lo volteo, sus manos se movieron por sus redondeados glúteos, sus dedos localizaron su objetivo principal, uno a uno fue masajeando su ano, hasta que este fue cediendo y permitió la intromisión, los dedos se restregaban en las paredes de Juli, quién al principio sintió brusca la invasión pero después fue disfrutando de ella. Cada movimiento parecía llegar más profundamente y con ellos Julien gemía más fuerte.

Kaled no podía tolerar más y metió su miembro despacio permitiendo que Julien se acostumbrara a él. Julien estaba boca abajo con las caderas elevadas. Kaled se movió lentamente para ir aumentando la velocidad de sus embestidas. Julien sentía cada estocada, su cuerpo estaba caliente, su sudor lo bañaba, estaba agitado y gritaba de placer con cada toque, su amo lo llenaba, no solo se había adueñado de su cuerpo ahora estaba decidido a permitirle que se adueñara de su mente.

— ¡Kaled! —Julien busco sus labios y Kaled correspondió este beso — ¡Más! Por favor hazme olvidar —pidió.

Las embestidas fueron cada vez más seguidas y profundas, eran acompañadas con gritos de placer de Julien y gemidos de Kaled. Las caricias se detuvieron y sus espaldas se arquearon, acompañadas de un escalofrío recorriendo su espina dorsal además de una deliciosa corriente eléctrica recorriendo todo su cuerpo, todo había culminado con la eyaculación de Kaled y Julien, perfectamente coordinados.

El cansancio venció los cuerpos de los jóvenes, Kaled cayó sobre su pequeño, y lo abrazo. Julien acepto este acercamiento y beso su mano que lo cubría.

—Me quedaré contigo —con estas palabras se acurruco en el cuerpo de su amo.

Kaled apretó su abrazo y agradeció esas tres palabras que lo hacían tan feliz.

—No te arrepentirás —aseguro y beso la coronilla de su perra.

Escucho la acompasada respiración de su hembra, al parecer ya estaba durmiendo. —Te amo —susurro en su oído y beso su cuello antes de rendirse al sueño que lo acosaba.


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Holaaa, este capítulo lo llevo trabajando desde diciembre y puedo decir que me gusto mucho como quedo. Espero que perdonen mi tardanza y comenten que les parecio. Dudas, quejas, preguntas todo chicos, comenten. Por cierto no olviden que estan invitados a escribir su oneshot del día del amor y la amistad, participen, chicos, animense. Los quiero mis queridos lectores. See you soon :)



Comentarios

  1. Hola como estas Uhmm, pues que te digo, bueno lo primero que hice al ver tu actualizacion fue gritar... si en serio lo hice.
    Con respecto al capitulo... Me encanto, quedo regio...
    El que Juli haya aceptado a Kaled me hizo feliz, la reaccion de Kaled tambien fue perfecta, pero no todo es color rosa y se que algo va a pasar...
    me parecio tan triste que nadie ha buscado a Juli.
    Me gustaria saber mas del pasado de Kaled, asi que animo..
    Espero con ansias tu actualizacion
    Besos y cuidate!!
    Bye Bye

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    1. Gracias por comentar, cierto no todo es paz y amor, pero Julien necesitaba un poco de tranquilidad, además Kaled quiere a juli en fin salió mi lado romántico. Además no todo es lo que parece. Respecto al pasado de Kaled diré que es un tanto oscuro, lo contaré pero después, mucho después.
      Espero actualizar pronto y contar con tu comentario. See you :)

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  2. me alegro mucho que ayas actualizado me a encantado mucho espero con ansias el siguiente capitulo también el de amuleto por favor espero que pronto este por que de verdad me a encantado tanto que me dije debo leer e anterior otra ves para seguir con la emoción te deseo mucha inspiración por favor no tardes no me mates con tu silencio.

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    1. Gracias por comentar y ya estoy escribiendo el capítulo de amuleto, espero que te guste y para que te metas en la historia te recomiendo que te releas los dos capítulos anteriores solo una sugerencia.
      Que bueno que te hya gustado considero este capítulo imortante para el futuro de esta historia y espero no tardar tanto.
      Cuídate mucho, see you :)

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  3. ¡Oh! Hoy, día seis. abro una vez más esta maravillosa página y me encuentro con esta agradabilísima sorpresa. Me encanta, tuvieron un principio algo violento-muy violento- pero ahora son tan cute. ¡Me gusta, me gusta, me gusta! Y para el próximo capítulo, aunque "lo bueno se hace esperar", no me importaría que no fuera tan bueno.Jajaja...Gracias
    Pd.Tengo una sonrisa en la cara.

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    1. Muchas gracias y espero no tardar tanto pero no aseguro nada. Realmente iniciaron mal pero Kaled quiere cambiar eso. Julien con todo y su tristeza sta sintiendo algo por el alfa veremos que sucede en el siguiente capítulo.
      Cuídate mucho, nos estamos leyendo. See you :)

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