One-Shot Sin festejos de año nuevo.

By Akira Yen

Despierto el 27 de diciembre, no muy temprano puesto que estoy agotado, pienso que ya son como las nueve, no es que me importe que hora sea, pero en fin, quería saberlo para determinar si quedarme tumbado un rato más, o salirme de mi acogedora camita.

 Me estire por encima de Alex para ver el reloj, el sí duerme como un angelito, ni parece el mismo que anoche, no parece el mismo que me dejo totalmente  sin aliento, es increíble que duerma con una carita tan angelical y un rostro tan descansado, como si se rejuveneciera con cada vez que lo hacemos.

   Como siempre me he perdido en mis pensamientos, recordando cada beso, cada caricia, cada momento como algo inmemorable, a veces me digo a mi mismo que no pude haber elegido mejor con quien pasar mi vida, la Noche buena fue excelente “realmente fue una noche buena” y los días seguidos han estado cargados de ternura, adrenalina y sexo.  Yo mismo me he dado cuenta que me he entregado por completo a esta relación pero sin querer hacerlo, no se mucho de Alex pero con esa mirada no puede ser mal tipo, siempre es amable, siempre atento y comprensivo, es como un sueño que se hace realidad.

Mis pensamientos han sido interrumpidos por la sexi voz que dormía a mi lado…

 -Hola Andy

- Buenos días Alex ¿Cómo dormiste?

- Bien ¿salimos a desayunar fuera?

- Si claro espera que me aliste y salimos, puedes quedarte en la cama mientras me ducho, si quieres.

- Esta bien Andy pero no te tardes, muero de hambre y también tengo que ducharme.

Para las 10:00 estábamos listos, bajamos por las escaleras, Alex no decía ni una palabra, supuse que no tendría nada para decir. En cuanto bajamos encontramos a Mike, que casualmente venía a verme. Le invite a desayunar con nosotros, nos fuimos a la cafetería de la esquina, casi no había tema de conversación, habitualmente, Mike y yo estamos solos, o con Yena y costaba mucho encontrar de que hablar los tres. Después de desayunar nos quedamos un rato más, Alex ya había pagado la cuenta pero aunque Mike y yo nos ofrecimos a ayudar con el pago el insistió en hacerse cargo solo.

  Luego de un rato de mirar fijamente a Mike, que por cierto ya se hacía incomodo, finalmente le pregunto ¿vienes todas las mañanas a ver a Andy? Yo no entendía porque le preguntaba eso pero Mike fue muy sincero al responder, —vengo siempre que puedo, para saber cómo esta y por lo general desayunamos juntos.

 Alex fue muy grosero al decirle —así que no te le despegas.

 Mike lo tomo como broma y le dijo —así es siempre estamos el mayor tiempo posible juntos.

 Alex se enojó mucho, se levantó de la mesa, lo miro fijamente y le dijo —trata de salir del medio, lo que menos necesito es lidiar con amiguitos ahora.

—Detente —le dije —deja de tratar así a mi amigo ¿Qué pasa contigo?

Alex me miro serio también y me dijo —termina de una vez te espero fuera.

Me disculpe con Mike, Salí y le dije — ¿Qué demonios te pasa?

 —Que me pasa, ese tipo se la pasa tras de ti y tu ni te enteras, no sé qué se proponga pero no lo dejare acercarse.

En mi interior estaba contento, trate de ocultarlo, para mí solo podía ser una escena de 

celos, yo sabía bien que a Mike no le gustaba, el hace mucho que está enamorado de Yena secretamente y cada vez que nos juntamos es a hablar de ella. Jamás el menciono nada sobre mí, y siempre supo que me gustaban los chicos, siempre se lo comente.

  Camine callado de vuelta a casa, Alex ya no dijo nada, yo me sentía mal por Mike, en cuanto llegue lo llame, pero no me atendió, le envié mensajes disculpándome y explicando un poco lo sucedido pero la hora pasaba y no respondía, opte por llamar a Yena, explicarle lo sucedido y que ella le hablara.

 —He Andy ¿no cocinas hoy?

  —Si claro que cocinaré, solo tengo que ir por unas cosas.

  —Está bien dame una nota, yo las compro, tú has alguna otra cosa.

  —Gracias Alex pero yo puedo ir, no es lejos, y me gusta hacer la compra.

Alex me abrazo, me beso y me dijo —yo hare la compra hoy ya podrás ir tu otro día ¿está bien? Sin mucho ánimo le dije que sí, hice la nota y se la di, Alex dijo que compraría todo de su dinero, y se fue de inmediato. Yo me puse a limpiar un poco, asear el cuarto, y el baño, cuando Alex llego estaba todo limpio, coloco todo sobre la mesada, apenas me beso, y se tiró en el sofá —llámame cuando la comida este pronta.

 Se quedó medio dormido, tirado en el sofá mientras cociné, prepare todo y fui a llamarlo como me lo pidió. Me le acerqué para hablarle suave

—He Alex la comida esta lista

Me dio un jalón que me dejo encima de él y sonriendo me dijo al fin, muero de hambre. Comenzó a besarme, en la boca en el cuello, me quito la remera y continuo besándome —He le dije no tienes hambre vamos a comer, sonríe y me dice —después o tú no tienes ganas. Como tener ganas no tenía pero aproveché la ocasión, y le dije —claro que sí, pero también tengo hambre.

 El continuaba besando mi cuerpo como si no me hubiera escuchado, yo también le respondí.

Él se sentó en el sofá, me sentó a mí en sus piernas, me besaba con mucha fuerza el cuello, hasta marcarme, se enfocó en besarme los pezones, jugueteando con la lengua por todas partes, yo estaba muy excitado pero él me dominaba por completo y no sabía qué hacer. Me retiro un poco y se abrió el pantalón, aproveché para comenzar a besarlo, bese su cuello con mucho cuidado, bese su pecho sin detenerme mucho en ningún sitio especifico, con sus manos en mi cabeza me indicaba que bajara más, ya sabía que quería, ya lo había hecho antes.

 Me puse de rodillas delante de él, saque su miembro, lo recorrí con la lengua para ponerlo bien erecto, luego lo metí en mi boca y comencé a chuparlo, trate de juguetear un poco con él, recorriendo la punta con la lengua pero cada vez que trataba de sacármelo de la boca, el hacia un movimiento y lo volvía a meter, cada vez que levantaba la cabeza podía ver su rostro totalmente excitado, pero hoy lucía un poco diferente no tan relajado como siempre.

  Cada vez más me empujaba la cabeza hacia abajo, con sus manos y su pene entraba y salía de mi boca una y otra vez,  podía sentir claramente como estaba a punto de acabarse en mí boca.  Seguí succionando su pene hasta que acabo por completo, trague todo lo que pude y me limpie la boca pasándome la mano y el brazo.  Levante la mirada para ver que hacia Alex y realmente no parecía muy complacido con mi trabajo.

   No dude en preguntarle que le ocurría y solo me dijo —tengo hambre, vamos a almorzar que ya es tarde.

Yo no me sentía bien, también tenía hambre pero realmente esperaba que su reacción fuese otra. Una más amable y más conforme a la situación. Me fui al baño a lavarme los dientes y enjuagarme la boca y ese sentimiento de tristeza se apodero de mí, no sabía que había hecho mal, porque no estaba complacido, con todo y hambre algún gesto debería tener, habitualmente después de hacer eso me besaba y continuábamos haciendo el amor hasta agotarnos.

 Sin darme cuenta mis lágrimas recorrían mi rostro, yo realmente estaba abatido, no era lo que yo esperaba, después de todo el me busco, el me ínsito y lo hice lo mejor que pude.

—He Andy ¿vienes a comer? 

Lo escuche llamarme pero no conteste. No sé qué le pasa pero no se comporta como siempre.

— ¿Vienes o no?

Sigue llamando pero aun no tengo ganas ni de responder ni de ir.  Enjuague bien mi rostro y boca, no me gusta que se comporte así, hasta ahora todo parecía tan perfecto que tal vez me deje llevar demasiado.

 Toc toc ¿Andy puedo pasar?

 —Eh bueno si pasa, está abierto.

 —Puedo saber que te ocurrió creí que almorzaríamos.

 —Nada, no me ocurre nada.

 —Pero Andy estabas llorando

 —Déjame en paz, estoy bien

Entonces Alex me abrazo, me dio un pequeño beso y me dijo —no llores, lamento haberme comportado así, realmente tengo hambre y pensé que también tenías hambre y que no era importante continuar haciéndolo para ti, por favor discúlpame ¿sí?

 No tuve más opción que decir que si, si me abrazaba tan fuerte contra su pecho, y me hablaba al oído suavemente. Seque mis lágrimas y nos fuimos a almorzar, la comida me quedo realmente deliciosa, y no es que quiera presumir, pero incluso Alex alago mi trabajo, y si te alagan es bueno.

  Después el mismo Alex lavo los platos, y ambos fuimos a ver una película, sin darme cuenta me quede dormido recostado a sus piernas, y lo último que recuerdo es que me acariciaba el pelo, y que había bajado el volumen.

  Vuelvo a despertar miro la hora en mi celular y son más de las 6, Alex dormía recargado al respaldo y con su mano encima de mí, me levante despacio para no despertarlo. Me fui a la recamara y llame a Mike para saber cómo estaba, el suceso de la mañana seguía dando vueltas en mi interior.

 —Hola Mike por fin me atiendes ¿cómo estás?

—Hola Andy estoy bien, no te preocupes de mí.

—Claro que me preocupo, después del mal entendido de esta mañana no cogías el teléfono y en serio quería disculparme.

—No tienes de que disculparte, eso no fue culpa tuya, en realidad no le di mayor importancia, ya me imaginaba yo que se pondría celoso, después de todo no medí mis palabras.

—Ah está bien, igual discúlpame ¿quieres salir a conversar o a tomar un helado tal vez?

—Bueno ahora mismo voy para la casa de Yena, si quieres nos encontramos allí.

—Si seguro, voy ahora mismo, llevare helado y hablaremos allá.

Salí sin despertar a Alex total mañana es domingo que duerma todo lo que quiera dormir, le deje una nota en la mesita junto al sofá, “querido Alex me fui a ver a mis amigos no sé a qué hora llegare, te dejo muchos besos” pase a comprar helado y unos panecillos de Centeno, que nos gusta mucho comer cuando nos juntamos.

 Toc toc —llegue amigos.  

—Si pásate está abierto.

—Bien traje helado y una sorpresita, les traje pan de Centeno.

Yena sirvió helado para los tres, Mike no decía nada, estaba muy extrañamente callado, él es del tipo de sonreír y hablar mucho. Pero poco a poco fuimos recobrando el ritmo de nuestras habituales conversaciones. Y como siempre Yena la curiosa me puso incómodo con sus preguntas nada discretas.

  — ¿Y cómo vas con tu noviecito?

—Bueno todo parece ir bien, ni siquiera se ha ido a su casa, apenas levantarse el 25 trajo unas cosas y desde entonces parece muy a gusto quedándose, y el viernes mientras trabajaba me envió un montón de mensajes.

—Ah eso es genial Andy, el parece un buen chico.

—Bueno ustedes me disculparan pero yo no estoy tan seguro.

 —Mike por qué dices eso ofenderás a Andy, no seas grosero haz el favor.

—Lo digo porque ese tipo parece agresivo y muy celoso, apenas se conocen y ya se metió en su casa, en un mes no podremos ni hablarle, ya lo veras.

 — ¿Y ahora quien esta celoso Mike? Quédate tranquilo, seguro que Andy no nos abandonara, solo hay que darle un lugar a Alex para que su relación prospere y veras que todo va a ir muy bien.

—Claro somos amigos hace mucho, no los dejare así de fácil, ni piensen en deshacerse de mí.

Bueno que tarde es, me voy, me queda bastante lejos.

—Yo también me voy Yena ¿Andy quieres que te lleve?

—Si seguro amigo, vámonos.

—Bueno se me cuidan los dos, pórtense muy bien.

En el auto Mike casi no dijo nada, al bajarme mire a mi apartamento y vi que Alex miraba por la ventana, pensé que haria un buen rato que se habría levantado.

—Andy nos vemos después cuídate, llama si necesitas algo.

—Bien amigo lo hare.

Ni bien entre lo vi sentado, fumando, la verdad ni sabía que fumaba, me miro como enojado pero no me dijo nada extraño, solo me beso y me dijo —te extrañé.

Me fui a dar una ducha, sentí que pidió pizza, eso me alegro no tenía muchas ganas de nada, ni apetito, solo quería relajarme un poco y disfrutar la noche tranquilo. Hace calor solo me puse unos short viejos, y zapatillas.

  Alex también se dio una ducha, solo que él no demoro tanto, ni se vistió con tan poco. Comimos pizza, nos tomamos una cerveza y nos fuimos a la cama, yo pensé que haríamos algo, no es que lo esté pidiendo pero hoy quede a medias y eso no se siente nada bien. En cambio solo me abrazo y recostó a su pecho y nos dormimos.

  Me despertó por la mañana Alex, me sorprendió con el desayuno a la cama, estuvo de lo más atento y aproveche a preguntarle ¿Qué haríamos para la celebración de año nuevo? sé que faltan unos días pero la semana que entra ambos trabajábamos y no tendríamos tanto tiempo de hablar.

—Pues nada— dijo Alex —podríamos quedarnos aquí o en mí casa, los dos solos.

— ¿Que los dos solos? ¿Sin ninguna festividad?

—Bueno podemos salir a ver los fuegos artificiales si te gustan.

—Si me gustan pero esperaba que nos juntáramos con Mike y Yena y celebráramos juntos como noche buena.

—Yo preferiría quedarme a solas contigo y hacer algo los dos.

Termine mi desayuno pensando en esa propuesta, pensando cómo mejorar la relación pareja-amigos, me tumbe de espaldas para apoyar la cabeza en mis manos, pero sin darme cuenta, Alex se había quitado el pantalón y la remera, lo que si llamo mi atención es que le quitara el cinto al pantalón y caminara hacia la cabecera de la cama con él en la mano.

   Me tomo por sorpresa con un beso, me dijo —date la vuelta y quédate quieto.

A mí me agradaba la sensación de un jueguito así que lo hice. Me ato las manos con el cinto y las engancho al respaldo de la cama, me quito la poca ropa que tenía puesta y comenzó a besarme la espalda, también la boca girándome la cabeza con sus propias manos, me acaricio por todo el cuerpo, bajando lentamente, paso sus manos por mi trasero masajeándolo en círculos, no me decía nada, pero pasaba su lengua a lo largo de mi cuerpo, luego me levanto de las caderas y comenzó a masajear mi pene que comenzó lentamente a ponerse tenso, el seguía besando mi espalda con su cuerpo pegado al mío, y totalmente sin previo aviso sentí como me penetro de una, con muchísima fuerza, comencé a gritar y gemir, yo aún no estaba listo, pero él se movía con muchísimo vigor, sacando y metiendo su muy tenso pene, logro hacerme gritar varias veces aunque trate  de aguantar. Y en un par de movimientos vigorosos de sus manos en mi pene sentí que estaba a punto de acabarme, él también estaba a punto de acabarse, sus movimientos los demostraban, cada vez me envestía con mayor vigor y cada vez lo hacía más profundo.

  Realmente ya estaba a punto de acabarme, jadeando de placer y apunto de gritar de dolor, la fuerza de sus caderas en las mías era mucha. Metió sus dedos en mi boca y comencé a babearme, con una mano seguía ejercitando mi pene, su cuerpo estaba casi encima del mío, yo no me podía mover, su movimiento me llevaba.

  Hasta que por fin con una brutal envestida me dejo sentir como su semen recorría mi recto. Yo me acabe al instante, y sentí como al sacar su pene, parte del semen se derramaba por mis piernas.

   Se incorporó y se fue al baño, me dejo ahí atado y sin poder moverme. Con mi cuerpo al descubierto y lleno de sudor. Cuando por fin salió después de varios minutos, me miro sonriente ¿quieres que te desate? —pues claro, no me quiero quedar aquí que ni moverme puedo. —Está bien no te alteres si querías que te desatara solo tenías que pedirlo.  Aunque su voz fuese amable su acción me pareció particularmente grosera, atarme a la cama, usarme y luego dejarme hay como si nada, no es que me enojara pero su comportamiento me hacía querer devolverle el favor, después de todo el mismo lo dijo “yo he probado ambas cosas y ninguna está mal”.

  Me desato y no le dije nada, me duche tranquilo e hice que nada había pasado, cedí incluso a su petición de pasar solos en la noche de año nuevo. Así pasaron los días con total normalidad, me hice unas compras secretas y me las guarde muy bien.  Pero esa idea seguía en mi cabeza, y cada vez se perfeccionaba más.

El miércoles me levante muy temprano, termine rápido mi trabajo, fui a visitar a mis padres, toda la familia estaba reunida y pasamos un momento genial, obviamente decline la invitación de pasar allí en la noche pero no se sorprendieron. De camino a casa hice planes con mis dos amigos para pasar el primero día del año juntos, decidimos hacer un día de playa solos los tres.

   Llegué a casa primero que Alex, supuse que habría pasado por su familia después del trabajo, además yo salía bastante más temprano que él. De inmediato comencé con los preparativos a estábamos solo a unas horas de la noche y no quería que me tomara por sorpresa.

 Rin ring suena mi teléfono miro y es Alex, me enjuague las manos y le atendí.

— oye llegare como a las 6 si quieres paso a comprarte algo que necesites. No está bien ya lo he comprado todo, ven cuando puedas tendré todo listo.

   Y así fue apenas pasadas las 6 llego, yo ya estaba bañado y listo para disfrutar de una buena noche.  Ni bien llego lo bese, traía una bebida en la mano así que yo las guarde, el encendió el arbolito para que alumbrara con sus colores toda la sala, termine la cena y me fui a acompañarlo con el vino, por mucho rato estuvimos abrazados en el sofá, hablando contándonos cosas, riendo, pero ya se hacía tarde así que decidí servir la Cena.

  Comenzamos a cenar cerca de las 23:00, yo prepare pollo con verduras y salsa. Alex fue muy agradable esa noche pero no me convencería de revocar mi venganza por dejarme atado a la cama sin preocuparse por mí.

 —He Andy estas más callado, ¿quieres más vino?

—No, no así estoy bien, no planeo emborracharme para recibir el año.

  Ambos sonreíamos, luego de cenar me ayudo a recoger la mesa y fregar todo. Enseguida de terminar dieron las doce y llegaba el momento de los fuegos artificiales. Fuimos a verlos a la ventana, duraron varios minutos, luego atendimos varias llamadas, y saludos.  Finalmente doce y treinta llego la hora de meternos a la cama, y ahí comenzaba mi plan. Me metí al baño para que se acostara primero y como me lo imaginé se acostó totalmente sin ropa, eso facilitaba mi idea. No soy del tipo pervertido, así que no iba a torturarlo. Solo deje que todo comenzara a fluir, comenzamos a besarnos y me quito la ropa con mucho cariño entre besos y caricias.

  Yo aproveche que mientras saboreaba su pene con la boca se estiro y en un movimiento rápido lo espose al respaldo de la cama, lo mire sonriente y le dije — ahora te toca a ti estar atado. —Está bien muéstrame que es lo que tienes. Vaya quien diría que me diera aliento, igual no pedí su confirmación lo haria aunque no quisiera.

  Bese su boca, su cuello, todo su pecho, lo acaricie, baje hasta su pene y lo seguí besando, luego me puse de rodillas frente a su cara y metí mi pene en su boca, el comenzó a besarlo, a lamerlo por los costados y a saborear la punta apenas metiéndolo en su boca, hice un poco de esfuerzo y se lo metí totalmente por la boca, moví mis caderas para que entrara y saliera, él lo saboreaba, lo babeaba, por todo el contorno.

Después de disfrutar bastante el hecho, casi me acaba así que saque mi pene, retrocedí hasta llegar al suyo, le di un par de lamidas para re animarlo, un par de chapadas para desesperarlo y lo solté. Le abrí las piernas y le dije —vamos coopera conmigo. —Él se mostró más serio y me dijo — ¿Qué pretendes hacer? —ya lo veras o mejor dicho, lo sentirás. Le levante las caderas bastante, me tendí sobre él y empuje con vigor mi pene a su ano, no lo pude meter de una así que lo solté para ayudarme con la mano.

Entonces si lo conseguí, realmente pude penetrarlo, jamás lo había hecho así, siempre él me penetraba a mí, comencé a moverme, realmente se sentía muy bien, deje caer mi cuerpo sobre el suyo y agite fuerte mis caderas. Sus gemidos realmente me animaban a moverme con mayor vigor, y ya con mejor dominio de la situación me incorpore un poco levante una de sus piernas para poder ver como lo penetraba, y comencé a agitar mis caderas metiendo y sacando mi pene, una y otra vez hasta que por fin llegaba a correrme, pero no quería hacerlo solo así que pause mis movimientos quite mi pene y comencé a chupar el suyo, a lamerlo hasta secarle el jugo, finalmente cuando se corrió, lo penetre con toda mi fuerza le acomode las caderas para empujarlo bien y no pare de moverme hasta acabarme por completo en él. Satisfecho me tire a su lado en la cama y deje que mi cuero reposara en paz.

 —He Andy suéltame tengo los brazos acalambrados.

 —ss déjame descansar, estoy agotado.

—Andy hablo en serio suéltame no te duermas.

—Ah déjame dormir, ya te soltare luego.

Y entre balbuceos sentía que mi cuerpo no se levantaría aunque se lo ordenara, realmente me agoto, el trabajo, la caminata por la ciudad, la visita a mis padres, juguetear con mis sobrinos, la cena, el vino y el sexo delicioso que nunca había probado. Cada vez menos sentía la voz de Alex pidiendo que lo soltara. Hasta que me dormí profundamente. 

  Para cuando desperté eras casi las 10 de la mañana y mi día ya estaba planeado. Libere a Alex de las esposas, pero ni cuenta se había dado, continuo durmiendo en la misma pose, supongo que también estaría cansado y adolorido.

   Me duche, llame a Mike para que pasara a por mí, junte algunas cosas en mi mochila, puse mi teléfono a cargar y me despedí de Alex con un besito en la frente, ciertamente aun duerme como un angelito.

   Sentí la bocina del auto así que me fui sin dejar ni nota ni rastro, no sabía que reacción tendría Alex al despertar así que solo me fui a pasarla bien con mis amigos. Subí al auto los salude a los tres y nos perdimos en palabras hasta llegar a la playa, Yena preparo un picnic, jugamos con Mike a la pelota y nos reunimos a contarnos que habíamos hecho la noche anterior.

Yo les dije —no hicimos ningún festejo, pero les aseguro que fue la mejor noche que he tenido en mucho tiempo.

 Y así tirado en la arena me perdí en mi pensamiento.

 Fin

Parte 1: Presente navideño.                                       Parte 3: El día de los enamorados.

Gracias por leerlo y espero sus comentarios.