by Mei-chan
Me
pregunto cuántas navidades más pasare solo, a pesar de que ya van a ser cuatro
años sigo recordando lo que paso ese día.
Era
la víspera del día de Navidad y yo había salido para comprarte un regalo, me
llamaste para decirme:“antes de llegar a casa pasare a hacer algo importante”;
nunca se te dio bien ser discreto así que ya sabía que pasarías a algún lugar a
comprar un regalo; yo te respondí: “no tardes y apresúrate en llegar que ya
quiero verte”. Salí de la tienda y comenzó a nevar, enseguida te mande un
mensaje pidiéndote que manejaras con cuidado porque empezaba a nevar y solo me
respondiste: “no te preocupes”.
Llegue
a casa y me disponía a preparar la cena cuando sonó mi celular, era tu número
pero cuando conteste no eras tu el que hablaba. La persona al otro lado del
teléfono me pidió que dejara de hacer lo que estuviera haciendo, me sentara y
escuchara con atención. Hice lo que me pidió y comenzó a explicarme todo, me
dijo que hubo un accidente, estaba nevando mucho y la visibilidad era casi nula
por lo que en una curva dos coches se encontraron de frente, me dijo que él iba
pasando y fue a ver que les paso a los que chocaron, tú le diste tu celular y
le pediste que me marcara.
Al
escuchar eso me levante, corrí por una chamarra para salir a coger el autobús y
con lágrimas en los ojos le pregunte a que hospital te iban a llevar, me
respondió que te llevarían al hospital norte del centro y que mientras el iría
contigo en la ambulancia, le di las gracias y el solo dijo que esperaba que
todo saliera bien.
Llegue
a la parada de autobús, subí en el que iba al centro y le marque a Carol,
nuestra amiga, la que nos presentó, le conté lo ocurrido y también se preocupó,
me pregunto dónde estabas hospitalizado y me dijo que me esperaba en el centro
para ir al hospital en su coche.
Llegamos
al centro, yo baje del autobús corriendo, Carol ya estaba ahí esperándome y en
cuanto la vi fui a abrazarla e intento tranquilizarme. Nos subimos al coche, me
miro a los ojos y dijo que todo estaría bien.
En
cuanto llegamos al hospital un hombre nos recibió preguntándome si era yo al
que llamo, le respondí que sí y me dijo que estabas en urgencias y que te iban
a intervenir de emergencia, me dio tu celular, me dio ánimos y me dijo que se
tenía que ir, Carol y yo le dimos las gracias. Entramos al hospital y pregunte
por ti en la recepción, me dijeron que en ese momento no podía verte ya que
estabas siendo intervenido y que lo único que podíamos hacer era esperar a que
viniera un médico a hablar con nosotros.
Esperamos
durante un par de horas y por fin llego un médico preguntado por nosotros, nos
dijo que estabas grave y que ellos ya habían hecho todo lo posible, ya solo
quedaba esperar que te estabilizaras y pudieras salir de esta. Pregunte si
podía pasar a verte y me dijeron que si, Carol y yo subimos al piso donde te
encontrabas, nos señalaron tu habitación, ambos teníamos miedo de entrar y
verte ahí pero teníamos que hacerlo así que abrí la puerta y ahí estabas con
varios tubos conectados a tu cuerpo y con una mascarilla que te proveía de oxígeno.
Estabas dormido y me acerque para darte un beso en la frente. Yo me quede
contigo durante toda la noche y a la mañana siguiente despertaste.
-Julien.
Tu
voz sonaba ronca y no hablabas muy fuerte
-Si
aquí estoy, André no hables, aquí estoy- escuchar tu voz hizo que se me
salieran las lágrimas.
-L-lo
siento.
-No
tienes de que disculparte, vamos ya no hables.
-Te
amo
-Y-Yo
también te amo, así que tranquilízate y vuelve a dormir, todo va a estar bien-
oírte decirme eso solo hizo que mis lágrimas brotaran con más fuerza.
Acercaste
tu mano a la mía y yo la sostuve con fuerza.
-Lo
siento- dijiste con un gran suspiro.
Tu
mano empezó a caer y tus ojos a cerrarse al mismo tiempo que iba desapareciendo
su brillo, enseguida salí de la habitación pidiendo un médico, llegaron las
enfermeras y no me dejaron entrar a la habitación, me quede fuera sentado en el
suelo llorando y suplicándote que no me dejaras, entonces salió una enfermera,
me miro con ojos tristes y me dijo que no pudieron hacer nada para salvarte,
inmediatamentelas lágrimas
nublaron mi vista, Carol me abrazo pero no deseaba esos brazos, me solté y me
puse de pie, mire la habitación en la que estabas y sin poder resistirme entre,
mire tu serio rostro, la impropia palidez que mostrabas y la falta de
movimiento de tu pecho, todo esto me hizo gritar tu nombre: “¡André!” deseaba
despertarte, no podías haberte ido sin mí, corrí a tu lado y deseaba que tus
brazos me rodearan y dijeran “todo va estar bien” pero no pasó nada, tu seguías
inmóvil en la cama, me acosté sobre tu
pecho, llore y llore hasta que los doctores dijeron que debían limpiarte, Carol
me abrazo y me saco de la habitación.
Afuera unos hombre de traje se acercaron y me
dijeron que eran de una funeraria y que ellos podían hacerse cargo de todo,
“para que yo no me preocupara por nada”, tú eras con el que siempre consultaba
las cosas antes de tomar una decisión, e irremediablemente te busque para
preguntarte que te parecía la idea y allí me percate del hecho de que no
estabas y que yo tenía que tomar la decisión, ya no había nadie a quien pedirle
su opinión, no solo eras mi amante, eras mi mejor amigo, mi confidente, mi
complemento y ahora ya no estabas y yo había quedado solo.
Todo era tan confuso, Carol se encargó de
preparar todo, yo estaba aletargado, como si todo esto fuera un sueño y muy
dentro de mí estuviera esperando despertar de un momento a otro y sin embargo
esto nunca paso.
Durante los siguientes días, me recluí en
casa, no hacía nada, me la pasaba llorando, no comía, estaba hecho un desastre,
supongo que en donde sea que estabas me hubieras regañado pero justo ese era el
punto, que tú no estabas a mi lado y por eso yo me había convertido en eso. Las
veces que salía era solo para ir a tú tumba, hasta que Carol me regaño por ello
y fue que retome mi vida lo más normal posible pero no por ello deje de visitar
el panteón cada vez que podía, y así lo he hecho durante los dos años
siguientes.
Carol al notarlo me dijo que lo mejor sería
cambiarme de casa, conocer nuevas personas y comenzar de nuevo.
Trato de hacer lo que ella me sugiere pero
por más que lo intento, sigo extrañándote, ya han pasado más de 3 años y sigo
añorando tus brazos, tú voz, tus labios, simplemente sigo amándote.
. . . . . .
Hoy
Carol me llamo para pedirme que la acompañara a comprar a las tiendas del
centro y quedo en pasar por mí a mi casa.
En
cuanto llego me subí al coche y nos dirigimos hacia el centro.
-¿Y
cómo has estado últimamente?
-Pues
ya sabes, puro trabajo y más trabajo que estoy pensando en renunciar y
dedicarme a hacer libros- sonreí.
-¿Tu?
¿Hacer libros? Jajaja eso quiero verlo.
-No
te burles, sé que puedo hacer buenas historias.
-Si
claro, ya me ensañaras después.
Llegamos
al centro y como siempre Carol me traía de tienda en tienda queriendo comprar
todo y haciéndome cargar a mí sus pesadas bolsas.
-Es
por eso que prefiero a los hombres.
Volteo
a verme y con una sonrisa pícara dijo:
-Sí,
yo también, y de hecho creo que la mayoría de las mujeres también prefieren a
los hombres por la misma razón, tener que aguantar a otra igual sería muy
difícil.
Ambos
reímos y decidimos regresar al coche para dejar las bolsas y poder volver por
más.
Íbamos
ya por la tercera tienda de nuestra segunda vuelta cuando Carol se detuvo alzo
su brazo y le grito a alguien que iba pasando.
-¡Heeyyy!
Elián.
-¿Elián?
¿Una amiga?
-¡No!
-¿Entonces?
-Es
un amigo de la escuela, un ex-compañero.
-¿Elián?
Es un nombre raro, ¿No te parece?
-Calla,
que tú te llamas Julien.
-Y
es un nombre completamente normal.
-¡Shht!
que ahí viene.
Baje
las bolsas que traía cargando ya que me bloqueaban un poco la visión y vi a
Elián, por su nombre no esperaba que fuera la gran cosa pero me equivoqué, él
era alto, de tez bronceada, cabello castaño y ondulado, esbelto y tenía unos
ojos color almendra que no le quedaban para nada bien a ese pelo ondulado y
revuelto pero a pesar de esa combinación un poco rara él era apuesto, demasiado
apuesto, además parecía ser alguien despreocupado, de esos que se toman todo a
la ligera, cosa que por cierto, odio.
-Carol,
hace tiempo que no te veo.
-Digo
lo mismo ¿Cómo te ha ido?
Carol
tenía una enorme y estúpida sonrisa dibujada en su rostro.
-Pues
no me quejo, pero… ¿Carol?
-¿Si?-
seguía con su sonrisa.
-¿No
me vas a presentar a tu amigo?
-¿Qué?
Oh si, si, Elián el es Julien, Julien el es Elián.
Elián
volteo a verme y me observo por unos cuantos segundos que me parecieron
infinitos, me extendió su mano y yo se la estreche.
-Hola,
mucho gusto Julien.
-Ah
s-sí, hola.
Por
un momento me sentí perdido, este chico parecía que resplandecía.
-Emmm
y ¿Qué haces por aquí?
Carol
le toco el hombro a Elián y el la volteo a ver.
-Nada
en especial, solo salí a dar una vuelta- dijo con una gran sonrisa.
-En
ese caso ¿Nos acompañas? Vamos a ir por un café.
-Claro,
si a Julien no le importa- volteo a verme con una pequeña sonrisa que solo yo
pude notar.
-En
lo absoluto.
-¡Bien!
Entonces vamos a dejar esas bolsas y regresemos por un café.
De
camino al coche Carol y Elián iban platicando sobre sus antiguos compañeros,
maestros y una que otra historia de los mismos; yo simplemente iba viendo de
reojo a Elían, no entendía como alguien que físicamente parecía tan imperfecto
fuera todo lo contrario. Parecía alguien sacado de una historia de amor
juvenil.
Cuando
íbamos de regreso a buscar el café más cercano, me di cuenta que no paraba de
ver ese rostro tan apuesto, y también que me estaba molestando conmigo mismo.
-Emmm
Carol- por alguna razón sentía que no podía voltear a verla porque se daría
cuenta de lo que estaba pensando.
-¿Qué
pasa?
-Creo
que será mejor que regrese a mi casa.
-¿Qué
pero porque?
-Acabo
de recordar que tengo cosas que hacer- mentí.
-¿Qué?
Pero nos la estábamos pasando bien- no sé si Carol lo estaba diciendo
conscientemente ya que solo iba platicando con Elían -¿Quieres que te lleve?
-No,
gracias, tomare un bus.
Levante
mi vista, Elían estaba detrás de Carol y me estaba mirando con una gran
sonrisa, verlo y darme cuenta que se veía bastante bien al sonreír hizo que me
molestara aún más y salí de ahí corriendo.
Llegue
a mi casa y solo quería hacer lo que fuese para olvidar esta molestia y al
causante de esta, pero estaba cansado por tener que cargar las bolsas de Carol
que lo único que pude hacer fue tumbarme en el sofá y encender el televisor en
las noticias.
“…bien,
pasamos con el reporte del clima… se predice que dentro de tres días se esperan
las primeras nevadas, tome sus precauciones…”
-Ahhh-
suspire –así que las primeras nevadas… Ya se acerca Navidad, ¿Serán ya cuatro
años? No lo puedo creer…
Unas
pequeñas lagrimas brotaron de mis ojos pero las limpie enseguida e inhale hondo,
me acomode en el sofá y para cuando me quise dar cuenta ya me había quedado
dormido. Cuando me desperté busque mi celular para ver la hora y me di cuenta
que Carol me llamo 2 veces y tenía un mensaje de un número desconocido; abrí el
mensaje y lo único que ponía era un simple “Hola”, decidí no responder ya que
no conocía el número así que le marque a Carol.
-¿Si?
¿Qué pasa?
-Hola
Carol, emmm me marcaste y no te pude contestar.
-Oh
cierto, solo era para decirte que Elían quería disculparse contigo.
Al
escuchar eso sentí algo, como punzadas en mi pecho.
-¿Conmigo?
Pero… ¿Por qué?
-El
cree que te fuiste por su culpa y quería disculparse.
-Pero
eso no es cierto de verdad que tenía cosas por hacer.
-Fue
lo que le dije pero él siguió insistiendo así que le di tu número para que te
llamara y se disculpara.
-¡¿Le
diste mi número?¡- suspire.
-Sí,
no lo veo tan malo, él quiere disculparse, aunque… no tenga por qué.
-Bueno
pues, que se le va a hacer, en fin aún no ha marcado.
-Okey
pues eso era todo lo que te iba a decir, así que nos vemos luego.
-Bye.
Deje
mi celular a un lado entonces recordé aquel mensaje.
-Sera
que…
Tome
mi celular y abrí de nuevo el mensaje.
-No
creo que sea de… Aunque podría ser…
Rápidamente
escribí un “Hola” y lo envié a ese número desconocido. Volví a dejar mi celular
a un lado y casi en seguida comenzó a timbrar, la llamada era del mismo número,
cogí el celular y respondí a la llamada.
-¿Hola?-
mi voz temblaba.
-Hola
¿Sabes quién soy?
-¡Sí!
¡No! Quiero decir, no, no sé quién eres- una parte de mi quería creer que era
el pero otra parte pedía a gritos que no lo fuera.
-Jeje,
está bien, soy Elían.
-¿Elían?-
no quería creer que fuera él.
-Sí,
soy el amigo de Carol, tú eres Julien ¿Cierto?
-Sí
ya recuerdo y sí soy yo.
-Pues
solo te llamaba para disculparme.
-¿Por
qué te disculpas?
-Porque
te fuiste por mi culpa, Carol solo estaba platicando conmigo, cuando desde un
principio tú ibas con ella.
-La
verdad es que si me fui porque tenía cosas que hacer y bueno, creo que entiendo
porque Carol estuvo platicando contigo, eres su amigo y he de suponer que no se
habían visto.
-¿De
verdad? Qué bueno que no haya sido mi culpa, pero aun así no me quedo tan
tranquilo.
Casi
pude escuchar cómo esbozaba una sonrisa.
-¿A
qué te refieres?
-A
que estaba tan seguro de que fue mi culpa que ya había pensado en invitarte a
beber algo para disculparme.
¿Pero
qué insinúa?
-Pues
ya ves que no fue…
-¿Estas
libre esta noche?
-…así.
Hubo
un silencio que me pareció eterno este tipo acaso… ¿Me estaba pidiendo salir?
-¿Entonces?
¿Qué te parece si vamos por unos tragos?
-P-pero…-
no sabía que decir.
-Si
lo sé ya no serán para pedir disculpas, es solo que quiero salir esta noche.
-Bueno,
creo que no hare nada esta noche.
Espera,
¿Acabo de aceptar?
-¡Qué
bien! Te parecer ir al “The Swan”
-¿The
Swan?
-Sí,
sé que es un nombre bastante raro para un bar pero sirven buenos tragos, ¿Qué
te parece a las 9:00?
-Si
claro.
-Okey,
entonces hasta esa hora.
-Claro.
Pude
oír como antes de colgar, Elían soltó una pequeña risa de satisfacción.
Mire
la hora y aún quedaban un par de horas para que dieran las 9:00. Me levante del
sofá, apague el televisor y decidí tomar una ducha. Con el agua caliente que me
caía en el cuerpo me percate que no sabía dónde estaba ese tal bar y con eso me
replantee si ir o no ir ¿De verdad iba a salir con ese tipo?
Salí
del baño, me recosté en mi cama y le marque a Carol.
-¿Bueno?
-¿Carol?
¿Conoces el bar The Swan?
-Sí
¿Por qué? ¿Me vas a llevar? Jaja
-¿Me
podrías decir dónde está?
-Claro
pero ¿Por qué tanta prisa?
-Solo
dime donde esta
-Rayos,
a ti que te pico.
-Carol…
-Okey,
okey, vale ya te digo, ¿Recuerdas el puente donde íbamos a tirar piedritas?
-Sí
-Pues
esta por ahí, no recuerdo si está a dos o tres cuadras del puente, seríacuestión
de preguntar.
-Okey
muchas gracias, te veo luego.
-Okey,
te marco mañana.
Creo
que ahora si ya me había quedado sin excusa para no ir. Me levante de la cama y
me vestí, no tenía nada que hacer para matar el tiempo y aún quedaban dos
horas.
-Veamos,
de aquí a aquel puente, si el bus pasa en cuanto yo llegue a la parada, haría
al menos 30 minutos y en lo que pregunto dónde está y encuentro el lugar, fácil
serían unos 20 minutos, así que puedo salir a esta hora.
Tome
un abrigo, mi cartera, mi celular y salí de casa hacia la parada del autobús.
En
cuanto llegue paso un bus pero no era el que me llevaba a donde necesitaba ir
así que espero por unos 10 minutos y llego el autobús; después de media hora de
recorrido por fin llegue a donde el puente y al bajar del bus me encontré con
una señora a la cual le pregunte si sabía dónde se encontraba aquel bar, a lo
que amablemente dijo que si y me dijo por dónde ir, camine durante 15 minutos y
cuando iba llegando a lo lejos veía un cartel iluminado con el nombre del bar.
Al
ir acercándome me di cuenta que afuera del lugar estaba sentada una persona y
conforme me fui acercando pude distinguir ese pelo ondulado y revuelto, el que
estaba fuera era Elían. Sentí un impulso por levantar mi mano y gritar su
nombre para llamarlo, pero en cuanto me di cuenta lo reprimí por completo.
Elían
volteo y al verme se puso de pie.
-Llegas
temprano Julien.
-Tu,
también.
-Pues
no exactamente, trabajo aquí- sonrió.
Al
ver esa sonrisa desvié la mirada; la forma en la que sonreía cada que terminaba
de decir algo me molestaba, pero era una sonrisa tan alegre que simplemente lo
dejaba pasar.
-¿Trabajas
aquí?
-Así
es, por eso te invite aquí, ya que me salen más baratos los tragos jaja.
-Entonces,
ahora estas trabajando.
-No,
mi turno termino hace media hora, bueno, ¿Entramos?
-¿Qué?
Oh si, si
Entramos
y el lugar de alguna forma se veía elegante, no estaba muy iluminado pero aun
así era agradable y también era muy espacioso, la barra era larga y tenía
muchas bebidas desde cerveza hasta whiskey.
Nos
sentamos en una mesa que estaba casi hasta el fondo del lugar.
-Bien
¿Qué quieres tomar? Recuerda que yo invito.
-Bueno
pues…
-No
¡ya se! Tienes que probar esto- pidió algo con nombre raro –y dime ¿De dónde
conoces a Carol?
Llegaron
las bebidas que pidió y yo le di un sorbo antes de contestarle.
-Es
una amiga de la infancia, ¿Tú la conociste en la escuela verdad?
-Pues
sí, ella fue la intermediaria entre una chica y yo.
-¿Intermediaria?
-Sí,
una amiga de ella la mandaba a entregarme cartas y mensajes y así la conocí,
pero al siguiente año quedamos en la misma clase y ahí nos hicimos amigos.
Estuvimos
platicando durante un buen rato y conforme se iba haciendo más tarde el lugar
comenzaba a llenarse. Elían seguía pidiendo tragos para los dos y al parecer
entre más tomábamos la plática se iba amenizando y me di cuenta que de verdad
él era alguien con quien podía llevarme bien.
-Dime
Julien ¿Alguna vez te has enamorado?
-¿Yo?
Si claro
-¿Y
qué tal te fue?
-Bien
muy bien los dos estábamos enamorados el uno del otro ¿Me entiendes? Era eso
que dicen, amor mutuo.
-Y
¿Cómo te fue?
Siempre
tolere muy bien el alcohol por lo que esa noche no me medí en tragos y
simplemente me estaba dejando llevar.
-Me
dejo.
-Entiendo,
dejo de sentir lo mismo.
-No,
siempre me amo, y yo también, hasta el último minuto, nos amamos.
-No
entiendo- me miro con una cara de confusión.
-Sí,
hace 4 años se fue, me dejo aquí solo.
No
pude contenerme más y las lágrimas comenzaron a llenar mis ojos.
-Oye
no llores, ven.
Me
tomo de la muñeca y me llevo fuera del bar, afuera no había nadie, la calle
estaba vacía, entonces pequeños puntos blancos comenzaron a caer del cielo.
-Comienza
a nevar- dijo sonriente Elían.
Me
sentía mareado y cansado.
-Ya
veo, es nieve.
-Julien,
aún no sé qué haya pasado hace 4 años pero si quieres platicar aquí estoy y te
voy a escuchar.
Yo
aún seguía llorando, lo mire y el me miro también. Entonces sin más y sin
ninguna duda Elían me tomo del rostro y lentamente se fue acercando hacia mí hasta
que sus labios tocaron los míos.No sabía que hacer me sentía confundido, pero
al mismo tiempo me sentía tan bien así que le correspondí. Sus labios se
sentían tan bien, eran carnosos, suaves y se movían demasiado bien.
-Dejaste
de llorar Julien.
Yo
simplemente me quede mirándolo, no podía creer que acabara de besar al tipo que
había conocido apenas hoy y mucho menos que me haya hecho sentir tan bien.
-Ya
es tarde, vamos a mi departamento, no está muy lejos de aquí, además ya está
nevando y podría ser peligroso que regreses hasta tu casa.
Su
voz se me oía especialmente seductora esta noche, no me salían las palabras así
que solo asentí.
Tomamos
un taxi para llegar a su departamento.
-Aquí
es- me miro, pago el taxi yme tomo de la mano para ayudarme a salir.
Entramos
al edificio y nos subimos en el elevador, una vez que las puertas se cerraron,
soltó mi mano, me tomo de la cintura y me beso de nuevo.
-Julien,
sé que es muy repentino lo que te voy a decir- me miró fijamente a los ojos, yo
desvié la mirada hacia otro lado.
-¿Qué?-
sentía mi voz temblorosa.
-Me
gustas Julien.
Intento
besarme de nuevo pero yo me solté de sus manos y me aparte.
-¿Pero
qué estás diciendo?
-Es
verdad, en cuanto vi tu cabello oscuro, tu piel clara y tus ojos cafés, me
gustaste y mas hoy con tus mejillas sonrojadas por el frio.
-¿Pero
de que hablas?
En
ese momento el elevador se detuvo y abrió sus puertas, yo intente salir pero
Elían me detuvo.
-Julien
escúchame- con una mano rodeo mi cintura y la otra la poso sobre mi mejilla- hoy,
en cuanto te vi, también sentí algo muy fuerte, sentí que
tenía que cuidar de ti y ese sentimiento me invadió por completo.
-P-Pero-
no podía creer lo que estaba escuchando.
-Y
todo eso que sentía en ese momento incremento al darme cuenta de que me mirabas,
intentabas disimularlo pero yo me di cuenta.
Intente
zafarme de sus manos pero estaba mareado y no me sentía con demasiada fuerza
por lo que mi esfuerzos resultaron nulos.
-N-no
es lo que parece, no te miraba ti.
-Sí,
si lo hacías Julien. Ven déjame demostrarte que de verdad me gustas.
Elían
me jalo hacia fuera del elevador, aún me sostenía de la cintura, me jalo hacia él
y de nuevo lentamente si iba acercando a mí hasta que me beso.
Me
llevo hasta su piso, había una enorme ventana por la cual se podía ver la
ciudad que poco a poco se iba tiñendo de blanco, entramos en su habitación, el
me recostó sobre la cama y comenzó a besarme, yo me sentía demasiado mareado,
Elían me saco el abrigo y yo lo deje, recuerdo que la cama era muy cómoda y el
cuarto tenia calefacción por lo que estaba caliente así que entre el mareo, mi
cansancio y las condiciones del cuarto, irremediablemente me quede dormido.
Al
día siguiente desperté y me dolía mi cabeza, busque a Elían pero no estaba, me
sentí aliviado ya que no quería verlo; recogí mi ropa, me vestí y cuando fui a
abrir la puerta de la habitación para salir el olor a café lleno el cuarto.
Salí despacio, de verdad que no lo quería ver, recordar sus besos y hasta donde
habíamos llegado anoche me daba escalofríosno podía creer que fuera verdad,
solo esperaba que todo hubiera terminado cuando me quede dormido; llegue a lo
que era la sala y ahí estaba, sentado en el sofá con una taza de café en la
mano.
-Hola
Julien ¿Estas bien? ¿Quieres un poco de café?
-No
gracias, estoy bien así que me voy ya.
Quería
salir de ahí lo más rápido posible
-¿Estás
seguro?
-Sí,
sí, me voy de una vez, por cierto, gracias por dejarme tu cama.
Inconscientemente
dije lo último.
-Ummm
claro, Julien, ¿Recuerdas lo que paso ayer?
-Jajaja-
me estaba poniendo nervioso –claro, venimos aquí porque ya era tarde y no podía
volver a mi casa y dormí en tu cama jaja- estaba mintiendo.
-¿De
verdad no lo recuerdas?
-¿Recordar
que?
-Ayer
Julien, te dije que me gustas.
¡¿Qué?! ¿De verdad escuche eso?
-Ahhh
ya veo jaja, bueno yo me tengo que ir ya.
-Así
que si lo recuerdas- sonrió.
Corrí
hacia la puerta que daba al pasillo y seguí corriendo hasta el elevador, salí
del edificio, no sabía dónde me encontraba así que tome un taxi para que me
llevara hasta mi casa.
Me
sentía confundido
-El
alcohol, fue culpa del alcohol, nunca estando en mis cinco sentidos habría dejado
que sucediera algo así.
Llegue
a mi casa, prendí el televisor y me recosté en el sofá.
Me
sentía molesto, cansado y tal vez un poco deprimido.
-Pero…
sus besos… se sentían tan bien.
Durante
todo el día no pude sacarme a Elían de la cabeza. Por alguna razón esperaba que
me llamara pero no lo hizo.
Al
día siguiente Carol me llamo.
-Hola
Julien.
-Hola.
-¿Cómo
has estado?
-Bien,
creo.
-Oye,
estuve hablando con Elían y me conto lo que paso.
Sentí
como si me hubieran lanzado un gran balde de agua fría.
-Emmm
veras Carol, no es como parece.
-¿De
qué hablas? Me dijo que salieron a tomar, también me dijo que parece que toco
un punto sensible.
-Ahh
¿Solo eso?
-Si
solo eso me dijo, también me pregunto sobre el tema, porque tú empezaste a
llorar y al parecer él se preocupó, pero le dije que sería mejor que hables tú
con el de eso.
-No
creo que sea lo correcto.
-Pues
yo digo que te hará bien, lo has estado guardando por mucho tiempo, te hará
bien platicarlo con alguien Julien.
-Bueno,
veremos qué pasa.
-Está
bien Julien, te veo después.
Ese
mismo día, en la tarde me hablo Elían pero no quise contestarle.
Durante
los próximos tres días me siguió llamando pero yo nunca le respondí, también me
mando mensajes, en la mayoría pedía perdón y en otros decía que quería hablar
conmigo pero nunca le conteste hasta que me llego un mensaje que decía algo así:
“Hola Julien
Sé que probablemente estés molesto y no quieras
ni verme
Pero de verdad que no quiero dejar las cosas
así
Tan solo dame la oportunidad de hablar contigo
Ese día lloraste y le pregunte a Carol si ella
podría decirme que fue lo que paso pero me dice que será mejor si tú me lo
contaras
Quiero poder ayudarte si es que me dejas
Entiendo que no quieras quedar conmigo a solas
así que pensé en que podríamos vernos de día en algún lugar público
Así que…
¿Te parece mañana a las 2:00 enfrente del reloj
que está en la plaza del centro?
Yo iré y te estaré esperando”
En
cuanto lo leí no supe cómo reaccionar, una parte de mi pedía a gritos volver a
verlo pero al mismo tiempo, recordar lo que paso me hacía sentir nervioso y un
tanto incómodo.
-Entonces…
¿Irás?- de vez en cuando hablaba conmigo mismo –por supuesto que… ¿No? Está
bien, no iré, no quiero verlo.
Por el resto del día me hice la misma pregunta
y la respuesta era la misma:
-No,
no iré.
Al
día siguiente tome mi chamarra y me disponía a salir.
-No
puedo creer que esté haciendo esto- mire la hora –bueno es la una, iré y
regresare de inmediato, así podre decir que si fui pero que no lo encontré así
que me regrese.
Salí
de casa y tome el bus. Llegue al centro y camine hacia la plaza, mire la hora,
aún faltaban 40 minutos para las 2:00 así que solo me quede cerca de la plaza,
me senté en una pequeña banca que se encontraba allí, observe las tiendas,
todas, absolutamente todas estaban adornadas con motivos navideños y muchas
personas entraban y salían de ellas, algunas llevaban enormes cajas con
esferas, otras llevaban varias bolsas llenas de adornos y series de luces,
otras solo llevaban regalos.
-Si
tan solo hubiera podido darle su regalo…
Seguía
viendo a las personas cuando una voz hizo que me levantara de donde estaba.
-¿Hablando
solo?
Era
Elían
-¿Qué?
-Jeje
olvídalo, me alegro de que hayas venido.
Me
había entretenido tanto viendo a la gente pasar que olvide por completo que
pensaba regresarme antes de encontrarme con él.
-Ah
sí, pero no tengo mucho tiempo- mentí.
-Está
bien, tratemos de ser rápidos, ¿Te parece ir por un café? Hace frio.
Podía
sentir como me miraba, y yo trataba de evadirlo.
-Creo
que estaría bien.
Caminamos
hasta un pequeño local donde servían café, el cual estaba casi lleno y las
mesitas que había solo eran para dos personas.
-¿Esta
bien aquí Julien?- señalo una mesita.
-Si
claro.
Nos
sentamos, yo pedí un café y Elían pidió un cappuccino.
-Entonces…
¿Quieres contarme?
-¿Yo?
Emm bueno, no estoy muy seguro…
-Hasta
ahora solo tengo entendido que algo pasó hace aproximadamente cuatro años y que
no lo has podido superar.
Una
mujer llego con una bandeja y nos dejó los cafés.
-Sí,
verás…- sujete fuerte la taza.
Estiro
un brazo hacia mí y lo poso sobre mi hombro.
-Julien,
sea lo que sea quiero escucharte, apoyarte y ayudarte.
Algo
en el hacía que no pudiera resistirme, quería irme de ahí pero algo me lo
impedía.
-Yo,
yo, no es algo de lo que hable a menudo con las personas.
-Tranquilo,
puedes confiar en mí.
No
podía más, sentí que de verdad podía abrirme a esta persona.
-Hace
4 años, ocurrió por estas fechas, yo estaba feliz, me hacía mucha ilusión que
ya fuera Navidad, era 24 y yo salí a comprarle un regalo quería que fuera
totalmente especial,tenía ya todo preparado, quería que estuviéramos los dos
sentados en la mesa cenando y que al acabar intercambiáramos regalos, también
había pensado en comprar un pastel.
Me
detuve, respire hondo e intente contener las ganas de llorar pero sentí como
poco a poco las lágrimas resbalaban por mis mejillas.
-Julien
tranquilo.
-Lo
siento, es solo que cada que lo recuerdo, no puedo evitar llorar.
Elían
me paso un pañuelo y yo me seque las lágrimas.
-¿Quieres
continuar Julien?
-S-sí
-¿Estás
seguro?
-Sí-
tome una cuchara y comencé a darle vueltas al café –ese día recibí una llamada
del número de él, por cierto él se llamaba André, pero cuando conteste, el que
hablaba era un desconocido, me dijo que André había tenido un accidente de
coche, yo Salí corriendo de la casa y le marque a Carol, ella me llevo al
hospital, fuera estaba aquel hombre que me llamo, me siento mal por no haberle
preguntado siquiera su nombre solo le di las gracias, entramos al hospital pero
no pudimos verlo de inmediato, estuvimos esperando hasta que nos dejaron pasar
y nos quedamos toda la noche, yo no pude dormir por la preocupación, cuando
André despertó fue solo para despedirse, me dijo que me amaba fue entonces
cuando su corazón se detuvo y se fue, me dejo.
-Julien,
de verdad que lo lamento mucho, yo esperaba cualquier cosa menos esto, pero
sabes ahora me doy cuenta que no estaba equivocado cuando te conocí, de verdad
quiero cuidar de ti, protegerte.
Oír
eso hizo que mis lágrimas pararan.
-Elían,
yo no creo que…
-Pero
yo sí creo Julien- tomo mis manos entre las suyas y me miro con entusiasmo -Tan
solo dame una oportunidad, quiero hacerte feliz.
Me
solté de sus cálidas manos y aparte mi vista de sus lindos ojos.
-Yo…
no estoy seguro.
Quería
creer en sus palabras, todo lo que me decía sonaba tan seductor pero no creía
que pudiera desprenderme del recuerdo de André tan fácilmente y entregarme a
alguien como Elían.
-¿Sabes
que día es pasado mañana Julien?
-¿Pasado
mañana?- voltee a verlo.
-Navidad
Julien, es Navidad.
No
podía creerlo, había estado pensando en él durante los últimos días que lo
había olvidado por completo.
-¿Navidad?
-Así
es Julien, es por eso que quería hablar contigo lo antes posible a ese día y
ahora que me has contado lo que paso, quiero regalarte la mejor Navidad.
Me
sentía tan conmovido y tan feliz de que esta persona se estuviera preocupando
por mí.
-Yo,
creo que, tal vez podría ser.
-¡¿De
verdad?¡ Genial, te agradezco que hayas aceptado hablar conmigo.
Me
tome mi café, el cual ya estaba frio.
-Creo
que ya es hora de que me vaya.
-Está
bien, te acompaño.
Elían
pago la cuenta y salimos del lugar. Afuera ya había comenzado a nevar.
-Que
mal, de saber que nevaría hubiera traído aunque sea una bufanda- me encogí de
hombros y metí las manos en los bolsillo de mi chamarra.
-Ten-
se quitó la bufanda que traía y la envolvió en mi cuello.
No
pude evitar sonrojarme.
-G-gracias,
pero no era necesario.
-Sí
que lo era Julien- me miro con una gran sonrisa.
Caminamos
hasta la parada del autobús y cuando el bus iba llegando, Elían volteo a verme,
me tomo del mentón, alzo mi cara y mis labios se unieron a los de él, sentía
como los copos de nieve que caían sobre mi rostro se deshacían por el calor de
mis mejillas sonrojadas.
-Espera
mi llamada Julien.
Rápidamente
me subí en el autobús y desde el cristal empañado pude ver como sonreía.
Llegue
a mi casa, estaba exaltado por todo, recordar sus palabras, su mirada y ese
beso. Me quite su bufanda y la chamarra, las deje en la entrada y me fui al
sofá, casi en seguida mi celular sonó, rápidamente me levante para ir por mi
celular que estaba en la chamarra, estaba seguro de que sería Elían así que me
tome la molestia de no ver quien llamaba.
-¡Hola!
-¡Julien!
¿Cómo estás?
-Ah
Carol, eres tú.
Me
sentí un poco decepcionado y también un poco idiota por reaccionar de esa
manera.
-Emmm
si, ¿Quién pesabas que era?
-Nadie,
en especial
-Bueno
no importa, te llamo para pedirte un favor enorme, estoy preparando la cena
para Nochebuena con unas amigas pero aun nos faltas algunas cosas y quería
pedirte que me acompañaras mañana a comprar algunas cosas.
-¿Mañana?
¿Y si les dará tiempo?
-Sí,
son solo algunos detalles y solo eso.
-Pues
en ese caso está bien.
-Okey,
paso por ti mañana. Bye.
Subí
a mi habitación, me recosté en mi cama con el celular a un lado esperando la
llamada de Elían, pero en ningún momento volvió a sonar. Me metí a la ducha y
deje mi celular en la cama con la esperanza de que al salir tendría siquiera un
mensaje de él, pero no fue así. Estuve recostado en la cama hasta que el sueño
me invadió y me quede dormido.
Cuando
desperté le eche un vistazo a mi celular pero no había nada. Me levante y fui a
prepárame el desayuno, después me senté en el sofá y prendí el televisor para
esperar a que llegara Carol.
-Ya
llego.
Lo
supe por el sonido del carro en la entrada.
Por
la noche había nevado así que tome mi chamarra y la bufanda.
-Hola
Julien.
-Hola
Carol.
-Vente
sube, iremos solo por unas cuantas cosas, no te quitare mucho tiempo- Carol
subió al coche y yo la seguí –por cierto, bonita bufanda, me gusta.
-¿Esta?
Es de Elían.
-Ohhh
ya veo.
Carol
arranco el carro y en el camino solo iba viendo mi celular. Aún no había
rastros de Elían.
-¿Qué
tanto ves en tu teléfono?
-Nada,
solo estoy viendo si me ha llegado algo que sea importante.
-Ummm
está bien Julien.
Llegamos
al centro y Carol me llevo de tienda en tienda buscando cosas y comprando otras
cuantas, yo no paraba de ver mi celular, Elían aún no me había llamado y yo
comenzaba a molestarme.
Carol
iba de tienda en tienda y ocasionalmente nos regresábamos a alguna para volver
a checar algún precio o comprar algo.
El
tiempo se nos fue, ya era tarde, era alrededor de las 3:00.
-Julien…
tengo hambre.
-Yo
también, vamos a dejar las cosas al coche y busquemos algo para comer.
De
camino al coche lo vi, a lo lejos, cerca del reloj, era el, era Elían, llevaba
unas cuantas bolsas cargando, en ese momento saque mi celular y lo llame yo,
pero no me contesto, no parecía que llevara siquiera su celular, aun así le
volví a llamar, esta vez soltó sus bolsas y busco su celular en sus bolsillos
pero parecía no encontrarlo, lo busco en las bolsas y cuando por fin lo
encontró el tiempo de espera había acabado y me contesto el buzón, Elían vio su
celular pensé que me devolvería la llamada pero solo hizo una mueca, guardo su
celular, tomo sus bolsas y siguió caminando. Intente buscar una excusa para lo
que había visto pero no encontré ninguna.
-Julien
¿Estas bien?
-Sí
Carol, estoy bien- estaba mintiendo -apresurémonos que ya quiero comer algo.
Fuimos
a un restaurante de comida rápida y yo seguía preguntándome ¿por qué no me
había devuelto la llamada?
-Tengo
que pedirte una cosa más.
-Dime
-¿Me
acompañarías a dejar lo que compramos? Solo tengo que ir a dejarlo.
-Sí
claro.
Terminamos de comer, salimos del lugar y
volvimos al coche.
-¿Y
a donde hay que ir?
-Ummm
hasta donde vivías antes, esperemos que no haya tráfico.
-Demasiado
lejos ¿No crees?
-Si
pero tengo que hacerle tiempo.
-¿De
qué hablas?
De
repente Carol se puso nerviosa.
-N-no
de nada jaja olvídalo.
Hicimos
alrededor de 40 minutos en llegar a donde Carol tenía que entregar las cosas.
-Espérame
dentro, ahora vuelvo.
-Claro,
no tardes.
Carol
salió del coche pero en ningún momento saco las cosas de la cajuela y en cuanto
salió saco su celular y le marco a alguien.
Camino
hasta que la perdí de vista y cuando volvió aún seguía al teléfono, colgó antes
de entrar al coche.
-¿Qué
paso?
-Nada
es solo que te tengo una sorpresa.
-Pero…
¿Y las cosas?
Arranco
el coche y comenzamos a ir de regreso.
-Olvídate
de las cosas, tenemos que regresar.
-Pero…
¿Y la cena?
-Julien
olvida todo eso, tenemos que regresar.
-Carol
me estas preocupando.
-Lo
siento Julien, es solo que estoy emocionada.
-Pero
al menos dime porque.
-No
Julien, es una sorpresa.
Íbamos
casi rebasando el límite de velocidad así que llegamos en unos treinta minutos
a mi casa. Carol estaciono el coche y yo intente bajarme pero ella me detuvo.
-¿Qué
paso?
-Tengo
que decirte Julien que espero que el que yo haya gastado mi dinero este día
para tenerte ocupado no haya sido por nada- me miro con una gran sonrisa.
-No
entiendo Carol.
-No
te preocupes, tu solo entra a tu casa y lo entenderás.
Mire
a Carol durante un par de segundos y baje del coche, camine hacia la puerta de
mi casa, las luces de dentro estaban encendidas, voltee a ver a Carol, ella me
hizo un gesto con la mano diciéndome que entrara. No estaba seguro de lo que
pasaba y al abrir la puerta esperaba ver un gran oso de peluche o algo al
estilo de Carol. Con un poco de miedo y curiosidad fui abriendo la puerta
lentamente, por dentro la casa estaba adornada y había un gran arbolito
navideño decorado con esferas y luces de colores. Abrí la puerta por completo y
entre, fui a asomarme a la cocina y pude ver la mesa que estaba adornada con
velas y tenía una increíble cena, todo parecía recién servido, me metí por
completo en la cocina y ahí estaba el, parado detrás de la mesa con un traje
negro y con su inconfundible sonrisa pintada en su rostro.
-Bienvenido
Julien.
Detrás
de mi venia Carol.
-Julien,
tienes que saber que todo esto lo preparo el, y tengo que decir que te has
lucido Elían, así que bueno yo los dejo solos.
-Adiós
Carol y mucha gracias.
Carol
salió por la puerta y pude oír el sonido del coche alejándose.
-¿Y
qué dice Julien? ¿Te gusta lo que prepare para ti?
-C-claro.
De
la emoción y de lo feliz que me sentía deje escapar una pequeña lágrima. Elían
se acercó a mí, me abrazo y de nuevo sus deliciosos labios tocaron los míos.
-Quiero
que disfrutes todo lo que he hecho hoy para ti.
Seguido
de esas palabras ambos nos sentamos a la mesa y comenzamos con la cena, todo
estaba delicioso.
-¿De
verdad preparaste esto tu solo?
-Así
es Julien, quería demostrarte que de verdad me importas y quería hacerte feliz.
-G-gracias.
Acabamos
de cenar, Elían se levantó y se acercó a mí.
-Ven-
me extendió una mano.
Yo
la tome y el me jalo, haciendo que me levantara, me tomo entre sus brazos, yo
levante la mirada y me topé con esos lindos ojos, nos miramos durante unos
segundos y me beso de una manera tan apasionada que hizo que me sonrojara.
Con
pasos torpes lo guie hasta mi habitación, me recosté en mi cama y en ningún
momento el me soltó, comenzó a sacarme la chamarra, seguida por la camiseta,
sentía sus cálidas manos recorriéndome por todo en cuerpo, le ayude a quietarse
la camisa, mientras el desabotonaba mis pantalones y me besaba. Yo ya no tenía
ninguna duda, yo quería a esta persona, quería tenerla solo para mí y esa noche
así fue.
A
la mañana siguiente desperté, pero no estaba solo, Elían aun dormía a mi lado.
Baje
para preparar café, al dirigirme a la cocina alcance a ver algo debajo del
arbolito, me acerqué y vi un regalo con una tarjeta encima que decía:
“Para: Julien
Esto es solo un pequeño presente para ti,
espero que te guste y podamos llenarlo con miles de momentos juntos.
Gracias Julien por haber confiado en mí, estoy
seguro que podré hacerte feliz
Feliz Navidad Julien
PD. Me he adelantado y he puesto algo dentro.
De: Elían”
Abrí
la caja y dentro había un álbum de fotos junto con una cámara Polaroid, saque
el álbum y dentro había una foto de la cena y otra del árbol de navidad. Tome
la cámara y subí a hacerle una foto a Elián mientras estaba durmiendo, pero al
entrar al cuarto él ya estaba despierto.
-¿Te
ha gustado tu regalo?
-Me
ha encantado.
-Ven
aquí.
Me
senté en la cama, el tomo la cámara se acercó a mí y nos tomó una foto.
Me
dio la foto, me miro, me abrazo y me dio un beso en la frente.
-Me
alegro que te haya gustado.
-Gracias
Elían.
. . .
Liliana
FM
(Mei-chan)
Gracias por leerlo y espero sus comentarios.
Gracias por leerlo y espero sus comentarios.
Me ha encantado la historia, es una trama un poco triste al inicio pero después tiene un lindo final feliz, como debe de ser por la fecha, Julien esta muy dolido y Elían es la cura perfecta. Creo que ya te he dicho lo mucho que disfrute todo el desarrollo de la historia.
ResponderEliminarY el resultado final fue excelente, lo sufrí al principio pero valio la pena.
Por cierto creo que no te dije pero Carol es todo una celestina, ella le presento a su primer amante y ahora también a Elían, quiero una amiga así jajaja
Me gusto y ojala sigamos en contacto.
Cuídate mucho y see you :)
Hermoso me ha encantado...
ResponderEliminarFelicidades!!
NI HAO! (HOLA)
ResponderEliminarTu historia me encantó, debo reconocer que "moviste algo en mi" y es que también he perdido a seres queridos en estas fechas, que son muy alegres y festivas pero también tienen su lado doloroso cuando tenemos estas ausencias.
Disfruté mucho la historia de Julien, al final la vida... destino o como lo quieran llamar pudo encontrar a alguien como Elían... Felicidades y me gustaría leer otra historia para Año Nuevo... síiiii, otra, otra otra... jajajajaja Ya ves que en Año Nuevo, uno como ya está "viejito" hace la digestión más lenta jajajajaja y pues a ver tele o internet mientras se nos pasa la cena jajajajaajajaa xD Y es que no hay nada nuevo que leer salvo el nuevo extra de mi manga favorito jajaja Gracias por tu historia, Feliz Navidad.
Saludos
Sayobye :3
Tu historia me deprimio.. soy una forever alone :(
ResponderEliminarpero me encanto la historia :) muy buena!
Saludos!!
pd: soy bipo y que..
Ds.+