Esto sí, es amor. Capítulo 1.


By Keyla.




Al mirar todo a mí alrededor noto que es un verdadero desastre, tal vez por eso mamá me sugirió enviar a Sakura para que recogiera la casa. Todavía hay cajas y libros por doquier, todo estaría más ordenado si Takano me dejara hacer algo. Tenemos un mes aquí, nos mudamos porque Takano dice que necesitáremos más espacio, hemos ido arreglando en nuestro tiempo libre pero todavía no logramos terminar y hace una semana mi madre vino a visitarnos y no había ni donde sentarla, fue un poco incomodo y si a eso le sumamos que mi novio todavía no termina de agradarles, fue una visita desastrosa, como la casa.



La Navidad se acerca y de seguir así, cenaremos sobre libros y sentados en cajas. Takano no solía celebrar la Navidad y mucho menos su cumpleaños pero dice que desde que reaparecí en su vida el deseo de festejar a resurgido en él. A decir verdad es un amor y me consciente demasiado, de hecho él que no esté aquí conmigo es porque fue cumplir uno de mis caprichos.

Mientras descanso sobre una caja de libros, miro nuestro árbol de Navidad, que brilla frente a mí con gran intensidad, sus hermosas esferas rojas reflejan las luces de colores y los moños plateados le dan más vida, la punta está decorada con una estrella dorada que destella con las luces. Veo en la mesa algunos adornos más y me levanto para sacarlos y colocarlos en diferentes lugares de la casa.

En una de las bolsas encuentro una hermosa corona con unos lindos renos en medio, desde que la vi me encanto y obviamente él me la compro, me estoy volviendo un persona muy caprichosa e inútil pues no me deja hacer nada. Busco el lugar perfecto para colocarla y lo encuentro en el marco de la ventana de la sala, camino hacía ella y miro una caja justo debajo de donde deseo ponerla. Tomo el martillo y un clavo me subo con cuidado sobre la caja, pero no alcanzo, así que pongo algunos libros apilados para poder conseguir mi objetivo, me subo de nuevo y ahora sí logro poner el clavo. Me bajo y tomo la corona y me vuelvo subir —lamento usar de esta manera mis libros pero es otra manera de que me ayuden a elevar mis conocimientos, ahora hemos llegado como a los 1.80 cm —sonrió por lo estúpido de mi pensamiento.

Escucho la puerta abrirse y en unos segundos la voz fuerte y aburrida de mi amante.

— ¡Ritsu, ya llegue! —Grita desde la entrada — ¡¿Dónde estás?!

— ¡Aquí! ¡En la sala! —escucho sus pasos por el pasillo.

—¡¿Qué demonios estás haciendo?! —su grito me asusta y pierdo el equilibrio,
Veo como la ventana se aleja de mí, pero antes de que el piso me reciba, los brazos fuertes de Takano me sostienen.

— ¿Cómo se te ocurrió subirte sobre unos libros? —me regaña y sus oscuros ojos me reprenden.

—Yo… solo quería poner la corona —contesto asustado —señalo la ventana y mi corona tirada en el suelo.

Él me levanta y me sienta en una caja cerca del pino.

—Podrías haberte lastimado, eres un inconsciente, si no te quieres cuidar por ti hazlo por el bebé, ya falta muy poco y no quiero ni pensar en lo que podría pasar, si te cayeras a estas alturas del embarazo —me regaño.

No pude evitar sentirme mal por lo que había dicho, tenía razón, es solo que a veces me siento como un parasito pues no me deja hacer nada, pero claro que no deseaba que le pasara algo a mi bebé.

—Ya no llores — ¿en qué momento comencé a llorar? —discúlpame si te hice sentir mal, sé que te preocupas por nuestro hijo, perdóname ¿sí? —Su mano limpio mis mejillas —Te amo —y sus labios me besaron tiernamente.

—Perdóname, fui muy descuidado —le dije en cuanto nos separamos.

Él asintió y puso su hermosa sonrisa, esa que me acelera el corazón.

—Haber, mi travieso conejito ¿Dónde deseas que ponga la corona?

Cuando nos enteramos de mi embarazo, el doctor nos dijo que tenía que tener mucho cuidado ya que había tenido una amenaza de aborto, por lo que los primeros meses me la pase en cama, sin embargo a veces me aburría y me paraba a caminar un rato el doctor decía que estaba bien pero Takano me quería tener amarrado a la cama. Desde entonces me empezó a decir conejo, aun no entiendo muy bien el sobre nombre pero bueno, no hay manera de que me deje de decir así.

Después el doctor dijo que ya podía caminar e ir a trabajar, nunca deje de hacerlo pues revisaba los borradores desde la casa, pero ahora ya podía retomar mi rutina, claro con algunos cuidados. Los dos nos íbamos juntos al trabajo, en su carro pues no quería que usara el metro, porque dice que va muy lleno. Además ya toda la editorial sabe de nuestra relación, para poder seguir juntos me cambie al departamento de literatura, de esta manera nuestra relación no interferiría en nuestro trabajo.

Al estar en cama, mi jefe me dejo a cargo de dos escritores novatos, con los cuales trabaje muy bien y ahora son best seller los dos, en definitiva son una verdadera revelación. Gracias a eso nuestra relación no interfiere con nuestro trabajo y yo pude regresar a lo que más me gusta, la literatura.

—En ese clavo —señale el lugar.

Él levanto la corona, quito los libros, se subió a la caja y la puso en el lugar correcto.

—Gracias —le dije —se ve hermosa —y sonreí tontamente.

—No tanto como tú —bajo de la caja y me beso el abultado abdomen —con mi bebé dentro —me sonroje con su comentario.

Se puso de pie y fue a la mesa, lo perdí de vista un momento y cuando lo volví a ver traía una bolsa en la mano.

—Toma cariño, tus crepas con cajeta, que tanto se te antojaban —saco de la bolsa un recipiente y me lo ofreció.

Al abrirlo el dulce aroma me invadió y me dio mucho asco, enseguida se las devolví.

—Ya no quiero —de inmediato vi su molestia.

—Sabes ¿cuánto tiempo tarde en encontrar tu antojo? Y ¿la enorme fila que había? —me pregunto y se notaba que estaba muy molesto.

—Pero creo que me voy a vomitar solo de olerlas —conteste en tono de berrinche.

— ¡Ritsu! —me grito y con la mano libre se desacomodo los cabellos.

Me puse de pie y le di la espalda, mire la corona navideña y por la ventana note un gran espectacular con una enorme mesa llena de comida y entre esos platillos uno llamo mi atención, una deliciosa lasaña.

— ¿Takano? —le hable dulcemente.

— ¿Qué? —aún seguía molesto.

—Quiero una lasaña —le dije y me volví para ver ¿qué cara ponía?

—Ok —contesto cansinamente —todo sea por él —y señalo mi panza.

Yo sonreí triunfante. Me tomo de la mano y me condujo por el pasillo.

— ¿Qué haces? —pregunte.

—Te llevo por tu comida —me contesto muy seguro.

—Pero… —la verdad me dolían los pies pues habíamos ido de compras y estaba cansado.

—Nada, no pienso dejarte solo y que se te ocurra otra de tus grandiosas ideas.

Ya lo había decidido así que no había manera de persuadirlo. Busque mi abrigo y mi bufanda y deje que me llevara a cenar comida Italiana.
   

Por la mañana, me desperté al escuchar el despertador.

—Takano, levántate —lo movía con fuerza — ¡Takano! —volví a empujarlo.

—mm —fue todo lo que conseguí que dijera, sin siquiera abrir los ojos.

Me puse de pie y lo golpee con la almohada. —Takano, se te hará tarde —le dije.

Fui al baño y al salir note que se movía así que supuse que ya se pararía, fui a la cocina a preparar el desayuno. Hoy era el primer día que se iría solo a trabajar, pues ya me habían dado mis incapacidades por la cercanía del parto.

Al terminar de preparar el desayuno lo fui a buscar y seguía acostado.

— ¡Carajo! Takano —grite y pude ver que medio abría los ojos —que te pares, llegaras tarde —grite de nuevo y me acerque a él.

No se movía, tal vez el que hayamos ido a cenar y después a caminar por el parque, lo haya cansado, además nos tardamos mucho en encontrar un lugar dónde vendieran helado en la noche y más que me lo sirvieran con unos deliciosos polvorones, caminamos mucho y cuando lo encontramos, el lugar estaba lleno y tuvimos que esperar mucho. Tal vez realmente este muy cansado.

— ¡Takano! —grite en su oído.

Creo que lo asuste pues se removió muy asustado y su rostro de desconcierto me busco.

— ¿Qué sucede? ¿Te duele algo? —lo mire y no pude evitar partirme de risa por su rostro — ¿Qué tienes? —Ahora el desconcierto se había transformado en molestia.

—No te querías levantar —conteste entre risas.

—Así —me contesto y sus manos rápidamente me rodearon la cintura y me jalo hasta recostarme en sus piernas —Te diviertes asustándome ¿verdad? —su boca se acerco lentamente a la mía.

Su beso estaba lleno de pasión y justo esos detalles eran los que me llenaban de felicidad y los que me confirmaban que estaba con el chico correcto.

—Llegaras tarde al trabajo —le dije al empujarlo un poco de mi.

—No importa —sus labios comenzaron a besar mi cuello y mi clavícula.

—Ahh —sus manos buscaron mi piel frenéticamente y la encontraron de bajo de mi camiseta —Ahh Takano, no sigas.

Sus manos me acomodaron en la cama, mientras él se ponía encima de mí. Sus labios siguieron bajando, me descubrió el pecho. Sus manos tocaron mi abdomen y se posaron en mis pezones, comenzaron a pellizcar y acariciarlos, ferozmente.

—Ahhh, Takano, ahh —mi agitación estaba en aumento y sus caricias no se detenían.

Su boca siguió besando mi cuerpo y mi panza, al parecer el bebé le gusta las atenciones de su papi pues siento como se mueve dentro de mí. Siento como baja mi pijama y la humedad de su lengua en mi miembro ya despierto.

Su boca lame y acaricia mi virilidad, sus manos acarician mis caderas. Me separa las piernas y su lengua se mueve de objetivo, ahora está recorriendo mí entrada — ¡AHH! — mis jadeos son más fuertes, mi mente se nubla y lo único de lo que soy consciente es de sus dedos que están entrando una y otra vez preparándome para el gran momento.

— ¿Listo? —su lujuriosa voz me pregunta.

Asiento y como resultado de mi respuesta siento la intromisión de su miembro, él sigue tocando mi cuerpo, cada embestida me llena de placer, noto el sudor que recorre su frente y el resto de su cuerpo, mientras que el mío me humedece. Mis manos buscan con vehemencia su cuerpo, trato de acercarme pero nuestro bebé no me lo permite.
Sus manos me acarician la espalda y justo con la siguiente embestida siento que llega más profundo y su semen me llena por completo, unos segundos después yo me corro placenteramente.

—Ahora sí dime de ¿qué te reías? —me pregunta.

Sigo con la respiración agitada, niego con la cabeza y me dejo car en la cama.

Takano sale de mí cuerpo solo para acostase a mí lado.

—Te amo y te voy a extrañar en el trabajo —me acaricia la panza.

—Te amo y te voy a extrañar durante todo el día —me siento exactamente igual que él —pero lo mejor es que ya te vayas o te correrán y entonces quien nos va a mantener —sonrío a mi comentario y pose mi mano sobre la de él.

—Eres un interesado —me contesto mientras se ponía de pie —cariño tu madre es un interesado —se dirigió al baño.

—Claro que no, solo me preocupo por el porvenir de ti cariño —me reí al escuchar las carcajadas de Takano.

Gracias a nuestro saludo matinal ya no le dio tiempo de desayunar por lo que le prepare algo para que se lo llevara. Solo me dio un rápido beso de despedida en la boca y otro en el abdomen —Los veo más tarde, cuídense y nada de travesuras conejito —esa fue su despedida.

Lo vi salir y me fui a desayunar, pues tenía hambre, además se me antojo un hot cake con chocolate y mermelada de fresa —mm que rico —sé que eso de los antojos ya debería de haber desaparecido pero Takano me consciente tanto que al parecer nuestro bebé será un caprichoso por culpa de su padre — ¿Verdad? —acaricio mi panza y siento como se mueve —lo sé y también amo a papi.

Después de desayunar y comer hot cakes indiscriminadamente comienzo a guardar libros, lo hago uno por uno y sin cargar pesado pues Takano me dijo que nada de esfuerzos pero la casa está hecha un desastre y cuando nazca el bebé será peor, mejor avanzo aunque sea un poco.

Me paso el resto del día acomodando las cosas y cuando me doy cuenta estoy agotado y son casi las 6 de la tarde, por fin logre limpiar la sala, por lo menos los sillones está libre y los podemos usar.

—Me cansé, ya me duelen los pies —me siento en el sofá y subo los pies.


Un aroma delicioso me despierta, escucho ruido en la cocina y me pongo de pie para ver ¿quién es?

—Ah, ya despertaste —Takano está haciendo de cenar.

— ¿A qué hora llegaste? —le pregunto.

—Hace como media hora —acomoda la mesa y me siento en una caja —se supone que no harías ningún trabajo pesado.

—Lo siento pero me estaba aburriendo —contesto y comienzo a comer, muero de hambre.

—Al parecer no has comido —es verdad después del desayuno, no he comido más que fruta y agua —ok, no te diré que no hagas nada pero por favor trata de ir más despacio y no olvides comer —me mira intensamente.

—Está bien lo prometo.

Acabamos de comer y cuando estábamos por ir a la cama el teléfono suena.

— ¿Esperas alguna llamada? —le pregunto.

—No, ninguna mangaka quedo de llamarme —me contesta.

¿Bueno? —contesta Takano.

Ah, claro un momento —me mira molesto y me ofrece el teléfono —es para ti —me dice.

— ¿Bueno? —no recuerdo que alguien quedara de hablarme.

—Bueno Ritsu —su voz suena triste, solo de escucharlo me queda claro la razón del enojo de Takano.

—Bueno Atsumi —contesto.

—Sí, Ritsu —miro de soslayo a Takano y parece echar chispas —siento llamarte pero creo que no podré terminar la novela para la fecha indicada, estoy mal, no puedo seguir, nada de lo que escribo esta bien y todo suena tan deprimente, ni siquiera creo que a alguien le interese lo que escribo —está en una de sus crisis, él es uno de los escritores que yo descubrí un poco antes de que me embarazara y que ha estado en primer lugar en la lista de ventas, gracias a él me he ganado un mejor lugar en la empresa —ya no quiero escribir, no vale la pena, si nadie me va a leer —a veces el sufre de estas crisis de baja autoestima.

—Cállate y deja de lloriquear —no suelo ser así pero con él a veces tienes que ser duro—sabes que estoy de incapacidades se supone que deberías de hablar con Naomi ella sería tu editora en mi lugar —le explico.

—Pero ella no me entiende como tú —me chilla por teléfono —no quiero a nadie más que a ti como mi editor —carajo, se suponía que ya habíamos hablado de esto y él parecía haberlo entendido.

—Cálmate — no me queda de otra que calmarlo y ponerlo a trabajar —te volviste a pelear con tu novio ¿cierto? —siempre se pone así cuando eso sucede.

—Ese idiota, no es mi novio y claro que no merece estar a mi lado —Lo supuse.

—Usa ese coraje y escríbelo en tu novela, se supone que hay un idiota que deja a la protagonista ¿no? —le digo y sus sollozos de se calman.

—Sí, claro, Marina es engañada por su novio hasta…

Me sigue contando la historia y al notarlo es tardísimo, me despido de él y por fin me cuelga. Deseo dormir pero necesito hablar con Naomi.

Le llamo y me contesta a la primera, me dice que no puede controlar a Atsumi, le cuento que me llamo y que quedo de comunicarse con ella. Le cuelgo y voy a la recamara pero Takano ya está dormido.

Desde que conoció a Atsumi le ha caído muy mal, no sé porque si él es muy amable y divertido. Me acomodo a lado de Takano y lo abrazo deseo sentir sus brazos a mí alrededor pero me ignora. El bebé reciente el rechazo de su padre pues se mueve mucho.

—Ya cálmate, se ha dormido —acaricio mi panza y me muevo para acomodarme pero él no se está quieto.

Mejor me voy a la sala y me acuesto comienzo a tararear una canción y a acariciar mi panza poco a poco el bebé se calma y deja de moverse.

—Gracias cariño —siento que por fin se me cierran los ojos.

Tengo calor y me muevo, al hacerlo pienso en que me caeré pues estoy en el sillón pero unos fuertes brazos me tiene bien sujetado. Ahora entiendo porque tanto calor pues Takano tiende a estar muy calientito. Él está completamente dormido, supongo que se despertó y me fue a buscar, por eso estoy aquí. Me pego más a su cuerpo y respiro su esencia, el bebé se remueve de felicidad y se acomoda al igual que yo el mejor lugar para descansar es con él.


Estamos a solo un día de noche buena y por ende del cumpleaños de Takano. Ya le he comprado su regalo de Cumple solo me falta envolver su regalo de Navidad y hoy iré a recogerlo y a prepararlo.

 Se fue temprano a trabajar y yo me escabullí para ir de compras, mientras andaba de compras mi celular sonó.

¿Bueno? —conteste.

Ah Onodera, te llame a tu casa pero nadie contestaba, por eso te llame a tu celular.

—Naomi, ¿qué sucede? —ahora ¿qué habrá hecho Atsumi?

—Siento molestarte pero no puedo contactarme con Atsumi lo fui a buscar a su casa pero no lo encuentro y no sé ¿a dónde más ir? —Se oye preocupada —el presidente desea hablar con él sobre su contrato y su nueva novela, ¿qué hago? —está desesperada.

—Cálmate, te daré la dirección de la casa de sus padres para que vayas a buscarlo, y no sé en qué otro lugar podría estar.

—Gracias y lamento molestarte

—De nada si se algo te aviso.

—Muchas gracias, hasta luego.

—Bye.

Cuelgo y salgo de la tienda en la que estaba por lo menos ya tengo su regalo listo. Voy a casa y tras guardar el regalo, llamo a Atsumi.

¡Ritsu! —se oye raro.

—Atsumi, ¿Dónde estás?

—En mi casa, ¡hip! ¿Por qué? —esta borracho.

No te muevas de allí, Naomi ira para allá…

— ¡No quiero hablar con Naomi! —me grita

Está bien yo voy para allá — Takano me va a matar cuando le diga.

— ¡¿En serio?!

—Claro.

Cuelgo y ahora llamo a Takano.

—Cariño —su tierna voz de siempre — ¿Sucede algo? ¿Te sientes mal? Voy para allá.

—No espera, estoy bien, solo te llamo para avisarte que saldré.

¿Qué? ¿A dónde iras? — su tierna voz pasa a una molesta voz.

Atsumi tiene problemas y no desea hablar con Naomi, necesito ir a hablar con él…

Claro que no, el vive lejos y no dejare que viajes en el tren, en tu condición —me interrumpe y ya esperaba una reacción así.

Por favor, yo soy su editor y el es un gran escritor, necesita ser escuchado, solo eso, en cuanto me vea se calmara y podrá seguir escribiendo —claro omito el hecho de que parece estar borracho.

—No, Ritsu, no iras —me contesta tajantemente.

Lo siento Takano y sé que te preocupas por mí, pero al igual que tú amo mi trabajo y no puedo dejar que ese chico arruine su carrera por un simple problema, iré a verlo, tomare un taxi. Prometo cuidarme, en cuanto llegue allá te hablare y cuando me regrese te avisare —se que debe de estar por golpear a quien se le ponga enfrente.

Sí vas a hacerlo que te venga en gana ¿para qué me llamas? —está muy dolido.

Lo siento… te amo —cuelgo pues se que él se preocupa por nosotros pero ese chico necesita de mi ayuda.


Tomo mi abrigo y mi bufanda y salgo de la casa.

Al llegar al departamento de Atsumi me siento agotado, me duelen los pies por haber ido de compras y el bebé está un poco agitado, se habrá dado cuenta de que pelee con su papá.

Toco el timbre y nadie abre, lo vuelvo a tocar y nada.

Saco las llaves de mi saco, gracias a Dios que me dio una copia de lo contrario tendría que llamar a los bomberos.

Al abrir todo está hecho un desastre casi se parece a mi casa solo que yo no tengo botellas de vino tiradas por doquier.

— ¿Atsumi? —pregunto en voz baja, como si tuviera miedo de encontrarlo.

— ¡Ritsu!—escucho un grito y me asusto.

Los brazos de alguien me tiene sujetado y me besa la cabeza — ¡Veniste!

—Atsumi, casi me matas de un susto —me suelta y se pone frente a mí.

Se ve que no ha dormido, comido y mucho menos se ha bañado.

— ¿Qué te sucedió? —le pregunto y lo miro preocupado.

—No quiero hablar de ello —me jala y me lleva al sofá—siéntate cuéntame ¿cómo va tu embarazo? —me siento.

—Bien gracias por preguntar.

—Él debe de sentirse el hombre más feliz del mundo, pues tiene al mejor chico que se puede encontrar a su lado y está esperando un hijo suyo —me mira con cierta tristeza —yo sería muy feliz si un chico como tú estuviera a mi lado —sus ojos están a punto de llorar.

—Si ya sabes cómo es tu novio porque sigues con él —desvía la mirada de la mía.

—Ese puto ya no es mi nada mío y menos cuando lo encontré cogiendo con mi primo —dice muy molesto, toma una botella del piso y escurre lo que queda de su contenido en su boca.

—De todas maneras no valía la pena, ya encontraras algo mejor —lo animo.

—Ya lo encontré es solo que él ya tiene a alguien —su mirada se clava en mí —si me hubieras conocido antes que a Takano ¿te hubieras enamorado de mi? —su pregunta me tomo por sorpresa.

—Deja de decir tonterías y mejor te preparare algo de comer.

Que incomoda situación, no le mencionare nada de esto a Takano. Voy a la cocina y le preparo un café bien cargado. Se lo llevo y bebe reticentemente pero se lo acaba. Parece más sobrio, sus brillantes ojos cafés se ven opacos y sus cabellos siempre cuidadosamente desordenados hoy son un nido de pájaros, su barba ya esta crecida y realmente parece un pordiosero.

—Necesitas tomar un baño, mientras lo haces te haré algo de comer y llamare a Naomi para que este más tranquila…

—Pero…

—Nada, ella ha estado buscándote y está muy preocupada.

—Ok

—Mañana te pondrás a escribir —lo miro un poco preocupado.

—Ok, la novela está casi terminada, ¿quieres leerla? — me mira ilusionado.

—Sí —el camina a su habitación y me lleva unas hojas.

—Toma, me voy a bañar.

Dejo su borrador en la mesa y busco algo para cocinarle, encuentro lo necesario, lo comienzo a preparar y al tener todo listo lo dejo que hierva. Me alejo miro el reloj y ya pasa de las 10 de la noche y aun no h terminado aquí, llamo a Takano para explicarle la situación.

Bueno, ya vienes de regreso —su voz suena molesta.

—No…mm… yo me quedare a dormir, ya es muy tarde y todavía no termino con Atsumi, él está ml y necesita de un amigo —le explico lo más brevemente posible.

—No, iré por ti, no te voy a dejar con ese tipo —me regaña.

Takano, basta él es más que solo mi mejor escritor, también es mi amigo y necesita de mi apoyo, lo siento pero no vengas, yo puedo manejar la situación, además solo somos amigos —aclaro por si acaso —Te amo y no vengas.

Cuelgo pero estoy seguro que estará muy enojado y mañana será su cumpleaños, Ah Atsumi ¿Por qué elegiste esta fecha para darte cuenta de que novio es un puto?

—Listo, Ritsu —Al mirarlo veo a mi amigo de siempre, sin barba y mucho mejor que cuando llegue —huele delicioso.

—Vamos siéntate —le sirvo y comienza a comer.

Yo también me sirvo y como un poco. El bebé se remueve un poco y acaricio mi panza.

— ¿Te sientes bien? —me pregunta y me ve preocupado.

—Sí, solo estoy un poco cansado —le explico.

—Perdóname por haberte hecho venir en esta fecha, te separe de tu amante y te hecho trabajar mucho en tus incapacidades —me mira acongojado y verdaderamente arrepentido.

—No te preocupas, eres como un hermano menor para mí y supongo que tú harías lo mismo por mí.

—Ni siquiera lo dudes —me contesta.

Después de estar discutiendo algunas ideas de su novela optamos por irnos a dormir.

Me quedo en su cuarto de huéspedes. Me despierto en la madrugada por unos fuertes dolores en el abdomen.

—Takano —hablo fuerte pero no me contesta.

Cierto no estoy en casa.

Busco mi teléfono pero se ha descargado — ¡Ahh! —grito pues los dolores son cada vez más fuertes.

 — ¿Qué sucede? —Atsumi aparece.

— ¡Takano! —grito.

— ¿Le sucedió algo?

—No, llámalo, dile que el bebé ya viene —Atsumi me mira nervioso.

—Claro, le llamo desde el carro, vamos te llevare al hospital.

Asiento y dejo que me lleve.

Veo cuando llama y como va manejando me pasa su teléfono.

—Takano

Ritsu, ¿Qué quieres? ¿Ya te aburriste de tu amigo? —está muy molesto.

—El bebé

— ¿Qué tiene el bebé? —se oye preocupado.

Ya va a nacer ¡AHHHHH! —una contracción me aqueja.

—Cálmate cariño respira como en los ejercicios que ensayamos —me trata de calmar y escucho el tintineo de las llaves, supongo que está corriendo por la casa juntando todo lo necesario.

—Takano, te amo ¡AHHH! —le paso el teléfono a Atsumi y él le dice a que hospital vamos, después cuelga.


Ya en el hospital, el doctor me revisa, el dolor es fuerte pero cada vez es más espaciado. 

Después de un rato me duermo.

Al despertar una mano se aferra a la mía.

—Cariño, ¿cómo te sientes? —Takano me está tomando de la mano y se ve preocupado.

—Bien, que paso —mi mente va despertando lentamente — ¿el bebé? ¿Cómo esté el bebé? —me alarmo pero toco y mi panza y mi pequeño parece decirme: “tranquilo mami”, pues se remueve.

—Tranquilo, cariño, el doctor dice que es normal que en los primerizos tengan esta especie de ensayo de parto, pero que todavía no es tiempo, te hicieron un ultrasonido y el bebé está perfectamente —me relajo y acaricio mi panza.

—Perdóname —le digo —por todo lo que paso ayer y por haberte preocupado por nada —termino mis disculpas.

—No tengo nada que perdonarte es normal que quieras ayudar a tu amigo, me porte como un celoso, perdón, y sobre esto no fue tu culpa —me acaricia la mano.

Lo jalo y busco sus labios, el entiende y corresponde mi beso.

—Feliz cumpleaños, no se suponía que te dijera esto en un hospital pero por lo menos estamos juntos.

El sonríe y me besa de nuevo.

—Gracias mi amor, no importa donde estemos mientras estés conmigo.

Durante la tarde y después de haberme monitoreado y ver que estaba bien, me dejan ir a casa.

Atsumi se despide de los dos y me da su palabra de contactar a Naomi.

Al llegar a casa noto, todo muy ordenado y limpio.

—wow ¿has contratado a alguien para que hiciera la limpieza? —le pregunto.

—No nada de eso, estaba muy preocupado por ti, así que no podía dormir y me puse a limpiar.

Lo mire y me dedico una sonrisa de disculpa.

—Te amo —lo beso y él me acaricia la espalda — ¿Por cierto no iras a trabajar?

—No, hoy solo es la fiesta de fin de año y me excuse con el presidente, y deje a cargo a Hatori.

—Ok —lo tomo de la mano y lo llevo hasta el cuarto del bebé, desde que llegamos a vivir aquí hemos estado decorando este cuarto para recibir al pequeño.

Al llegar, lo siento en la mecedora —cierra los ojos, por favor —le pido.

Él lo hace y yo busco en el ropero.

Me acerco a su cuerpo y le pongo en las manos una pequeña cajita.

—Feliz cumpleaños, mi amor —abre los ojos y mira mi pequeño regalo.

Lo abre y me mira perplejo.

— ¿Te quieres casar conmigo? —estoy muy avergonzado por mi petición siento que mis mejillas explotaran del calor que desprenden y él se ve feliz.

—Por supuesto que sí, ¿cómo podría negarme? —me ofrece la cajita y la tomo, saco el anillo, y lo pongo en su dedo anular.

—Está hermoso y más porque me lo diste tú —sus manos viajan por mi espalda y sin darme tiempo me lleva a la cama, supongo que desea acción pero estoy cansado.

 Me abraza y me besa.

—Ahora que lo pienso, no se supone ¿qué yo debería de haber sido quien te pidiera matrimonio? —me mira curioso.

—No lo sé, pero como te gane te toca vestirte de novia —me rió de su cara de descontento.

Me abraza y comienza un delicioso cortejo.

De esta manera celebramos su cumpleaños, por primera vez juntos.

Nuestra cena de Navidad que tanto habíamos planeado fue suspendida pues no teníamos ganas de cocinar, él estaba desvelado y yo aún me sentía cansado, así que pedimos pizza.

En la noche solo dormimos muy juntitos, al igual que en los últimos días me desperté en la madrugada y fui a poner su regalo de Navidad bajo el árbol.
Regrese a la cama.

— ¿A dónde fuiste? —me pregunto con voz adormilada.

—Al baño —conteste mientras me acomodaba a su lado.

Me recibió y me achucho a su lado.


—Muchas gracias cariño —su voz me despertó.

—De nada —abrí los ojos y vi mi regalo en su mano, era un libro que había estado buscando por mucho tiempo y yo le pedí a mi padre que me lo consiguiera, y así lo hizo.

—Y aquí tienes el tuyo —me tendió una caja— ábrelo.

La tome y la abrí.

Era un hermoso juego de ropa para el bebé y unas cobijitas, estaban hermosas.

—Muchas gracias mi amor —lo abrace pero al ver el regalo hizo una cara extraña, y salió de la habitación.

Regreso muy rápido con una caja igual.

—Lo siento ese es el regalo del bebé, este es el tuyo —me dijo y sonreí por su detalle.

Abrí la caja y tenía un hermosa caja de madera con hermosos tallados a mano, era muy linda la vimos hace unos días en una tienda y la vi por mucho tiempo pero no le dije que la deseaba, pues ya habíamos gastado demasiado.

—Muchas gracias —conteste y lo bese.

Enredados en un largo beso y atrayéndolo a la cama fue que celebramos nuestra Navidad juntos, los tres.

En definitiva esto si era amor. 

SIGUIENTE


 Gracias por leer y espero sus comentarios :)


Comentarios

  1. NI HAO!

    Aaawwwwww me encantó, por fin esto solo pasa en los fanfics...jajajajaja
    un hijo... sorpresa... sorpresa Esa sí no me la esperaba jajajaja
    el lemmon... me gustó y esos gemidos... Diox, creo que eso fue lo que le falto a mi historia jajajajajajajaja xDDDDD

    Gracias por esta hermosa historia de Navidad y descubrimiento cumpleaños de Takano, esa tampoco me la sabía, eso le dio el "plus" a la historia, Te mando saludos.

    Sayobyee :3

    P.D. Ya estoy a la mitad del "Asami's revenge" xDDDDDDDDDDD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias y bueno se que no ha sido mi mejor historia e intentare hacerlo mejor pero que de verdad las historias cortas no me van pero bueno me gusto haber participado con ustedes y me encanta la idea de hacerlo de nuevo, muchas gracias por comentar y espero leerte pronto.

      Eliminar
  2. ¡Qué bonito! ¡Feliz Navidad! Que el próximo año nos traiga cambios y alegrías. Que todo mejore y todos mejoren. Un gran abrazo y muchos muak.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias y y espero poder regalarles muchos capítulos nuevos y bellas historias dignas de ustedes,
      Cuídate mucho y mis mejores deseos para este año.
      See you :)

      Eliminar
  3. Hola!
    Awww
    Ame tu historia
    Quedo muy muy bonita
    Y fue algo que de verdad no esperaba jaja
    Me gusto mucho ;D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias a tí por haber confiado en mí y me siento muy feliz de haberte conocido y espero seguir leyendote y trabajando juntas.
      Cuídate mucho see you :)

      Eliminar

Publicar un comentario