One-shot, A Christmas wish



By Shadoww



Navidad…  representa muchas cosas bonitas como: Amor, Paz, fiesta, intercambio de regalos, cena en familia, Santa Claus, el arbolito de Navidad… pero también deseos que uno quiere que se cumplan; para Akihito desde que conoció a Asami, digamos que no vive la temporada navideña como debería ser.  Y eso es porque él no celebra esta y ninguna otra festividad, al menos puede decir que trabaja los 365 días del año.


—Mañana será Nochebuena y no sé que regalarle a Asami. —Pensaba Akihito para sus adentros, mientras miraba la vista nocturna de la ciudad a través del gran ventanal del departamento.
—A Asami le da igual la navidad y siempre termina complaciéndome, pero…—continúa con sus pensamientos.
—Quiero que este año sea diferente… no quiero una simple cena y que terminemos haciendo el amor, que dicho sea de paso, el sexo es increíble pero…
—No sé, a veces me gustaría intentar algo… diferente. —pensó mientras se alejaba del gran ventanal, ya es tarde, pasan de las dos de la madrugada seguro se le juntó trabajo extra; se dirigió al pasillo dónde se encontraba la recámara principal y por alguna razón recordó el pequeño switch que abría un cuarto “especial”.  Pensó brevemente en sí abrir aquella puerta o no, hasta que se decidió a entrar…

Ahí, Akihito observó la amplia cama, la “colección de objetos S&M” que están en la pared y algo estremeció su cuerpo; una extraña sensación que Akihito cree que lo había experimentado antes… pero no lo recordaba.  Akihito se dio cuenta que se encontraba enfrente de la cama y por una alguna razón, levantó sus dos brazos a la altura de su cabeza, haciendo como si estuviera amarrado y fue ahí; en ese instante que tuvo como “flashazos” de un recuerdo perdido.  Asami… estaba tumbado en el piso, amarrado de las muñecas… hasta que recordó completamente.  


— ¡Mi sueño! —Exclamó — ¡Eso es lo que quiero, tener a Asami sometido! Volver a tener la sensación que tuve en mi sueño! —esbozando una sonrisa en sus labios.
—Sí, lo recuerdo bien, la excitación que tuve al golpearlo… Dios.
— ¡Ahora sé qué le voy a “regalar”!
—Un momento… —se detuvo un momento en sus pensamientos.
—Ya tuve un “intento” para someterlo y al final él terminó “castigándome” apropiadamente y a su manera. —reprimiendo un poco su alegría.

Akihito se sentó en la cama pensando en cómo llevaría a cabo la preparación de su “regalo”, ciertamente tenía que planearlo más detenidamente; se dejó tumbar por el colchón mirando fijamente hacia la lámpara del techo de la habitación y fue ahí que se le ocurrió algo… pero necesita información, saber cómo y qué cosas necesita para la realización de la idea que tiene en mente.  Se levantó rápidamente de la cama y se dirigió a su propia recámara, encendió la pc para buscar algo en internet.


—Necesito ideas… algo que me ayude, vamos… vamos… —gruñó sin encontrar lo que buscaba.
—A ver sí es cierto que “Dios Google”, tiene todas las respuestas.  —Y fue así, como “Dios” le respondió, en el listado de resultados encontró un par de opciones que le llamaron la atención, y de alguna manera le esclarecieron las dudas que tenia y lo mejor de todo… tienda virtual. — ¡Genial! — exclamó con agrado su descubrimiento.

En eso Akihito toma su móvil y decide marcarle a Kou para que le ayude a hacer algunas compras y de paso a preparar lo de la cena de Navidad.  —Sólo tengo unas horas, así que debo apresurarme antes de que Asami sospeche algo. —Con ese pensamiento en mente, apagó la pc y tomó sus llaves para salir e iniciar los preparativos para la Nochebuena.

Después de 4 horas tras visitar los locales que vio en las páginas web, comprar lo necesario para su plan, lo de la cena de hoy y recoger la tintorería.  Akihito y Kou decidieron hacer una pequeña parada en una cafetería, —Muchas gracias por ayudarme con mis compras, Kou —agradeciéndole con su mejor sonrisa.
—De nada, Aki… me diste el pretexto perfecto para salirme de mi casa, mi mamá anda toda nerviosa con los preparativos de la cena.
—Espero que un día de estos me cuentes para qué es todo eso que compraste.  Me intriga mucho esas cuerdas de cuero que compraste —terminó de decir Kou señalando un par de paquetes que su amigo compró en una de las tiendas, —Eso es confidencial, amigo mío —respondió Akihito al momento que le hacia un guiño y ríen al unísono.  En eso suena el móvil del fotógrafo, lo toma para revisar quién llama… era Él.

—Bueno. —contesta Aki de manera normal.
— ¿En dónde estás? —pregunta Asami molesto.
—Estoy en el centro haciendo las compras para la cena de Navidad y también para recoger la tintorería
—Y por hacer eso te tomas más de 4 horas, ya es tarde regresa a casa. —gruñó
—No entiendo tu molestia, Asami; sí te dejé un recado pegado con un imán en el refrigerador, avisando que llegaría tarde.
—Eso no importa, dime en dónde estás para ir por ti en este momento —sentenció.
—E-Espera… no puedes, aún me faltan cosas por comprar. —respondió Akihito ante la petición del Yakuza.
—Aaagggh…  Por eso odio la Navidad o cualquier otra festividad, hacen que todo mundo se la pase en las tiendas, perdiendo el tiempo… Está bien, Akihito, termina tus compras; tienes dos horas… después de ese tiempo mandaré por ti, ok? —dijo Asami de manera autoritaria.
—Pero que “Grinch” me saliste… ok… Termino con mis compras para estar en casa lo antes posible. —respondió Aki resignado.
—Bien, te estaré esperando… nos vemos. —Asami colgó.

Akihito guarda su móvil y mira a Kou mientras le daba un sorbo a su taza de café. 
—Kou, vamos a terminar con nuestras compras pero antes que nada… ¿Me puedes guardar mis cosas? ¿Please?
Te juro que mañana temprano, a primera hora me las llevo para mi casa, por favor.
—Está bien, Aki… no te preocupes. 
—Gracias, Kou te lo compensaré con un regalo —agradeció tras pagar la cuenta y salir a terminar de comprar lo que falta.  Akihito regresó a casa, medio acomodó las cosas y la tintorería, y de inmediato entró a la cocina para preparar la cena, —seguramente Asami ya debe tener hambre, Dios —pensó Akihito mientras empezaba a cortar los vegetales.

En eso sintió que un par de brazos que le abrazan, Akihito dio un respingo ante la sorpresa, — ¿Por qué tan tarde, ehh? —preguntó Asami inclinado junto a él, su cálido aliento desplazándose sensual sobre su nuca.
—Y-Yo, lo siento… me entretuve en las tiendas, pero enseguida te preparo la cena… —respondió nervioso ante las caricias de su amante.
—Déjalo… —ordenó Asami, mientras lo voltea para darle un beso, las caricias pasaron de ser sutiles a más intensas, las manos de ambos se movían por doquier tratando de obtener del otro todo su ser, el Yakuza arrinconó a Akihito en la pared, abrazándole con fuerza y comenzó a besarle el cuello. 
—A-Asami… —suspiraba Aki en su oído, quien ya lucía un rostro sonrojado y con los ojos cristalinos.   Luego Asami lo levantó; haciendo que él le rodeara la cintura con sus piernas, para luego unir sus labios en otro beso apasionado.
—Asami… eres peligroso —afirmó luego de separarse de ese beso devorador.
— Y no soy capaz de resistirme a ti —afirmó.  Asami sonríe complacido ante el comentario.

A la mañana siguiente, Akihito le pregunta a Asami sí va a llegar temprano para la cena de Navidad, mientras le entregaba su gabardina y portafolio.  —Hmm… no lo sé, ha salido trabajo extra debido a la temporada navideña, te llamaré si terminó antes, ok?
—ok.
Acto seguido, él sale del departamento y el fotógrafo sólo dispone de horas para preparar todo para la Nochebuena… que será inolvidable. 

Después de llegar de la casa de Kou y de agradecerle el favor que le hizo por guardar sus cosas, puso manos a la obra y llevó todo a la habitación solo tiene un par de horas antes de preparar la cena.  Después de leer instrucciones y de poner el cuarto, literalmente “patas pa’ arriba”, Akihito quedó satisfecho con las modificaciones que le hizo al cuarto “especial”; aún le quedaba tiempo para empezar a preparar la comida y darse una merecida ducha, —Definitivamente esta noche, Asami, no la olvidarás nunca.— terminó de decir la frase esbozando una sonrisa juguetona.

Una vez que terminó de preparar la carne, hizo la limpieza minuciosa de la casa y justo cuando se disponía a tomarse la ducha… suena su móvil.  El yakuza llama.
—Akihito?
—Sí.  Dime, ¿Vas a llegar temprano o no?
—Me cancelaron mis citas de último momento, así que estaré temprano en casa como a las 9 p.m.
— ¡Perfecto! Entonces te espero aaaah, no te desesperes porque seguro habrá mucho tráfico, ok?  —dijo Akihito sin ocultar su emoción.
—Cuanto entusiasmo… eso no es normal en ti, huh?  ¿Acaso estás planeando algo especial? — ¡Rayos! no se le va una al yakuza — pensó Akihito.
—Idiota, es Navidad.  ¿Qué otra cosa especial pudiera yo estar preparando? —dijo mientras rodeaba los ojos y tratar de sonar lo más normal posible.
—Ahm… no sé, ¿Acaso quieres que te lo confirme o finjo demencia para que me sorprendas? —dejando salir una ligera risa para coraje de Akihito.
—Tsk… No sé que estés imaginando, pero no va a ser más que la cena de Navidad y uno que otro brindis, Sr. Pervertido. —diciendo tajante.
—Hey, sí ese es el “plan”; entonces me tocará a mí cambiarlo —terminó de decir para dejar escapar sonora carcajada, Akihito se enfadó aún más.
—Te veré en casa, nos vemos. —Colgó sin darle a Akihito la oportunidad de responderle.
—Siempre con esa actitud insolente… pero esta es la última, Asami. —pensó mientras apagaba el móvil para guardarlo en el bolsillo del pantalón.

Terminó de dar los últimos detalles de la cena, se dirigió a la recámara y entró al baño para darse un buen “regaderazo”, luego sumergió su cuerpo en la amplia tina que previamente había preparado con sales.  Y con la esponja empezó a frotar su cuerpo para que se impregnara el aroma a cítricos, esta noche debía lucir impecable; al salir de la ducha Akihito empezó a vestirse. 

Por fin todo está listo para la “gran ocasión”, cena, luz tenue, champagne enfriándose y para la ocasión Akihito decidió vestir algo menos elegante; escogió un atuendo de pantalones semi-entallados azul marino, un jersey de color blanco y una cazadora acolchonada en gris oscuro y con calcetines del mismo color; consiguiendo así un look más casual.  El menor se mordió el labio inferior pensando en el cuarto “especial” y repasando el plan una y otra vez; no quería cometer error alguno porque parece que Asami sospecha algo, se mostraba nervioso… ansioso.

En eso Asami llegó, puntual a la hora acordada, Akihito sale de la cocina para recibirle.
—Ya llegué. —gritó Asami mientras se quitaba los zapatos.
—Bienvenido a casa. —le respondió mientras le tomada su portafolio y notó que llevaba otro atuendo, no es el que tenía en la mañana.  A Asami gusta de vestir sus trajes de manera elegante e impecable; ósea  el clasicismo llevado al extremo desde el punto de vista de la elegancia, con colores oscuros y sobrios, pero el señor llegó con un traje informal todo en negro usando un jersey con “cuello de tortuga” (Nota de la Autora: Así las conocemos en México, pero en el resto del continente americano y Europa las conocen como jersey de cuello de “cisne” o “volteado”), el pantalón lo trae entallado para estilizar las líneas, un abrigo corto (normalmente usa gabardina) y guantes de piel. — ¡Demonios! ¡Sabe cómo lucir su cuerpo el maldito! —pensó.
— ¿Qué? ¿Te gusta cómo luzco? —preguntó Asami no sin antes dirigirle una sonrisa cautivadora.
— ¿Ehh? —respondiendo así tras salir de su trance.
El mayor se acercó para sujetar la cintura de Akihito de manera posesiva y darle un beso.
—A-Asami… espera, primero vamos a cenar, no? —tratando de apartarse de su abrazo.
—Mhmmm… mejor pasemos a lo “otro”. —gruñó.
—Aah, eres muy impaciente… siempre quieres hacer lo “otro”. —Bufó Akihito tratando de pararle las manos porque una ya la tenía bien aferrado a uno de sus glúteos y la otra acariciándole la espalda. — ¿Qué te parece sí hacemos un brindis? —preguntó tras conseguir salir de sus caricias.
—Bueno… —respondió Asami frustrado por tener que soltar a su “presa”.

Akihito se dirigió a la cocina para buscar las copas, no sin antes añadir el contenido que tenía en un pequeño sobre en una de ellas, sirvió la champagne y revolvió muy bien hasta que no se viera el rastro del polvo vertido, y se la entregó a Asami para hacer el brindis. 

Al llegar a la sala, el yakuza se encuentra sentado en el sillón que está junto al ventanal, ya se había quitado el abrigo y los guantes; y recibe la copa de manos de Akihito.  Levantan sus copas y hacen el brindis.
—Por una noche maravillosa. —dijo Akihito algo ruborizado, quizás por lo que va a suceder.
—Por una noche maravillosa e inigualable. —afirmando lo dicho por Akihito y bebieron al unísono.
—Hasta el fondo Asami. —pidiéndole para que lo hiciera y así fue…
—Bueno, ahora vamos en lo que estábamos. —Asami aventó la copa y volvió a abrazar a Akihito para tumbarlo en el sofá, Akihito le tomó su rostro con ambas manos para cerciorarse de que la droga ya empezará a hacer efecto.  Acercando sus labios a los de Asami en un roce, para después él lamer los de Akihito como pidiendo el acceso para profundizar más el beso e introducir su lengua.  Asami cerró los ojos, en verdad lo estaba disfrutando.

Y de repente, Akihito sintió como él comenzó a estrujar su trasero y con la otra mano pellizcó su pezón tan fuerte que no pudo evitar abrir la boca por el dolor.  Su lengua recorre la boca del menor de manera violenta, Akihito cierra sus ojos cuando Asami muerde su labio inferior; en eso siente como el cuerpo de Asami se dejó caer sobre el suyo, por fin la droga cumplió su cometido.  Con mucho trabajo Akihito llevó el cuerpo del mayor al cuarto “especial”, lo dejó un momento en la cama y comenzó a desnudarlo, luego se dirigió hacia la pared dónde se encontraban los objetos S&M en la parte inferior; se podían ver unas manivelas, las mismas que instaló en la mañana, comenzó a girarlas para que bajarán las cuerdas de cuero.

Akihito tomó una silla que había dejado junto a la cama y colocó ahí a Asami lo posicionó en frente de la cama, mientras tomaba una de sus muñecas para atarla a una de las cuerdas y luego la otra; tiró de las cuerdas para comprobar la fuerza de los nudos que había hecho.  Luego Akihito volvió a girar las manivelas para que Asami se levantará del la silla, el cuero en sus muñecas se estiró rápidamente.  Los brazos del hombre se alzaron abiertos a su cabeza quedando en puntillas; tan tenso se veía su cuerpo como un arco.

Akihito se llevó el dedo pulgar hacia sus labios hasta morderlo, no le gusta cómo se veía el cuerpo de Asami, todo tenso prefería que estuviera relajado; volvió a manipular las poleas hasta conseguir que el cuerpo se viera un poco más relajado, como en su sueño… que la imagen fuera perfecta.  Le abrió las piernas y escuchó un pequeño gemido que emitió Asami; está pasando el efecto de la droga.

Asami empezó a recuperar los sentidos, abrió despacio sus ojos, se sentía mareado… desorientado, en la habitación había una luz tenue que no ayudaba mucho que digamos, lo único que recordaba era que estaba besando a Akihito en la sala… ya ahí nada… no recuerda más. 
— ¿Estás despierto? —preguntó Akihito girando en torno a Asami, admirando la perfección de su cuerpo.   De repente unas caricias con plumas cayeron sobre su trasero, las piernas, el pecho y le rozaron las axilas.  Y luego… Nada.
Akihito dio un paso hacia atrás y enarcó una ceja al ver que él ya se estaba excitando.
—Akihito… ¿Qué pasa? ¿Por qué estoy atado? —preguntó Asami ante lo que está sucediendo, se encontraba atado en el centro de la habitación frente a la cama, y Akihito detrás de él.  ¿Observándolo?  Escuchó el sonido del ziper de una maleta al abrirse y fue cuando él giró la cabeza para mirarlo.  Akihito estaba buscando algo en su interior y lo encontró, su estómago era un manojo de nervios al verlo dirigirse a él con pasos felinos como una pantera acosando a su presa.  Una sonrisa audaz y peligrosa junto con un antifaz en una de sus manos; Asami se percató que la luz muy pronto se convertiría en oscuridad.

Asami tembló… pero no sabía sí era por el hecho de ver a Akihito que le ponía un antifaz, el deseo que le provoca su cuerpo… la lujuria.
Un silencio total…
—Así que esto es lo que planeabas, cierto? —preguntó sin recibir respuesta.
—No te saldrá, será como la otra vez… me liberaré de mis ataduras y te castigaré como te mereces, entiendes? —declaró Asami tratando de saber en dónde se situaba Akihito, ya que el antifaz no le permite ver absolutamente nada; sólo depende de su sentido del oído, y de repente, algo se deslizó por su espalda, se detuvo en las axilas hasta descender por los costados para situarse en las caderas.  Rodeándole hasta tocar su estómago para dibujar cada uno de los huecos que marcaban los tensos abdominales.

Tan suave… Lo estaba volviendo loco, necesitaba saber con qué lo estaba tocando, no son sus dedos, ni su lengua… “Eso” con que lo estaba tocando presionó sobre sus tetillas y Asami no pudo reprimir un gemido.  Un golpe rápido e intenso cayó sobre ellas, Asami reconoció plenamente que era lo que le estaba acariciando:  Una Fusta.

Se agarró con fuerza de las cuerdas que rodeaban sus muñecas y ascendían por las palmas de sus manos, volvió a sentir otra caricia… cerca de la ingle, el contacto fue sutil, excitante… un jadeo ascendió por su garganta, de nuevo un golpe, pero esta vez sobre el estómago. 

Akihito retrocede un momento…

Un toque más suave volvió a recorrer su cuerpo, lentamente trazó líneas sobre los muslos, rodeándolos muy despacio hasta deslizarse de nuevo por las caderas y de ahí por la espalda.  Dibujó con precisión la columna vertebral; acariciando la nuca y volviendo a bajar para detenerse hasta llegar a las nalgas.  Jugueteó con ellas, zigzagueando de una a otra y descendió de nuevo hasta tocarle las curvas para luego ascender hacia su sexo; un suspiro salió de los labios de Asami para luego recibir otro golpe esta vez en el trasero, más fuerte que los anteriores.  Fue así como él entendió el juego de inmediato, no podía emitir ningún sonido.

La punta de cuero volvió a caer sobre él, posándose bajo los testículos y comenzó a frotarlos con dulzura, él apretó los dientes para no jadear de placer.  Todo su cuerpo se tensó, las rodillas se le doblaron sin que pudiera impedirlo y sólo las cuerdas de las muñecas le mantuvieron erguido.  El tormento continuo ahora sobre el escroto y luego en la hendidura entre los glúteos, presionando contra ellos, Asami gruñó frustrado.

Otro castigo, esta vez en la parte trasera de los muslos, le hizo arquear la espalda.

Asami sintió la presencia de Akihito frente a él.  Derramó algo sobre su estómago, que resbaló hasta gotear sobre su ingle; apretó las ataduras que tenía sujetas con los dedos.  No gemiría… no lo haría.   Más pasos… envolviéndole, y sintió que Aki estaba detrás de él, dejando caer el mismo líquido en la parte baja de la espalda.

Akihito deslizó la fusta por el perineo, para a continuación reptar tortuosamente por el valle prohibido entre sus nalgas, resbaló con rapidez hasta el fruncido orificio; lo tentó sólo un segundo y siguió su recorrido, impasible ante los temblores que provocaba en su andadura.

Él tragó saliva, había identificado el líquido: aceite, la varilla de cuero se desplazó con desesperante lentitud por la cadera, llegó a su ingle y lo acarició sin tocarle el pene, firme y grueso que palpitaba impaciente.  Descendió hasta detenerse en las rodillas al mismo tiempo que, por fin, él pudo sentir el anhelado roce de piel contra piel.  Un toque ligero e inesperado justo sobre su glande.  Empujó el vientre hacia la caricia y un jadeo abandonó su boca.

Otro nuevo golpe… sobre el pene, con la punta de los dedos; un veloz azote que él se excitó en vez de molestarle, Asami gimió con fuerza… otra leve palmada; sus caderas volaron hacia su mano, volvió a gemir pero esta vez de manera voluntaria.  Otro toque… Otro gemido.  Una risa… el sonido del cuero al caer al suelo, no hubo más roces.  Akihito había descubierto el juego.

Asami esperó turbado la siguiente caricia, escuchó atento el silencio, no sabía dónde estaba ni intuía que pensaba Akihito hacer.  Se movió impaciente, enfadado por la oscuridad obligada, y giró la cabeza para olfatear el aire para buscar su aroma…  Nada…  No lo encontraba.  En eso unos labios se posaron sobre sus tetillas haciéndole jadear… se alejó de nuevo…

Una húmeda caricia le recorrió la espalda.  Él se mantuvo inmóvil recurriendo a toda su fuerza de voluntad.  Akihito saboreó cada centímetro de su piel, le mordisqueó en la cintura, descendió por las caderas, jugueteó con las curvas, ascendió por el interior de los muslos…  Él se tensó esperando el húmedo roce contra sus testículos; pero este nunca llegó.  Un pellizco inesperado sobre las nalgas hizo que se estremeciera y se aferrara a las cuerdas, mientras un dedo inquisidor irrumpía entre los montes gemelos y se posaba sobre el fruncido ano, sin penetrarlo… Se apartó estupefacto, Akihito volvió a sonreír.

Akihito se colocó frente a él… sus manos le rodearon posándose en su trasero, amasándolo, le succionó las tetillas y jugó con ellas; una descarga eléctrica se extendió por su estómago mientras una caricia tan delicada como el rocío le bajaba por el torso hasta impactar contra el ombligo.  La lengua dibujó el contorno y se introdujo profundamente en él.  Un jadeo involuntario abandonó sus pulmones… un mordisco en la cadera y, luego… la espera.

Akihito frotó la mejilla contra su pene, sus manos volaron hasta la entrepierna para introducirse entre los muslo abiertos y acoger en las palmas de sus manos el escroto.  Un quejido suplicante le subió por la garganta amenazando con escapar, pero logró silenciarlo, Akihito le besó las caderas sin dejar de acariciarle; lamió con deleite la piel, la suplica contenida escapó entre sus mandíbulas apretadas… volvió a alejarse.

Le acarició el cuello con la nariz y posó las manos sobre el musculoso abdomen para descender por el sendero que conducía hasta su sexo, deteniéndose antes de llegar a tocarle en donde más lo necesitaba.  Torturándole, haciéndole arquear la espalda y obligándole a sostenerse sobre las puntas de los pies…
La pecaminosa lengua recorrió lentamente el torso, jugó en los huecos entre las costillas, descendió sin prisa hasta lamer los confines de su ingle y, por fin, se posó sobre el pene.  Asami suspiró agradecido hasta que… unos dedos se introdujeron inclementes entre los montes gemelos y tentaron el ilícito agujero al tiempo que aquella cruel boca resbalaba veloz por el tallo del miembro y se detenía sobre los testículos.  Sopló sobre ellos, haciendo vibrar cada músculo de su cuerpo y a continuación los albergó entre sus labios.

Un grito de placer rasgó el silencio y, acto seguido, sintió la invasión del dedo índice en el ano, se retiró de un empujón y negó con la cabeza, frustrado.  Empezaba a entender el juego, porque ahora habían cambiando las reglas. 

Emitió un jadeo voluntario…

La boca de Akihito aleteó sobre su pene a la vez que el dedo profundizaba apenas en su recto.  Asami apretó los dientes con fuerza pero esta vez no se apartó, él lo premió lamiéndole el tronco del pene; se detuvo a saborear cada vena, mordisqueó y succionó…  Le hizo llorar lágrimas de semen que fueron vilmente ignoradas.  Dejó escapar un quejido…  Akihito sintió su boca juguetear con la punta del pene, saborear el esperma que emanaba desde la abertura del glande…  Y entonces la mano que se había mantenido alejada, lo aferró con firmeza del pene y lo masturbó… Asami comenzó a mover las caderas, sin emitir sonido alguno, el sudor le perlaba la frente; los tendones de su cuello, brazos y muñecas se marcaban como si fueran a reventar y, aun así, sus labios permanecieron sellados.

Akihito por fin pareció apiadarse de su sufrimiento e introdujo el glande en el abrasador calor de su boca para degustarlo como si se tratará de un caramelo, tentando la uretra.  Pero cuando Asami empujó el vientre, intentando penetrar más profundamente, Akihito lo castigó apartándose de él…

El dedo índice invadió por completo su ano y el rugió, Akihito frotó su mejilla contra el pene y un gemido suplicante se escuchó en la quietud de la habitación.  Akihito sonrió complacido contra su piel y, por fin, le permitió entrar mientras le acariciaba con la lengua, instándole a presionar contra el paladar… sus dientes acariciaban con cuidado el tronco del miembro haciéndole gritar violentamente. 

La boca de Akihito, cálida y acogedora siguió trabajando la verga; deteniéndose cuando la sentía engrosarse y latir, impidiéndole alcanzar el orgasmo.  Ya no pudo soportarlo más, su respiración se aceleró, su garganta explotó y todos los jadeos que había estado conteniendo arrasaron el silencio como un vendaval.

El dedo que ahondaba en su interior bombeó con cada sonido mientras la boca que le retenía preso permitió que se hundiera en ella hasta rozar los límites y más allá, Akihito tragó presionando sobre el glande hinchado y furioso; las piernas de Asami se tensaron, su vientre se contrajo y su cabeza cayó hacia atrás con un bramido ensordecedor.

Mientras el dedo invasor, encontró un pequeño punto en las profundidades del recto que le hizo gemir con más fuerza.  Él lo oyó y sin dudar, friccionó y acarició sobre él al tiempo que continuaba succionando, lamiendo y absorbiendo el pene.  El calor estalló en su ingle y recorrió cada centímetro de piel provocando que todos sus músculos vibraran ante el impactante placer.

Bombeó con fuerza la boca que lo tomaba, se convulsionó cuando Akihito frotó con más fuerza dentro de su ano y por fin, explotó con una tremenda explosión, un chorro de ardiente semen que Akihito saboreó con cada fricción hasta que cesaron los temblores y Asami cayó cansado, sujeto únicamente por las ataduras de sus muñecas… Akihito se aleja otra vez.

El silencio se rompió con un gemido…

Giró la cabeza de un lado a otro buscando el origen, delante de él, cerca; entonces recordó su posición en la que se encontraba situado: frente a la cama.

Un jadeo… un golpe amortiguado, — ¿Akihito cayendo en la cama? —pensó Asami a la vez que dejó salir un quejido.
— ¿Akihito? —preguntó tratando de controlar su respiración para poder escuchar mejor.
En eso escuchó el susurro de la piel contra las sábanas de seda.
— ¿Dónde estás?
No contestó.
Se escucha una sonrisa… otro gemido.
— ¡Déjame verte! —exigió.

Asami se movió inquieto, no podía verlo, pero sentía su respiración acelerada, los jadeos que escapaban de su garganta lo volvían loco de curiosidad, de impaciencia y de rabia por no poder estar con él; ante su desesperación comenzó a frotar sus mejillas contra los bíceps, moviendo el antifaz y llevándolo poco a poco hasta su frente, necesitaba verlo.  Los jadeos de Akihito se tornaron más intensos, más erráticos, se mezclaban con gruñidos y suspiros en una sinfonía de placer de la que Asami no era participe.  El antifaz por fin deslizó hasta sus sienes y pudo vislumbrarlo.

Akihito se encontraba desnudo sobre la cama, frente a él… los pies clavados en el colchón, las rodillas dobladas, los muslos muy abiertos…  Akihito estaba usando un vibrador de color morado que entraba y salía de su ano impulsado por una de sus manos; mientras con la otra se masturbaba el pene.

— ¡Desátame! —gruñó quejumbroso.
—No.
—Desátame… Ahora. —ordenó.
—No.
—Déjame darte placer. —rogó.
—Mhmmm, no es necesario.
—No puedes correrte. —afirmó.
— ¿Seguro?
—Tu cuerpo sólo responde a mis caricias. —sentenció.

Akihito levantó la cabeza y le observó sin dejar de masturbarse, una sonrisa se dibujó en su rostro antes de que los párpados bajaran, ocultando el brillo de sus ojos.  Asami lo observó contonearse y levantar las caderas, su mano se movía más rápido sobre su pene mientras que la otra no dejaba de empujar el vibrador, todo su cuerpo comenzó a temblar; incapaz de sostener el falo de látex, lo dejó caer y un largo jadeo escapó de sus labios sintiendo llegar al clímax; fue entonces cuando explotó liberando el semen y su mano aprisionó más el pene.  Quedó paralizado unos instantes y luego se derrumbó fatigado sobre la cama.

Asami gritó de frustración, de rabia y de impotencia, los ojos de Akihito volvieron a abrirse, su cuerpo ya no temblaba.  Él seguía atado pero ya no colgaba por las cuerdas.  Estaba erguido con las plantas de los pies posados bien firmes en el suelo, las piernas ligeramente abiertas; los abdominales marcados, las venas de los brazos tirantes, la cabeza levantada y sus ojos fijos en Akihito.  Todo le indicada que estaba dispuesto a luchar… o quizá no del todo, su pene se encontraba semierecto.

Akihito volvió a sonreir.

Asami lo observó levantarse de la cama, perezoso y dirigirse hacia la silla donde se encuentra la maleta para sacar una toalla y limpiarse con calma el sudor que le brillaba en la cara, el pecho, entre los muslos… Luego caminó de manera felina hacia Asami quedando frente a frente con los brazos cruzados.

Asami volvió a gruñir y tiró de las cuerdas y apretó la mandíbula.
—Feliz Navidad, cariño. —comenzó a decir Akihito, Asami se quedó inmóvil, escuchándolo.
— ¿No te gustó? Pues… que lástima, me gustaría volver a repetirlo para la noche de Año Nuevo. —continuó hablando Aki ante la mirada atónita de Asami.
—Ni lo sueñes. — respondió Asami a la vez que daba un tirón a las cuerdas nuevamente.
—Desátame. —ordenó.
—Olvídalo.
—Desátame, te digo…
—No.
—Por favor… Desátame y hablemos, ok? Creo que podemos llegar a un buen acuerdo. — rogó.
Akihito soltó sonora carcajada ante la petición del Yakuza.
— ¿Crees que no lo sé? En el momento que te suelte te abalanzarás sobre mí, me besarás, me acariciarás y me harás olvidar hasta de mi propio nombre…  Lo siento. —finalizó encogiéndose de hombros.
—Lo cierto es que después de tremenda actividad que tuvimos, me ha dado hambre.
Concluyó Akihito tras dirigirse de nuevo a la silla donde está la maleta y sacó una navaja, volvió para acercarse a Asami y cortó una de las cuerdas que ataban sus muñecas, luego dejó caer la navaja y salió de la habitación.
—La cena se servirá en 15 minutos… Te espero. —salió de la habitación mientras se oían sus pasos por el pasillo.
Asami esbozó una pequeña sonrisa mientras terminaba de desatarse la otra cuerda; miró de reojo la habitación… las manivelas, la fusta y terminó por mirar el vibrador que usó Akihito para terminar de torturarlo.
— ¿Así que quieres volver a hacerlo, huh?  —pensó Asami mientras tomaba el falo de látex y sentarse en la cama.
—Que así sea… pero esta vez será a mí manera. —sentenció el yakuza y le da un pequeño beso al vibrador.
—Feliz Navidad para ti también Akihito… Y te prometo que te daré el mejor inicio de año… que jamás olvidarás. —Terminó de decir el yakuza luego de levantarse de la cama para ir a tomarse una ducha.


FIN.


Gracias por leerlo y espero sus comentarios.

Comentarios

  1. Muy buen One-shot, me agradó la narración, descripción, el ritmo y claro las situaciones bastante eroticas, esperaré leer mas obras tuyas.
    Hasta otra ocasión

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. NI HAO! (HOLA)

      Gracias, que bueno que te gustó mi historia... ¿Sabes? la verdad sí me puse nerviosa porque en cuanto empecé a leer el primer one-shot, pensé: —"chin, historia original... muy romántico y el lemmon muy dulce y tierno y ¿Qué mandé yo? Un verdadero fanfic lleno de erotismo, osea mi fantasía más oscura hecha realidad". jajajaja xDDDD Pues Keyla me está pidiendo continuación xDDDDD ya estoy preparando un escrito de prueba, me gusta mucho esta pareja y se puede sacar mucho "jugo", espero que terminarlo para que lo disfruten en Año Nuevo. Te mando un abrazo, desearte lo mejor en este Año que ya mero acaba y que todos tus deseos y metas se cumplan en el Año Nuevo.

      Sayobye :3

      Eliminar
  2. Ya te había dicho que deseo una continuación, no puedes dejarnos con las ganas de saber como se vengara Asami, si esta noche fue candente de la del yakuza debe ser mejor, mi querida Sahdoww te toca darnos una continuación, por favor.
    Esta de más decir que fue excelente, realmente muy candente y lleno de pasíon. Captaste muy bien la escencia de los personajes y los desarrollaste muy bien en esta situación. Amo al Yakuza aunque ahora le toco ser la victima, fue genial verlo en esta situación y Akihito es un un uke muy travieso y merece un castigo.
    De ahora en adelante no podré escribir una escena de sexo de manera normal ya que estare bajo tu sombra, me encanto, ya lo dije verdad jajaja
    Quiero contiiiiiiiii
    Por favor, por cierto tu historia me recordo a cierto hombre celoso y paranoico llamado Jesse ward (de la trilogía Mi hombre) y al igual que a él, lo ame.
    Cuídate mucho y esperare la segunda parte (ya doy por hecho que habrá) See you :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. NI HAAAAOOOOO!!!

      Aaaaaaaahhhhhh... (suspiro) pasé la prueba "del añejo" jajajajajajaja Ahora entiendo cuando te entran los nervios y ansiedad de saber sí gusta tu historia o no. Quieres continuación y te la voy a dar... (Asami's revenge is coming) ya como escribí "arribita" jajaja ya estoy preparando el escrito de prueba y espero terminarlo YES BABY!!! :D

      me encantaría leer esa trilogia, ya mero termino "Cumbres Borrascosas", nooooo, no me digas eso.... Tus escenas de sexo son buenas, candentes y lo que le sigue uuuuuffff siempre debo tener harto hielo para mi coca-cola jajajajaja xDDD.

      Gracias Keyla por darme la confianza y animarme a escribir, te mando un mega abracitu, te deseo una Feliz Navidad y un Próspero Año 2015!!

      Sayobyeeee :3

      Eliminar
  3. Akihito comprando en una sexshop XD
    Como sea.. yo quiero un regalo de esos ;)
    abra continuación? espero que si :)
    muy buen fic, saludos!
    Ds.+

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. NI HAO!
      Gracias a ti por leer mi historia
      JAJAJAJAJAJAJA Pues si el muchacho queria variedad, ni modo tenia que comprar sus juguetitos, jajajaja xD
      Si, estoy trabajando en ello {por peticion de Keyla}, te mando saludos.
      Sayobye

      Eliminar
  4. Hola!
    Me ha encantado tu historia como no tienes idea jajaja
    No espere leer algo así para Navidad y es por eso que me ha encantado aún más
    Me has alegrado la noche jajajaja
    Y me alegra ver que habrá continuación
    Estaré esperando ;D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. NI HAO!
      UUUUUyyyyy que bueno que te gusto mi "fantasia" xD
      y si habra Asami's revenge, espero terminarlo pronto.
      te mando saludos.
      Sayobyyeee :3

      Eliminar
  5. HOLA!

    Wow... me gustó tu historia, mucha pasión.
    vaya que tienes creatividad para festejar la navidad, ojalá y mi pareja tuviera tus ideas... uuuffff otro cantar seria.. felicidades leo que sí hay continuación... y espero leer más de tu trabajo.

    Saludos

    Camui

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. NI HAO

      Gracias por leer mi historia, que bueno que te haya gustado, y pues te invito a que la leas se llama "Año Nuevo... Dulce Venganza". Más hard que nunca jejejeje XD

      E-etoo... gracias por el cumplido, se hace lo que se puede para tener una navidad decente jajajaja Ahora en cuanto a nuevas historias... pues ya nos hicieron la atenta invitación, de volver a escribir para celebrar el 14 de Febrero... espero terminarlo para que puedan leerlo... seguiré con esta pareja, porque siento que se les puede sacar "mucho jugo".

      Gracias por leer y te mando saludos.

      Sayobye :3

      Eliminar

Publicar un comentario