Amuleto ¿Yo? Capítulo 16.

Un desconocido y solo eso.



Clark separa su cuerpo del mío pero solo un poco y mira a la persona que nos observa, yo lo empujo más e intento poner kilómetros de distancia entre nosotros, sin embargo el no sede, recarga su peso en sus brazos que están puestos a lado de mis hombros impidiéndome el paso, al parecer está disfrutando el momento pues noto su sonrisa socarrona.

—Gracias por el cumplido —. Clark contesta — Sin embargo no eres mi tipo.

Intento empujar de nuevo el glorioso cuerpo de este hombre pero al parecer ni siquiera lo nota.

—Ya veo, tu tipo son los novios de otros— Louis contesta muy molesto.

Louis me mira lleno de furia.

— ¿Vas a seguir allí o deseas que vaya por ti? —Jamás me había gritado de esa manera.

—No le hables así —Clark le habla y su tono da miedo.

—No te metas en lo que no te importa —Louis no se deja intimidar por el jugador.

—Clark, por favor déjame pasar —si dejo que sigan discutiendo me temo que habrá más que insultos.

El jugador retira sus brazos y me mira dolido por mi petición.

—Ahora ya sabes quién es el dueño de Karl —que le pasa a Louis, él nunca se ha comportado así,

El comentario que hizo no le hace ni pisca de gracia a Clark, puedo observar su lucha interna por controlarse, sin embargo termina por perder el control al darse cuenta de que Louis me ha tomado de la mano y me da un tremendo jalón.

— ¡Ay! —suelto un grito digno de dejar sordo a cualquiera, el jalón me ha tomado desprevenido y acabo en el suelo.

— ¡Eres un imbécil! —Clark le grita y se abalanza sobre Louis, que aún me sujeta de la muñeca. 




—Lo siento Patrick, pero no puedo aceptar tu propuesta —miro su rostro y se ha tornado serio, sin embargo sus ojos se ven felices, que extraño chico —. Me caes bien pero no puedo corresponderte, mi corazón ya está ocupado — debí decir que está roto por culpa de un idiota.

—Ok, como dije, seremos un par de desconocidos —estaba serio.

Puse mis manos sobre su fornido pecho y lo empuje, baje la mirada pues me sentía incomodo con la situación.

—Ya es tarde, me tengo que ir —sorprendentemente los brazos de Patrick me liberaron y me separe de él.

—Ok —esa fue su respuesta. Salió de la cocina, no me miro, solo se retiro dejándome de pie a lado del fregadero. Estoy triste por su partida, jaja que estúpido debo parecer, apenas lo conozco y ha logrado hacer que lo añore.

Camine directo a la puerta, salí al comedor y seguí hasta la sala, tal parece que Amanda no está por aquí ni tampoco Sandy.

Me percato de que aún llevo puesto la chamarra de Patrick, así que me la quito, la dejo sobre el sofá más cercano. Tras echar una última mirada, me hubiera gustado despedirme de Amanda y de Sandy ya que se portaron muy bien conmigo. Abro la puerta y salgo por ella.

Me dirijo al zaguán y abro para salir. Doy el primer paso fuera de la casa y aun espero que Patrick me alcance pero no ocurre. Termino por salir, cierro la puerta y camino, sin mirar atrás.

He caminado por varios minutos y todo a mí alrededor es desconocido.

— ¡Shit! No tengo ni idea de donde estoy —me detengo y miro la calle.

Es una calle sola, creó que al querer alejarme de la casa de Patrick no me di cuenta que me metí en este sórdido lugar, todo está muy sucio, huele mal, las paredes de las casas está grafiteadas con extrañas letras y tengo un mal presentimiento, un escalofrió recorre mi cuerpo.

—Voy a llamar a Nani para que me mande al chofer —oigo unos pasas que se acercan. Busco en mi pantalón y nada ni mi cartera, ni mi celular, ¡Shit! —Patrick.

—Hola, ¿se te perdió algo? —un chico rapado y delgado se acercaba a mí.

—No, nada —conteste y me aleje de él.

— ¿En serio? Te ves nervioso — siguió caminando hacia mí, mientras que yo seguí alejándome.

Este hombre moreno, viste un pantalón de mezclilla, una camiseta negra, tiene varias perforaciones en el rostro y oídos, además de algunos tatuajes en los brazos y en el cuello.

— Estoy bien, gracias —sigo caminando hacia atrás ya que no me atrevo a darle la espalda a este hombre.

—Tú no eres de aquí ¿cierto? —su mirada me daba miedo, su voz era fría y con cada paso que daba mi escalofrío aumentaba.

—Vine a ver un amigo pero ya me voy —conteste y estoy seguro de que mi voz transmitía mí miedo.

—Pues que amigo tan maldito, mira que dejarte solo por aquí, si aceptas ser mi amigo yo no te dejare solo por ningún motivo.

—Lo siento pero me tengo que ir —quiero correr pero no se hacia donde tengo que ir para salir de aquí.

—Espera, yo te llevo a tú casa —al tratar de voltearme para correr, me tropiezo y caigo—. ¿Te lastimaste?— me pregunta.

—Estoy bien —se acerca y se agacha hasta que su rostro esta frente al mío.

Me mira directo a los ojos y tengo ganas de gritar. Su mano toma mi rostro y me obliga a mirarlo.

—Eres muy guapo —me muestra una gran sonrisa y puedo ver sus dientes amarillos, su aliento llega a mi rostro y es evidente su adicción al tabaco.

—Por favor… me tengo que ir —sé que mi voz es un murmullo.

—Claro, eres libre de hacerlo pero antes tienes que pagar por pasar por aquí —noto que habla en serio y su rostro se acerca al mío.

Tengo miedo, estoy temblando y solo deseo salir de aquí. Me muevo y suelto mi rostro de su mano pero él no deja que me levante, al contrario me empuja y estoy recostado sobre el asfalto, él se posiciona sobre de mí.    

Me remuevo bajo su peso pero no logro zafarme y el no hace nada para quitarse.

— ¿Cómo pagaras? Guapo —Mis ojos me traicionan y dejan escapar mis lágrimas.

—Yo no traigo dinero pero lo puedo conseguir…por favor déjame ir —suplico y como respuesta la mano de este hombre se mueve por mi pecho y baja hasta mi cintura, me sobresalto por su contacto e intento empujarlo pero no surte efecto.

—No es necesario pagar con efectivo, acepto pagos en especie —su mano sigue su viaje hasta que llega a mi entrepierna.

—No por favor —suplico de nuevo.

—No llores, no te haré daño… claro si cooperas —pasa su mano por mí rostro y limpia mi llanto.

— ¡Ya basta! —su grito atrajo la atención del pelón.

Un pequeño sentimiento de esperanza surge en mi corazón con estas dos palabras.

—Hola, tigre —el hombre sobre mi hablo, y su cuerpo se tenso al volverse para ver a quien le grito —hace mucho que no te veía por aquí, recuerdas a “Dolly”, te anda buscando al parecer “Soli” se ha enterado de lo suyo y no le ha hecho mucha gracia —hablaba tranquilo pero su cuerpo seguía tenso.

—Suéltalo —su petición era amable pero el coraje contenido distaba de este sentimiento.

—Mira tigre, no estás en tu calle, así que no vengas a gritarme y por lo que te he dicho lo mejor sería que “Soli” no te vea por aquí, a menos claro de que estés aburrido y desees un poco de acción.

El horrible hombre se incorporo lentamente, me sentí mucho mejor ahora que estaba lejos de mi cuerpo.

Mire aún con los ojos húmedos a mi salvador por segunda vez en el día, Patrick estaba de pie frete al pelón, llevaba puesta una sudadera azul y encima la chamarra de piel negra, parecía agitado y claramente molesto. Él no dirigió su vista a mí en ningún momento pues su intimidante mirada estaba fulminando al hombre que se interponía entre ambos.

—Cierto, esta no es mi calle, de serlo tú no estrías aquí, además mi calle no parece un basurero — la sonrisa que mostraba distaba de transmitir felicidad —. Sobre “Soli” si realmente desea verme sabe dónde encontrarme, cuando guste puede ir a verme; y por último aléjate de él —su tono falsamente tranquilo cambio drásticamente a uno de evidente ira.

Me puse de pie lentamente y di un paso hacia él pero el pelón interpuso su brazo, deteniéndome, mire con suplica a Patrick, quién me miro molesto.

— ¿Es enserio? —su tono sarcástico me sorprendió — La verdad no deseaba pelear pero si tú quieres —paso la mano por su cabello y un suspiro de aburrimiento escapo de su boca.

—Cálmate tigre, solo tengo curiosidad, ¿Por qué te interesa el chico? —Su pregunta no pareció alterar el estado de ánimo de Patrick—. ¿Quién es?

—Eso es algo que no te interesa, pero solo por educación te contestare, él es —mierda de nuevo saldrá con el juego del novio — un desconocido, solo eso alguien a quien no conozco y que parece que no lo haré —su tono se ha tornado triste.

El pelón retira su mano y camino hacia Patrick, sujeta mi muñeca derecha en cuanto estoy a su alcance, me jala a su lado, y pasa su mano izquierda por mi cintura me pega más a su cuerpo mientras con la otra mano sigue sujetando mi muñeca. Mi mano libre termina sobre la de él en mi cintura. No deseo quitarla, solo busco un poco de sostén pues toda esta situación me ha puesto muy nervioso y siento que mis piernas podrían ceder en cualquier momento.

—Pues no parece que lo sea —el pelón me ve sorprendido por la manera en que Patrick ha tomado mi cuerpo y por la cual no me he quejado.

—Como dije antes, es algo que no te importa y agradecería que no te le vuelvas a acercar, a menos claro, que desees divertirme —su sonrisa sarcástica apareció de nuevo.

—Ok, tigre, si es tu juguete solo tenías que decirlo, y no dejarlo andar por aquí tan solito, ha tenido suerte de que se encontrara conmigo, que soy tan decente de lo contrario es posible que hubiera cambiado de dueño —la fuerza de la mano de Patrick aumento considerablemente y mi muñeca lo resentía, y la tensión del resto de su cuerpo era palpable.

— ¡No es mi juguete! —De nuevo su máscara de frialdad se rompió permitiendo evidenciar su ira —. Y la suerte no fue de él, sino tuya ya que de haberle hecho algo, es probable que no volvieras a moverte “Stuart” —su amenaza no solo logró asustar al pelón, pues yo estaba temblando, de oírlo hablar de esa manera tan tranquila.

 —“Stuart” pocos me llaman así, lo dejaré pasar en esta ocasión por tratarse de ti…

Una sonora carcajada lo interrumpe.

— Claro que me dejaras llamarte como quiera, tu propio jefe lo hace, tú porque no —el rostro del hombre llamado “Stuart” se nota molesto —por cierto salúdame a Jeanette dile que pronto la aire a ver —su molestia aumento en cuanto Patrick menciono a esa chica.

—Lo haré —su escueta respuesta, aumento el buen humor de Patrick.

—Adiós “Stuart” y espero no volverte a ver con mi desconocido, ¿Ok? —su voz sería acompaño a su despedida.

El pelón solo asintió y se dio la vuelta para alejarse de nosotros.

—Vámonos —Patrick me impulso a caminar.

Caminamos por varias cuadras sin hablar, conforme avanzábamos las calles eran más limpias y todo a su alrededor parecía más normal, creó que realmente me aleje, en cuanto damos vuelta en la siguiente calle puedo alcanzar a ver su casa.

— ¡Eres un estúpido! —La furia que transmite da mucho miedo, suelta mi cintura para poder ponerme frente a él —.Casi me da un ataque cuando no te encontré por la casa, salí a buscarte y da la casualidad de que no estabas por ningún lado, por un momento pensé en no buscarte pensé que ya estrías en tu casa, pero al recordar que tengo tú celular y en que te quite tus cosas supuse que estabas deambulando por las calles —se le notaba la preocupación en los ojos — si te hubiera pasado algo… ¿Por qué te saliste así, sin conocer el lugar? —su reclamo me recuerda nuestra plática.

—Yo pensé que estabas molesto conmigo, no quería causarte más molestias, además te fuiste sin decirme nada, supuse que no deseabas verme —mi voz es apenas un murmullo.

 —Claro que estaba molesto y por supuesto que no deseaba verte— al parecer mis deducciones fueron correctas —acababas de rechazar mi propuesta, necesitaba un segundo para aclarar mi mente, subí a mi habitación por mi sudadera y a relajarme antes de que te hiciera algo indebido —respiro profundo, a ¿qué se refiere con hacerme algo? — no debiste salirte así.

—Tú no dijiste nada, yo solo no deseaba incomodarte —niega con la cabeza a mi comentario.

—No es posible que no puedan pasar 24 horas sin que alguien que no sea yo intente violarte —su voz es un reproche.

— ¿Qué?

—En verdad Jaden eres demasiado lindo para andar solo por aquí —libera mi mano —espérame aquí voy por la moto para llevarte a tú casa.  

Sin embargo solo se despega de mí un poco y se quita la chamarra de piel y me la ofrece.

—Póntela, es por seguridad — sujeto la prenda.

— ¿Quienes él? Y a ¿Qué se refiere todo ese cuento de “Soli” y Jeanette? —estas preguntas y muchas más han surgido en mi mente.

—Así que resultaste ser un curioso —yo lo miro y lo insto a seguir —lo siento pero no creó que desees saberlo, además ¿por qué te contaría algo si solo eres un desconocido? —esa palabra comienza a desagradarme.

—Yo aceptaría ser más que un desconocido… tal vez un amigo si tú prometes no seguir con lo de ser novios —mi voz suena tímida.

—Lo siento pero preferiría que fuéramos desconocidos a renunciar a lo que siento por ti —su mirada esta fija en la mía.

— ¿Cómo puedes hablar con tanta ligereza cuando no me conoces?

—A diferencia de ti, yo no necesito años para saber si una persona me gusta o no, y el que tu desconocieras de mi existencia no implica que yo no supiera de ti —me mira retadoramente.

Abre la puerta de su casa y se pierde en ella, mientras me deja pensando en lo que dijo, ¿de dónde me conocerá?

Tarda unos minutos en sacar la moto.

—Toma —me da el casco —póntelo.

 Ya me he puesto la chamarra y ahora el casco.

Por cierto Amanda, ha quedado encantada contigo y lamenta no haber podido despedirse de ti —intento interrumpirlo para pedirle que me deje pasar a despedirme pero el parece leer mi mente —no está, salió con Sandy, me pidió que te dijera que eres bienvenido de venir cuando desees y que está es tú casa —cierra la puerta mientras me dice esto.

Esa señora es muy amable como es que tiene un hijo así.

—Gracias, dile que ha sido muy amable y que de no ser por ti me hubiera gustado frecuentarla… bueno lo último no se lo digas —miro la molestia en su cara y me retracto de mi comentario, con una sonrisa.

Patrick se sube a la moto y me invita a hacer lo mismo.

—Al aparato del demonio de nuevo — me sonríe, parece que su humor regresa.

—Pensé que ya habías superado tú miedo —me habla mientras toma mi mano para ayudarme a subir.

—No lo creó, además dudo volver a hacerlo de nuevo —no puedo ver su reacción ya que se ha puesto el casco.

Baja la visera y yo hago lo mismo. Miro a nuestro alrededor y las luces de la calle han comenzado a encenderse, la luz del Sol se está extinguiendo y la Luna se asoma de lado contrario. Me abrazo fuerte a su torso y el enciende la moto.

Avanzamos por las calles, no tengo ni idea de donde estoy hasta después de varios minutos de recorrido, él se detiene en un semáforo y se vuelve para verme.

— ¿Y dónde vives? —lo miro y una carcajada se me escapa. Creó que ninguno de los dos pensó esto antes.

Le doy la dirección y parece haberme entendido pues en cuanto la luz cambia a verde continua manejando.

Conforme avanzamos las calles me parecen más familiares y descubro que ya estamos muy cerca de mi casa.

Al estar a solo unas dos casas y antes de pedirle que se estacione, miro a dos hombre discutiendo enfrente de la puerta de mi casa e indudablemente uno de ellos es Clark pues su carro esta allí a su lado, al mirar mejor veo a Louis y veo del lado contrario su auto.

¿Pero y Karl?

— ¡Shit! — Clark le ha soltado un derechazo en el rostro a Louis, quien ni siquiera ha intentado esquivarlo.

De la nada aparece Karl, o tal vez estaba ¿sentado? Pero que hacía sentado o abajo, no entiendo.

Patrick se detiene a lado de la camioneta de Clark y al hacerlo me bajo de inmediato pero antes de que avance el me detiene y me da su casco, lo acepto, me empuja ligeramente para que permanezca atrás de él. Dejo su casco en la moto a lado del mío.

Él avanza y antes de que pueda detener a Clark este ya le ha dado ovarios golpes más a Louis, quien solo ha podido darle uno al capitán. Con el último golpe Louis ha perdido el equilibrio y ha caído al suelo.

— ¡Ya estuvo bien campeón! Lo que sea que intentaras explicar a “Ricón” le ha quedado claro —Patrick sujeta a Clark por los brazos y lo pega a su cuerpo.

— ¡Suéltame! —Clark forcejea para liberarse pero por muy fuerte que sea dudo que pueda con el campeón de Lucha grecorromana—. ¡Ese imbécil se atrevió a lastimarlo! —Clark irradia furia y por un momento veo que Patrick piensa soltarlo.

—Patrick ¡No! —Me mira sorprendido —No lo sueltes —lo miro muy decidido y termina por obedecerme, apretando el cuerpo de Clark. 

Karl está llorando e intenta acercarse a Louis pero este le indica con la mano que se aleje. Sin la ayuda de nadie se pone de pie y camina hacía su carro.

— ¡Esto no se va a quedar así! — Le grita su amenaza a Clark —y tú regresaras a pedirme perdón —le dice a Karl antes de subir a su carro e irse.

Karl se desploma en cuanto lo ve alejarse, corro a él pero Patrick ya ha soltado a Clark y se me adelanta para abrazar a mi amigo. Imagino que Karl lo alejara pero para mi sorpresa acepta sus brazos. Pero ¿Qué ha pasado durante mi ausencia con estos dos?.

Los miro boquiabiertos.

—Que ¿Sé te antoja? —Patrick me mira divertido —Yo podría hacer un sacrificio y abrazarte y hasta más tiernamente.

—Claro que no —le contesto tajantemente.

—Está bien, dado que mi servicio de réferi ha terminado me retiro —mira a la pareja con fingido asco —odio las escenas sentimentales —lo dudo o ¿por qué a mí se me pegaba como lapa?

Me quito rápidamente su chamarra y se la doy, él la acepta, la sujeta con una especie de red junto con el casco que sobra, a la parte de atrás de la moto.

—Gracias —Clark le dice a Patrick y este asiente a la gratitud de el capitán.

—Adiós desconocido —Patrick me mira y por alguna razón me siento incomodo.

—Espera —le pido y una luz llena de esperanza ilumina sus ojos —mi celular aún no me lo has dado — el brillo que recién aparecido se va en un santiamén —toma —saca de su pantalón mi celular y me lo ofrece, enciende la moto y sin darme tiempo de despedirme se va.

Lo miro alejarse entre los carros y perderse en la gran ciudad. Miro a la nueva pareja y un sentimiento de tristeza y envidia surge en mí.


ANTERIOR                     SIGUIENTE

Comentarios