Un desconocido y solo eso.
Clark
separa su cuerpo del mío pero solo un poco y mira a la persona que nos observa,
yo lo empujo más e intento poner kilómetros de distancia entre nosotros, sin
embargo el no sede, recarga su peso en sus brazos que están puestos a lado de
mis hombros impidiéndome el paso, al parecer está disfrutando el momento pues
noto su sonrisa socarrona.
—Gracias
por el cumplido —. Clark contesta — Sin embargo no eres mi tipo.
Intento
empujar de nuevo el glorioso cuerpo de este hombre pero al parecer ni siquiera
lo nota.
—Ya veo,
tu tipo son los novios de otros— Louis contesta muy molesto.
Louis me
mira lleno de furia.
— ¿Vas a
seguir allí o deseas que vaya por ti? —Jamás me había gritado de esa manera.
—No le
hables así —Clark le habla y su tono da miedo.
—No te
metas en lo que no te importa —Louis no se deja intimidar por el jugador.
—Clark,
por favor déjame pasar —si dejo que sigan discutiendo me temo que habrá más que
insultos.
El jugador
retira sus brazos y me mira dolido por mi petición.
—Ahora ya
sabes quién es el dueño de Karl —que le pasa a Louis, él nunca se ha comportado
así,
El
comentario que hizo no le hace ni pisca de gracia a Clark, puedo observar su
lucha interna por controlarse, sin embargo termina por perder el control al
darse cuenta de que Louis me ha tomado de la mano y me da un tremendo jalón.
— ¡Ay! —suelto
un grito digno de dejar sordo a cualquiera, el jalón me ha tomado desprevenido
y acabo en el suelo.
— ¡Eres un
imbécil! —Clark le grita y se abalanza sobre Louis, que aún me sujeta de la
muñeca.
—Lo siento
Patrick, pero no puedo aceptar tu propuesta —miro su rostro y se ha tornado
serio, sin embargo sus ojos se ven felices, que extraño chico —. Me caes bien
pero no puedo corresponderte, mi corazón ya está ocupado — debí decir que está
roto por culpa de un idiota.
—Ok, como
dije, seremos un par de desconocidos —estaba serio.
Puse mis
manos sobre su fornido pecho y lo empuje, baje la mirada pues me sentía
incomodo con la situación.
—Ya es
tarde, me tengo que ir —sorprendentemente los brazos de Patrick me liberaron y
me separe de él.
—Ok —esa
fue su respuesta. Salió de la cocina, no me miro, solo se retiro dejándome de
pie a lado del fregadero. Estoy triste por su partida, jaja que estúpido debo
parecer, apenas lo conozco y ha logrado hacer que lo añore.
Camine
directo a la puerta, salí al comedor y seguí hasta la sala, tal parece que
Amanda no está por aquí ni tampoco Sandy.
Me percato
de que aún llevo puesto la chamarra de Patrick, así que me la quito, la dejo
sobre el sofá más cercano. Tras echar una última mirada, me hubiera gustado
despedirme de Amanda y de Sandy ya que se portaron muy bien conmigo. Abro la
puerta y salgo por ella.
Me dirijo
al zaguán y abro para salir. Doy el primer paso fuera de la casa y aun espero
que Patrick me alcance pero no ocurre. Termino por salir, cierro la puerta y
camino, sin mirar atrás.
He
caminado por varios minutos y todo a mí alrededor es desconocido.
— ¡Shit!
No tengo ni idea de donde estoy —me detengo y miro la calle.
Es una
calle sola, creó que al querer alejarme de la casa de Patrick no me di cuenta
que me metí en este sórdido lugar, todo está muy sucio, huele mal, las paredes
de las casas está grafiteadas con extrañas letras y tengo un mal
presentimiento, un escalofrió recorre mi cuerpo.
—Voy a
llamar a Nani para que me mande al chofer —oigo unos pasas que se acercan.
Busco en mi pantalón y nada ni mi cartera, ni mi celular, ¡Shit! —Patrick.
—Hola, ¿se
te perdió algo? —un chico rapado y delgado se acercaba a mí.
—No, nada
—conteste y me aleje de él.
— ¿En
serio? Te ves nervioso — siguió caminando hacia mí, mientras que yo seguí
alejándome.
Este
hombre moreno, viste un pantalón de mezclilla, una camiseta negra, tiene varias
perforaciones en el rostro y oídos, además de algunos tatuajes en los brazos y
en el cuello.
— Estoy
bien, gracias —sigo caminando hacia atrás ya que no me atrevo a darle la
espalda a este hombre.
—Tú no
eres de aquí ¿cierto? —su mirada me daba miedo, su voz era fría y con cada paso
que daba mi escalofrío aumentaba.
—Vine a
ver un amigo pero ya me voy —conteste y estoy seguro de que mi voz transmitía
mí miedo.
—Pues que
amigo tan maldito, mira que dejarte solo por aquí, si aceptas ser mi amigo yo
no te dejare solo por ningún motivo.
—Lo siento pero me tengo que ir —quiero correr
pero no se hacia donde tengo que ir para salir de aquí.
—Espera,
yo te llevo a tú casa —al tratar de voltearme para correr, me tropiezo y
caigo—. ¿Te lastimaste?— me pregunta.
—Estoy
bien —se acerca y se agacha hasta que su rostro esta frente al mío.
Me mira
directo a los ojos y tengo ganas de gritar. Su mano toma mi rostro y me obliga
a mirarlo.
—Eres muy
guapo —me muestra una gran sonrisa y puedo ver sus dientes amarillos, su
aliento llega a mi rostro y es evidente su adicción al tabaco.
—Por
favor… me tengo que ir —sé que mi voz es un murmullo.
—Claro,
eres libre de hacerlo pero antes tienes que pagar por pasar por aquí —noto que
habla en serio y su rostro se acerca al mío.
Tengo
miedo, estoy temblando y solo deseo salir de aquí. Me muevo y suelto mi rostro
de su mano pero él no deja que me levante, al contrario me empuja y estoy
recostado sobre el asfalto, él se posiciona sobre de mí.
Me remuevo
bajo su peso pero no logro zafarme y el no hace nada para quitarse.
— ¿Cómo
pagaras? Guapo —Mis ojos me traicionan y dejan escapar mis lágrimas.
—Yo no
traigo dinero pero lo puedo conseguir…por favor déjame ir —suplico y como
respuesta la mano de este hombre se mueve por mi pecho y baja hasta mi cintura,
me sobresalto por su contacto e intento empujarlo pero no surte efecto.
—No es
necesario pagar con efectivo, acepto pagos en especie —su mano sigue su viaje
hasta que llega a mi entrepierna.
—No por
favor —suplico de nuevo.
—No
llores, no te haré daño… claro si cooperas —pasa su mano por mí rostro y limpia
mi llanto.
— ¡Ya
basta! —su grito atrajo la atención del pelón.
Un pequeño sentimiento de esperanza surge en
mi corazón con estas dos palabras.
—Hola,
tigre —el hombre sobre mi hablo, y su cuerpo se tenso al volverse para ver a
quien le grito —hace mucho que no te veía por aquí, recuerdas a “Dolly”, te
anda buscando al parecer “Soli” se ha enterado de lo suyo y no le ha hecho
mucha gracia —hablaba tranquilo pero su cuerpo seguía tenso.
—Suéltalo
—su petición era amable pero el coraje contenido distaba de este sentimiento.
—Mira
tigre, no estás en tu calle, así que no vengas a gritarme y por lo que te he
dicho lo mejor sería que “Soli” no te vea por aquí, a menos claro de que estés
aburrido y desees un poco de acción.
El
horrible hombre se incorporo lentamente, me sentí mucho mejor ahora que estaba
lejos de mi cuerpo.
Mire aún
con los ojos húmedos a mi salvador por segunda vez en el día, Patrick estaba de
pie frete al pelón, llevaba puesta una sudadera azul y encima la chamarra de
piel negra, parecía agitado y claramente molesto. Él no dirigió su vista a mí
en ningún momento pues su intimidante mirada estaba fulminando al hombre que se
interponía entre ambos.
—Cierto,
esta no es mi calle, de serlo tú no estrías aquí, además mi calle no parece un
basurero — la sonrisa que mostraba distaba de transmitir felicidad —. Sobre
“Soli” si realmente desea verme sabe dónde encontrarme, cuando guste puede ir a
verme; y por último aléjate de él —su tono falsamente tranquilo cambio
drásticamente a uno de evidente ira.
Me puse de
pie lentamente y di un paso hacia él pero el pelón interpuso su brazo, deteniéndome,
mire con suplica a Patrick, quién me miro molesto.
— ¿Es
enserio? —su tono sarcástico me sorprendió — La verdad no deseaba pelear pero
si tú quieres —paso la mano por su cabello y un suspiro de aburrimiento escapo
de su boca.
—Cálmate
tigre, solo tengo curiosidad, ¿Por qué te interesa el chico? —Su pregunta no
pareció alterar el estado de ánimo de Patrick—. ¿Quién es?
—Eso es
algo que no te interesa, pero solo por educación te contestare, él es —mierda
de nuevo saldrá con el juego del novio — un desconocido, solo eso alguien a
quien no conozco y que parece que no lo haré —su tono se ha tornado triste.
El pelón
retira su mano y camino hacia Patrick, sujeta mi muñeca derecha en cuanto estoy
a su alcance, me jala a su lado, y pasa su mano izquierda por mi cintura me
pega más a su cuerpo mientras con la otra mano sigue sujetando mi muñeca. Mi
mano libre termina sobre la de él en mi cintura. No deseo quitarla, solo busco
un poco de sostén pues toda esta situación me ha puesto muy nervioso y siento
que mis piernas podrían ceder en cualquier momento.
—Pues no
parece que lo sea —el pelón me ve sorprendido por la manera en que Patrick ha
tomado mi cuerpo y por la cual no me he quejado.
—Como dije
antes, es algo que no te importa y agradecería que no te le vuelvas a acercar,
a menos claro, que desees divertirme —su sonrisa sarcástica apareció de nuevo.
—Ok,
tigre, si es tu juguete solo tenías que decirlo, y no dejarlo andar por aquí
tan solito, ha tenido suerte de que se encontrara conmigo, que soy tan decente
de lo contrario es posible que hubiera cambiado de dueño —la fuerza de la mano
de Patrick aumento considerablemente y mi muñeca lo resentía, y la tensión del
resto de su cuerpo era palpable.
— ¡No es
mi juguete! —De nuevo su máscara de frialdad se rompió permitiendo evidenciar
su ira —. Y la suerte no fue de él, sino tuya ya que de haberle hecho algo, es
probable que no volvieras a moverte “Stuart” —su amenaza no solo logró asustar
al pelón, pues yo estaba temblando, de oírlo hablar de esa manera tan
tranquila.
—“Stuart” pocos me llaman así, lo dejaré pasar
en esta ocasión por tratarse de ti…
Una sonora
carcajada lo interrumpe.
— Claro
que me dejaras llamarte como quiera, tu propio jefe lo hace, tú porque no —el
rostro del hombre llamado “Stuart” se nota molesto —por cierto salúdame a
Jeanette dile que pronto la aire a ver —su molestia aumento en cuanto Patrick menciono
a esa chica.
—Lo haré
—su escueta respuesta, aumento el buen humor de Patrick.
—Adiós
“Stuart” y espero no volverte a ver con mi desconocido, ¿Ok? —su voz sería
acompaño a su despedida.
El pelón
solo asintió y se dio la vuelta para alejarse de nosotros.
—Vámonos
—Patrick me impulso a caminar.
Caminamos
por varias cuadras sin hablar, conforme avanzábamos las calles eran más limpias
y todo a su alrededor parecía más normal, creó que realmente me aleje, en
cuanto damos vuelta en la siguiente calle puedo alcanzar a ver su casa.
— ¡Eres un
estúpido! —La furia que transmite da mucho miedo, suelta mi cintura para poder
ponerme frente a él —.Casi me da un ataque cuando no te encontré por la casa,
salí a buscarte y da la casualidad de que no estabas por ningún lado, por un
momento pensé en no buscarte pensé que ya estrías en tu casa, pero al recordar
que tengo tú celular y en que te quite tus cosas supuse que estabas deambulando
por las calles —se le notaba la preocupación en los ojos — si te hubiera pasado
algo… ¿Por qué te saliste así, sin conocer el lugar? —su reclamo me recuerda
nuestra plática.
—Yo pensé
que estabas molesto conmigo, no quería causarte más molestias, además te fuiste
sin decirme nada, supuse que no deseabas verme —mi voz es apenas un murmullo.
—Claro que estaba molesto y por supuesto que
no deseaba verte— al parecer mis deducciones fueron correctas —acababas de
rechazar mi propuesta, necesitaba un segundo para aclarar mi mente, subí a mi
habitación por mi sudadera y a relajarme antes de que te hiciera algo indebido
—respiro profundo, a ¿qué se refiere con hacerme algo? — no debiste salirte
así.
—Tú no
dijiste nada, yo solo no deseaba incomodarte —niega con la cabeza a mi
comentario.
—No es
posible que no puedan pasar 24 horas sin que alguien que no sea yo intente
violarte —su voz es un reproche.
— ¿Qué?
—En verdad
Jaden eres demasiado lindo para andar solo por aquí —libera mi mano —espérame
aquí voy por la moto para llevarte a tú casa.
Sin
embargo solo se despega de mí un poco y se quita la chamarra de piel y me la
ofrece.
—Póntela,
es por seguridad — sujeto la prenda.
— ¿Quienes
él? Y a ¿Qué se refiere todo ese cuento de “Soli” y Jeanette? —estas preguntas
y muchas más han surgido en mi mente.
—Así que
resultaste ser un curioso —yo lo miro y lo insto a seguir —lo siento pero no
creó que desees saberlo, además ¿por qué te contaría algo si solo eres un
desconocido? —esa palabra comienza a desagradarme.
—Yo
aceptaría ser más que un desconocido… tal vez un amigo si tú prometes no seguir
con lo de ser novios —mi voz suena tímida.
—Lo siento
pero preferiría que fuéramos desconocidos a renunciar a lo que siento por ti
—su mirada esta fija en la mía.
— ¿Cómo
puedes hablar con tanta ligereza cuando no me conoces?
—A
diferencia de ti, yo no necesito años para saber si una persona me gusta o no,
y el que tu desconocieras de mi existencia no implica que yo no supiera de ti
—me mira retadoramente.
Abre la
puerta de su casa y se pierde en ella, mientras me deja pensando en lo que
dijo, ¿de dónde me conocerá?
Tarda unos
minutos en sacar la moto.
—Toma —me
da el casco —póntelo.
Ya me he puesto la chamarra y ahora el casco.
Por cierto
Amanda, ha quedado encantada contigo y lamenta no haber podido despedirse de ti
—intento interrumpirlo para pedirle que me deje pasar a despedirme pero el
parece leer mi mente —no está, salió con Sandy, me pidió que te dijera que eres
bienvenido de venir cuando desees y que está es tú casa —cierra la puerta
mientras me dice esto.
Esa señora
es muy amable como es que tiene un hijo así.
—Gracias,
dile que ha sido muy amable y que de no ser por ti me hubiera gustado
frecuentarla… bueno lo último no se lo digas —miro la molestia en su cara y me
retracto de mi comentario, con una sonrisa.
Patrick se
sube a la moto y me invita a hacer lo mismo.
—Al
aparato del demonio de nuevo — me sonríe, parece que su humor regresa.
—Pensé que
ya habías superado tú miedo —me habla mientras toma mi mano para ayudarme a
subir.
—No lo
creó, además dudo volver a hacerlo de nuevo —no puedo ver su reacción ya que se
ha puesto el casco.
Baja la
visera y yo hago lo mismo. Miro a nuestro alrededor y las luces de la calle han
comenzado a encenderse, la luz del Sol se está extinguiendo y la Luna se asoma
de lado contrario. Me abrazo fuerte a su torso y el enciende la moto.
Avanzamos
por las calles, no tengo ni idea de donde estoy hasta después de varios minutos
de recorrido, él se detiene en un semáforo y se vuelve para verme.
— ¿Y dónde
vives? —lo miro y una carcajada se me escapa. Creó que ninguno de los dos pensó
esto antes.
Le doy la
dirección y parece haberme entendido pues en cuanto la luz cambia a verde
continua manejando.
Conforme
avanzamos las calles me parecen más familiares y descubro que ya estamos muy
cerca de mi casa.
Al estar a solo unas dos casas y antes de
pedirle que se estacione, miro a dos hombre discutiendo enfrente de la puerta
de mi casa e indudablemente uno de ellos es Clark pues su carro esta allí a su
lado, al mirar mejor veo a Louis y veo del lado contrario su auto.
¿Pero y
Karl?
— ¡Shit! —
Clark le ha soltado un derechazo en el rostro a Louis, quien ni siquiera ha
intentado esquivarlo.
De la nada
aparece Karl, o tal vez estaba ¿sentado? Pero que hacía sentado o abajo, no
entiendo.
Patrick se
detiene a lado de la camioneta de Clark y al hacerlo me bajo de inmediato pero
antes de que avance el me detiene y me da su casco, lo acepto, me empuja
ligeramente para que permanezca atrás de él. Dejo su casco en la moto a lado
del mío.
Él avanza
y antes de que pueda detener a Clark este ya le ha dado ovarios golpes más a
Louis, quien solo ha podido darle uno al capitán. Con el último golpe Louis ha
perdido el equilibrio y ha caído al suelo.
— ¡Ya
estuvo bien campeón! Lo que sea que intentaras explicar a “Ricón” le ha quedado
claro —Patrick sujeta a Clark por los brazos y lo pega a su cuerpo.
—
¡Suéltame! —Clark forcejea para liberarse pero por muy fuerte que sea dudo que
pueda con el campeón de Lucha grecorromana—. ¡Ese imbécil se atrevió a
lastimarlo! —Clark irradia furia y por un momento veo que Patrick piensa
soltarlo.
—Patrick
¡No! —Me mira sorprendido —No lo sueltes —lo miro muy decidido y termina por
obedecerme, apretando el cuerpo de Clark.
Karl está
llorando e intenta acercarse a Louis pero este le indica con la mano que se
aleje. Sin la ayuda de nadie se pone de pie y camina hacía su carro.
— ¡Esto no
se va a quedar así! — Le grita su amenaza a Clark —y tú regresaras a pedirme perdón
—le dice a Karl antes de subir a su carro e irse.
Karl se
desploma en cuanto lo ve alejarse, corro a él pero Patrick ya ha soltado a
Clark y se me adelanta para abrazar a mi amigo. Imagino que Karl lo alejara
pero para mi sorpresa acepta sus brazos. Pero ¿Qué ha pasado durante mi
ausencia con estos dos?.
Los miro
boquiabiertos.
—Que ¿Sé
te antoja? —Patrick me mira divertido —Yo podría hacer un sacrificio y
abrazarte y hasta más tiernamente.
—Claro que
no —le contesto tajantemente.
—Está
bien, dado que mi servicio de réferi ha terminado me retiro —mira a la pareja
con fingido asco —odio las escenas sentimentales —lo dudo o ¿por qué a mí se me
pegaba como lapa?
Me quito
rápidamente su chamarra y se la doy, él la acepta, la sujeta con una especie de
red junto con el casco que sobra, a la parte de atrás de la moto.
—Gracias
—Clark le dice a Patrick y este asiente a la gratitud de el capitán.
—Adiós
desconocido —Patrick me mira y por alguna razón me siento incomodo.
—Espera
—le pido y una luz llena de esperanza ilumina sus ojos —mi celular aún no me lo
has dado — el brillo que recién aparecido se va en un santiamén —toma —saca de
su pantalón mi celular y me lo ofrece, enciende la moto y sin darme tiempo de
despedirme se va.
Lo miro
alejarse entre los carros y perderse en la gran ciudad. Miro a la nueva pareja
y un sentimiento de tristeza y envidia surge en mí.
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