Amuleto ¿Yo? Capítulo 10


Para una noche. 


 Al entrar mi Nani estaba en la ventana de la sala, al parecer observo toda la escena que acaba de ocurrir.

— ¿Qué fue todo eso? —me pregunto y su rostro se veía divertido —acaso ¿Clark quiere algo con Karl? —que anciana tan observadora.

—Parece que alguien nos ha estado espiando —dije socarronamente.

Le explique todo lo ocurrido en la escuela omitiendo el beso de Sebastián, le dije lo que Clark me había dicho.

—Karl sería muy tonto si no le hace caso al futbolista, él parece buen chico y Louis, bueno él es demasiado recto para él alocado de tu primo —y una gran sonrisa acompaño a su comentario.

—Coincido contigo

—Pero hijo eso de hacerla de Cupido es muy peligroso, espero sepas jugar discretamente porque si Karl se entera, se va poner punki como tú dices.

—jajaja tienes razón se va a poner punki, Nani y todo sea por su felicidad —los dos nos reímos.

Los dos nos callamos en cuanto oímos la puerta abrirse.

—Hijo porque no invitaste a Louis a pasar, me hubiera gustado saludarlo —Nani le dijo a Karl.

—Lo siento Nani, pero él tenía prisa y más después de ver a Clark, en la casa —se veía muy molesto, supongo que su amado pretendiente le había hecho una escenita de celos -¿Por qué estaba aquí? —me pregunto.

—Él no tenía con quien cenar así que lo invite a que me acompañara ya que yo tampoco tenía con quien —su mirada era asesina.

—De todos tus amigos y tenías que escogerlo a ¿él? —Me reprocho —sabes que Louis lo odia —continuo con su regaño.

—Primero: no sabía que él estaría en mi “casa”, segundo: Clark es mi migo y no por tu celosos pretendiente voy a dejar de hablar con él, tercero: no me agrada Louis, lo sabes —conteste un poco alterado.

—Calma los dos —Nani impidió que mi primo contestara pues sabía que nos pondríamos a discutir — ¿Ya cenaste, hijo?

—Si Nani, gracias —contesto más tranquilo —lo siento Mini pero tu amiguito me pone…

—De buen humor —interrumpí su queja

—No precisamente —y sonrió a mi comentario.

—Pero si tú eras el que decía que tenía un cuerpazo, que estaba muy sabroso y claro que te lo llevabas una noche a…

— ¡Jaden! Basta —me miro un poco sonrojado.

—Hijo y ¿a dónde lo ibas a llevar? —Nani pregunto solo para burlarse y se río, yo la acompañe y Karl nos miro molesto.

—Ya es tarde vayan a dormir, mañana tienes partido —me recordó y una imagen muy vivida apareció en mi mente y era el rostro de Sebastián cubierto por las sombras, su voz resonó en mi cabeza “tal vez yo necesite más que solo tu presencia”, “Ya veremos si surte efecto nuestro experimento”, sentí miedo de ir al partido pero no podía traicionar a mis amigos.

Los dos me miraban preocupados y esperando una explicación a mi comportamiento.

— ¿Qué tienes? —Nani me pregunto.

—Nada, solo estoy muy cansado, hoy el entrenador se mancho con el ejercicio y mi pie aún me duele —le mentí, tal vez no me crea me conoce mejor que yo mismo.

—Pues si tú lo dices, ya váyanse a dormir —no me creyó pero sabe que no quiero hablarlo y que cuando esté listo lo haré, nunca le oculto nada a ella.

Los dos nos paramos y subimos lentamente, sé que librarme de Karl será más difícil.

— ¿Qué paso? —lo sabía es más necio que Nani.

Escuchamos el teléfono sonar pero los dos lo ignoramos.

—Nada, ya te dije —conteste con desanimo, se que con mi actitud solo lo aliento a seguir preguntando.

—No me mientas —contesta.

—Joven Karl, es su mamá, quiere hablar con usted —una de las muchachas de servicio nos interrumpe, yo agradezco a mi tía por lo oportuna que ha sido.

—Contesta —lo animo —ya luego hablamos —le digo —salúdame a mi tía —le pido.

Me alejo de Karl, me meto a mi habitación y me cambio rápido, en cuanto tengo mi pijama puesta me meto en la cama y apago la luz, oigo que alguien se asoma a por la puerta.

—Mini —Karl me llama en un susurro.

Yo no me muevo y espero que eso sea suficiente para que se vaya y me deje en paz por lo menos por esta noche.  Escucho que cierra la puerta y puedo relajar mi cuerpo, sé que mañana me acosara con preguntas y las contestare, es solo que por el momento no creó poder contarle a nadie lo ocurrido sin convertirme en un mar de lágrimas y no deseo dar ese espectáculo por segunda vez.

…………

—Buenos días, señora —la saludo muy formal, aún cuando no es necesario.

Esta joven mujer me ha visto crecer a lado de su hijo, me conoce y a toda mi familia, ya que desde pequeños hemos sido amigos, ella siempre viste muy juvenil y hoy no es la excepción, aún cuando es muy temprano, esta vestida con un pants gris y una sudadera a juego, la madre de Clark es delgada y de pelo lacio, castaño y largo, hoy sujetado en una media cola, sus ojos son iguales a los de su hijo.

—Buenos días, Sebastián —me contesta y abre más la puerta para dejarme entrar —pasa, que milagro verte por aquí, Clark me ha dicho que tú nueva novia te quita mucho tiempo —mi amigo siempre tan informativo.

—Algo así —conteste escuetamente.

—Está bien si no me quieres contar pero espero que me la presentes pronto, quiero saber ahora quien es la afortunada de disfrutar de tú compañía —su tono de voz es juguetón —además si la conozco podría mejorar mi apuesta —en serio lo harán de nuevo.

—Ya ¿hablo con mi madre? —pregunto.

—Sí, y me dijo que no le da más de un mes, pero yo dije que necesitaba verla para poder asegurar mi apuesta —escucho toda su explicación sobre como ella y mi madre apuestan sobre mi vida amorosa, de hecho llevan haciéndolo desde hace unas tres relaciones anteriores y a decir verdad, la mamá de mi amigo ha ganado en dos ocasiones.

—Entiendo —me dirijo a la sala.

—No pequeño, ven a la cocina, está desayunando —me indica con la mano la puerta de madera que da a la cocina.

Dejo mi maleta, con todo mi equipo, en la sala y sigo a la señora Mariana.

Al entrar veo a Clark sentado frente a la barra del centro, comiendo un pan tostado con mermelada de fresa y un vaso de leche, al parecer ya cabo todo lo de su plato el cual solo muestra restos de huevo y un pequeño plato de fruta aún lo espera. Su padre está sentado al lado suyo tomando una taza de café mientras lee el periódico y al escuchar a su esposa me mira y sonríe.

—Hola Sebastián —me saluda —no me dijiste que pasaría por ti —el señor Barrow regaña a mi amigo, quien por cierto me ve con un gesto de molestia.

Su padre es de carácter bonachón a diferencia de su madre que es un poco más estricta. Hoy el señor Marlon viste aún su pijama a cuadros cafés y su cabello luce despeinado.

—Lo que sucede es que no le avise, olvide preguntarle ayer si me podía ir con él, ya que mi padre se llevara el carro hoy para que lo revisen —sus padres me observaron.

La madre de Clark puso un plato de huevo, un vaso de jugo de naranja frente a mí y un plato con fruta.

—Gracias señora pero ya desayune —le explique.

—No es cierto, Susana dice que no te gusta desayunar y eso es malo, así que comételo o no te dejo salir —me reprende y conociéndola, seguro que cumple su amenaza así que mejor me apuro a comer, debo encontrar una manera para evitar que esta señora hable tanto con mi mamá.  

El señor Marlon me dirige una mirada de burla y me indica con la cabeza el plato de comida, como diciendo cómele o no te va dejar ir.

Clark no dice nada solo me mira y sigue masticando su desayuno, en cuanto termina se pone de pie.

—Voy por mis cosas —me dirige una gélida mirada —tú apúrate que llegaremos tarde.

Sus padres no dicen nada pues así nos llevamos pero yo noto algo diferente en él.

—Gracias por lo de anoche —su madre me agradece algo de lo que no tengo ni idea —muchas gracias, lo que paso es que nos invitaron a una reunión y Clark se hubiera aburrido, le deje la cena preparada pero ya sabes que no le gusta comer solo, y me dijo que lo invitaste a cenar, así que gracias —me explico.

No sé qué contestarle pero en ese momento entra Clark.

—No mamá, no estuve con Sebastián, fui a cenar a casa de otro amigo —él lo corrigió —no lo conoces —le aclaro pues vio su cara de sorpresa —y tú ¿ya estás listo? —me pregunta y yo afirmo con la cabeza.

—Muchas gracias señora, estuvo delicioso —le agradezco y bebo rápidamente el resto de mi jugo y con este último trago termino mi desayuno jumbo.

—De nada Sebastián —ella me contesta y su padre me despide con la mano.

Corro pues Clark ya salió y es capaz de dejarme.

Antes de salir su madre le da un beso en la mejilla como despedida y a mí me da otro.

Salimos al patio y abre su carro, yo entro al asiento de copiloto y aviento mi maleta en los asientos de atrás. Él me mira mientras sube y hace lo mismo que yo con su mochila.

— ¿Qué te sucede? —le pregunto pues se que algo le ocurre.

—No sé a qué te refieres —me contesta pero su tono molesto sigue allí.

—Oh, suéltalo, sé que algo te ocurre —le digo en un tono de exasperación, odio esa actitud de novio ofendido —te conozco desde hace muchos años como para saber que algo tienes.

—Tienes razón, nos conocemos desde hace tanto tiempo y aún me sorprende lo idiota que puedes ser —bien ya estamos avanzando, por lo menos sé que algo hice mal para ganarme ese adjetivo.

— ¿Ahora que hice? —le contesto y él prende el carro y salimos de su casa.

—Sebastián Kart eres un imbécil, ¿por qué besaste a Kitten? —lo soltó y no pensé que fuera eso.

—Por qué él tipo me lo pidió —conteste sinceramente y sin tapujos.

—No seas idiota él jamás haría eso — ¿porque lo defiende?

—Claro que lo hizo, lleva más de un año haciéndolo, acaso no has viso como me mira y me acosa durante los entrenamientos, es obvio que muere por mí y no lo culpo soy un ejemplar excepcional —le explico y sé que no soy modesto pero porque negar lo evidente —además todos ustedes dicen que es nuestro amuleto y a mí su presencia no me ayuda, por lo que consideré otra manara de usar su buena suerte y supuse que con frotar su delgado cuerpo y claro probar su sabor sería mucho más efectivo, espero que funcione pues últimamente no me ha ido muy bien.

Termino mi explicación y su rostro se muestra incrédulo.

—Sebastián sabes que le gustas y aún así juegas con él, además tienes novia.

—Laura no es mi novia, digamos que es un free, que ella no lo vea así no es mi culpa y Kitten bueno él es un bello gatito y aún cuando lo he estado ignorando creó que ha ganado mi atención con esto del amuleto, sabes que me encantan los animalitos.

—Esto no solo es por lo del amuleto —su cara muestra que ha deducido algo —esto es porque lo viste con su novio —lo dice y una carcajada sarcástica surge de su boca —claro como no me di cuenta antes, odias que te quiten tus juguetes, siempre has sido envidioso, supusiste que Kitten siempre estaría esperándote, sorpresa él te supero y tienen novio —su rostro se veía muy feliz con toda su razonamiento —por eso lo pateaste, ese comportamiento fue el de un niño de kínder por cierto, estabas celoso —afirmo.

Mi amigo cree saber demasiado de mí.

—Complicas demasiado la situación, no lo niego Kitten me gusta, creó que puedo hacer un espacio en mi agenda para hacerle un lugar, tal vez le puedo dedicar unas cuantas horas al día y después de cumplirle su mayor sueño de una noche conmigo, se puede ir con quien quiera, sabes que me gusta estrenar y él es nuevecito se nota, Laura por otro lado ya está bastante… como explicarlo…  digamos que no fui el primero en su cama —deje salir una carcajada, Laura era divertida, tonta a no más poder pero divertida en muchos sentidos y me gusta su experiencia en algunos asuntos, sin embargo siempre es muy divertido ver la inocencia de una primera vez y  Kitten me va a regalar su rostro inocente en su primera noche.

—Me mantengo en lo dicho eres un idiota y espero que no te le vuelvas a acercar a Jaden —me está amenazando.

—Y ¿quién es ese tipo? —le pregunto pues su nombre no me suena.

—Es Kitten ¡imbécil! —me aclara.

—Ah… en serio así se llama —interesante siempre es bueno llamarlos de vez en cuando por su nombre, espero no olvidarlo. 

—Te lo estoy diciendo como amigos, Sebastián no quiero que vuelvas a acercarte a Kitten, solo lo vas a lastimar, él no es como el resto de tus zorras, a las que solo usas un rato y las votas cuando te aburres y ni se quejan, él es un buen chico, así que déjalo en paz.

—Y a ti ¿qué te importa?, o ¿acaso te gusta? y si es así lo dejo, sabes que yo respeto tus intereses amigo —una mujer o en este caso un hombre da igual pero la amistad de Clark valen más que un acostón por muy bueno que este el espécimen.

—No, me interesa pero él es mi amigo y si lo haces sufrir, me las vas a pagar, tú sabes que por mis amigos soy capaz de todo —me está advirtiendo.

Se de lo que Clark es capaz por un amigo y no me queda de otra que tomar en cuenta su advertencia por el momento.   

Llegamos y que bueno porque la atmosfera se estaba haciendo pesada.

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Comentarios

  1. ¡NI HAO!

    ¡¡¡TÓMALAAAAA!!! Sebastían... habla como todo un acosador, jooooo D:
    Bueno, en el capitulo anterior no quise comentar lo del incidente de Jaden, hasta leer un poco más y saber las verdaderas intenciones, a lo cual escribiré lo siguiente: "Qué poca manera tiene de vivir la vida", Sebastían... por no decirle más bonito, verdad. ¬¬"

    Que no se atreva a hacerle algo a Jaden.... JesusCrist!!! Buen capitulo, gracias por subirlo y por supuesto que sigo leyendo, te mando saludos.

    Sayobyeee :3

    P.D. Ya estamos en Navidaaaaaaaad!!! Me gusta el "nuevo look" de tu blog, los colores... sobretodo el verde que hace que la lectura sea agradable y fluida... sin llegar a lastimar la vista; Sí me gustá el nuevo look.

    y ... sigo leyendo ;)

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  2. Muchas gracias por comentar y no mal mires a mi Sebastián si es un amor jajajaja, la verdad para mí es un personaje muy divertido aunque no niego que a veces quiero ahorcarlo.
    además todavía ni siquiera se ha puesto a molestarlo en verdad.
    Y gracias por lo del blog.
    Cuídate see you :)

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