En el Infierno. Capítulo 16

Guardando el dolor.



Juli corría por una larga calle oscura, la luna estaba escondida al igual que aquella terrible noche, la luz del alumbrado era tenue, lujosas casas, con bellos jardines rodeaban la calle, Julien estaba empapado por la fuerte lluvia que estaba cayendo en esos momentos, el chico estaba cansado no sabía cuánto llevaba corriendo pero el dolor en sus piernas le aseguraban que era bastante, otro dolor apareció en uno de sus costados por su mala técnica para correr, su sudor fue limpiado por la lluvia, el frío asfalto le congelaba los pies, pues iba descalzo, su cabello estaba pegado a su cuerpo, escurriendo, Juli sentía como el aire frío le arañaba la garganta con cada bocanada que tomaba, pero no podía para, tenía que alejarse de allí, era en lo único que pensaba.

Siguió corriendo hasta que súbitamente se detuvo y es que había llegado a un cruce de caminos, una gran calle se vislumbraba enfrente de él, otra más atravesaba a está, ofreciéndole dos opciones más. El chico miro hacía las tres calles intentando ver el final de cada una y así poder decidir hacía donde dirigirse, pero una densa niebla las cubría y está avanzaba impidiéndole ver algo, las construcciones que rodeaban las calles eran exactamente iguales, de todo lo que miraba nada le ayudaba a elegir y con cada minuto que pasaba sentía que lo atraparían de nuevo, este pensamiento lo aterrorizaba, su cuerpo comenzó a temblar por el frío y por el miedo. Juli miraba en todas las direcciones, camino de frente pensó que tal vez era lo mejor opción, esta calle lo llevaría a una salida él lo presentía así.

— ¡Juli! ¡Juli! ¡Juli!

Esas voces lo paralizaron, él las conocía de sobra y anhelaba escucharlas desde hace mucho, sus abuelos lo llamaban desde la profundidad de la calle que había elegido, su corazón se emociono por la felicidad que representaba oírlos. Rápidamente los busco entre la inmensa niebla pero no los podía ver.

— ¡Juli! ¡Juli!

Los volvió a escuchar, y dio un paso más en su dirección y alcanzo a ver dos sombras al final de la calle, solo con verlas supo que eran sus abuelos e iba a correr hacía ellos.

— ¡Julien! ¡Julien!

La voz lo llamaba con desesperación. Juli detuvo su paso y regreso al cruce, esa voz lo llamaba pero no con su voz autoritaria de siempre, ahora Kaled lo llamaba con desesperación, como si necesitara al pequeño.

— ¡Julien! ¡Julien!

Al mirar hacia la calle de la izquierda, pudo escucharlo más claramente, su corazón se estrujo por ello, se le oía triste, como si un gran dolor lo estuviera lastimando, aquella voz seria y fría, ahora reflejaba miedo y dolor, él lo llamaba como si de eso dependiera su existencia, el dolor que transmitía lo estaba desgarrando, no lo soportaba, tenía que ir con él, abrazarlo y decirle que todo estaría bien, que él lo ayudaría. Camino directo a Kaled, aún cuando no lo veía sabía que estaba allí.

— ¡Julien! ¡Juli!

Esa voz era fuerte y dulce, lo llamaba con amabilidad, se escuchaba preocupado por él. Juli no reconocía esa voz, nunca antes la había escuchado y sin embargo le brindaba tranquilidad, paz, le transmitía seguridad como si aquel del que provenía lo pudiera cuidar de todo y de todos. Quería conocerlo y entregarse a su protección.

— ¡Julien!

Le volvió a gritar desde la calle de la derecha, no sabía quién lo llamaba pero aún así deseaba ir con él.

— ¡Julien! ¡Julien!

Las cuatro voces lo llamarón desde sus lugares y Juli se quedo parado en medio del crucero mirando hacia las tres direcciones sin poder decidir a donde ir.

Su corazón le dolía por tener que tomar una decisión, amaba a sus abuelos y añoraba poder verlos y abrazarlos de nuevo; Kaled lo había lastimado de muchas maneras pero oírlo sufrir le partía el corazón y deseaba detener su dolor; no sabía porque pero la desconocida voz lo alentaba a querer estar con aquel, que sin conocerlo lo buscaba y él sentía en lo más profundo de su ser que el dueño de esta voz le daría todo lo que necesitaba para reparar su lastimado corazón.

La niebla avanzaba rápidamente, Juli sabía que tenía que elegir un camino de lo contrario estos serían cubiertos por este humo blanco. Las lágrimas cubrieron el rostro del pequeño, ya había tomado su decisión y esto le dolía, pues significaba dejar a esos seres que tanto amaba, siempre los amaría incluso aquellos que no conocía completamente, pero tenía que seguir o se perdería en la densa niebla.

Su llanto era disfrazado por la lluvia que cubría su cuerpo, de esta manera dio sus primeros pasos hacía donde su corazón le había indicado, dejando atrás aquellos hombres que aún lo llamaban.




Julien se despertó muy agitado por el sueño tan vivido que había tenido, con su mano derecha busco la lámpara en la mesita de noche y la encendió. Se sentó en la cama, pasó sus manos por su rostro y sintió las mejillas húmedas, recordó que en su extraño sueño estuvo llorando. Limpio su rostro con la manga de su playera y busco la jarra de agua que su amo le dejaba todas las noches para que tomara sus pastillas pero esta noche no estaba.

—Claro, ya no tomo pastillas —se dijo.

Su mano izquierda busco en el espacio vacío de la cama, el cuerpo de su amo. Y es que después de su primera noche de amor Kaled había cambiado, su amabilidad estaba conquistando el corazón de su perra. Cada vez que un mal sueño aquejaba a Julien su amo se encargaba de hacerlo olvidar, con sus besos y caricias, obnubilaba la mente de su perra.

Las primeras semanas Kaled casi no se despegaba de Julien, pasaba mucho tiempo en el departamento, lo hacía reír, lo distraía y lo ayudaba a que se acostumbrara a su nueva vida, sin embargo a veces salía, pues por mucho que deseara quedarse con él, Kaled era el alfa de la manada, así que tenía que salir a arreglar asuntos importantes, eso es lo que le decía a Julien. Durante el tiempo que estaba fuera alguno de los chicos iba a visitarlo pero siempre eran solo unos minutos ya que sus esposos estaban en casa y debían atenderlos.  

Durante sus momentos de soledad Julien sufría al pensar en sus abuelos, la vida a lado de Kaled era cada vez más fácil, se podría decir que el chico se estaba acostumbrando pero el recuerdo de su familia opaca la poca tranquilidad que tenía.

El chico se preguntaba una y otra vez, ¿por qué no puedo estar con ambos, al mismo tiempo?

Julien recordó la ocasión en que le insinuó esto a Kaled:

“Su amo estaba recostado en el sofá y el chico estaba sentado a horcajadas sobre el abdomen de él.

—Giovanni dice que estoy engordando —la mano de su amo se entretenía acariciando los dorados mechones de cabello que caían cerca de él y con la otra apretaba el muslo de Juli —dice que si sigo con mi vida de perro de casa repercutirá en mi salud —termino de hablar y miro la cara de Julien.

La perra lo miro un poco culpable por lo que dijo —si deseas dejo de cocinar o puedo preparar solo comida a base de verduras —propuso en un tono bajito.

Julien amaba cocinar y desde la primera vez que preparo el desayuno para Kaled, este le pedía que cocinara, Ariel se había molestado al principio pues pensaba que obligaba al pequeño pero al hablar con él y darse cuenta de que era su decisión, dejo de preparar comida para ambos.

—Claro que no, no seas tonto Giovanni solo se burlaba de mí —. Kaled mostro una gran sonrisa y tomo de las manos a su perra, las jalo ligeramente atrayéndolo a su cuerpo, Juli dejo descansar su pecho sobre el de su amo y recargo su cabeza de lado, por lo que no podía ver a su amo mientras este seguía hablando —. Nunca he llevado una vida hogareña por decirlo de alguna manera, siempre he estado solo y por eso se les hace raro, a todos, el que de repente, yo delegue cosas por estar contigo. Antes ni de broma hubieran pensado que dejaría que los demás me ayudarán pero ahora solo hago lo que me corresponde, deseo estar todo el tiempo a tú lado, las cosas que antes me parecían importantes ahora me parecen simples nimiedades en las cuales no quiero perder tiempo, el cual podría pasar contigo —. Sus manos frotaban tiernamente la espalda de Julien.

—Yo… también deseo estar todo el tiempo contigo —Julien susurro, aun le costaba hablar de sus sentimientos con Kaled.

Juli sintió la breve agitación del pecho de su amo acompañada de una débil risa. La mano de su amo se entretenía acariciando la cabeza de su perra. El silencio reino por unos minutos, en los que el pequeño descansaba plácidamente sobre su amo. Pero como sí alguien envidiara esos pequeños momentos de paz de los que disfrutaba la recién formada pareja, Juli recordó a su amado Richi a quien le encantaba peinar su cabello, aun cuando siempre lo reprendía por su falta de corte, le fascinaba peinarlo, a veces Juli se quedaba dormido mientras él lo peinaba, y las cálidas manos de su amo se lo habían recordado.

— ¿Kaled? —Juli pensó que tal vez estaba dormido pero no era así.

—Mm —fue la expresión obtenida de su amo.

Juli cruzo sus manos sobre el pecho de su amo, recargo su barbilla en ellas y lo miro directo a los ojos.

—Sí te juro quedarme contigo… ¿me dejarías ir a ver a mis abuelos? —sus rostro reflejaba la preocupación que le provocaba pensar en esa pareja.

—Lo siento, pero no puedo, soy el alfa y por lo tanto tengo que dar el ejemplo, hembra que es unida a la jauría no vuelve a salir de ella, por ningún motivo —aun cuando sus palabras parecían comprender el caso, su tono de voz era indiferente, se podría decir que estaba impregnada de coraje y su fría mirada lo confirmaba.

—Pero, ellos son unos ancianos y están enfermos… —Juli no continuo pues parecía no conmover a su amo, además de que no quería imaginarse las situaciones por las que podrían estar pasando sus abuelos.

—Desde que entraste al Pandemónium, tu vida afuera murió, tú no volverás a pisar la ciudad, no importa quién fuiste, no importa quién serías, no importa nada ni nadie, y estoy seguro de que a ellos tampoco les importas, o ¿por qué dejarían a su querido nieto vagar por la noche, solo, estando tan cerca del Infierno?    

—No hables así de ellos, tú no comprendes nada —Juli no pudo contener su coraje al oírlo decir eso, ya que los únicos que siempre se habían preocupado por él fueron ellos, no podía permitirle que los juzgara tan a la ligera.

En su arrebato se puso de pie, ignorando el rostro de sorpresa de su amo. Camino directo a su escondite preferido en el departamento y era la habitación frente a la de Kaled, este le permitió usarla como quisiera y Juli la acomodo como si fuera su pequeña biblioteca, su área de descanso y reclusión para los momentos en los que era dejado solo.

Entro, cerró la puerta y camino hasta la ventana se quedo de pie mirando a la nada y pensando en lo que su amo había dicho. El chico estaba tan abstraído en sus pensamientos que no se percato de quien estaba parado atrás de él.

—Discúlpame por lo que dije, no fue mi intención lastimarte —Kaled se acerco a su perra —Dime por favor ¿qué sucedió esa noche? —hablo tranquilo, deseaba comprender mejor a su perra.

—Mi madre murió después de que yo naciera —Juli comenzó a hablar, su mirada seguía perdida en algún punto del paisaje citadino que la ventana le permitía ver —mi padre —, al decir esto su voz pareció reacia pronunciarla —Robert, se deprimió y se refugió en el alcohol; de bebé una nana se encargaba de mí, conforme fui creciendo diferentes sirvientas me cuidaban, la mayoría solo duraba unos meses pues Robert tenía mal carácter y nadie lo aguantaba. Mis recuerdos de la infancia difieren de los comunes pues mientras otros niños de mi edad, jugaban con sus padres o disfrutaban su estancia en casa, yo odiaba estar cerca de él, siempre dijo que me parecía mucho a mamá —la voz de Juli se iba quebrando conforma avanzaba en su relato —cada que se emborrachaba me golpeaba, a veces solo eran cachetadas, pero conforme iba creciendo cada vez era más agresivo, las golpizas eran cada vez más frecuentes, cuando estaba sobrio me pedía perdón pero en cuanto bebía de nuevo lo olvidaba, siempre que me golpeaba decía que me odiaba porque yo mate a mamá, que era un mal hijo por haberlo asesinado cuando él se desvivió por cuidarme y mantenerme durante el embarazo, además que no solo me había conformado con quitarle la vida, sino que le había robado su belleza, por eso me golpeaba porque no merecía parecerme a él —las lágrimas recorrían el rostro de Julien hasta caer silenciosamente en la alfombra — él me alejo de toda la familia, nunca dejaba que nadie me viera, contrato a una profesora para que me diera clases en casa y así no tuviera que ir a la escuela.

Kaled estaba temblando de la repentina furia que lo invadió al escuchar su relato, apretaba sus puños con todas sus fuerzas para controlarse. 

—En la última golpiza, me causo una fisura en el cráneo y tuvo que llevarme al hospital, allí dijo que me había caído pero los doctores notaron las múltiples cicatrices y terminaron por llamar a mis abuelos, yo tenía 8 años y desde ese momento ellos se hicieron cargo de mí —Juli paso el dorso de su mano para limpiar la humedad de su rostro —ellos me educaron y amaron. Robert iba a verme de vez en cuando pero yo evitaba verlo o convivir con él, poco a poco lo fui perdonando, de hecho jamás lo odie, entendía el dolor que sentía, pues había perdido al amor de su vida; a los 13 años el fue a pedirme perdón por cómo me trato y decía que me extrañaba, hace un par de años él deseaba que volviéramos a vivir juntos pero me negaba, sin embargo ahora que entraría a la universidad mis abuelos creyeron prudente que le diera una oportunidad para redimirse y acepte.

Kaled ya estaba un poco más calmado sin embargo sus facciones aun no se relajaban.

—Era mi primera noche en casa de Robert, creó que en parte yo me porte demasiado hiriente con él, por lo que comenzó a beber, cuando yo lo fui a ver, el intento violarme… —Juli guardo silencio, era la primera vez que lo decía en voz alta y la primera vez que lo hablaba con alguien —yo me escape y corrí por las calles oscuras, sin darme cuenta me perdí… —su voz se fue haciendo un susurro —el resto de la historia ya lo conoces —culmino su relato.

Kaled sintió un odio terrible contra aquel hombre que solo ha hecho sufrir a su pequeño, pero el remordimiento también lo ataco pues comprendió que su perra había huido de un asqueroso ser que lo intento violar y al final se encontró con él que hizo exactamente lo mismo. Sin embargo el lo amaba y se lo demostraría hasta que no hubiera dudas de ello. El recuerdo de aquel hombre que gritaba el nombre de Julien en aquella noche, cruzo por la mente de el alfa, sin duda debí matarlo pensó, ninguna persona que traiciona a un ser querido de la manera en que el lo hizo, debe vivir. El odio que Kaled resguardaba salio a flote, ese que tanto le costaba controlar, ese del cual pocos saben su origen y que muchos han experimentado sus repercusiones, ese del cual nunca habla pero que deja vivir dentro de sí.

—Puedo entender el amor que sientes por tus abuelos, pero no crees que hasta cierto punto ellos también tiene la culpa por lo que te ocurrió, ya que insistieron en mandarte con Robert —Kaled hablo seriamente, Su odio era palpable en cada una de las palabras que salían de su boca dejándole un amargo sabor, y al sentirlo en su paladar lo reconoció fácilmente. Se diría que hasta le fue familiar —ahora con mayor razón no dejare que salgas del Pandemónium todos afuera te han traicionado, ninguno merece tu cariño o amor, ninguno vale la pena, todos te han lastimado y yo no dejaré que lo vuelvan hacer —Kaled resumió de esta manera la situación y si alguien sabia de traiciones y odio era él.

Julien escucho cada una de sus palabras y su llanto aumento hasta que se dejo caer de rodillas y se cubrió el rostro con las manos.

Kaled se arrodillo y cargo a su perra para llevarlo a su habitación. Ya en ella comenzó a besarle. Esa noche le hizo el amor tan intensamente hasta que Julien olvido todo el dolor que sentía, aunque olvidar sería demasiado drástico para decirlo, lo correcto sería que guardo su dolor hasta que en otro momento surgiera de nuevo”.

Desde esa ocasión no volvió a tocar el tema. Miro a su alrededor.

El pequeño se puso de pie y fue directo a la puerta del cuarto para ver si estaba abierta, y así era, el pomo giro permitiéndole salir de la habitación, no era la primer vez que salía del cuarto sin nadie a su alrededor, pues el tirano de su amo hacía varios días que no dormía con él y solo lo veía en el día para comer, “seguramente debe de estar con Benji, además él era su perra antes de que me trajera aquí”, Juli pensó y aun que no lo aceptará esto le daba coraje.

Una vez más era presa ese pensamiento que le decía una y otra vez que solo era un juguete para su amo.

—Solo una mascota, para entretenerlo —lo dijo en voz alta.

En las semanas anteriores Kaled se había portado muy bien, evitaba gritarle, se portaba cariñoso, le había llevado mucha ropa y zapatos para chico, y un día al descubrir que Julien estaba leyendo, le pregunto ¿qué tipo de libros le gustaban?, el joven le dijo que amaba todos los de fantasía y ciencia ficción, al día siguiente su amo llego al departamento con una enorme bolsa llena de libros clásicos de los géneros que le había mencionado, el chico le agradeció el gesto con lo único que podía darle, se acerco y le quito la bolsa de las manos para dejarla en el suelo de la sala, después atraer el rostro de su amo y besarlo profundamente.

Lo llenaba de detalles y se podría decir que le daba todo lo que deseara y sin embargo al miso tiempo lo mantenía alejado de todos, de su familia (que era lo que más le dolía), no lo dejaba salir del departamento, Juli le había propuesto ayudar en la cocina pero se negó y dijo: "que nada de eso era necesario que las hembras podían solas"; lo cual se reafirmo con los comentarios de Ariel: "tú eres la pareja del amo, por lo tanto no debes de ayudarnos, nosotros podemos solos". Así que dejo de insistir y gracias a eso se la pasaba encerrado en el departamento. 

Camino a la cocina, sin prender la luz del pasillo, ya conocía a la perfección el  departamento, pues era el único lugar donde tenía permitido andar libremente,

Al llegar a la cocina entro y encendió la luz, se dirigió al refrigerador a buscar la jarra de agua que Ariel siempre dejaba, la saco y la puso sobre la mesa, después busco en uno de los cajones un vaso, al encontrarlo lo saco y  se sirvió. De un solo trago bebió toda el agua y después de saciar su sed, dejo su vaso en el fregadero por la mañana lo lavaría, guardo de nuevo la jarra en el refrigerador para después salir de allí.

Ya en el pasillo mira de reojo la puerta del departamento y una idea cruza su mente. No era la primera vez que lo pensaba y mucho menos que lo intentaba, pero siempre estaba cerrada, su amo no olvidaba cerrar su jaula.

Al principio su deseos de escapar lo animaban, ahora no deseaba escapar, solo quería ver a sus abuelos y decirles que estaba bien y que no se preocuparan por él. Tranquilizarlos y calmar su agitado corazón.

Camino a la puerta y tomo el pomo, lo giro con la esperanza de que este abriera aún cuando su mente le decía que no se ilusionara.

—No es cierto —Juli murmuro.



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Hola chicos siento haber tardado tanto en actualizar pero me he visto envuelta por el final de otra de mis historias y la verdad me he evocado a él. Les dejo este bello capítulo y espero que les guste y me regalen un comentario.
Ya saben dudas, criticas constructivas, jalones de orejas y todo lo que deseen expresar siéntanse libres de hacerlo. 
Los amo mis lindos lectores por ser tan pacientes conmigo.
See you soon :)

                                                 

Comentarios

  1. Te adoro por el simple echo de haber actualizado o.o/ Me enamore de esta historia desde que la encontre en amor-yaoi y aunque en mi celular no me deja mucho usar la opcion de comentar pues hasta que ahorita no me vengo a leerlo calmadamente en mi compu no puedo escribir XD
    Hasta yo me senti culpable con Juli (¬¬ y eso que yo no lo viole) y puedo decir que me encanta Kaled (nombre que le propuse a mi sobrina que le pusiera a su hijo XD), es el seme salvaje y cariñoso que TODAS deseamos o.o/ (por lo menos eso dice mi 40% de maso que soy).
    Tu forma de escribir es una de las que mas me encanta y sin duda su forma de detallar las cosas, de acomodar los acontecimientos y la creacion de personajes es de primera o.o/ amaria tener tus historias en papel TwT (soy amante de los libros).
    Estare agradecida por este capitulo y los demas que sacas de tus otras historias, las adoro =D

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  2. Muchas gracias, por seguir esta historia y por tus bellos comntarios, en esta historia en partícular me he esmerado mucho con mis personajes y trato de cuidar todo lo que escribo, agradesco que se note y que sea de tu agrado. Julien es sin dudas uno de mis consentidos al igual que Kaled y tristemente los dos han tenido una vida dificil, poco a poco la contare.
    Espero no tardar en actualizar y contar con tu comentario sería genial.
    Cuidate mucho
    See you soon :)

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  3. Hola.me encanta tú historia estoy atrapada.deseo qué por favor actualices pronto.te prometi leerla después de mis parciales. Y puff quede atrapada. Besos. Posdata adoro a Kaled

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    1. Muchas gracias por comentar y que bueno que te haya gustado, espero pronto continuarla, Yo también amo a Kaled con todo y la bienvenida que le dio pero es un encanto, además ama a Julien.
      En serioo me hace muy feliz que te haya gustado y espero que cuando publique comentes por fis.
      Cuídate mucho see you soon :)

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