Amuleto ¿Yo? Capítulo 8.

¿Celos?

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No pude sostener por más tiempo su mirada, baje mi cabeza y recargue mi frente en su cálido pecho, ¿por qué tenía que complicarme más la vida?

 —Dylan sabes que te quiero pero como amigo y no quiero lastimarte —como podría aceptar su amor sabiendo que no lo correspondo —lo siento, creó que lo mejor es que rompamos nuestra amistad, no es bueno que te hagas falsas ilusiones.

Intente separarme de su cuerpo, con cierto pesar pues era reconfortante sentirse querido.

—No baby, tú siempre me has dejado claro tus sentimientos hacía mi, en todo caso el que se crea esas ilusiones soy yo —al sentir que me alejaba, sus brazos me forzaron a regresar a su pecho —no te preocupes por los riesgos que puedo sufrir, vamos a intentarlo, no me contestes ahora piénsalo unos días —mire su rostro y se veía la esperanza en sus ojos, una sonrisa se dibujo y me contagio.

Estaba a punto de decirle que no esperara una respuesta diferente, pero entro Karl tomado de la mano con su guapo Moreno.

Louis es delgado, pelo castaño y perfectamente cortado en casquete cortó, vestía traje negro, camisa rosa pastel y corbata. Tiene unos hermosos ojos cafés oscuros y lucia una piel dorada, envidia de muchas chicas. Es agradable pero a mí me parece un poco soso para Karl, sin embargo se ha encaprichado con Louis así que como su amigo solo puedo apoyarlo.

Al verlos me separe de Dylan y me dirigí a Karl tomándolo de la mano, lo obligue a salir del salón mientras Louis me miraba extrañado.

— ¿Qué te pasa? —Karl se zafo de mi agarre y me miro furioso.

—En realidad nada solo necesitaba que me acompañaras por mis cosas a mi casillero —le sonreí pues podía ver el coraje en su rostro.

—Te voy a matar, si viste como me llevaba Louis, verdad —empezamos a caminar rumbo a mi destino.

—Si lo vi y tú ¿viste como estaba con Dylan?, necesitaba salir del salón —le dije en tono de suplica.

Le conté lo que me dijo Dylan y se sorprendió.

—Deberías de aceptar, es mejor partido que el idiota de Sebastián —sabia que diría eso —por cierto viste como fulminaba con la mirada a Dylan, tal pareciera que estaba molesto de cómo te sujetaba.

Claro que lo había observado pero no creo que sea por lo que dice Karl.

—No digas tonterías —no debía dejar que mi corazón se imaginara cosas.

—Pero tú no escuchaste como maldijo cuando tú novio te jalo.

—A ¿qué te refieres? —no escuche nada.

—Cuando Dylan te llevo, Louis y yo nos retrasamos, alcance a escuchar cuando dijo: “Idiota… esto no se queda así”

No dije nada, no puede ser, a él no le importa con quien salga, él tiene a su despampanante novia.

Durante el resto de las clases no dije nada, estaba sumamente abstraído con el chisme de Karl y por más que mi lógica me gritaba que no me ilusionara, mi corazón ya estaba demasiado emocionado.

Al término de las clases fui por mis cosas para el entrenamiento.

—Ya me voy, te veo al rato —le dije a Karl.

—Te espero y nos vamos juntos, ¿te parece?, total vamos para el mismo lugar —era verdad olvide que se está quedando en mi casa.

—Sí, yo te mando un mensaje cuando vaya a salir —camine hacía los vestidores para cambiarme.

Mientras cruzaba el área de descanso sentí que alguien me observaba pero no encontraba quien pues había varios estudiantes en las mesitas, así que apresure mi paso.

Llegue a tiempo al entrenamiento, la mayoría de mis compañeros ya estaban entrando a la cancha.

Vi al entrenador y fui hablar con él.

—Entrenador, gracias por lo de la mañana —tenía que aceptarlo este hombre ayudo que mi padre aceptara dejarme.

—De nada muchacho, fui muy convincente con todo mi choro, verdad, soy un excelente actor —sabía que todo lo que dijo fue mentira y bueno lo importante es que me quede por el bien del equipo.

— ¿Ya estás listo? —era Clark, se veía tenso, algo lo molestaba.

—Pues aun que no lo estés, vamos a iniciar —el entrenador nos mando a correr alrededor de la cancha.

Al mirar a todos mis compañeros me percate de la ausencia del goleador.

Mientras corríamos Clark me interrogo.

— ¿De verdad es tu novio? —le explico o solo dejo que lo crea para que le diga a su amigo.

—Dylan es un gran amigo —solo eso por el momento pensé.

—Ok y el otro ¿es novio de Karl? —cuanto interés en mi amigo.

—No, aún no —pero sé que el muere porque so lo pida.

—Ah —parecía más relajado —pero ¿tiene novio?

Esto es muy extraño, habrá pasado algo mientras preparaban la puesta en escena o ¿por qué tanto interés en mi amigo?

—No, por el momento está solo —una sonrisa de satisfacción ilumino su rostro.

Dejamos de hablar y nos concentramos en el calentamiento, al terminar de correr llego Sebastián, el entrenador lo regaño y lo puso a correr solo.

Por momentos volteaba a verlo y en dos ocasiones nuestras miradas se encontraron pero en lugar de emocionarme, me asustaron pues se veía muy molesto, seguro se peleo con su novia.

Seguimos el calentamiento y al término de este se formaron dos equipos, yo me quede en el equipo de Clark, en el otro estaba Sebastián.

Yo estaba en la posición de defensa por lo que tenía que estar cerca del goleador y en las pocas ocasiones en las que intente detenerlo, yo salí volando.

Nadie me dijo en qué momento cambiamos de fútbol soccer a americano. En una jugada en la que obtuve el balón, comencé a correr hacia el lado contrario y como dicen que la primera defensa son los delanteros Sebastián se acerco y de manera extraña logre burlarlo, todo mi equipo me vitoreó pues era la primera vez que lo hacía y muy efusivamente me animaban a seguir, busque con la mirada a algún compañero para pasarle el balón y vi a Milán, así que patee fuertemente el esférico pero al mismo tiempo sentí un fuerte golpe en la pierna.

Me deje caer por el dolor tan intenso que sentí, sujete mi pierna y me revolcaba en el pasto por el impacto, al buscar con la mirada quien me había golpeado sentí que se me salía el aire por la impresión.

—No juegues, si no te vas aguantar —escuche perfectamente el reclamo de Sebastián —lástima que no está aquí tu noviecito —lo último lo dijo muy bajito, tal parece que solo era para mí.

—Eres un idiota —Clark había llegado corriendo y estaba furioso con su amigo — ¿Por qué te barriste tan fuerte? —Su amigo solo se encogió de hombros — ¿Cómo te sientes? —me pregunto mientras sujetaba mi pierna.

Me bajo las calcetas y miro mi piel roja por el golpe.

—Estoy bien —mentí e intente ponerme de pie.

El dolor de la pierna era intenso así que no pude pisar con ella. Milán llego y paso su cabeza debajo de mi brazo y con su brazo rodeo mi cintura para ayudarme a caminar. Cuando pasamos junto a Sebastián Milán le dio un codazo para quitarlo de nuestro camino.

Oí que Clark lo regañaba. El entrenador dejo que me fuera a los vestidores mientras los demás terminaban el entrenamiento.

Milán me ayudo a sentarme en una banca —Ese idiota e paso, no tenía porque haberte dado con los tacos —al ver el coraje en sus ojos, le sonreí para calmarlo.

—Estoy seguro que no fue apropósito —o por lo menos es lo quisiera pensar pero sabía que no era así —solo es un golpecito, no te preocupes y ve jugar.

—Está bien pero deja que la pierna descanse un poco —todavía no te pares ok.

—Ok —le dije para que se fuera tranquilo.

Después de que saliera Milán me bañe y cambie lo más rápido que mi pierna me dejo, aún me dolía pero no quería ver al goleador. Busque en mi maleta y encontré un spray para los golpe que Nani me compró pues al principio solía salir muy adolorido. Al aplicarlo sentí que el dolor se calmaba pero sabía que solo era pasajero así que me apresure a salir de aquí.

Salí de los vestidores antes de que los chicos entraran, llame a Karl para avisarle y me quede de ver con él en la entrada de la escuela.

Al llegar vi un Dodge Dart azul estacionado enfrente de la escuela y a Karl moviendo su mano desde el asiento de atrás, Sami vino por nosotros.

—Hola Sami —me acerque y evite cojear, no quería que preguntaran la razón de mi extraño caminar, abrí la puerta del copiloto y me subí con calma, cerré la puerta, le pase mi mochila a mi amigo, me abroche el cinturón.

—Vámonos, muero de hambre —le dije a mi hermano.

Arranco el coche cuando escuche:

Pure hearts stumble

in my hands, they crumble

Fragile and stripped to the core

I can't hurt you anymore

—Contesta tal vez sea papá para saber si vine por ustedes —Karl buscaba en mi maleta el celular.

Loved by numbers

you're losing life's wonder

touch like strangers; detached

I can't feel you anymore

—Para una emergencia esta bueno eh, no lo pudiste sepultar más profundo porque no traías más cosas verdad —Karl me regañaba mientras me pasaba el teléfono.

The sunshine trapped in our hearts

it could rise again

but i'm lost, crushed, cold and confused with no guiding light

 left inside

—Bueno —era un número desconocido.

— ¿Dónde estás, te he estado buscando? —esa voz sonaba preocupada y con un ligero toque de molestia.

— ¿Quién habla? —aun que tengo mis sospechas de quien es.

—Soy Clark, ahora dime ¿dónde estás? —realmente se oía molesto y preocupado a la vez.

—Ah, voy para mi casa, ¿Por qué sucedió algo? —por que estará tan preocupado.

— ¿Qué?, dime donde estas voy por ti —no preguntaba, me estaba ordenando — ¿cómo pudiste irte así?, no debes caminar mucho o te lastimaras más la pierna.

Por fin mi cerebro entendió a que venía toda su preocupación.

—Estoy bien ya no me duele tanto —y era verdad gracias al spray no me dolía, pero sabía que en cuanto pasara el efecto, cambiaria de opinión.

Al decir estas palabras mis acompañantes de inmediato fijaron sus miradas en mí.

—No te creó, dime ¿dónde estás? —volvió a preguntar.

—Ya te dije que voy para mi casa además no voy caminando, mi hermano vino por mí, así que ya no preocupes y te veo mañana —espero que con esta explicación quede satisfecho.

—Ok, te voy a creer, ponte hielo para que se te baje lo inflamado y si tienes una pomada para los golpes sería perfecto —ya lo había pensado.

—Gracias y a todo esto ¿cómo conseguiste mi teléfono? —que yo recuerde nunca se lo di y ninguno del equipo lo tiene.

—Ah… bueno yo… te estaba buscando cuando salí de los vestidores, estaba preocupado por ti y me encontré saliendo de la biblioteca a tu novio, así que me acerque y le pregunte si tú estabas con él, me dijo que no, le pedí de favor que me diera tu numero que era una emergencia, al principio no quería dármelo pero le explique lo que te paso y termino por acceder —grandioso le contó a Dylan.

—Entiendo, bueno no te quito más tú tiempo, gracias por preocuparte por mí, nos vemos mañana —creó que soné un poco cortante pero me molesto que le dijera a Dylan, no me lo podría quitar de encima mañana.

—Hasta mañana y cuídate —se despidió y colgué.

Ahora a enfrentarme al par de ojos que me cuestionaban.

— ¿Qué sucedió? —Sami pregunto.

Les conté a los dos lo que paso y me costó mucho evitar que Sami regresara a golpear a Sebastián.

—Ese idiota que se creé —mi hermano estaba hecho una furia.

—Seguro lo hizo por tu novio —Karl buscaba una explicación.

— ¿Novio? ¿Cuál novio? —ahora su molestia era hacía mí —no me dijiste que ya tuvieras novio, ¿quién es? ¿Cuándo me lo vas a presentar? ¿Quiero conocer al que se atreve a meterse con mi mini?

—Cálmate, en primera no tengo novio y en segunda estas peor que Nani —sabía que era sobreprotector pero esto era demasiado.

—No entiendo ¿tienes o no tienes novio? —Realmente mi hermano estaba confundido —Karl ya me explico que “salvando el amuleto” fue todo un éxito, ahora tu explícame lo de tú novio.

Le conté a Sami sobre lo que hizo Dylan y sobre lo que me propuso.

—Me ha sorprendido ese nerd, no pensé que se atreviera a pedirte algo así, ya me está cayendo bien —sonreí a su comentario.

—Su petición es muy tentadora pero lo voy a rechazar, no es justo que lo ilusione —Sami asintió a mi idea y Karl puso mala cara.

—Amigo recuerda que un clavo saca otro clavo —se veía muy seguro de su comentario.

She had something to confess to,

but you don't have the time so,

Look the other way

Muscle Museum me aviso que un amigo llamaba pues esta canción estaba designada para ellos.

—Bueno —sabía quién era pero dejaría que él me lo dijera.

— ¿Cómo estás baby? —sabía que Dylan me llamaría gracias a que Clark le conto lo que paso en el entrenamiento.

—Bien, solo fue un golpecito, nada grave —espero que me crea y que no intente ir a verme a la casa.

—No creó que fuera nada grave ya que uno de tus amiguitos fue a buscarte, dime la verdad ¿cómo estás? —se le oía preocupado.

—Ya te dije que bien, con que descanse hoy será suficiente para que se desinflame —intento sonar lo más convincente posible.

— ¿Seguro?, podría ir a verte a tu casa o pasar mañana por ti para que no camines —grandioso Clark, ahora como me quito de encima a Dylan.

—Gracias, pero me llevara mi padre y hoy quisiera descansar mejor mañana te veo, ¿está bien?

—ok, mañana te veo y descansa, es más si no te sientes bien podrías faltar y yo te llevo la tarea —que lindo, pero no.

—No es para tanto, mañana te veo, descansa, besitos bye —mis acompañantes me vieron raro.

—Hasta mañana baby y descansa —por fin colgó.

—No puedes despedirte con besitos, si lo que quieres es desanimarlo —mi hermano me reprendió.

—Exacto, deja de ser cariñoso con él, solo haces que se enamore más de ti —y Karl le dio la razón.

—Lo siento lo dije inconscientemente — ¿cómo dejar de ser quién soy? con él, eso será difícil —y ¿cómo supieron que era él? —pregunte pues yo no dije su nombre.

—Sencillo, si tú novio se entera que estas mal lo primero que haces es hablar con él —Karl me contesta.

—No es mi novio —lo corrijo

—Aun que no lo sea, él siempre ha sido así contigo, desde que eran pequeños —Sami hablaba tranquilo.

En el cumpleaños 9 de Sam mis padres hicieron una fiesta a la que invitaron a varios conocidos con sus hijos. Nosotros pasábamos mucho tiempo con Karl y Jordán, y supongo que esa fue una de las razones para que invitara a niños nuevos, decía: “hijos me alegra que se lleven tan bien con sus primos pero necesitan más amigos”, Así que realizo una enorme fiesta y en ella fue en la que nos presentaron a Dylan y su hermana (la cual se le pego a Jordán). Desde que conocí a Dylan hemos sido excelentes amigos, siempre me ha cuidado, ayudado y protegido cuando alguien me molestaba. El problema es que siempre lo he visto como a un amigo y solo eso.

……

Cuando llegue a casa, el dolor de la pierna había vuelto, no pude disimularlo y todos se dieron cuenta de ello.

Mamá se enojo, papá dijo que era normal, Nani se preocupo, después de cenar ella me fue a masajear la pierna con una pomada para golpes.

—Con esto es suficiente, tres noches más y quedarás como nuevo —me dijo mientras me ponía una venda.

—Gracias Nani —No hubo necesidad de contarle lo que paso en la escuela pues Karl ya le había hablado y chismeado todo, lo único que le dije fue lo de Dylan y ni siquiera se sorprendió.

—Ya se había tardado en proponértelo —me pare y acomode mis cobijas para dormirme y ella me arropo cuando ya estaba acostado.

—Hasta mañana hijo, descansa —me beso en la frente y al salir apago la luz.

Yo me acurruque en la cama y me dormí.

……………..

El miércoles no pude quitarme de encima a Dylan durante todo el día por lo que no fui al entrenamiento, hable con el entrenador por la mañana (así evito ver al goleador) que iría al club de lectura, no le hizo gracia pero permitió mi ausencia.

Evite acudir a los lugares de los futbolistas, ya había terminado mis clases e iba al club de lectura y Dylan me acompañaba, él llevaba mi mochila y para colmo me sujetaba de la mano (no me lleva en brazos porque no lo dejo) atrás de nosotros va Karl y Louis. Al cruzar el área de descanso siento que alguien nos observa pero no encuentro quien es, esta sensación se está haciendo muy común.

Al llegar al salón, veo Clark que me está esperando.

—Hola ¿cómo te sientes? —me sonríe, Dylan me aprieta la mano, tal parece que no le hace gracia ver a mi amigo.

—Bien, ya no duele tanto —señale mi pierna y la moví para que lo comprobara.

—Muy bien, Kitten veo que no eres tan débil —su sonrisa se hizo mayor —hola Karl, que bueno verte – la sonrisa se hizo picara.

—Hola Clark —contesto secamente.

—El entrenador me dijo que estarías aquí y como no te vi en todo el día, vine a ver como estabas, pero me voy no tarda en empezar el entrenamiento —me ofreció su mano para estrecharla.

—Gracias por preocuparte y salúdame a los demás, por favor diles que ya estoy mejor y que los veo el jueves —solté a Dylan para despedirme de Clark.

—Yo les digo —se giro a ver a Karl —hasta luego, espero que nos volvamos a ver —le tendió la mano.

—Bye —al estrechar la mano de Clark este le beso el dorso y mientras lo hacía le dirigió una seductora sonrisa.

Karl se quedo estupefacto por la acción del futbolista.

Al soltarlo, Clark salió corriendo rumbo a las canchas. Louis lo miraba con furia y Dylan se veía ligeramente más tranquilo.

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