Verano Caliente. Capítulo 8.



Sorpresas.



Aún estaba sorprendido por la noticia, no lo creía ¡iré a América! Por la emoción no le pregunte al jefe ¿en qué país se llevaría a cabo el festival? Mi mente estaba repleta de ideas sobre el viaje que no me di cuenta como llegue a mi escritorio.

—Takaba ¿me oyes?, Tierra llamando a Takaba —Su voz fuerte era acompañada del movimiento de su mano enfrente de mis ojos.


Kaito miraba mi rostro con curiosidad y como si estuviera conteniendo una sonrisa. 

Kaito era el camarógrafo que acompañaría a Issei a las entrevistas, era alto, de cabello castaño oscuro, ojos cafés y moreno, de personalidad agradable y muy bueno en su trabajo.

—Basta ya te oí —le dije esto para que dejara de pasar su mano enfrente de mi rostro.

—Pues parecía que no, ya te dieron la noticia ¿verdad? —se notaba su frenesí.

— ¿Qué?-¿Había más noticias? O se refería al viaje.

—El festival que cubriremos, supongo que el jefe te dijo que Issei y yo también iremos —claro a eso se refería, él al igual que yo estaba emocionado.

—Sí, lo menciono. Por cierto tu sabes ¿a qué ciudad es a la que iremos? —tal vez él aclare mi duda.

—Claro iremos a Chicago en Estados Unidos, será magnifico, no puedo creer que me haya escogido para ir, estoy tan emocionado, mi novia se va a morir de la envidia —Kaito estaba tan feliz, al igual que yo.

¿Novia? cierto Asami, ¿Por qué la menciono?, me hizo recordarlo. No sé cómo va a tomar la noticia.

—Seguro el jefe no te dijo más, gracias a que llegaste tarde y a que él tiene una junta a las 3:30 con vicepresidente —me miro de una manera reprobatoria, pero no había sido mi intención llegar tarde.

—Por eso estaba tan apurado —recuerdo que menciono algo así.

—Pues claro y tú con tu retardo-su mirada cambio de nuevo.

—Bueno, es que tuve un imprevisto- claro un gran imprevisto. Alto, moreno, con un cuerpazo y mejor aún estaba desnudo y a mi disposición —ahhhhhh —deje escapar un gran suspiro al recordar aquel hombre que me volvía loco.

—Se ve que fue un gran “imprevisto” —su cara reflejaba una sonrisa contenida además de su voz llena de sorna.

— ¿Qué?, ¿por qué lo dices? —no entendía a que se refería.

—Por el beso tan marcado que tienes en el cuello —y con su mano me señalo en que parte exactamente.

¿Qué beso? Maldito Asami, siempre me mordía pero nunca en un lugar tan evidente, anoche con todo lo ocurrido no me di cuenta y en la mañana, entre el incidente con la pistola y las prisas no me fije.

Debe ser parte de su castigo, sentí que mi rostro ardía, por la pena.

—No te preocupes, eso solo demuestra lo mucho que te ama tu novia o lo posesiva que es —Kaito se estaba divirtiendo a mis costillas —otra opción es que sea un aviso para cualquier otra, de que tu ya estas apartado —sus risas comenzaban a molestarme.

Lo peor es que en mi caso creó que solo las dos últimas aplican.

—Ya Takaba solo bromeaba, no te lo tomes tan en serio —me dio una palmada en la espalda y me miro como pidiéndome una disculpa —Yo ya acabe mi trabajo por hoy y tú ¿tienes mucho que hacer? —pregunto, mientras veía su reloj.

—Pues en realidad, no —yo termine todos mis pendientes antes de irme a Okinawa y el trabajo de allá lo envié con mis compañeros cuando regresaron, por lo que estaba libre.

— ¿Qué te parece si vamos a comer y a tomar unas cervezas?, así te platico lo que el jefe me dijo del festival- me pareció una buena idea —hoy estoy libre ya que mi novia salió con su familia.

Y tenía que mencionar de nuevo a la novia.

—Está bien pero solo hasta las 9:30 pm porque después tengo algo que hacer —Ya que me recordó a Asami no podía ignorar su advertencia de que llegara temprano y menos ahora que le voy a decir del viaje y estoy seguro que no le hará mucha gracia así que ¡a portarse bien!

—Claro no hay problema se lo que es tener una novia celosa —y se seguía burlando de mi.

Salimos a un restauran bar pues los dos moríamos de hambre.

Después de una comida deliciosa, iniciamos nuestra conversación sobre el viaje y también la ronda de cervezas.

—Pues el festival se llama Lollapaloza y habrá muchas bandas de diferentes lugares. 

Todavía no se quienes participarán pero sé que es un evento muy importante y divertido —se oía su voz emocionada.

—Estás seguro ¿qué es a dónde iremos? —pregunte con gran incredulidad.

—Claro, el jefe me lo dijo —estaba diciendo la verdad.

—No lo puedo creer mi banda favorita se presentará allí —estaba que me moría de la emoción con esta ya sería la segunda vez que los vería.

— ¿Cuál banda? —me pregunto

—The Muse claro, los vi el año pasado cuando vinieron a grabar su video Panic Station, el jefe me envió a cubrir el evento, y yo feliz de la vida, fue genial —en ese momento lo considere el mejor momento de mi vida pero ahora este viaje definitivamente peleaba ese lugar.

—Los he escuchado, mi novia los ama —pero su voz no sonaba muy convencida- yo prefiero a The cure y al parecer también irán- ahora si su voz dejaba ver la emoción contenida.

Después de varias horas de estar platicando y bebiendo, mis ojos se detuvieron en un hombre vestido con un traje negro y lentes oscuros estaba de pie mientras abría la puerta de una camioneta negra, esta imagen fue una bofetada a mi felicidad.

Lo había olvidado de nuevo, tenía que reportarme con Asami antes de las 10 y desde su casa, inmediatamente revise mi reloj.

—¡Maldita sea! —grite sin darme cuenta pues ya eran las 11:30 pm, ahora sí, el yakuza me va a matar y ¿ahora qué hago?, además me sentía mareado por el alcohol y esto molestaría aún más a mi carcelero pues no le gusta que beba.

—Sucede algo —Kaito me pregunta al ver mi reacción desesperada.

—Es tardísimo —conteste de mala manera.

—Háblale y dile que estas con tus amigos no creó que se moleste y si no te cree pásamela yo le explico la situación —eso funcionaria si se tratara de una chica pero si le paso a un hombre para que le explique a Asami probablemente todo se complique más.  

—Tienes razón le voy a llamar —saque mi celular y me salí para poder oír mejor, me recargue en la pared para no caerme, por alguna extraña razón todo se mueve a mi alrededor.

Sonó solo una vez.

—Bueno —Inmediatamente contesto una voz seria.


Hoy el trabajo me ha tenido muy ocupado, ni siquiera sé qué hora es.

— ¿Asami? —la voz de Takaba sonaba extraña.

— ¿Dónde estás? —pues era obvio que no llamaba del teléfono de la casa.

—Se me hizo tarde, pero estoy bien y creó que por la hora mejor me regreso a mi casa está más cerca —ha estado tomando, reconozco esa voz.

— ¿Por qué has estado bebiendo? —mi voz dejaba ver mi coraje, él era un mal bebedor, se perdía fácilmente.

— ¿Yo bebiendo?, claro que no, ya sabes que no tolero mucho el alcohol — pero el continuo balbuceo de su voz lo traiciona.

—Exacto no sabes tomar, ¿cuántos tragos llevas? —mi molestia sigue aumentando.

—Ninguno… hip… de verdad —seguramente ahora está moviendo su mano diciendo que no como si yo lo pudiera ver.

— ¿Dónde estás? —repito la pregunta pues aún no me ha contestado.

—Estoy bien no te preocupes, me iré a mi casa, hasta luego…

— ¿Dónde demonios estás? Y no te atrevas a colgarme —el muy idiota pretende que lo deje regresar en esas condiciones a su casa.

—No me grites, ya te dije que estoy bien…

—Si no quieres que te grite contesta la estúpida pregunta —este niño me desespera.

—Cálmate, estoy en una lugar llamado Hibiki.

—No te muevas de allí, en este momento mando por ti —por lo menos ya me dijo donde está.

—No es necesario…

— ¡Cállate! y no se te ocurra seguir bebiendo —tengo que ser más estricto con este niño.

— ¡Odio que me grites! No quiero verte, no mandes a nadie, deja de tratarme como un niño —pues cuanto ha bebido que ya está en la etapa sensible —ADIOS.

— ¿Takaba?- me colgó, ahora se hace el enojado cuando yo soy quien debería de serlo.


Había logrado hacerme enojar, no quería verlo. Entre de nuevo y vi a mi amigo que seguía bebiendo, saque mi cartera y pague parte de la cuenta le dije a Kaito que me iba y no se negó pues estaba ligando con una joven muy guapa. Me voy a apresurar no quiero encontrarme con los hombres de Asami, podré llegar por fin a mi casa a descansar y dormir sin ser molestado.

Salí el bar y mire en todas direcciones tarde un poco en ubicarme pero lo logre. Supuse que el último tren ya había salido y pagar un taxi sale caro por la hora y después de la cuenta que pague mi cartera está más vacía que antes, voy a optar por caminar, además no esta tan lejos.

Caminaba en zigzag y conforme me alejaba de la zona comercial la calle estaba cada vez más sola, al ir avanzando me dio calor, me quite mi chamarra y la amarre en mi cintura, solo me quede con una playera delgada, lo bueno es que es agosto y el calor no permitirá que me resfrié.

Después de 15 minutos de caminata sentí que alguien me seguía, voltee y vi a un hombre alto atrás de mí. 

Este hombre caminaba cerca, me estaba poniendo nervioso así que apresure mi paso.

Justo al pasar por una parte más oscura, sentí un golpe en el hombro derecho y es que este hombre me empujo contra la pared. Ya no pasaban autos, ni personas

¿A quién le puedo pedir ayuda?

— ¿Quieres mi cartera? —intente sacarla pero él me lo impidió.

Me empujo contra la pared, dejando mi cara pegada a esta, sus manos tocaban mi cuerpo, de manera desenfrenada.

—Suéltame —le grite e intente zafarme de su agarre pero me fue imposible.

—Te vez muy bien con estos pantalones tan pegados —una de sus manos recorrió mi pierna —y esta playera tan delgada, realmente eres muy apetecible.

—Suéltame pervertido —lo empuje pero no paso nada.

Paso su mano por mi entrepierna y fue tocando mi trasero, por más que luchaba no podía liberarme, estoy muy asustado por lo que este loco me vaya a hacer.

Sujeto mi brazo fuertemente y me jalo hasta la profundidad de un callejón oscuro. Me empujo contra la pared del fondo, en cuanto lo mire, vi como desabrochaba su pantalón.

—Nos vamos a divertir mucho —su sonrisa estaba llena de excitación.

—No gracias —lo dije intentando darme ánimos.

Camino en mi dirección y yo ya no podía retroceder pues ya estaba pegado a la pared. Conforme avanzaba noto que yo ya no podía huir y vi el triunfo reflejado en su rostro, tomo mis hombros mientras se acercaba a mi cuello y lo besaba, esto me asqueo, junte todas mis fuerzas y lo empuje logrando solo despegarlo de mi piel, sus ojos se llenaron de ira y me dio una bofetada y después me tiro al piso.

Caí boca abajo y para mi suerte no alcance a poner mis brazos antes así que me di un buen golpe en la cabeza el cual me dejo más tonto de lo que ya estaba por la borrachera.

Lo siguiente de lo que me percate fue del cuerpo que estaba encima de mí y de las manos que intentaban quitarme mi playera, aprovechando que él pensaba que yo seguía en la lela, le atice un puñetazo en la cara y una patada en la espinilla (yo quería darle en los genitales pero se movió por el puñetazo), me zafe de su cuerpo, al intentar pararme y correr, el sujeto me cogió del tobillo tirándome de bruces.

Él me jalo hasta su posición y me propino un puñetazo más fuerte que el anterior el cual me aturdió de nuevo, al recobrar la consciencia sobre lo que pasaba sentí la frialdad del piso pues mi torso estaba desnudo y ahora me estaba bajando los pantalones, forcejee de nuevo y ahora si lo logré mi objetivo darle en las pelotas, él se encogió por el dolor y yo aproveche para salir corriendo de este lugar.

Al mirar la salida del callejón, vi a un hombre parado pero por la luz que venía de la calle no pude ver quién era, mire hacia un lado de este y vi a un hombre más. Tal vez este hombre sea parte de una pandilla y estos eran sus amigos; Maldije para mis adentros si con mucho esfuerzo logré quitarme este cerdo de encima ¿cómo me quito a tres?    Por primera vez en toda la noche me arrepentí de no esperar a Asami.

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