En el infierno. Capítulo 14.

Pero no me dejes solo.
 
Kaled miraba molesto al pequeño que abrazaba un almohadón mientras temblaba de frío en la cama, miro a su alrededor, se percato de que la televisión y el blu ray estaban encendidos, un plato con restos de comida estaba en la mesita, exceptuando estos detalles, toda la habitación lucia muy limpia.

Camino directo a la ventana y la cerro, después apago la televisión y saco la película del Blu ray, al mirar el titulo sonrío “no pudiste escoger algo más apropiado” pensó y guardo el disco en su caja. Levanto las cobijas y arropo a su pequeño, no pensaba despertarlo todavía era temprano pero Julien al sentir el contacto de las cobijas se removió y al hacerlo dejo al descubierto su mano vendada.
El alfa de inmediato tomo la mano de su pequeño e intento examinarla pero este al sentir el jalón se despertó, al ver a Kaled sujetándolo con tal fuerza y con el seño fruncido se asusto. Julien retiro su mano y la pego a su pecho, cubriéndola con la otra para evitar que su amo la viera, como si con esto Kaled olvidara lo que había visto.
— ¿Qué te sucedió?—la voz fría de siempre lo interrogaba pero en esta ocasión iba acompañada de sus ojos preocupados.
—Nada, grave — contesto de inmediato y apretó más su mano contra su pecho.
— ¿No me lo dirás?— levanto levemente la ceja izquierda.
Julien paso saliva y se preparo para contarle lo ocurrido.
—Me corte…
— ¡Intentaste suicidarte!— no era una pregunta, estaba aseverando.
— ¿Qué?— Julien pregunto sorprendido por lo que su amo dijo.
Miro su mano lastimada y notó que el vendaje daba dos vueltas en la muñeca. Durante todo el tiempo que llevaba en ese lugar jamás le había cruzado por la cabeza el suicidarse, sus abuelos maternos siempre le dijeron “que la vida era un regalo dado por Dios y que tenía que aprovecharlo, que era su obligación vivir por él y por su madre”. Pero bajo esas circunstancias su madre ¿pensaría lo mismo? ¿Estaría feliz de ver a su hijo convertido en la mascota de un hombre sádico? O se opondría y le ¿sugeriría la muerte como salida?
No, su madre no querría que su hijo muriera.
Julien recordó:
A su querido Mark sentado en su cama observándolo mientras que él lloraba y entre sus sollozos le dijo:
—Tal vez hubiera sido mejor no nacer o morir ya que mi padre no me quiere.
—Hijo no hay razón para querer la muerte como opción, en tú corta o larga vida hay una cosa segura… la muerte y ¿para qué desearías apresurarla?, por librarte de vivir alguna experiencia dolorosa, que con el tiempo te hará más fuerte, si sientes que no puedes con lo que estás viviendo pide ayuda, no te quedes callado  de lo contrario ¿cómo alguien te podría ayudar?, no te encierres en tu dolor es mejor expresarlo y de esta manera podrá sanar más rápido… hijo permite que los que estamos a tu alrededor te ayudemos a sanar –su abuelo lo abrazo y dejo que llorara hasta que se calmara.
Su abuelo se lo dijo después de que el pequeño Julien despertara de una de las tantas pesadillas que lo aquejaban, en las cuales su padre era el protagonista.
Julien no había vuelto a pensar en eso pues sabía que contaba con el amor de sus abuelos y suponía que si a él le llegaba a pasar algo ellos sufrirían; él no sería capaz de hacer sufrir a esa pareja que lo acogió cuando más lo necesitaba.
Y sin embargo ahora seguramente estaban sufriendo por su ausencia, esto solo lo entristeció.
— ¿Lo hiciste intencionalmente? ¿Te lastimaste apropósito?— La voz de Kaled lo regreso a la habitación.     
—No, esto fue un accidente — contesto aún asombrado por lo sugerido por su amo.
Sin embargo Kaled no le creyó, tomo fuertemente el brazo izquierdo de su chico y lo estiro; Julien se resistió pero esto solo aumentaba el dolor por la presión de la mano que lo sujetaba así que desistió y permitió que su amo lo revisara.
Lentamente Kaled desenvolvió la mano de Julien hasta que la descubrió por completo. La mirada del alfa se quedo fija en la palma de su mano y analizo la herida, eran varios cortes de diferentes tamaños y todos enrojecidos por la inflamación. El aire contenido por el alfa fue liberado como muestra de la paz que sintió al darse cuenta de que estaba en un error.
Kaled beso la herida y relajo la fuerza de sujeción usada, no deseaba lastimarlo.
— ¿Qué ocurrió?— le pregunto, ya más tranquilo.
—Rompí un plato —susurro —al recoger los cristales… mm… me corte —el pequeño no diría la razón de su descuido.
—Pero estas heridas no parecen una cortada —su mirada seguía revisando su palma – pareciera que recargaste la palma sobre los cristales —. El alfa rozo con sus yemas las líneas irregulares que formaban las incipientes cicatrices.
Julien se estremeció con el contacto de su amo, sentir su tibio tacto después de varios días de no verlo y mirarlo tan preocupado le hacía pensar que tal vez si lo quería o por lo menos eso es lo que su corazón quería creer.
—Solo fue un accidente, solo eso, además ya casi no me duele—. El chico evito verlo a los ojos.
— ¿Cuándo te la hiciste? —su mano seguía reteniendo al chico.
—Anteayer— contesto.
—Tendré que reprender Ariel, por no avisarme —hablo seriamente.
— ¡No! Por favor, no lo hagas— el chico suplico —él deseaba avisarte pero yo le pedí que no lo hiciera —explico temblorosamente pues era consciente de que estaba salvando a su amigo y condenándose a sí mismo.
 — ¿Por qué? —pregunto y su molestia era mayor.
—No creí necesario molestarte por una pequeñez como está, supuse que estabas muy ocupado y por eso no te habías parado por aquí —la explicación estaba llena de cierto tono de reproche.
—Es verdad que he estado muy ocupado pero di estrictas órdenes de que cuidaran de ti y que cualquier cosa concerniente a mi perra me fuera informado – Kaled estaba evidentemente molesto, Julien lo percibía en su voz.
—Por favor, no le hagas nada, por favor fue mi culpa —guardo silencio un momento —si lo vas a castigar, yo tomare su lugar —Julien no deseaba que pagara por algo que fue su culpa.
Kaled miro tan preocupado a su chico, realmente estaba determinado a cubrir a Ariel por lo ocurrido. Lo amaba y al verlo tan seguro de lo que decía aún cuando sus ojos reflejaban el miedo que sentía, lo hacían ver tan tierno. El alfa no se pudo contener más y termino por abrazarlo fuertemente, tanto que Julien intento removerse para liberarse pues lo estaba asfixiando, al percatarse de esto la fuerza del abrazo disminuyo. Después de varios segundos juntos Kaled se separo un poco solo para besar a su chico.
Los labios de ambos se entreabrieron permitiendo el reencuentro de sus lenguas y que cada una saboreara al otro. Julien había estado anhelando secretamente este contacto, por su parte Kaled deseaba más que esto pero por el momento se conformaría.
Al separase Kaled abrazo de nuevo a Julien.
—Te he extrañado —le susurro al oído —lamento tener que dejarte solo.
Julien no dijo nada.
— ¿Deseas seguir durmiendo? Apenas son las 6, podrías dormir un poco más —su amo le sugirió.
—No, ya no tengo sueño —contesto, “¿Cómo podría dormir? Cuando ya estás conmigo”, el chico pensó.
Kaled se puso de pie y camino a la puerta, cuando puso la mano en el pomo fue detenido por una pregunta.
— ¿Ya te vas? —Julien hablo con voz triste.
Julien miro a su amo, vestía unos jeans azules y una sudadera naranja.
—No, solo iré a la cocina —el alfa contesto sin volverse, sin embargo una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro, al parecer su perra no deseaba que se fuera y eso lo hacía muy feliz.
Un suspiro de tranquilidad fue la respuesta de su chico.
En cuanto salió Juli miro el tiradero que dejo la noche anterior.
—Va a pensar que soy un holgazán —se puso de pie y fue a la televisión pero noto que la película ya estaba en su lugar al igual que lo demás. Al parecer su amo se le adelanto pensó y le dio un poco de pena por ello.
Andaba descalzo por la habitación alfombrada, corrió al baño y al salir se sorprendió al ver a su amo acostado en la cama.
Estaba de lado sus ojos cerrados, parecía muy cansado, las sombras oscuras debajo de sus ojos lo denotaban, su palidez era muy evidente, su cabello estaba peinado hacia atrás. Julien deseaba acostarse con él, sumergirse en sus brazos y pegar su frente en ese perfecto pecho pero, decidió dejarlo descansar.
Salió de la habitación y fue a la cocina, busco en el refrigerador y preparo algo para desayunar.  Durante sus labores culinarias su mente lo cuestionaba respecto a “¿dónde estuvo pasando las noches?”, una parte de su corazón estaba feliz pues su amo le dijo que lo extraño pero la otra parte no se lo terminaba de creer, si eso era real “¿por qué no lo fue a ver antes?” Acaso estuvo tan ocupado con Benji que no le dio tiempo o será que se aburrió de él y por eso regreso.
Juli estaba hecho un lío, su cabeza le sugería una sarta de ideas todas tan razonables como ilógicas dependiendo de cómo las vieras.
— ¿En qué piensas? —las manos de Kaled abrazaron a Juli por la espalda, tomándolo desprevenido.
—Tonterías —apago la estufa pues ya estaba listo el desayuno.   
—No lo creó pero… —la voz de su amo no parecía convencida — ¿por qué has cocinado? —la pregunta atemorizo a Juli, recordó que a su amo no le gusta que haga cosas que él no le ha indicado.
—Es que… tenía hambre… y no quiero ser una carga para los demás —contesto titubeante.
—No lo eres, para nadie —sin embargo Julien difirió de su amo y un nombre inevitablemente llego a su mente Benjamín.
— ¿Deseas comer o esperaras a que alguien suba tú desayuno? —Juli preguntó y no quiso decir que todo lo hizo con la esperanza de que él lo comiera.
En la mesa ya estaba un plato con huevos revueltos, algunos panes tostados, café, la jarra con leche y otra con jugo, además de que acaba de freír unas tiras de tocino, también había un recipiente con fruta picada.
—Claro que comeré. ¿Por qué no lo haría? —se sentó frente la mesa y miro como su chico servía —no creó que tenga veneno y si así fuera, morir por ti no sería tan malo.
Julien se sonrojo por el comentario, Julien se cuestiono “¿cómo puede decir eso si me acaba de conocer?”
Los dos desayunaron en silencio. Kaled comió de todo un poco, al igual que Juli.
Al terminar Kaled miro intensamente a Juli, el cual estaba sumergido en sus pensamientos negativos.
—Estuvo delicioso — Kaled elogio al chico, después de terminar de limpiar su plato.
—Gracias.
— ¿Siempre eres así de callado?— Kaled pregunto pero su voz parecía no creerlo.
Juli no contesto en cambio tomo la tasa de café que tenía frente de él, bebió tratando de encontrar una respuesta.
En realidad él no se definiría por ser una persona callada pero tampoco era de los que hablaban hasta por los codos. Tal vez lo que sucedía era que la imponente personalidad del hombre frente a él, lo asustaba, además ¿de qué hablarían?, pensó, de cómo extenué mi cuerpo y mi mente con labores domesticas para evitar torturarme con ideas sobre mi situación: estoy secuestrado por un hombre que después de violarme me ha votado varios días, dejándome con sus niñeras mientras él va acostarse con otro. Julien devolvió la mirada aquellos ojos que intentaban descubrir sus pensamientos.
—Tal vez, un poco —esta sería toda la respuesta que conseguiría del chico.
—No te creo —lo contradijo —Ariel dice que eres muy amable y que tienes una sonrisa hermosa, al parecer con ellos si hablas —su voz se volvió un reproche.
—Solo hemos cruzado algunas palabras, no ha habido tiempo para algo más —Julien se escuchaba triste por esto.
—En eso yo tengo la culpa pues he tenido que pedirles que trabajen demás por lo que no te han podido visitar todo el tiempo que ellos quisieran pero espero que eso cambie —. Julien no dijo nada, solo miraba a su amo pues este se agacho y parecía estar meditando sobre algo — ¿Algún día me dejaras verla?
—No sé de que hablas
—De tú sonrisa, algún día dejaras que yo la vea —Kaled está mirando con curiosidad a su sonrojado chico.
Hablaba enserio, en verdad su amo deseaba verlo feliz, entonces porque no lo dejaba libre, de esta manera podría verlo feliz, pero ¿lo sería? Realmente ¿podría superar todo lo ocurrido en este lugar?
El sonido de la puerta principal, se escucho débilmente y Kaled dirigió su mirada a la puerta en espera de que apareciera, quien abrió.
Un pequeño apareció, su cabellera rizada y alborotada lo distinguía de todos como siempre al igual que su manera peculiar de vestir.
—Buenos días —en cuanto miro a la pareja, su rostro se torno furioso —amo, ¡no es justo que obligue a Juli a cocinar! No es necesario, yo preparo suficiente comida para que él no lo tenga que hacer —Ariel estaba muy molesto —él es su pareja y debe ser tratada como tal, por lo que no tiene porque estar preparando comida, de hecho tampoco debería de hacer labores domesticas para eso estamos nosotros.
Juli se dio cuenta del rápido cambio de humor de Kaled.
—Supuse que todo la limpieza del departamento la habías hecho tú —el alfa señalo al pequeño, que aún sujetaba una bolsa con recipientes llenos de comida.
—No amo, no fui yo —Ariel se percato de su metida de pata —pero no volverá pasar —trato de calmarlo.
— ¡Carajo! —Su exaltación era notoria —No sabes obedecer, ¿qué tengo que hacer para que me obedezcas?, ¿quieres que te amarre a la cama? Tal vez así entiendas lo que quiere decir no hacer nada —se puso de pie y se alejo de la mesa.
Juli estaba temblando, supuso que se molestaría pero no a tal punto.
—Amo, por favor comprenda que Juli estaba solo, ¿Cómo se iba a entretener? —Ariel intentaba apagar el fuego que el mismo había comenzado.
—Gracias, por la comida pero no es necesaria, retírate — Kaled hablo con voz firme e intentado sonar calmado algo que no lograba.
 —Pero amo…
— ¡Que te retires! —el grito que lanzo sobresalto a Juli y a Ariel.
—Con permiso, amo —le dirigió una última mirada de vergüenza por su error a Juli y este solo pudo esbozar una pequeña sonrisa para calmarlo un poco.
En cuanto, Kaled escucho cerrarse la puerta, camino hasta estar de pie frente a Julien, quien agacho la cabeza.
—No fue culpa de Ariel. No estoy acostumbrado a no hacer nada, en mi casa siempre contribuía a las labores domesticas —Julien intentaba explicarle a su amo pero sin mirarlo a los ojos —. Estaba aburrido, no había nada aparte de eso con lo que distraerme… —guardo silencio un momento — ¿Qué más podía hacer?
La respiración antes agitada volvía a tener un ritmo tranquilo y pausado.
—Lo entiendo pero tú deberías de entenderme a mí, deseo que te recuperes pronto me y para ello tienes que descansar —la voz de su amo estaba calmada.
La pequeña hembra estaba sorprendida pues pensó que su amo le gritaría y en cambio sonó acongojado.
El alfa se pone en cuclillas a lado de Julien, su mano se deslizo por debajo de la barbilla de Julien para levantarla y así poder mirar el mar que son sus ojos. Juli nota cierta tristeza en la mirada de Kaled, mientras que el está nervioso por lo sucedido y es que lidiar con los diferentes estados de ánimo de su amo era extenuante.
—Prométeme que intentaras llevártela más tranquila, nada de trabajo excesivo —Kaled le pide con voz suplicante.
Eso era nuevo para su perra, que le estuviera pidiendo y no ordenando era algo nuevo y amable de su parte. Este era el nuevo plan de Kaled ser más amable y esperaba obtener mejores resultados porque del modo autoritario no lograba nada.
—Te lo prometo —Juli no pudo resistirse a la amabilidad de su amo —pero a cambio promete no dejarme tan solo — Juli se sonrojo en cuanto termino de hablar y se estaba reprendiendo por haber dicho eso.
Kaled se sorprendió por la petición de Juli, era algo que no se esperaba pero que lo llenaba de felicidad, pues al parecer su hembra lo había extrañado.
 —Te lo prometo —Kaled contesto con voz firme y segura.
—Gracias —Su hembra contesto aún avergonzado por su petición.
El alfa se acerco y le dio un casto beso. Julien se puso de pie y tomo la mano de su perra.
—Ven vamos a bañarnos —Kaled jalo a Juli.
—Adelántate, yo recogeré la mesa — e intento zafarse de la mano de su amo, sin lograrlo.
—En ¿qué quedamos? —Kaled hablo serio.
—Lo siento pero ni modos que dejemos así —además Juli estaba muy nervioso por lo de bañarse juntos, después de tantos días sin estar juntos —me apresurare mientras tú puedes comenzar sin mí.
—Nada, ahorita recogerá alguno de los chicos —lo jalo y se lo llevo casi a rastras hasta la habitación —además hoy viene el doctor a revisarte — lo miro un momento y después lo llevo hasta el baño —desvístete —le ordeno amablemente.
Juli recordó la última vez que este su amo le ordeno que se desvistiera y que al notar que no lo hacía termino por hacerlo él de una manera poco convencional. Por dentro pensó en dejar que lo hiciera él pero termino por quitarse la ropa solo.
Kaled abrió la regadera y se desvistió mientras su perra hacía lo mismo. Miro como los moretones eran cada vez más claros y las cicatrices menos evidentes.
Juli noto que era observado y solo logró ponerlo más nervioso.
— ¿Listo? —Kaled le pregunto y su perra asintió.
Su amo le tendió la mano para que los dos entran juntos, ya bajo el chorro de agua, Kaled tomo la esponja para frotar el cuerpo de su perra, Juli no hacía nada para impedir este contacto por el contario lo agradecía. Al terminar, toma el champú y vierte un poco sobre la cabeza de su chico, lo lava y enjuaga. Julien se siente mimado y amado aunque eso sea una mentira se repite mentalmente.
En cuanto termina Juli le regresa el favor a Kaled y este sorprendentemente lo permite. Juli se siente nervioso pero feliz mientras pasa la esponja por todo el cuerpo de su amo, al frotar la espalda se da cuenta que está marcada por varias cicatrices que van en diferentes direcciones, Juli queda impactado, sabe que son marcas de golpes, pero son muchas y por alguna razón esto le duele pensar que alguien se haya ensañado tanto con él.
—No les hagas caso, parecen más de lo que son — Kaled se da cuenta de la reacción de Juli y este termina por no decir nada y continuar con su trabajo.
Los dos terminan de bañarse y salen de la ducha, Kaled deja que Julien se cepille su cabello y sale de la habitación.
Juli se mira en el espejo y nota que gracias a los cuidados de Ariel no ha perdido mucho peso, además de que sus golpes ya no son tan evidentes, instintivamente mira su espalda y por lo que alcanza a notar no tiene tantas marcas como las de Kaled, y aún se pregunta ¿Qué le habrá pasado? y ¿Quién lo habrá golpeado de esa manera?
Al salir del baño se encuentra a Kaled ya vestido y luce un pantalón de mezclilla azul y una camisa negra desabotonada pero abajo lleva una camiseta del mismo color.
Juli se sonroja al ver que Kaled ha descubierto lo embelesado que está con su imagen.
—Te traje eso —le señala una bolsa que esta sobre la cama ya tendida —espero que te guste.
Juli mira la bolsa y camina hacia ella con el miedo reflejado en el rostro, no puede evitar recordar lo que le llevo la última vez. Al abrirla encuentra algunos pantalones y playeras además de bóxers y calcetines. El chico se siente muy agradecido de que no sea ropa de mujer.
—Gracias —le dice y saca rápidamente un pantalón azul rey y una playera negra con una leyenda “Never too late”, interesante pensó y se cambio muy rápidamente su amo salió y cuando regreso llevaba consigo tres cajas.
—Toma, te traje algunos escoge los que más te gusten —le ofreció las cajas.
Juli las tomo y las puso en la cama, abrió cada una y su felicidad se incrementaba, le había llevado tenis de diferentes diseños y colores, estaba tan contento. Saco un par de converse negros y se los midió de inmediato.
— ¡Me quedan! —Grito y su amo se sobresalto al escucharlo —gracias —se puso de pie y corrió hacia su amo, al estar cerca se aventó sobre su cuerpo y este lo atrapo con los brazos abiertos, al darse cuenta de lo cerca que estaba de su rostro, lo beso en agradecimiento, Juli abrió las piernas y las cerro alrededor de la cintura de su amo, pegando más su cuerpo.
Juli no se había detenido a pensar en lo que estaba haciendo solo se dejo llevar por la emoción de no tener que usar un vestido y tampoco unas zapatillas.
Al separase, Kaled noto la hermosa sonrisa que iluminaba el rostro de Julien, si sus ojos azules lo cautivaban, ahora acompañados de esa sonrisa simplemente eran su perdición.
—No creó en Dios pero si lo hiciera le daría gracias por haberte puesto en mi camino —Kaled le declaro a su perra.
Juli se sintió incomodo pero feliz por su comentario.
—Gracias, por no traerme ropa de mujer —Juli le dijo y le dio otro beso.
Kaled acepto el agradecimiento y se hundió en la profundidad de su boca.
—Amo, el doctor acaba de llegar… Lo siento debí haber tocado —la cara de molestia era evidente y es que al parecer a Benji no le hizo gracia encontrar a la pareja en esa posición.

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