Amuleto ¿yo? Capítulo 17.


Cambios.




Me siento deprimido el ¿por qué? no lo sé, a veces ni yo me entiendo.

—Vámonos —en cambio Karl parece tan lleno de ánimo — ¡ándale que llegaremos tarde!

—Ya te oí, deja de gritar —me siento en la cama y estiro mis brazos —además aún falta 1 hora para la clase.


Karl me toma de la mano y me jala para ponerme de pie.

—Ya, ¡déjame! te pareces a Sarah cuando desea que la acompañe al club —me pongo de pie en contra de mi voluntad.

Lo menos que deseo es ir a la prepa. No sé ¿en qué momento del curso mi vida se complico tanto?

Me baño y cambio lo más lento posible mientras escucho a Karl parlotear sobre los beneficios de llegar puntual.

... Me agrada ver a mi amigo feliz. Después de lo que paso el sábado por la noche y de que el capitán se fuera, él estaba más calmado y me contó todo lo sucedido ese día desde lo de Sami y Sebastián hasta la pelea de sus pretendientes.

Tal parece que Clark se porto como todo un caballero y la pelea fue por defender a Karl.

Después de eso el capitán le pidió una oportunidad de que lo conozca mejor y mi amigo se la concedió, ayer domingo Clark no pudo venir a verlo pero se la pasaron mandándose mensajes todo el día. La verdad fue molesto escuchar todo el día Karl hablar de lo lindo que puede llegar a ser Clark y de si hizo bien al darle la oportunidad para conocerlo o ¿mejor lo evitaba? y bla bla bla

— ¡Apúrate!, te espero abajo —Karl sale corriendo de la habitación. Se ha esmerado en su apariencia. Su cabello está perfectamente desordenado como le gusta y sus jeans azules no podrían ser más ajustados, según él resalta sus encantos, a veces realmente parece una chica cuidando esos detalles, su playera gris de manga corta es cubierta por su delgado suéter de rayas negras con gris, de cuello en v, y claro sus tenis de bota negros. Al mirarme en el espejo me percato de mi apariencia que a diferencia de la mi amigo es de lo más aburrida pero la verdad no me importa.

Supongo que todo fue pensado en dejar pasmado al capitán y estoy seguro de que lo logrará.

Sé que de ser yo, él que estuviera en su posición estaría igual o peor que Karl pero al ser el espectador es molesto y juro que si algún día me corresponden no me pondré así.

Después de encontrar un gorro en mi ropero para cubrir mi desastroso cabello, bajo a desayunar.

Nani como siempre ya ha servido mi desayuno.

—Hijo, ¿te sientes bien? te ves algo pálido, tal vez te vas a enfermar —me mira preocupada —y como no después de ayer, te dije que no te mojaras —me reprocha.

Tal vez realmente me voy a enfermar, es eso o algo me está causando malestar y no tengo ni idea de que será.

Nani pone su mano sobre mi frente.

—Estás un poco frío, mejor no vayas a la escuela, hijo —Nani realmente está preocupada.

—Me siento bien Nani, te prometo que si me siento mal te llamo y mandas por mí de acuerdo —no deseo quedarme en casa a deprimirme más.

—Está bien —contesta reticentemente.

—Gracias —contesto lo más animado posible pero veo en sus ojos que no me cree.

—Ya acabaste, ¿verdad? —Karl se pone de pie y me insta con la mirada a hacer lo mismo.

—Pero si casi no has comido, hijo —Nani le dedica su mirada más molesta a Karl, quien no le presta atención.

—No te preocupes Nani, además no tengo hambre —sin embargo eso es algo que a ella no le importa y más tarde en decir todo esto que en lo que me trae una maletita con un desayuno listo para llevar.

—Te lo comes todo —su fría mirada me da miedo.

—Claro Nani —contesto lo más mansamente posible y me acerco a darle un beso en la mejilla.

Karl toma la maleta y me jala de la mano. 

Al salir busca la camioneta y nos subimos.

—No tienes inconveniente en que nos lleven ¿verdad? —me pregunta pero ya está muy acomodado.

—No —me siento tan mal que no me negare a que me lleven.

Al sentarnos, Karl me mira y niega con la cabeza.

—Les dije que estaban locos y tus síntomas me dan la razón.

—Pero teníamos calor —repito la excusa de ayer.

—Pues si te da fiebre de nuevo tendrás calor —Karl sigue regañándome.

Recargo la cabeza en la ventana junto a la que voy sentado, pues Karl a iniciado de nuevo su perorata sobre Clark.

El sábado por la noche después de hablar con mi amigo me fui a mi recamara pues me sentía mal por la insípida despedida con Patrick, al final ese hombre logró, hacerme sentir mal, por no aceptar su propuesta y su última mirada al entregarme el celular me estuvo inquietando toda la noche. 

Al día siguiente desperté con unas ojeras tamaño jumbo y una cara de zombi, Sami al verme se preocupo, aún recuerdo su cara de susto y lo que dijo.

—Mini pero ¿qué te paso? —estaba de pie a lado del sofá, mientras que yo estaba desparramado en este.

—No me hables —conteste muy molesto pues Karl ya me había contado sobre lo que paso con Sebastián.

—Yo soy él que está molesto por irte ¿con quién sabe quién? sin avisarme antes —contraataca.

—No tengo porque decirte nada, no eres mi madre —conteste y al decirlo me sentí mal pues el siempre ha estado al pendiente de mi, más que mis padres.

—Ok, Mini me disculpo por haber ido al colegio cuando me pediste que me abstuviera, sin embargo no me voy a disculpar por lo de ese idiota y da gracias a que me detuvieron de lo contrario...

—Samuel se que te preocupas por mi pero ya no soy un niño debes de dejar de arreglar mis problemas —al decir esto abrazo mis piernas a mi estomago y escondo mi rostro entre mis rodillas.

—Lo sé, pero no puedo, eres mi hermanito y siempre lo serás y no importa que te moleste el que cuide de ti lo seguiré haciendo — sentí los fuertes brazos de mi hermano a mi alrededor e irremediablemente comencé a llorar.

— ¿Por qué Sami?, Dime ¿Qué hago mal? ¿Por qué el chico que me gusta me ignora?, no soy suficientemente bueno, acaso no merezco su atención al igual que la de ellos, ¿por qué todos me ignoran? , soy tan poca cosa que no vale la pena que me den un poco de atención —siento el abrazo de Sami más fuerte — para Sebastián y Mis padres yo solo soy una persona que no merece ser tomada en serio —Sami escucho todos mis reclamos entre mi llanto.

—Desahógate Jaden di todo lo que te molesta, dímelo que yo siempre estaré para escucharte, siempre contaras conmigo —su voz es suave pero decidida —ellos no saben a la gran persona que se están perdiendo de conocer, al final se arrepentirán de haber mal gastado su tiempo, ya lo veras hermanito ese idiota tarde o temprano te rogara y espero que tu le des una patada en el culo de lo contrario te la daré yo a ti — sin pensarlo una sonrisa se me escapa, Sami siempre logra hacerme reír.

Siempre he sabido que cuento con él, de hecho sería con el único que realmente cuento.

—Gracias Sami, gracias por siempre estar —trato de calmarme.

—No tienes que agradecerme nada, eres mi hermanito y te amo —beso mi cabeza y libero mi cuerpo un poco.

—Ahora me dirás ¿con quién te fuiste ayer? —se que la duda lo ha estado molestando.

—Es un chico muy amable que me defendió de Sebastián, lo conocí ayer y me invito a comer a su casa —sentí la tensión en los brazos de mi hermano.

—Sabes, eres muy confiado Jaden —me reprocho.

—Lo sé, pero me ayudo así que no pude negarme —no le diré que casi me obligo a ir, que me quito mi celular, mi cartera, que es una especie de lapa humana, que me presento como su novio, que dijo que deseaba violarme y claro que omitiré el susto que me dio el tipo pelón y que gracias a Patrick pude escapar —además se porto… amable y su familia es muy linda, su mamá y su hermana son muy buenas personas.

—Lo quiero conocer, si te defendió de Sebastián, merece mi amistad, tal vez hasta podríamos ponernos de acuerdo sobre cómo evitar que te moleste en la escuela, él podría ser como tu guardaespaldas, ¿sabes si tiene conocimientos en defensa personal? —mi hermano se está pasando.

—Pues no sé sí en defensa personal pero es el campeón de lucha grecorromana…

—Grandioso, lo quiero conocer —no, en definitiva, no se lo presentaré.

—Sí algún día lo invitaré —además seguro que no vuelvo a cruzar palabra con él.

—Odio verte triste —me cargo y me llevo por la casa —vamos a jugar como cuando éramos niños — una gran sonrisa apareció en su rostro.

Al darme cuenta de dónde íbamos, intente zafarme pero no pude.

—Carajo, Sami, esto está helado —me queje pero ya era demasiado tarde pues estaba en la alberca y titiritaba de frío.

—No seas chillón —saco su celular del pantalón y se aventó —conforme pasaba más tiempo en el agua mi cuerpo se acostumbro así que me quite mi playera y después el pantalón hasta que solo quede en ropa interior.

Sami hizo lo mismo y seguido de eso comenzó a lanzarme agua. Yo también estaba aventando agua y después me avente sobre él para sumergirlo y de esta manera los dos estuvimos jugando un rato hasta que Karl apareció y nos vio molesto.

—Parecen niños —nos reclamo.

—Lo somos —Sami contesto y lo salpico con agua.

Karl se molesto.

—Esta helada —se seco la cara —Sami eres un menso, yo no deseo enfermarme.

Se enojo y se fue.

Sami me miro y los dos nos reímos al unisonó.

—Competencias —le dije y estaba deseando que aceptara.

—Siempre me ganas pero está bien —iniciamos y como Sami predijo le gané.

—Te lo dije —me confirmo —no sé ¿por qué lo dejaste? —me miro curioso.

—Yo tampoco —hace unos años yo participaba en natación y era bueno pero mi madre me saco, la verdad creó el saber la razón pero no deseo discutirlo ahora —ya sabes cómo es mamá.

—Algún día le preguntare, y en la escuela ¿por qué no lo practicas?

—Ya practico futbol y solo puedes estar en un deporte —tal vez debería dejarlo.

—Entiendo —contesto.



Este deporte a diferencia del fútbol, si me gusta. Extrañamente la natación es el único deporte que he practicado en toda mi vida (se suponía que solo lo empecé a practicar porque iríamos de vacaciones a la playa y yo no sabía nadar, pero como me gusto seguí yendo por casi un año, esto fue cuando yo solo tenía 5 años, después lo deje y regrese cuando tenía 13 años pero solo fui por año y medio) y el cual no le molesta a mi madre, según ella no es solo el uso de la fuerza desmedida.

Pasamos el resto de la tarde jugando y nadando hasta que Nani fue a sacarnos, pues ya era tarde y nos enfermaríamos.

—Ya llegamos, Jaden— Karl me sacudía suavemente para que me despertará.

Estornude fuertemente.

Sin embargo creó que Nani se tardo pues ya me enferme.

Bajamos de la camioneta y Jacinto se despidió de los dos con la mano.

Llegamos y Louis nos miro muy molesto, además aún estaba muy inflamado de la mejilla y su ojo lucía morado, realmente parecía que un grupo de personas lo hubieran agarrado de piñata. Dylan lo acompañaba y al verme corrió a mi encuentro.

—Bebé, estás enfermo —me tomo de las manos.

—No, estoy bien —me solté y me fui a sentar a mi banca, no deseaba dar explicaciones.

Las clases pasaron rápido y cada vez me sentía peor. Karl no dejaba de contarme sobre cómo Clark lo acosaba con mensajes.

—Por cierto, dice que desea verte para platicar sobre Patrick —Karl me lo dijo, tranquilamente, no se imaginaba el efecto que tuvo en mí.

Shit, mi día ya era malo, recordar a Patrick y su rostro al irse me deprime más, además de esto, tengo que verlo para que me regrese mis cosas, pero no tengo ganas, ni fuerza para ir a buscarlo.

—Dile que no iré, que estoy enfermo —le dije mientras caminábamos a su club de fotografía.

—No iras —me pregunto sorprendido.

—No, me voy a casa a dormir —conteste y me vio preocupado.

—Deseas que vaya contigo.

—No, gracias, llamaré a Nani para que mande a Jacinto por mí.

— ¿Seguro?

—Sí, gracias—me di la vuelta y camine a la salida.

Le marque a Nani para que me vinieran a buscar. Fui a la biblioteca y saque mi tarea. Ya habían pasado 10 minutos cuando mi celular sonó.

—Bueno

—Kitten, ¿cómo qué estás enfermo?—era Clark y se escuchaba preocupado.

—Hola, Clark, si lo siento estoy resfriado y no podré ir, espero recuperarme rápido y tal vez para el jueves pueda ir.

Mientras pienso como conseguir mi equipo de prácticas.

—Está bien cuídate mucho y si necesitas algo pídemelo

—Gracias y adiós

El capitán colgó.

Mi celular comenzó a vibrar de nuevo.

—Bueno

—Joven Jaden —era Jacinto.

—Hola, ¿ya has llegado?

—Así es, lo espero afuera.

—Sí gracias, Jacinto.

Colgué y recogí mis cosas.

Al salir, busque la camioneta y Jacinto me esperaba a lado de la puerta.

—Hola — salude al chofer y subí.

— ¿A casa? Joven —cerró la puerta y fue a su lugar.

—No, al salón —deseaba ir a casa pero visitar a Candy me ayudará a subirme el ánimo.

—Como diga joven.

Tardamos varios minutos en llegar al salón.

—Bajaré a ver si hay espacio para que lo atiendan.

—No es necesario Jacinto, yo mismo iré.
Jacinto abrió mi puerta.

—Como desee joven.

—Lo espero aquí.

—Gracias.

Me dirigí al salón.

Al entrar la recepcionista me recibió, con una gran sonrisa.

—Buenas tardes señor, en ¿qué le puedo ayudar?

—Deseo ser atendido por Candy.

—Claro ¿a qué hora es su cita y a nombre de quién está? —la chica me mira y espera mi respuesta.

No pensé que tuviera que hacer cita, la verdad no tengo ni idea de que se hace, Nani es siempre la que tramita todo esto.

—Mi nombre es Jaden Moore, y no tengo cita.

—Lo siento pero sin cita no lo podemos atender —la chic me contesta un poco apenada.

— ¿En serio? —tal parece que nada me saldrá bien hoy.

—Lo siento pero si desea le hago una cita para mañana —la chica es amable.

—No gracias —estaba a punto de salir pero…

— ¡Jad! ¿Cariño eres tú? —su voz fuerte y chillona resuena en mis oídos.

Al volverme lo veo y me sorprende como siempre, su cabello ahora es rubio platinado, lacio a diferencia de la última vez, sus ojos están maquillados en azul y sus labios lucen un ligero tono rosado. Su playera es azul turquesa, su pantalón blanco y sus zapatos son solo de meter y coinciden en el color del pantalón.

—Hola, Candy —lo saludo con la mano y sin pensarlo mi primera sonrisa del día es expresada.

—Cariño, ¿vienes a visitarme o a que te atienda? —Me mira curioso y su expresión es de disgusto —Por favor dime que vienes a que te atienda, ¿por qué luces fatal y más con ese gorrito de indigente que traes —seguro que para él esto debe de ser una especie insulto al buen vestir.

—Venía a eso pero no he hecho cita, así que será en otra ocasión —hago un mohín y levanto mis palmas en sinónimo de lástima.

— ¡Que! —Puso una cara de incredulidad latente —tú no necesitas cita, ningún Moore la requiere —me dice fuerte y mira a la recepcionista.

La chica se ve muy nerviosa y un sonrojo recorre su cara.

—Puedo regresar después, no me molesta —contesto y trato de que no regañe a la chica.

—No hay problema, pasa te atenderé, además es evidente que te hace falta un cambio de imagen —me toma de los hombros y me dirige adentro.

—Gracias.

—Y disculpa a nuestra recepcionista, es nueva y apenas está aprendiendo.

—No te preocupes, no me ha molestado, ella solo hacía su trabajo —la miro y le dedico una sonrisa la cual corresponde.

Mientras soy arrastrado por él, me susurra.

—Deja de ligar con las chicas o le romperás el corazón —me sonrojo al escuchar su comentario.

—No me interesa y lo sabes —me defiendo.
—Sí pero ella no.

Candy me lleva su santuario como lo llama, es una habitación grande que comparte con Rosy, los dos son excelentes estilistas y diseñadores de arte personal como ellos se hacen llamar. Me sienta en una silla y me prepara para cortarme el cabello.

Después de mucho discutir sobre mi nueva imagen accedo a que me haga algo nuevo.

La recepcionista me ve al pasar por enfrente de su escritorio.

—Joven Moore, lo siento por lo ocurrido.

—No te preocupes y nos vemos después —le sonrío y ella se sonroja.

—Se ve muy bien —lo dice en voz baja pero la alcanzo a escuchar.

—Gracias —ahora me doy cuenta de que su sonrojo es mayor, solo esboza una sonrisa tímida.

Al terminar mi asesor, de su trabajo me despedí y lo deje con una gran sonrisa en el rostro. Cuando ya estoy lejos de Candy me pongo mi gorro, creó que el cambio ha sido muy vanguardista para mí.

Jacinto me está esperando y me lleva a casa.

Al llegar Nani me espera hijo

— ¿Cómo estás? —me mira preocupada.

Se acerca y toma mi frente.

—Pero si estás hirviendo.

Creó que el calor que sentía durante el cambio de imagen no era por los nervios, más bien era por la fiebre.

—Tengo sed —logró pronunciar y al hacerlo recuerdo que no he probado bocado en todo el día.

Me siento muy cansado y mis piernas fallan, veo como todo se mueve a mí alrededor. Lo último que escucho es a Nani gritar mi nombre.


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Espero que les guste y que comenten por favor.
Por cierto, ¿cómo creen que ha cambiado su imagen Jaden? y ¿qué creen que va a pasar?, ¿alguno de sus pretendientes lo ira a ver? ustedes que piensan.
See you soon :)

Comentarios

  1. ya quiero leer el siguiente capitulooooooooo >o< por favor no tardes

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  2. No tardo, lo prometo estoy trabajando en eso, no desesperessssss
    Terminare pronto, espero?
    gracias por tu interes
    See you soon :)

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  3. Nooooooooooooooo!!!

    Se quedó buenisímoooooo.... me he leido 4 capitulos al hilo, ooooh my god!!! que va a pasar con Patrick? a Jaden ya le "movió bien feo el petate".... además quiero saber cómo es su nuevo look.... espero actualización... gracias y te mando saludos.

    Sayobyeeeeee :3

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  4. todavía hay dos capítulos más publicados, solo que olvide poner los enlaces pero ahorita los pongo, digo solo para sigas leyendo, cuando tengas tiempo.
    Cuídate see you :)

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